¡®Nunca volver¨¢ a nevar¡¯: calma espiritual en tiempos agn¨®sticos

No es habitual el estreno de demasiadas pel¨ªculas polacas en la cartelera espa?ola, pero al prestigioso Pawel Pawlikowski de Ida y Cold War se uni¨® hace unos meses el Jan Komasa de la excelente Corpus Christi, y en apenas una semana se han juntado dos t¨ªtulos m¨¢s: la interesant¨ªsima Sweat, estrenada hace siete d¨ªas, y la inquietante, singular y quiz¨¢ demasiado cr¨ªptica Nunca volver¨¢ a nevar, codirigida por Malgorzata Szumowska, directora habitual en festivales internacionales, de la que ya hab¨ªan tenido hueco en Espa?a Ellas (2011, rodada en Francia), la notabil¨ªsima Amar¨¢s al pr¨®jimo (2013), Cuerpo (2015) y Mug (2017).

Comparte Nunca volver¨¢ a nevar con Corpus Christi, y tambi¨¦n con Amar¨¢s al pr¨®jimo, un exacerbado simbolismo de ra¨ªz espiritual que, sin embargo, aqu¨ª se desvincula de lo puramente religioso para instalarse en una especie de autoayuda f¨ªsica y mental muy de estos tiempos de alejamiento de los cultos tradicionales, frente a otras nuevas formas de calma y paz interior. Los pacientes del masajista protagonista de la pel¨ªcula ¡ªla mayor¨ªa mujeres maduras, adem¨¢s de un hombre enfermo de c¨¢ncer¡ª ven en la llegada a sus casas del joven, educado y risue?o, apacible y dispuesto a escuchar, a una especie de confesor que, adem¨¢s de ofrecer sosiego, tambi¨¦n regala la esperanza de la sanaci¨®n.

Su camilla port¨¢til y sus manos (de santo) son el confesonario y el c¨¢liz de la comuni¨®n para un vecindario casi futurista de casas lujosas en un entorno inh¨®spito. De hecho, la pel¨ªcula a?ade un elemento de car¨¢cter m¨¢gico, o sobrenatural, pues el joven, de origen ucraniano, parece tener otros dones: la hipnosis y la telequinesis.

Pausada y enigm¨¢tica, Nunca volver¨¢ a nevar puede pecar, eso s¨ª, de una cierta autocomplacencia, confiada en demas¨ªa a su aspecto visual, obra de Michal Englert, su fot¨®grafo y codirector. Una estilizaci¨®n seguramente menos brillante de lo que se pretende, que provoca que, pese a los ecos del Teorema de Pier Paolo Pasolini, su par¨¢bola social y moral quede atenuada por una esencia en exceso inescrutable.