El surrealista fracaso de Luis Bu?uel y Man Ray en Hollywood
El investigador Esteve Soler sigue, gracias a una beca Leonardo, la pista del guion perdido que el cineasta espa?ol concibi¨® en Los ?ngeles en los a?os 40 con el m¨ªtico fot¨®grafo que le ayud¨® a estrenar ¡®Un perro andaluz¡¯

Puede que la concentraci¨®n de talento en el Hollywood dorado fuera comparable a la de la Atenas de Pericles, como dec¨ªa el cr¨ªtico Robin Wood, pero no todos los genios que pasaron por all¨ª pudieron dejar su huella en el paseo de la Fama. Ah¨ª est¨¢ el caso de Luis Bu?uel, que en dos a?os no consigui¨® levantar ning¨²n proyecto. Ni siquiera el que concibi¨® en 1944 con su antiguo c¨®mplice surrealista Man Ray, el mismo que 15 a?os antes le hab¨ªa ayudado a estrenar Un perro andaluz (1929). El cineasta y dramaturgo Esteve Soler (L¡¯Hospitalet de Llobregat, Barcelona; 44 a?os) se propone ahora encontrar, si es que existe, ese guion perdido.
Bu?uel, que lleg¨® a Los ?ngeles el verano de 1944, explica en sus memorias, Mi ¨²ltimo suspiro, que un d¨ªa descubri¨® un inmenso vertedero de basuras con ¡°dos o tres casitas habitadas¡± y vio salir de una a una chica de 14 o 15 a?os. ¡°Imagin¨¦ que ella viv¨ªa una historia de amor en este decorado de fin del mundo. Man Ray se mostr¨® de acuerdo conmigo, pero imposible encontrar dinero¡±, escribi¨®. Ese embri¨®n fallido se iba a llamar The Sewers of L. A. (las alcantarillas de Los ?ngeles). ¡°No hay constancia de que el guion exista, pero s¨ª hay hechos que hacen pensar que el proyecto fue desarrollado hasta el final¡±, explica Soler, que ha conseguido una de las 59 becas Leonardo a Investigadores y Creadores Culturales concedidas este a?o por la Fundaci¨®n BBVA, 35.800 euros que le servir¨¢n para un rastreo que empezar¨¢ por los archivos de la Metro Goldwyn Mayer y la Warner Bros., productoras para las que Bu?uel trabaj¨® durante esa etapa.
Es consciente de lo incierto de la empresa. ¡°Pero el guion es el santo grial¡±. O el macguffin: m¨¢s all¨¢ de encontrarlo o no, se trata ¡°de investigar un momento muy concreto de la trayectoria de Bu?uel sobre el que no hay demasiada luz¡±, entre otras cosas porque al propio cineasta no le gustaba abundar en lo que para ¨¦l fue un periodo triste, marcado por los problemas de salud ¡ªla ci¨¢tica le castigaba con sa?a¡ª, el asedio del FBI, que le espi¨® a conciencia, y el desempleo.
Bu?uel aterriz¨® en California contratado por la Warner como jefe de su departamento de doblaje al espa?ol, tras ser acusado por Dal¨ª en sus memorias de ateo y comunista y verse obligado a dejar su trabajo en el MoMA de Nueva York. El se?alamiento marc¨® tambi¨¦n el inicio del espionaje del que fue objeto durante tres d¨¦cadas por parte del FBI ¡ªel primer informe de la Oficina Federal de Investigaci¨®n sobre ¨¦l data de 1942 y el ¨²ltimo, de 1971¡ª, como explica Fernando Gabriel Mart¨ªn Rodr¨ªguez en El ermita?o errante. Bu?uel en Estados Unidos (Tres Fronteras, 2010). El seguimiento empez¨® en Nueva York y se intensific¨® en Los ?ngeles. El FBI ha desclasificado ocho informes sobre su estancia en esta ciudad fechados entre julio de 1945 y febrero de 1947 (en este ¨²ltimo se informaba de que hab¨ªa partido a M¨¦xico).
La Warner cerr¨® la unidad de doblaje en noviembre de 1945 y Bu?uel ya no volvi¨® a trabajar en Los ?ngeles, pese a que pas¨® all¨ª casi un a?o m¨¢s, hasta octubre de 1946. En esa etapa californiana surgieron ¡°una decena de proyectos¡± cuenta Soler, pero ninguno cuaj¨®. Ni The Sewers of L. A., ni la pel¨ªcula de misterio La novia de medianoche, ni tampoco la adaptaci¨®n de La casa de Bernarda Alba que iba a rodar en Par¨ªs. Aunque algo qued¨® del proyecto con Man Ray: en su libro Le Surr¨¦alisme au cinema, Ado Kyrou cuenta que Ray se sorprendi¨® al ver Los olvidados (1951) por la similitud entre el escenario de la secuencia final y aquel vertedero de Los ?ngeles.

¡°Bu?uel y Man Ray se reencuentran en un Hollywood que no est¨¢ pensando en los artistas, sino en el dinero. Y ellos quieren hacer una pel¨ªcula completamente underground¡±. Un cuento de una chica enamorada que sobrevive malamente en los m¨¢rgenes de la llamada f¨¢brica de los sue?os. Soler, atendiendo a ese planteamiento y la filiaci¨®n surrealista, bu?ueliana incluso, de su tambi¨¦n admirado David Lynch, no se resiste a la comparaci¨®n: ¡°Bu?uel intenta hacer Mulholland Drive antes de Mulholland Drive¡±.
Soler recuerda que en 1972 Bu?uel volvi¨® a Los ?ngeles. Iba a presentar El discreto encanto de la burgues¨ªa, con la que meses m¨¢s tarde ganar¨ªa el Oscar, y George Cukor le organiz¨® una cena de homenaje. A la legendaria velada acudieron John Ford, William Wyler, Alfred Hitchcock, George Stevens, Rouben Mamoulian, Billy Wilder y Robert Wise, adem¨¢s de un joven Robert Mulligan. Stevens propuso un brindis: ¡°Por lo que, pese a nuestras diferencias de origen y creencias, nos re¨²ne alrededor de esta mesa¡±. ¡°Bebo, pero me quedan mis dudas¡±, respondi¨® el aragon¨¦s, seg¨²n su propia versi¨®n, aunque hay otras. En todo caso, ten¨ªa motivos para dudar: cuando ¨¦l penaba tres d¨¦cadas atr¨¢s sin trabajo por la meca del cine, la mayor¨ªa de sus compa?eros de mesa ya eran cineastas consagrados. Pero entonces no hubo para ¨¦l ni honores ni trabajo.
Esa es la ¡°contradicci¨®n fascinante¡± que, dice Soler, alimenta su proyecto: ¡°En esa ¨¦poca, ese gran cineasta que 30 a?os despu¨¦s ganar¨ªa el Oscar apenas pod¨ªa mantener a su familia y las grandes productoras pasaban de ¨¦l¡±. La idea, m¨¢s all¨¢ de encontrar el guion, es ¡°transmitir a las nuevas generaciones que alguien que forma parte del canon tambi¨¦n ha vivido etapas en las que era casi an¨®nimo¡±. Explicarlo a trav¨¦s de Bu?uel es para Soler lanzar un mensaje ¡°inspirador¡±, porque ¡°aunque ahora sea m¨¢s f¨¢cil rodar, sigue siendo muy complicado hacer una pel¨ªcula¡±.
Quiere hacerlo, eso s¨ª, mediante la ficci¨®n. Si esa oscura etapa angelina ya nutri¨® el ensayo El ermita?o errante y el c¨®mic de Queco ?greda, Javier Ortiz y Guillermo Monta?¨¦s La noche perdida de Luis Bu?uel (Gobierno de Arag¨®n, 2018), Soler aspira a levantar tras su investigaci¨®n una obra de teatro o quiz¨¢ incluso una pel¨ªcula. Un relato, en todo caso, en el que Mulholland Drive ¡°no ser¨¢ una referencia m¨¢s¡±, adelanta. Al fin y al cabo, Bu?uel asume en esta historia el mismo papel que la protagonista de aquel laberinto lynchiano o que la adolescente del vertedero para la que ¨¦l imagin¨® una historia de amor: el del personaje extraviado que malvive en los arrabales, o las alcantarillas, de esa surrealista, pesadillesca madre de todos los sue?os americanos llamada Hollywood.
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