Apoteosis del clarinete de la mano del joven int¨¦rprete Mark Simpson
Junto a dos int¨¦rpretes con unas de las carreras m¨¢s completas, la sorpresa la ha proporcionado el clarinetista, un superdotado entre virtuosos
Que tres m¨²sicos de la talla de los convocados en este concierto se re¨²nan para un concierto como el que han presentado en el Auditorio 400 del Reina Sof¨ªa constituye un aut¨¦ntico fest¨ªn. Una cita que tuvo que posponerse por la pandemia y que, al fin, ha retornado. El violonchelista franco canadiense Jean-Guihen Queyras y el pianista franc¨¦s Pierre-Laurent Aimard, son ya leyenda de las primeras camadas del Ensemble Intercontemporain de Par¨ªs y sus carreras posteriores son de las m¨¢s completas de unos int¨¦rpretes curtidos en la pr¨¢ctica de la m¨²sica contempor¨¢nea, pero tambi¨¦n de otros periodos hist¨®ricos, la docencia, la gesti¨®n y otras aventuras. Pero la sorpresa la ha proporcionado el mucho m¨¢s joven clarinetista, y tambi¨¦n compositor brit¨¢nico Mark Simpson, un superdotado entre virtuosos.
Aunque las l¨ªneas de coherencia de este programa pueden ser varias, para m¨ª, la principal la marca el clarinete. En Beethoven, en una de sus obras juveniles, el clarinete merodea a¨²n al so?ado por Mozart, no en vano, la pieza de la composici¨®n de este opus 11 (1797) es apenas seis a?os posterior a la muerte del genio de Salzburgo. En Beethoven, el clarinete es aqu¨ª alternativa al viol¨ªn en lo que era el tr¨ªo cl¨¢sico y el resultado es notable.
Pero la parte fuerte del concierto eran las piezas de Helmut Lachenmann, especialmente su tr¨ªo Allegro sostenuto, de 1986-88, y de nuevo el clarinete es el elemento puesto a prueba.
El aperitivo del concierto se situaba en tres piezas a solo del compositor de Stuttgart, todas del periodo m¨¢s radical, 1970, cuando Lachenmann alcanz¨® su primera notoriedad con obras sin concesiones, marcadas por la b¨²squeda de sonoridades instrumentales radicalmente novedosas, los ruidos y la exploraci¨®n intensa de todo eso que habitualmente no suena porque la tradici¨®n lo excluye. Es su marca, y quien no se interese por ello que no insista. Pero en ese terreno anterior al nacimiento de lo que, para otros, constituye ¡°la m¨²sica¡±, su aportaci¨®n es soberana. Ahora, quiz¨¢, medio siglo m¨¢s tarde, la lectura sonora de su legado se haya ido desplazando, pero, a¨²n constituye un desaf¨ªo de primer orden para int¨¦rpretes y espectadores curiosos y experimentales.
De los tres solos, el joven clarinetista Mark Simpson se alz¨® por encima de sus dos virtuosos compa?eros de aventura. Su Dal niente hac¨ªa explotar las costuras del cors¨¦ dogm¨¢tico del ruidista que era Lachenmann en ese momento, y mostr¨® que hay m¨²sica entre las fisuras de la rara ferreter¨ªa sonora del Lachenmann que ve¨ªa la m¨²sica como la exploraci¨®n de sus s¨®tanos. Luego lleg¨® el Tr¨ªo, en el que el compositor hab¨ªa dado uno de sus deslumbrantes giros est¨¦ticos, haciendo aparecer la contraparte de esos inicios en los que se hab¨ªa mostrado como el m¨¢s ¨¢spero y feroz compositor de la vanguardia hist¨®rica. En su Allegro sostenuto aparece un despliegue deslumbrante de combinatorias en las que, de nuevo, el joven Simpson se mostr¨® como el m¨¢s vers¨¢til y potente instrumento de la furia de la m¨²sica de Lachenmann; algo m¨¢s meritorio si cabe dadas las prodigiosas prestaciones del pianista Aimard y el chelista Queyras. En medio de todo esto, el tr¨ªo del juvenil Beethoven parec¨ªa encontrar nuevos colores, una cierta capacidad para el sonrojo y la ternura que, repito, no es ajena a la presencia del clarinete, verdadero engarce de este curioso y memorable programa.
Ficha
Helmut Lachenmann: Dal niente (Interior III); Pression; G¨¹ero; Allegro sostenuto. L. van Beethoven: Tr¨ªo en si bemol mayor ¡°Gassenhauer¡±, op. 11.
Jean-Guihen Queyras, violonchelo; Mark Simpson, clarinete; Pierre-Laurent Aimard, piano. CNDM. Series 20/21. Museo Reina Sof¨ªa. Auditorio 400. Madrid. 22 de noviembre, 2021
Babelia
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