¡®Zeros And Ones¡¯: las letan¨ªas ensimismadas de Abel Ferrara

Aviso inicial para navegantes no familiarizados con la ¨²ltima deriva del cine de Abel Ferrara: el p¨®ster de Zeros and Ones, nueva aproximaci¨®n del cineasta estadounidense a la tragedia de nuestro tiempo, a la metaf¨ªsica del ser y a la experimentaci¨®n f¨ªlmica, es el mejor ejemplo de gato por liebre que se haya dado en la cartelera en los ¨²ltimos a?os. Un cartel promocional de pel¨ªcula de acci¨®n, de thriller militar ¡ªcolocado adem¨¢s en marquesinas de autobuses y laterales de quioscos de peri¨®dicos¡ª, que dejar¨¢ patidifusos y con ganas de quemar el cine a los espectadores que vayan buscando el explosivo entretenimiento de multisalas y palomitas que est¨¢ vendiendo su imagen.

Ferrara, afincado en Roma desde hace a?os, con ciertas dificultades para financiar sus producciones con los presupuestos habituales, ha entrado con sus ¨²ltimas obras en una vertiente autoral personal¨ªsima, rabiosa y valiente, aunque no siempre interesante: Tommaso (2019), autorretrato de crucifixi¨®n metaf¨®rica y hasta literal, terapia f¨ªlmica sobre la inseguridad personal y art¨ªstica, con la mediaci¨®n interpretativa de Willem Dafoe; Siberia (2020), pretenciosa oda a s¨ª mismo y a su estado espiritual; y ahora Zeros And Ones, delirio seudorreligioso y pol¨ªtico sobre dos hermanos, un militar y un activista, ambos interpretados por Ethan Hawke, en un universo conspiranoico.

De iluminaci¨®n tenue y fotograf¨ªa de textura con grano duro, la nueva apuesta de Ferrara est¨¢ articulada a partir de incontables reflexiones de estilo l¨ªrico, expuestas en off por el personaje protagonista, casi siempre m¨¢s cargantes que comprensibles, acerca del ser y el estar, de la destrucci¨®n de la civilizaci¨®n y la desorientaci¨®n pol¨ªtica. Frases y m¨¢s frases que parecen sacadas de un mal remedo de las cavilaciones del coronel Kurtz en Apocalypse Now, con las que la mayor¨ªa de la platea puede quedarse estupefacta: ¡°El mundo es el escondrijo de Dios¡±. Una paranoia nocturna en un mundo de strippers, capos mafiosos y torturas, con enloquecedores paralelismos con Jesucristo, que solo se aguanta por la capacidad del autor de las formidables Teniente corrupto y El funeral para componer im¨¢genes de cierta potencia visual ¡ªel premio a la mejor direcci¨®n en el festival de Locarno ha de entenderse por esa l¨ªnea¡ª, como esas estampas de rezos con la inevitable mascarilla, de geles hidroalcoh¨®licos en iglesias de hace 500 a?os, de contrate entre el viejo y el nuevo mundo en medio de una plaga b¨ªblica a¨²n por descifrar.

Sin embargo, pese a alg¨²n apunte sugestivo, Zero And Ones es no solo solemne; tambi¨¦n, pomposa y vacua. Las letan¨ªas de Ferrara resultan cada vez m¨¢s ensimismadas y autocomplacientes. Indescifrables en la mayor¨ªa de los pasajes, y complicadas de digerir incluso para los que valoramos el esfuerzo de un artista como ¨¦l para seguir haciendo lo que mejor sabe: cine.