Libertad condicional para el asesino que inspir¨® ¡®El adversario¡¯
La corte de apelaciones ha aceptado el recurso que present¨® Jean-Claude Romand, el falso m¨¦dico que en 1993 asesin¨® a su familia
La cadena perpetua habr¨¢ durado al final apenas 26 a?os. Ese es el tiempo que habr¨¢ pasado en prisi¨®n el franc¨¦s Jean-Claude Romand por haber asesinado, en 1993, a su mujer, sus dos hijos y a sus padres, incapaz de confesarles que la exitosa vida que durante 18 a?os les hizo creer que llevaba, como m¨¦dico y alto funcionario internacional, no era m¨¢s que una gran mentira que estaba a punto de desmoronarse. La corte de apelaciones de Bourges ha acabado aceptando la petici¨®n rechazada en febrero por otro tribunal y le ha concedido la libertad condicional al asesino que inspir¨® numerosas pel¨ªculas y documentales, as¨ª como la obra El adversario, del escritor Emmanuel Carr¨¨re.
El hecho de que fuera una noticia esperada ¡ªdesde 2015, seg¨²n la legislaci¨®n francesa, ten¨ªa derecho a solicitar la libertad condicional tras haber cumplido un m¨ªnimo de 22 a?os de su condena¡ª no ha mitigado el impacto en los familiares inmediatos.
¡°Para mis clientes constituye una gran decepci¨®n y un gran dolor. Tienen la sensaci¨®n que para Romand todo ha terminado, cuando para ellos eso no suceder¨¢ jam¨¢s¡±, declar¨® a la prensa Laure Moureu, la abogada de los dos hermanos de la esposa asesinada de Romand, Florence.
Con todo, su puesta en libertad, que est¨¢ ligada a fuertes restricciones, no ser¨¢ inmediata. Seg¨²n la fiscal¨ªa, el plazo l¨ªmite para implementar la decisi¨®n del tribunal de apelaci¨®n es el 28 de junio. Una vez en libertad condicional, Romand estar¨¢ sometido a ¡°vigilancia electr¨®nica por dos a?os¡± y, los diez siguientes, a medidas de ¡°asistencia y control¡±, dijo la fiscal general de Bourges, Marie-Christine Tarrare, en un comunicado citado por la Agencia France Presse.
Adem¨¢s, Romand, de 65 a?os, deber¨¢ instalarse en un ¡°lugar autorizado por la justicia¡±, no podr¨¢ contactar ni a las v¨ªctimas ni a la acusaci¨®n civil de su caso y tambi¨¦n tendr¨¢ prohibido viajar a determinadas zonas del pa¨ªs, incluida la regi¨®n que rodea a Par¨ªs.
La doble vida que llevaba el falso doctor comenz¨® a desmoronarse en 1993. Hasta entonces, y durante 18 a?os, Romand hab¨ªa conseguido enga?ar a todos, incluida su familia, que cre¨ªa que se ganaba, y muy bien, la vida como investigador de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). La realidad era que ese supuesto padre y marido ideal ni siquiera hab¨ªa conseguido acabar la carrera de Medicina ¡ªall¨ª comenzaron las mentiras que acabaron engull¨¦ndolo tan tr¨¢gicamente a ¨¦l y a todo su entorno¡ª y pasaba los d¨ªas vagando por los alrededores de su casa en la frontera con Suiza, mientras usaba el dinero que le hab¨ªan prestado familiares y amigos a los que hab¨ªa convencido de hacer falsas inversiones en el pa¨ªs helv¨¦tico para costear el tren de vida que llevaba con su mujer e hijos.
Era cuesti¨®n de tiempo que todo se descubriera. ¡°Una mentira, normalmente, sirve para tapar una verdad, algo quiz¨¢ vergonzoso, pero real. La suya no tapaba nada. Bajo el?falso doctor Romand no hab¨ªa un verdadero Jean-Claude Romand¡±, escribi¨® Carr¨¨re en El Adversario. Pero en el caso del falso doctor, los acontecimientos se aceleraron cuando su examante, a la que tambi¨¦n hab¨ªa convencido para que le prestara dinero para supuestas inversiones, y a la que tambi¨¦n intent¨® asesinar, le reclam¨® esos fondos.
A punto de ser descubierto, Romand pasa a la acci¨®n la ma?ana del 9 de enero de 1993. En su casa en Pr¨¦vessin-Mo?ns, primero mata a su mujer a golpes con un rodillo de cocina y, a continuaci¨®n, asesina de sendos disparos en la espalda a su hija de siete a?os y al hermano de cinco. Despu¨¦s se desplaza hasta la localidad de Clairvaux-les-Lacs, donde tambi¨¦n abate a sus padres de varios disparos. De vuelta en su domicilio, ingiere una alta dosis de barbit¨²ricos, incendia la casa. Los bomberos le hallar¨¢n inconsciente pero vivo y no tardar¨¢ en revelar, por fin, toda la verdad sobre la vida de mentira que lo hab¨ªa llevado a acabar con los suyos.
Tras m¨¢s de un cuarto de siglo en prisi¨®n, Romand pidi¨® la libertad condicional en septiembre pasado. Contaba a su favor la evaluaci¨®n psiqui¨¢trica, que concluy¨® que su liberaci¨®n no planteaba problemas. Sin embargo, en febrero, el tribunal de aplicaci¨®n de penas de Ch?teauroux, en el centro de Francia, rechaz¨® su demanda de libertad, aduciendo que ¡°pese a un recorrido de ejecuci¨®n de pena satisfactorio, los elementos del proyecto presentado y de su personalidad no permiten, en el actual estado de las cosas, garantizar un justo equilibrio entre el respeto de los intereses de la sociedad, los derechos de las v¨ªctimas y la reinserci¨®n del condenado¡±. El tribunal ante el que apel¨® ha revertido ahora esa decisi¨®n.
Sin embargo, seg¨²n el abogado de Romand, este no ha recibido la noticia con ¡°triunfalismo¡±. El?falso doctor est¨¢ ¡°conmocionado. Tras 26 a?os en prisi¨®n, tiene una falta total de referencias del exterior¡±, explic¨® Jean-Louis Abad a la emisora France Info. Seg¨²n su abogado, Romand ser¨¢ acogido en un centro especializado ¡°que le ayudar¨¢ a retomar su vida en lo posible, aunque eso va a ser dif¨ªcil. Sufre desde hace 27 a?os y seguramente lo seguir¨¢ haciendo el resto de su vida¡±, agreg¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.