Confesiones de Morante y Prieto de la Cal sobre la decepcionante tarde en El Puerto
¡°Seguramente, nunca m¨¢s me anunciar¨¦ con seis toros en solitario¡±, reconoce el torero
¡°Por un lado, me siento orgulloso de haber logrado la gesta de matar seis toros de Prieto de la Cal en solitario. Y, por el otro, triste por el resultado de la tarde¡±. Estas son las primeras impresiones de Morante de la Puebla tras la corrida celebrada el pasado s¨¢bado en El Puerto de Santa Mar¨ªa, que despert¨® una expectaci¨®n inusitada y no respondi¨® a lo esperado. ¡°La corrida no fue buena, pero tengo mi conciencia muy tranquila, porque tampoco fue tan mala como algunos han dicho¡±, comenta el ganadero Tom¨¢s Prieto de la Cal. Est¨¢ convencido el criador de los toros que todo se torci¨® de antemano, y que se produjeron circunstancias que no contribuyeron a que el espect¨¢culo fuera lucido.
Torero y ganadero, amigos desde hace a?os, a¨²n no han intercambiado opiniones sobre el festejo, pero ambos, por separado, han aceptado la invitaci¨®n de EL PA?S para reflexionar sobre lo sucedido en el ruedo portuense. Morante ha preferido no someterse a preguntas, y ha optado por enviar un breve texto por WhatsApp. ¡°Puse mucha ilusi¨®n para que pasara algo importante y no pas¨®¡±, afirma el torero. ¡°Fue una tarde muy dura¡±, a?ade, ¡°en la que sufr¨ª mucho por el desarrollo del festejo. Todo se iba poniendo cuesta arriba, y no lograba tener fuerzas para cambiar el resultado¡±. ?l mismo se pregunta que si se arrepiente de haber aceptado el reto, y su respuesta es taxativa: ¡°Claro que no. Era consciente a lo que me enfrentaba. Me hubiera gustado que hubiese sido de otra manera; s¨ª, pero los sue?os, sue?os son¡±.
Morante de la Puebla agradece al ganadero ¡°el esfuerzo y la dedicaci¨®n que ha puesto para esta corrida¡±, y ofrece una exclusiva: ¡°Seguramente, nunca m¨¢s me anuncie con seis toros en solitario¡±. ¡°Pero el d¨ªa de ma?ana¡±, termina, ¡°podr¨¦ decirle a mis nietos que, una vez, en El Puerto de Santa Mar¨ªa me anunci¨¦ ¡®solo¡¯ con seis torillos de Veragua. ?Y el final me lo inventar¨¦, ja, ja, ja¡!¡±.
Tom¨¢s Prieto de la Cal, por su parte, es m¨¢s expl¨ªcito, y v¨ªa telef¨®nica se extiende en los pormenores del festejo. ¡°Es una corrida¡±, afirma, ¡°en la que, pr¨¢cticamente, todo sale mal¡±. Y cuenta dos contratiempos que, a su juicio, influyeron negativamente en el resultado final. Primero, cuando el ganadero llega a la plaza a las once de la ma?ana del s¨¢bado, su mayoral, que hab¨ªa dormido esa noche en los chiqueros, le informa de que dos toros se han astillado los pitones. ¡°Empieza mal el d¨ªa, porque uno de ellos era un cinque?o en el que yo ten¨ªa mucha confianza¡±. En segundo lugar: ¡°Lo que m¨¢s me ha dolido fue la devoluci¨®n a los corrales sin motivo justificado del quinto de la tarde, otro toro en el que ten¨ªa depositada mi esperanza¡±. A?ade que ya se qued¨® ¡°perplejo¡± cuando supo que ese toro saldr¨ªa en quinto lugar, y no en el primero, como hab¨ªa acordado con Morante. ¡°Creo que para un torero como ¨¦l, empezar con buen pie es fundamental, pero¡¡±.
Prieto de la Cal ha hablado con el presidente del festejo, y no le han convencido sus argumentos para que mostrara el pa?uelo verde. ¡°La devoluci¨®n me pareci¨® una estafa¡±, explica, ¡°y si encuentro las im¨¢genes es posible que acuda a un juzgado de guardia. No me gusta que me tomen el pelo¡±. El ganadero reconoce que a sus toros les falt¨® poder, aunque se?ala que ¡°fueron excesivamente castigados en varas, les pegaron fuerte y mal, y los llamaron repetidas veces a los burladeros para que se dieran cabezazos, a pesar de lo cual galoparon en banderillas, y, en consecuencia, se apagaron en la muleta¡±.
¡ª Pero usted dijo que Morante era el torero ideal para sus toros¡
¡ª S¨ª, pero ese d¨ªa, no. Lo dije porque con pocos pases pod¨ªa sacar mucho, pero hab¨ªa que darlos¡ Era una cuesti¨®n an¨ªmica, y por eso doy tanta importancia a que el festejo hubiera empezado bien.
¡°Era una apuesta muy arriesgada y sali¨® mal; y no reh¨²yo mi responsabilidad¡±, insiste. ¡°Lo siento porque era una buena oportunidad para dar un golpe de mano en la tauromaquia moderna, pero ni mis toros colaboraron ni la otra parte tampoco¡±.
Babelia
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