El escritor peruano Daniel Alarc¨®n gana la beca ¡®Genius¡¯ MacArthur
La obra del periodista, productor radial y escritor de ficci¨®n ha sido reconocida con uno de los premios m¨¢s prestigiosos de EE UU por desafiar las fronteras culturales y ling¨¹¨ªsticas del continente americano
Hace casi 15 a?os, despu¨¦s de publicar su primera novela (Radio Ciudad Perdida), el escritor Daniel Alarc¨®n fue invitado a un programa de televisi¨®n en Miami para presentar su libro en espa?ol. Cuando lleg¨® al estudio, descubri¨® que iba a compartir el espacio con una mujer que regalaba cachorros para adoptar, un se?or vestido de color naranja que se present¨® como ¡°el segundo cumbiambero m¨¢s popular de Nicaragua¡± y un astr¨®logo cubano que llevaba un crucifijo de vidrio y respond¨ªa en vivo a las llamadas de los televidentes. ¡°Me encantar¨ªa encontrar ese clip para ver mi cara de asombro ante semejante escena¡±, le cont¨® Alarc¨®n a su equipo de trabajo de Radio Ambulante la semana pasada, ¡°me pareci¨® maravilloso¡±.
Ahora su cara tambi¨¦n es de asombro, pero por momentos va de la perplejidad a la risa nerviosa. ¡°Estoy un poco abrumado¡±, dice Alarc¨®n (Lima, 44 a?os), que ha pasado a formar parte de un cat¨¢logo m¨¢s abrumador que el del programa en Miami: el de los ganadores de la beca de la Fundaci¨®n MacArthur, conocida popularmente como Genius, que cada a?o decide premiar con 650.000 d¨®lares a entre 20 y 30 personas que hayan demostrado ¡°una originalidad y dedicaci¨®n extraordinarias en sus b¨²squedas creativas¡±. Un premio que han recibido el compositor Lin-Manuel Miranda, la novelista Chimamanda Ngozi Adichie, la ensayista Susan Sontag y escritores como David Foster Wallace y Cormac McCarthy, por mencionar solo un par de nombres de un listado impresionante que abarca artistas, cient¨ªficos, pensadores y creadores de un ampl¨ªsimo espectro.
La beca MacArthur es uno de los reconocimientos m¨¢s prestigiosos de Estados Unidos y sus caracter¨ªsticas la convierten en una especie de animal mitol¨®gico. No hay forma de postularse o competir abiertamente por ella: los candidatos a recibirla son propuestos por un jurado an¨®nimo, son evaluados por un comit¨¦ de selecci¨®n an¨®nimo y se entregan sin ninguna condici¨®n. M¨¢s que un premio, la organizaci¨®n lo considera una inversi¨®n en el potencial de una persona. Una especie de ¡°sigue as¨ª, sigue as¨ª: hemos visto lo que haces y queremos que lo sigas haciendo¡±. Y lo ¨²nico que alguien puede hacer para aspirar a recibirla es, literalmente, seguir trabajando en lo suyo. Alguna vez, cuando ten¨ªan que enfrentar problemas econ¨®micos, Alarc¨®n y su esposa, la periodista y emprendedora colombiana Carolina Guerrero, hab¨ªan bromeado con la beca ¡®Genius¡¯ como una soluci¨®n improbable: ¡°?C¨®mo vamos a pagar los colegios de los ni?os y la reparaci¨®n del carro? Tranquila, mi amor: mira, me gano el MacArthur y listo¡±, dec¨ªa Daniel. Se re¨ªan y segu¨ªan con su vida.
En su anuncio oficial, la Fundaci¨®n MacArthur reconoce todas las facetas del trabajo de Alarc¨®n: sus novelas y libros de cuentos, sus cr¨®nicas y reportajes de largo aliento ¡ªque se publican actualmente en The New Yorker¡ª, su rol como productor ejecutivo en Radio Ambulante ¡ªel primer p¨®dcast narrativo en espa?ol, que cofund¨® hace una d¨¦cada con Guerrero, CEO del proyecto¡ª y el lanzamiento en 2020 del p¨®dcast informativo El Hilo, donde es director editorial (proyecto en el que somos colegas). El comunicado subraya su exploraci¨®n de ¡°los lazos sociales, culturales y ling¨¹¨ªsticos que conectan a las personas en Am¨¦rica Latina y en las comunidades de habla hispana en todo el continente americano¡± y destaca su talento narrativo en ficci¨®n y no ficci¨®n, en gr¨¢fica y en audio, en ingl¨¦s y espa?ol.
¡°Si alguna vez hab¨ªa bromeado de que resolver¨ªa los problemas de parar la olla con este premio, asum¨ª que hab¨ªa renunciado a esa posibilidad lejana en el momento en que dediqu¨¦ tanto de mi vida profesional a trabajar en espa?ol¡±, cuenta ahora Alarc¨®n en di¨¢logo con EL PA?S. ¡°Porque vivir en Estados Unidos y trabajar en espa?ol es ser invisible, ?no? Entonces, que este reconocimiento venga hacia m¨ª, trabajando en espa?ol en Estados Unidos, en el momento pol¨ªtico actual, me parece triplemente sorprendente. Y otro motivo de orgullo como latino en este pa¨ªs, como hijo de emigrante que creci¨® hablando espa?ol en la casa¡±.
En 2014, Alarc¨®n present¨® su novela De noche andamos en c¨ªrculos en Lima, su ciudad natal, y confes¨® ante el p¨²blico que el libro que presentaba esa tarde era en realidad una segunda versi¨®n de su novela. Cuatro a?os antes, despu¨¦s de trabajar dur¨ªsimo para escribir casi 400 p¨¢ginas, Daniel estaba convencido de que el libro era malo, pero ya no pod¨ªa distinguir entre un criterio objetivo y la inmensa exigencia que le pone siempre a lo que hace. Entonces le entreg¨® el manuscrito a dos amigos para que lo leyeran y ellos le confirmaron sus sospechas: el libro era malo. ¡°Y lo que hice fue botarla¡±, cuenta. Dej¨® el manuscrito a un lado por seis meses, lo volvi¨® a leer, confirm¨® que era malo, salv¨® menos de 10 p¨¢ginas. ¡°Y comenc¨¦ de cero de nuevo¡±, dice. En la nueva versi¨®n que trabaj¨® los a?os siguientes, su conexi¨®n entre el periodismo y su escritura de ficci¨®n se hizo m¨¢s directa y evidente, descubri¨® realidades nuevas de sus personajes, y eso se volvi¨® central en la historia y en su obra. ¡°No s¨¦ si es la mejor novela que he escrito, no puedo yo juzgar eso, pero quiz¨¢s de lo que m¨¢s me enorgullezco en mi vida profesional es que no me rend¨ª¡±.
Ahora, la Fundaci¨®n MacArthur tambi¨¦n le da la raz¨®n. Y le pide que siga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.