Pedro Almod¨®var: ¡°Present¨ªa que mi pel¨ªcula no gustar¨ªa por hablar de la memoria hist¨®rica¡±
El director estrena ¡®Madres paralelas¡¯ en Francia y Estados Unidos, donde ha recibido ¡°las mejores cr¨ªticas¡± de su carrera
En un cine hist¨®rico del norte de Par¨ªs, Pedro Almod¨®var baja los pelda?os de una sala llena hasta los topes, con el p¨²blico en pie y dedic¨¢ndole una sentida ovaci¨®n. Minutos despu¨¦s, se deshar¨¢n en elogios durante el largo turno de preguntas que pone fin al preestreno de Madres paralelas. La escena, que tuvo lugar el s¨¢bado, supone un pre¨¢mbulo prometedor para el desembarco de la pel¨ªcula en Francia. Llegar¨¢ a los cines de ese pa¨ªs el mi¨¦rcoles con 350 copias, tantas como en Espa?a, y no es imposible que mejore el resultado de la pel¨ªcula en su pa¨ªs de origen, donde ha tenido una acogida desigual. Madres paralelas es, junto con Julieta (2016), el peor estreno de Almod¨®var desde 1989 y apenas ha superado los 2,5 millones de euros, frente a los casi seis de Dolor y gloria.
El contexto pand¨¦mico, con la taquilla bajo m¨ªnimos, no ha favorecido al director manchego, pero tampoco, como reconoce, el tema que ha tratado: las fosas comunes y la herencia de la Guerra Civil. En su fuero interno, ¨¦l ya sospechaba que Madres paralelas no funcionar¨ªa igual de bien que sus anteriores t¨ªtulos. ¡°Present¨ªa que habr¨ªa una frialdad respecto a la pel¨ªcula por parte de la mitad del pa¨ªs, y la atribuyo al tema del que trato: la memoria hist¨®rica. Espa?a siempre ha sido un pa¨ªs dividido y lo sigue siendo. A toda una parte de la derecha, la pel¨ªcula no le hace ninguna gracia¡±, respond¨ªa el director este domingo en su suite del hotel George V, junto a los Campos El¨ªseos de Par¨ªs. ¡°No quiero hacerme la v¨ªctima, porque cuando hago una pel¨ªcula como esta me atengo a las consecuencias. Pero s¨ª he visto una frialdad por parte de nuestros compatriotas, que se debe al hecho de hablar de un asunto muy antip¨¢tico del cual les gustar¨ªa que no se hablara nunca¡±. Admite tambi¨¦n que el proyecto, que arrastraba desde hac¨ªa un par de d¨¦cadas, resucit¨® en una versi¨®n ¡°m¨¢s politizada¡± tras la emergencia de Vox como tercera fuerza en el Congreso. ¡°Me pareci¨® que era m¨¢s necesario que nunca recordar de d¨®nde venimos y contrarrestar el revisionismo de la extrema derecha. Sus voces no son mayoritarias, pero hacen mucho ruido y contaminan la vida pol¨ªtica espa?ola¡±.
El estreno internacional de la pel¨ªcula, en cambio, ha venido acompa?ado de una lluvia de elogios. En Francia, pa¨ªs que le ha dedicado todos los honores posibles ¡ªa excepci¨®n de su codiciada Palma de Oro¡ª y donde su cine es objeto de un poderoso culto desde los ochenta, los primeros ecos son apote¨®sicos, como antes lo fueron en Estados Unidos, donde este oto?o ha presentado la pel¨ªcula en Nueva York y Los ?ngeles, antes de su estreno el 24 de diciembre. ¡°Yo tem¨ªa que fuera un tema demasiado espa?ol, pero me da la sensaci¨®n de que todos los pa¨ªses tienen muertos enterrados de manera indigna. Cada uno ha hecho una lectura de la pel¨ªcula aplic¨¢ndola al lugar. Me sorprende porque, en Estados Unidos, es la que mejores cr¨ªticas ha tenido de las 22 que he rodado, y la verdad es que no lo entiendo¡±, reconoce Almod¨®var. Lo certifica, por ejemplo, el 100% de opiniones positivas que recoge la web Rotten Tomatoes. Sin caer en un malditismo algo trillado, la recepci¨®n del filme en Espa?a, que ¨¦l tilda de ¡°m¨¢s mixta¡±, vuelve a demostrar el habitual desfase ente la acogida de su cine en su pa¨ªs y en el extranjero. ¡°Desgraciadamente, eso sigue pasando. No me gusta reflexionar sobre ello, porque no es grato para m¨ª, pero mis pel¨ªculas siguen teniendo m¨¢s ¨¦xito fuera de Espa?a que en nuestro pa¨ªs. No me quejo pero, si debo comparar, no puedo negarlo. El entusiasmo y la emoci¨®n que provoca la pel¨ªcula, a pesar de tratar un tema tan espa?ol, es superior fuera que dentro¡±.
¡°No es grato para m¨ª, pero mis pel¨ªculas siguen teniendo m¨¢s ¨¦xito fuera de Espa?a que en nuestro pa¨ªs. El entusiasmo y la emoci¨®n que provoca la pel¨ªcula, a pesar de tratar un tema tan espa?ol, es superior fuera¡±
Tampoco ten¨ªa el director mucha fe en las nominaciones a los Goya, anunciadas este lunes, pocas horas despu¨¦s de la entrevista. ¡°La Academia de Cine mand¨® una pel¨ªcula a los Oscar que no es la m¨ªa [El buen patr¨®n, de Fernando Le¨®n de Aranoa]. Es un primer gesto que no es positivo y que me hace temer que tenga continuaci¨®n en las nominaciones a los Goya¡±, admit¨ªa el domingo. ¡°Lo vivo como una decepci¨®n, por m¨ª y por todo mi equipo, pero no como un desplante. Podr¨ªa haberme ido a otros pa¨ªses a hacer cine, y, sin embargo, me qued¨¦ en Espa?a, donde he tenido mucha suerte. He tenido alg¨²n rev¨¦s, aunque la vida puede darte muchos m¨¢s de los que yo he recibido. Y, sobre todo, tu carrera no depende de ninguna academia, ni siquiera de que te den un Oscar¡±. Finalmente, Madres paralelas obtuvo ocho nominaciones, incluyendo mejor pel¨ªcula, direcci¨®n y actriz protagonista para Pen¨¦lope Cruz, aunque no mejor guion, y quedando lejos del r¨¦cord de 20 candidaturas obtenido por El buen patr¨®n.
Por encima de todo, a Almod¨®var le preocupan las dificultades del cine espa?ol en las salas. ¡°Este a?o, los espectadores han visto cuatro pel¨ªculas, aunque se hayan estrenado m¨¢s de 100. El grueso del cine espa?ol desaparece de la cartelera al cabo de cinco d¨ªas¡±. El propio director se qued¨® sin ver Qui¨¦n lo impide, de Jon¨¢s Trueba: cuando quiso ir, no encontr¨® ninguna sesi¨®n en Madrid. ¡°Es grav¨ªsimo para la diversidad cultural en Espa?a¡±, opina. Tambi¨¦n le inquietan los estragos que ha hecho la covid. ¡°Lo que m¨¢s me preocupa es que el p¨²blico adulto haya dejado de ir al cine. Aquellos cin¨¦filos que acud¨ªan una o dos veces a la semana no han vuelto desde que empez¨® la pandemia. Los hemos perdido y me parece dif¨ªcil que eso sea reversible. Es un verdadero drama¡±, concluye Almod¨®var, antes de irse a terminar la maleta para seguir con un periplo internacional que lo llevar¨¢, si el virus lo permite, por los cinco continentes.
Romper con el pacto de silencio
Hubo un tiempo en que Pedro Almodóvar no hablaba de la Guerra Civil. Durante una visita a París en 1989, el director declaró a Paris Match que no quería “ni siquiera permitir al recuerdo del franquismo el existir a través de [sus] películas”. Tres décadas más tarde, su cine ha roto definitivamente con el pacto de silencio, aunque no sea cierto que esta es la primera vez que aborda el asunto. El policía violador de Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, aquel debut que concibió como “una venganza contra el régimen”, parecía un vestigio del fascismo, igual que Tacones lejanos evocaba brevemente a los exiliados republicanos, Carne trémula empezaba con la voz de Fraga decretando el estado de excepción en 1970 y La mala educación era una crítica feroz a la cultura católica durante la dictadura. “No estoy de acuerdo con que mis películas no hubieran sido políticas hasta ahora. Lo han sido siempre”, afirma Almodóvar. “Puede que la Movida fuera apolítica, pero quienes formamos parte de ella recordábamos perfectamente el franquismo. Yo respiré esa atmósfera durante mis primeros 25 años y sabía muy bien lo que era. En realidad, nunca he perdido la memoria”.
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