El buen rollo de los latinos en Nueva York
Este musical lo cre¨® para el teatro hace 15 a?os Lin-Manuel Miranda, se?or que acapar¨® infinitos premios, elogios y audiencias masivas con su obra ¡®Hamilton¡¯
El musical nunca ha sido uno de mis g¨¦neros favoritos. Est¨¢ muy bien que en la pantalla todo dios cante y baile en vez de llorar, que expresen de esa forma sus sentimientos, pero rara vez me he sentido emocionado con sus cuitas y sus alegr¨ªas. Por supuesto que me fascina la forma de bailar del m¨¢s que elegante Fred Astaire, la sensualidad y las piernas de Cyd Charise y creo que pocas veces se ha sintetizado mejor la bendita explosi¨®n del enamoramiento como lo hace Gene Kelly en la m¨¢gica secuencia de Cantando bajo la lluvia. Tambi¨¦n me conmovi¨® la extraordinaria Dinero ca¨ªdo del cielo (Pennies from Heaven), un musical ambientado en los a?os de la Gran Depresi¨®n en el que todo resultaba inquietante y triste, algo ins¨®lito en el g¨¦nero. Consecuentemente, fue un fracaso comercial. Y, c¨®mo no, tengo l¨®gica y gran curiosidad por averiguar qu¨¦ ha hecho un legendario todoterreno Steven Spielberg al atreverse a realizar una nueva adaptaci¨®n de un cl¨¢sico intocable como West Side Story.
Me resulta extra?o ver un musical como En un barrio de Nueva York en una ¨¦poca marcada por la peste. Evidentemente, se rod¨® antes de llegar el monstruo. Por muchos milagros tecnol¨®gicos y efectos especiales que se utilizaran, hubiera resultado dif¨ªcil otorgar veracidad a cientos de personas, tan contentas y saludables danzando juntas en un barrio latino de Nueva York. Este musical hab¨ªa sido creado para el teatro hace 15 a?os y lo invent¨® Lin-Manuel Miranda. Se?or que acapar¨® infinitos premios, elogios y audiencias masivas con su obra Hamilton, que no he visto.
En West Side Story hab¨ªan reinventado Romeo y Julieta a trav¨¦s del permanente desaf¨ªo en las calles de Nueva York entre una banda de puertorrique?os y otra de blancos, todo ello ambientado con la preciosa m¨²sica de Leonard Bernstein y las deslumbrantes coreograf¨ªas de Jerome Robbins. No aparecen blancos hostiles en En un barrio de Nueva York. Solo los pintorescos, agobiados, vitalistas y so?adores habitantes dominicanos, puertorrique?os, cubanos y mexicanos del barrio Washington Heights. Y no hay violencia, todos se quieren y se ayudan, reivindican sus se?as de identidad, les asalta la duda de seguir sobreviviendo all¨ª, regresar a sus ra¨ªces o tratar de integrarse en la comunidad blanca buscando un estatus social y econ¨®mico que mejore su existencia.
La dirige Jon M. Chu, se?or del que no ten¨ªa referencias. Lo hace buscando la espectacularidad y la ternura. Por mi parte, veo y escucho el espect¨¢culo, pero no hay nada que realmente me apasione. El guion tiene un regusto inconfundible al pasteleo, las relaciones entre los personajes est¨¢n marcadas por la solidaridad y la complicidad absolutas. Algunos aseguran que su vida es dura, pero los vecinos y colegas se encargan de endulzarla. Las historias de amor acaban bien. Todo es blandito y previsible. No puedo opinar sobre la utilizaci¨®n de la m¨²sica, ya que mi conocimiento y afici¨®n son nulas en cuestiones de rap, hip hop y merengue. Las baladas que aqu¨ª cantan tampoco me tocan el alma. Los actores y actrices me resultan desconocidos y tampoco hay ninguno que me deslumbre. Imagino que el p¨²blico latino de Estados Unidos posee muchas m¨¢s claves que yo para disfrutar de este espect¨¢culo. No me aburro con ¨¦l, pero el exceso de buenos sentimientos y de tanta alegr¨ªa de vivir me resulta ligeramente cansino.
En un barrio de Nueva York
Direcci¨®n: Jon M. Chu.
Int¨¦rpretes: Anthony Ramos, Corey Hawkins, Leslie Grace, Melissa Barrera, Jimmy Smits, Lin-Manuel Miranda.
G¨¦nero: musical. EE UU, 2021.
Duraci¨®n: 143 minutos.
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