Elvira Dyangani Ose: ¡°No tengo miedo de ser mujer y negra. La pregunta es si lo tienen los dem¨¢s¡±
La nueva directora del Macba asegura que quiere enfrentarse a la estructura actual del museo, ¡°casi del siglo XIX¡±, para hacerlo m¨¢s plural y permeable
Elvira Dyangani Ose (C¨®rdoba, 47 a?os) es, desde julio, directora del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba), en sustituci¨®n de Ferran Barenblit, que estuvo al frente de este centro desde 2015. Llega en un momento de cambio radical, ya que est¨¢ previsto que en 2023 se inaugure su ampliaci¨®n, una enorme galer¨ªa que se construir¨¢ frente al edificio creado en 1995 por Richard Meier y que llevar¨¢ a reordenar los espacios y cambiar el funcionamiento del museo.
Esta mujer en¨¦rgica y locuaz, que desprende positivismo, se ha especializado en proyectos enfocados en la observaci¨®n de la narraci¨®n de la historia, la intervenci¨®n en el espacio p¨²blico y la recuperaci¨®n de narrativas no occidentales. De familia originaria de Guinea Ecuatorial, se form¨® en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y la Cornell University de Nueva York. Tras su paso por el Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno de Las Palmas (CAAM) y el Centro Andaluz de Arte Contempor¨¢neo (CAAC), en 2011 se incorpor¨® a la Tate Modern de Londres, donde trabaj¨® junto con el Comit¨¦ de Adquisiciones Africanas en la compra de obras relacionadas con la di¨¢spora africana. En 2014 fue la comisaria de la Bienal de Arte Contempor¨¢neo de Gotemburgo y desde 2018 ha dirigido la galer¨ªa The Showroom en Londres.
Pregunta. ?Le ha molestado que se resaltara que es la primera mujer en dirigir el Macba?
Respuesta. No, pero me parece interesante destacar que el 90% de los trabajadores del Macba son mujeres, que han llevado con su trabajo visible e invisible a otras personas que estaban en el poder a conseguir sus resultados. Que yo est¨¦ aqu¨ª es un m¨¦rito compartido. El que una mujer llegue a un puesto de esta envergadura no tiene que ser una sorpresa. Y que sea alguien de una comunidad que se ha considerado racializada, tampoco. El mundo en el que yo quiero vivir ya entiende que eso es normal.
P. ?Y le sorprendi¨® que nadie hiciera menci¨®n a que usted es negra?
R. Eso no es un problema m¨ªo. La cuesti¨®n es por qu¨¦ se omiti¨® algo que es parte de la historia de este museo y de las instituciones culturales que no han tenido personas de una comunidad racializada al frente. Yo no tengo por qu¨¦ decirlo, es evidente. La cuesti¨®n es esa persistencia en perpetuar ciertos silencios.
Ser¨ªa un logro incre¨ªble poder conseguir en los pr¨®ximos cinco a?os que el p¨²blico entre de forma gratuita al museo
P. ?Tiene miedo de que eso se utilice contra usted?
R. No. Llevo toda la vida siendo mujer y negra. No tengo miedo, pero la pregunta es si lo tienen los dem¨¢s. Quiz¨¢ tengo que cuidar c¨®mo va a afectar a gente que no se ha tenido que enfrentar a eso. Pero con este gesto todos tenemos que crecer.
P. ?Alguien podr¨ªa pensar que su nombramiento tiene mucho sentido en el Macba, situado en el barrio multicultural del Raval?
R. No debe tener sentido en ning¨²n sitio, sino en todos. Hay una realidad social e hist¨®rica de Espa?a, de Catalu?a y Barcelona que se vincula con otras realidades del resto del mundo y eso tiene que ser visible en cualquier instituci¨®n que relate la historia de esta comunidad tan plural y diversa. Espa?a debe avanzar como el resto del mundo. Hay mucha m¨¢s gente que la comunidad blanca establecida.
P. Usted tuvo que salir para seguir form¨¢ndose y trabajar.
R. Quer¨ªa poder contar las cosas de la manera que a m¨ª me apetec¨ªa, con unas valoraciones distintas de la percepci¨®n que se ten¨ªa de la comunidad negra. Me parec¨ªa fundamental desmontar el mito sobre el otro y lleg¨® un momento en que sent¨ª que aqu¨ª no ten¨ªa la posibilidad de hacerlo. Esto est¨¢ aqu¨ª, quieran o no quieran ciertos estamentos. Hay que desjerarquizar la historia, en favor de la pluralidad de historias, narradores y protagonistas.
Hay que desjerarquizar la historia, en favor de la pluralidad de historias, narradores y protagonistas.
P. En su presentaci¨®n dijo que era su momento.
R. Se entender¨ªa que mi paso por el CAAM de Canarias y el CAAC Sevilla me iba a llevar aqu¨ª. Pero entonces sent¨ªa que no exist¨ªa todav¨ªa el espacio que yo quer¨ªa para repensar la instituci¨®n, para formalizar pr¨¢cticas decoloniales y de g¨¦nero de una forma diferente. Mi reto ser¨¢ ahora enfrentarme a esta estructura f¨ªsica del museo, a esta definici¨®n casi del siglo XIX, para llevarlo a un lugar en el que domine la experiencia.
P. ?Su llegada puede acabar con la sensaci¨®n de elitismo que planea sobre el Macba?
R. Trabajo no por el museo que voy a dirigir cinco o diez a?os, sino por el museo que quedar¨¢. Y ese museo tiene que ser inclusivo desde el que est¨¢ al mando. Hay que hacer autocr¨ªtica y romper con modelos como los de los a?os noventa, en los que todas las pr¨¢cticas giraban alrededor de una agenda m¨¢s personal. Eso tiene que olvidarse y tenemos que darle un sentido colectivo y corresponsable. El pasado lunes pronunci¨¦ la lecci¨®n inaugural de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y dije: ¡°Tenemos que generar un museo que no desee un mundo posible, sino que funcione como que ese mundo existe y que ese gesto reverbere m¨¢s all¨¢ de las paredes del museo¡±.
Ir a un museo tienen que ser una experiencia especial. Esa sensaci¨®n de inmensidad no tiene que olvidar lo peque?o.
P. Asegura que quiere que en este museo pasen cosas memorables.
R. Ir a un museo tiene que ser una experiencia especial. Esa sensaci¨®n de inmensidad no tiene que olvidar lo peque?o. No soy amiga de grandes gestos. Me gustan las cosas cotidianas que se escapan a los grandes titulares. Las cosas memorables tienen que ver con esa sutilidad, con que el museo sea m¨¢s cercano. Que la plaza donde est¨¢ pueda entrar dentro del museo, que exista una permeabilidad. Tiene que haber un museo en el que se pueda invitar a artistas emergentes para desarrollar proyectos imposibles de hacer de otra manera.
P. El consorcio de gesti¨®n del museo (formado por el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat, el Ministerio de Cultura y la Fundaci¨®n Macba) asegura que no la dejar¨¢ sola. ?Inyectar¨¢n m¨¢s recursos?
R. La inyecci¨®n de recursos es necesaria. Creo que contribuimos a una visi¨®n de un museo m¨¢s democr¨¢tico y que eso har¨¢ que las administraciones nos ayuden a programar. Y si tenemos un museo mayor, con la ampliaci¨®n prevista en 2023, queremos tener la posibilidad de que el p¨²blico pueda entrar de forma gratuita. Ser¨ªa un logro incre¨ªble poderlo conseguir en los pr¨®ximos cinco a?os.
P. De los diez millones de presupuesto para este a?o, nueve son gastos fijos y uno para programar.
R. Si quieres tener un museo ambicioso, no es mucho dinero. Cualquier exposici¨®n grande cuesta eso. No queremos hacer blockbusters, pero necesitamos m¨¢s recursos y un modelo econ¨®mico sostenible. Los directores de museos tenemos que aprovechar la situaci¨®n que nos brindan el nuevo Estatuto del Artista y el Consejo de las Artes Visuales para pensar en nuevas propuestas.
Los directores de museos tenemos que aprovechar la situaci¨®n que nos brinda el nuevo Estatuto del Artista y el Consejo de las Artes Visuales que se est¨¢ generando para pensar en nuevas propuestas.
P. Usted ha pedido que la dejaran trabajar.
R. Mi presentaci¨®n coincidi¨® con el despido de la conservadora jefa, Tanya Barson, y del director de programas, Pablo Mart¨ªnez. Me sorprendi¨® y se podr¨ªa haber hecho de otra forma. Me hubiera gustado ser part¨ªcipe de esos cambios porque podr¨ªan afectar a la propuesta ganadora, que era la m¨ªa.
P. ?Qui¨¦n manda en el Macba?
R. La directora. Hay una direcci¨®n que plantea los contenidos, la ideolog¨ªa, la filosof¨ªa y los conceptos y marca el relato Macba. Esa es mi misi¨®n, y el de la gerencia es indicar las cosas que son posibles. Tenemos roles y responsabilidades diferentes. Es una bicefalia que gobierna la instituci¨®n. Es importante la relaci¨®n de entendimiento y cordialidad entre los dos.
P. Pero se ha dicho que el gerente tiene m¨¢s poder que usted.
R. Cuando eres una persona negra la gente hace presunciones sobre qui¨¦n eres t¨² en t¨¦rminos abstractos. No se juzga a Elvira Dyangani Ose, sino a una mujer negra. Los prejuicios sobre el otro existen desde el origen de la historia. Una especie de desconfianza. Al final pasan muchas cosas alrededor de lo que se dice y se comenta y menos de lo que verdaderamente est¨¢ sucediendo. Es importante ser una instituci¨®n transparente que d¨¦ explicaciones, porque se especular¨¢ menos.
P. El Macba es seguramente uno de los museos centrados en arte contempor¨¢neo m¨¢s importantes de Espa?a. ?Se le reconoce como tal?
R. En el sector todo el mundo sabe lo que es el Macba. Y hay mucho inter¨¦s en poder exponer y trabajar aqu¨ª. Es verdad que hay mucho por hacer. El otro d¨ªa, un taxista al que ped¨ª que me trajera al Macba me pregunt¨® si iba a patinar.
Hay que plantearse por qu¨¦ solo 350.000 personas vienen al a?o a visitar el Macba. Qu¨¦ hacemos mal para no activar esa curiosidad del posible visitante que s¨ª va a otros sitios
P. ?Le molesta que el ¨¦xito de su labor se acabe midiendo en el n¨²mero de visitantes?
R. Las escalas de valores se tienen que replantear, pero es as¨ª. Tenemos la responsabilidad de traer m¨¢s p¨²blicos porque este museo se sostiene con partidas p¨²blicas. Y hay que plantearse por qu¨¦ solo 350.000 personas vienen al a?o al Macba [en 2020 fueron 86.000]. Qu¨¦ hacemos mal para no activar esa curiosidad del visitante que s¨ª va a otros sitios. Hay que despertar ese entusiasmo.
P. En 2018, el Macba present¨® su primera exposici¨®n permanente, Un siglo breve. ?La mantendr¨¢?
R. Hasta que se abra el nuevo edificio, en 2023, se mantendr¨¢ la presentaci¨®n. Estamos pensando en formatos alrededor de la colecci¨®n, pero tambi¨¦n de obras que no se han expuesto, de las ¨²ltimas adquisiciones, y trabajar alrededor de la ausencia de la colecci¨®n para generar nuevas visiones. Creo que debe haber una desjerarquizaci¨®n entre las obras de la colecci¨®n permanente y las que participan en exposiciones temporales y se han de generar historias marcadas por todas las obras que se exponen, porque todas forman parte de la historia del museo. Tenemos que ser due?os de la capacidad de generar historias alrededor de los objetos art¨ªsticos sin necesidad de poseerlos.
P. Def¨ªname la labor de su antecesor, Barenblit, al frente del Macba.
R. Hizo una labor de continuidad recuperando aspectos del Macba de los primeros a?os de Manuel Borja-Villel. Es algo reconocido.
P. ?Qu¨¦ vamos a ver a partir de ahora en el Macba?
R. Se empezar¨¢n a ver cosas m¨ªas a partir de 2023, porque hasta ese momento ya hay bastante programaci¨®n hecha. S¨ª se ver¨¢n antes las nuevas ideas que traigo en los programas p¨²blicos y los proyectos que nos ayudar¨¢n a repensar los espacios del nuevo museo.
P. ?La ampliaci¨®n sigue su curso?
R. Uno de los cambios m¨¢s dr¨¢sticos que se ver¨¢n es c¨®mo se va a articular arquitect¨®nicamente este espacio de permeabilidad. La arquitectura responde a un programa de lo que se necesita. Hay que poner las bases de ese plan de usos en el que buscamos una posible programaci¨®n gratuita y una serie de espacios de h¨¢bitat que se tienen que generar, que se conviertan en salas de estar y que permitan que la plaza entre en el nuevo edificio y en el de Meier.
P. ?Pero es una oportunidad o un problema?
R. Lo nuevo, para m¨ª, siempre es una oportunidad. Los retos me encantan. Soy quien soy y lo que se ve, una persona franca y abierta. Esa es la que os vais a encontrar cada d¨ªa.
Babelia
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