Los museos europeos aspiran a descolonizarse
La devoluci¨®n de los bronces de Ben¨ªn, reci¨¦n anunciada por Alemania para 2022, abre una nueva era en las relaciones entre las instituciones europeas y el continente africano. La amplitud que cobra este debate posibilita una futura restituci¨®n de obras expoliadas en otros contextos que el colonial
Los bronces de Ben¨ªn volver¨¢n a casa. Por lo menos, los que hasta ahora permanec¨ªan en territorio alem¨¢n, seg¨²n anunci¨® el Ministerio de Cultura del pa¨ªs a finales de abril. La decisi¨®n de devolver esos preciados bustos y relieves de los siglos XVI y XVII, que fueron saqueados por colonos brit¨¢nicos que luego los vendieron a distintos pa¨ªses occidentales, podr¨ªa inaugurar una nueva era en las relaciones entre las grandes instituciones muse¨ªsticas europeas y el continente africano. El Humboldt Forum, el nuevo museo etnogr¨¢fico que abri¨® sus puertas hace unas semanas en Berl¨ªn, tendr¨¢ que exhibir reproducciones y documentos de archivo, en lugar de los 400 bronces originales, que ser¨¢n restituidos a su pa¨ªs de origen.
¡°A partir de 2022, se devolver¨¢n cantidades sustanciales de los bronces de Ben¨ªn¡±, confirma el director del museo, Hartmut Dorgerloh, que precisa que la presentaci¨®n de otras piezas de origen dudoso ir¨¢ acompa?ada de una inscripci¨®n: ¡°La restituci¨®n es posible¡±. ¡°Estoy convencido de que la descolonizaci¨®n del conocimiento y de las pr¨¢cticas culturales son esenciales. Lo hacemos porque lo reconocemos como un mandato social y porque queremos plantar cara a las cr¨ªticas que llegan desde la sociedad¡±, expresa Dorgerloh en un correo electr¨®nico desde Berl¨ªn.
El inesperado anuncio del Gobierno alem¨¢n, que llevaba varios meses en gestaci¨®n, llega algo m¨¢s de dos a?os despu¨¦s de la publicaci¨®n del pol¨¦mico informe Sarr-Savoy, que fue encargado por Emmanuel Macron en 2018 a la historiadora francesa B¨¦n¨¦dicte Savoy y el economista senegal¨¦s Felwine Sarr. Su principal recomendaci¨®n consist¨ªa en que, cada vez que un pa¨ªs africano hiciera una demanda de restituci¨®n de una obra u objeto, Francia la aceptase si no pod¨ªa demostrar que no fue robado o expoliado.
Los museos se encuentran en el centro del debate, frente a un p¨²blico que ya no cree que puedan o que deban ser neutrales, sino antirracistasC¨¦cile Fromont
Criticado entonces por su maximalismo por parte de varios l¨ªderes de museos europeos, ante la amenaza de ver sus colecciones vaciadas de miles de obras de procedencia irregular, el informe ha acabado abri¨¦ndose camino como una hoja de ruta en un mundo occidental donde el examen cr¨ªtico del colonialismo cobra cada vez m¨¢s importancia. ¡°Es una decisi¨®n que se inscribe, sin lugar a dudas, en el sentido de la historia. Los poderes pol¨ªticos lo empiezan a entender¡±, afirma C¨¦cile Fromont, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Yale y especialista en arte africano. ¡°Las restituciones forman parte de un clima social que aspira imaginar otro mundo, empujado por el cambio generacional. Los museos se encuentran en el centro del debate, frente a un p¨²blico que ya no cree que puedan o que deban ser neutrales. Algunos aspiran a verlos convertidos en instituciones que transmitan un discurso antirracista, antiimperialista y feminista¡±, agrega Fromont, para quien ¡°los partidarios del statu quo se encuentran en minor¨ªa¡±.
El mayor depositario de bronces de Ben¨ªn sigue siendo, pese a todo, el British Museum, que no tiene previsto, a d¨ªa de hoy, seguir la senda abierta por Alemania. Entre otras cosas, porque la devoluci¨®n de las obras africanas de su colecci¨®n se ver¨ªa dificultada por una ley de 1963 que determina que la instituci¨®n no puede ni venderlas ni prescindir de ellas bajo ning¨²n concepto. Pese a todo, otros pa¨ªses, como Francia, han sorteado ese impedimento aprobando leyes o decretos ad hoc.
El centro defiende que la presencia de esas obras en sus salas no imposibilita que emerja un di¨¢logo cr¨ªtico sobre su procedencia. El museo londinense ¡°reconoce plenamente la devastaci¨®n y el saqueo sufridos por Ben¨ªn durante la expedici¨®n militar brit¨¢nica de 1897 y las circunstancias en torno a la adquisici¨®n de esos objetos se explican en los paneles del museo y en su sitio web¡±, seg¨²n apunta un portavoz de la instituci¨®n, que admite que el informe de 2018 marc¨® un punto de inflexi¨®n dentro del museo. ¡°Dio lugar a un enfoque renovado sobre la historia y la procedencia de nuestra colecci¨®n. Investigamos continuamente su origen y hemos hecho p¨²blica esa investigaci¨®n¡±, a?ade el mismo portavoz. Adem¨¢s, el museo nombr¨® hace unos meses a una investigadora que estar¨¢ espec¨ªficamente a cargo de examinar cualquier demanda de devoluci¨®n.
Los Estados africanos no hacen peticiones precisas y las sociedades civiles del continente no los presionanSouleymane Bachir Diagne
Contra lo que se crey¨® en su d¨ªa, estas han sido, en los ¨²ltimos dos a?os, bastante escasas. Tanto por la lentitud administrativa y la inercia a frenar cualquier iniciativa que vaya en ese sentido como por la ausencia de peticiones llegadas desde las antiguas colonias. Se cuentan muy pocas, al margen de los objetos devueltos por el Rijksmuseum de ?msterdam a Indonesia y Sri Lanka o de las obras que Francia har¨¢ regresar a Ben¨ªn en los pr¨®ximos meses, adem¨¢s del sable que el ex primer ministro ?douard Philippe libr¨® en mano durante una visita a Senegal. ¡°Los Estados africanos no han hecho peticiones precisas y coherentes, y las sociedades civiles del continente tampoco han presionado a sus Gobiernos para acelerarlas. Los intelectuales se han movilizado, pero la poblaci¨®n tiene, ahora mismo, otros motivos de mayor preocupaci¨®n¡±, lamenta el intelectual senegal¨¦s Souleymane Bachir Diagne, que dirige el Departamento de Estudios Africanos de la Universidad de Columbia (Nueva York). La situaci¨®n podr¨ªa cambiar cuando los museos en desarrollo en distintos puntos de ?frica queden inaugurados, como el Museo de Civilizaciones Negras de Dakar (Senegal), que abri¨® sus puertas en 2019, o el futuro Museo Edo de Arte de ?frica Occidental, que proyecta el arquitecto David Adjaye en Benin City (Nigeria) de cara a 2025. ¡°Cuando esas infraestructuras existan, las exigencias se amplificar¨¢n¡±, pronostica Diagne.
El debate social y pol¨ªtico de los ¨²ltimos a?os, en el que la cuesti¨®n espinosa de la herencia colonial ha vuelto a surgir como un asunto primordial e inevitable, tambi¨¦n explica este cambio de tercio. En 2017, Emmanuel Macron anunci¨® en Burkina Faso que convertir¨ªa las restituciones de obras de arte africano en una de sus ¡°prioridades¡±, sin haber recibido hasta ese momento ninguna presi¨®n espec¨ªfica sobre el asunto. Pareci¨® un posicionamiento pol¨ªtico que persegu¨ªa reparar simb¨®licamente las relaciones de Francia con sus antiguas colonias. ¡°No resulta muy osado acercarlo a los gestos de otros presidentes en materia de pol¨ªtica memorial, como Jacques Chirac cuando reconoci¨® la responsabilidad del Estado franc¨¦s en el Holocausto¡±, sostiene Diagne.
De los jud¨ªos al Parten¨®n
?Ser¨¢n esos gestos, por ahora limitados al antiguo espacio colonial africano, el pre¨¢mbulo de una etapa de devoluciones generalizadas de cualquier obra u objeto robado o expoliado en otros contextos? ¡°Ya existen otros mecanismos para devolver obras m¨¢s all¨¢ de los que fueron sustra¨ªdos durante el periodo colonial, como sucede con las obras y objetos pertenecientes a jud¨ªos durante la Segunda Guerra Mundial¡±, recuerda Fromont, que tambi¨¦n a?ade la muy socorrida convenci¨®n de la Unesco, firmada en 1970, que regula la importaci¨®n y exportaci¨®n il¨ªcita de bienes culturales.
¡°Francia se ha esforzado en circunscribir las devoluciones al ?frica subsahariana, al ser la ¨²nica regi¨®n del mundo desprovista de sus mayores obras, ya que cerca del 90% se encuentran en el extranjero. Son movimientos artificiosos para que la restituci¨®n siga siendo limitada, pero nunca va a poder serlo. Una vez se empiezan a devolver obras, se sienta un precedente¡±, apunta Diagne, que no descarta que este proceso afecte a otras zonas geogr¨¢ficas a corto plazo. Incluida la propia Europa, donde abundan las expropiaciones indebidas del patrimonio hist¨®rico ajeno, encabezadas por el caso explosivo del Parten¨®n. ¡°Mi pron¨®stico es que se europeizar¨¢ la cuesti¨®n. Si Grecia formulase una reclamaci¨®n, seguro que se resolver¨ªa en el marco de la Uni¨®n Europea. Lo que cambia ahora es que, de repente, todo se vuelve posible¡±, concluye Diagne.
Babelia
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