Beethoven, el gran improvisador
El nuevo disco de Gianluca Cascioli y el proyecto InVersions de Luca Chiantore reivindican la olvidada destreza del compositor alem¨¢n
Para Ludwig van Beethoven (Bonn, 1770-Viena, 1827) los pianistas actuales ser¨ªan unos aficionados. La diferencia no estriba en la destreza t¨¦cnica ni en la musicalidad, sino en la improvisaci¨®n. Hoy identificamos esta pr¨¢ctica creativa con el jazz, y su conocimiento no resulta indispensable para ning¨²n pianista cl¨¢sico. Pero, a comienzos del siglo XIX, serv¨ªa para distinguir un diletante de un experto. Y un instrumentista deb¨ªa rellenar las partituras que tocaba con adiciones personales, ya fueran ornamentos, fermatas o cadencias.
Tenemos mucha informaci¨®n de aquella ¨¦poca sobre la t¨¦cnica pian¨ªstica y los instrumentos utilizados, pero no es f¨¢cil saber c¨®mo improvisaba Beethoven. ¡°Los testimonios son a veces contradictorios¡±, asegura el pianista y compositor Gianluca Cascioli en conversaci¨®n por videoconferencia con EL PA?S. ¡°Pero sabemos que algunas indicaciones de las partituras de Beethoven han cambiado de significado¡±. Y lo demuestra con una an¨¦cdota transmitida por su disc¨ªpulo Carl Czerny a Theodor Leschetizki: ¡°Durante la interpretaci¨®n de una sonata, el compositor le orden¨® improvisar una fermata sobre un signo de calder¨®n. Tras dos intentos cortos o inadecuados, opt¨® por dejar correr los dedos en un brillante pasaje de tres octavas hasta que Beethoven lo agarr¨® por el hombro y le grit¨®: ?Eso es demasiado!¡±.
Cascioli (Tur¨ªn, 42 a?os) acaba de publicar, en el sello Harmonia Mundi, su grabaci¨®n del Concierto n¨²mero 4, del compositor alem¨¢n. En ella no toca ning¨²n instrumento de ¨¦poca, pero su interpretaci¨®n se acerca m¨¢s que ninguna otra a las intenciones sonoras de Beethoven, a trav¨¦s de manuscritos, tratados y otros testimonios coet¨¢neos, que completan la versi¨®n publicada en el Bureau des Arts et d¡¯Industrie. ¡°No pretendo ofrecer una certeza absoluta, aunque s¨ª me gustar¨ªa derrumbar nuestra gran¨ªtica convicci¨®n de que estamos tocando exactamente lo que Beethoven quer¨ªa¡±, precisa.
El origen de este proyecto se remonta a finales de los noventa. ¡°Buscaba una fuente de la obra cercana a Beethoven y mi sello discogr¨¢fico, Deutsche Grammophon, me facilit¨® fotocopias de un manuscrito conservado en el archivo de la Sociedad de Amigos de la M¨²sica de Viena y realizado por Josef Klumpar, uno de los copistas de Beethoven. Inclu¨ªa abundantes pasajes virtuos¨ªsticos adicionales, en el primer movimiento y en el tercero, escritos de forma apresurada encima de la parte solista. Poco despu¨¦s, pude consultar el original en Viena y supe que esos a?adidos a l¨¢piz eran del propio Beethoven¡±.
Se refiere el pianista al famoso manuscrito A82b, comentado por Gustav Nottebohm en Zweite Beethoveniana (1887), cuyo estudio sigue dividiendo a los music¨®logos. Hay quienes aseguran, como Hans-Werner K¨¹then, que se trata de una versi¨®n previa al estreno y pensada para una interpretaci¨®n privada y camer¨ªstica de la obra. Otros sostienen, como Barry Cooper, que esos a?adidos fueron posteriores a la publicaci¨®n de la partitura, en agosto de 1808, y Beethoven los anot¨® de forma apresurada para poder tocarlos el d¨ªa del estreno, el 22 de diciembre de ese a?o, en un maratoniano concierto que incluy¨® las primeras audiciones de la Quinta sinfon¨ªa, la Pastoral y la Fantas¨ªa coral.
Cada teor¨ªa ha generado una edici¨®n discogr¨¢fica diferente. En 1998, el pianista Robert Levin grab¨® en DG la versi¨®n camer¨ªstica de K¨¹then, para piano y quinteto de cuerda. Y, en 1993, Mikhail Kazakevich registr¨® la propuesta con orquesta de Barry Cooper, en el sello Conifer, bajo la direcci¨®n de Charles Mackerras.
Cascioli se decanta por la versi¨®n orquestal. ¡°Yo no puedo asegurar que esta versi¨®n ornamentada de la parte solista fue lo que Beethoven toc¨® en el estreno de su Cuarto concierto, pero existe un testimonio de Czerny, que recoge Nottebohm en su Zweite Beethoveniana, y que asegura que el compositor toc¨® la obra tom¨¢ndose muchas licencias e introduciendo muchas m¨¢s notas de las que estaban escritas en la versi¨®n publicada¡±. El pianista italiano ha optado por hacer su propia transcripci¨®n de esta especie de improvisaci¨®n redactada por Beethoven. ¡°Utiliza una notaci¨®n extremadamente dif¨ªcil de descifrar, ya que la escribi¨® para s¨ª mismo, con una caligraf¨ªa estenogr¨¢fica¡±.
Los a?adidos incluyen detalles exquisitos que mejoran la versi¨®n publicada. Un ejemplo es el arranque del desarrollo, en el allegro moderato inicial, donde Beethoven esboza un exquisito di¨¢logo contrapunt¨ªstico. Cascioli debut¨® con esta versi¨®n de la obra en los Proms de Londres, en agosto de 2005. En aquella ocasi¨®n, el cr¨ªtico Andrew Clements acus¨® al pianista, en The Guardian, de a?adir otras licencias, como el acorde inicial arpegiado. ¡°Fui crucificado por ello y es verdad que no est¨¢ escrito as¨ª, pero Czerny lo se?ala en su Pianoforte-Schule, seguramente porque lo aprendi¨® de Beethoven¡±, admite.
En su intenci¨®n de profundizar en el esp¨ªritu de esta m¨²sica, Cascioli ha encontrado compa?eros ideales en Riccardo Minasi y el excelente Ensemble Resonanz. Un director y violinista especializado en interpretaci¨®n hist¨®ricamente informada y un conjunto de 36 m¨²sicos que combina instrumentos modernos con criterios de ¨¦poca. Lo comprobamos en el flexible manejo del tempo del andante con moto. Aqu¨ª Beethoven evoca, supuestamente, el mito de Orfeo apaciguando a las Furias, y escuchamos al piano caminando a un paso m¨¢s lento que la orquesta. ¡°Eso tambi¨¦n lo propone Czerny para contrastar la diferencia entre dos ideas antit¨¦ticas y seguramente proceda de Beethoven, aunque figura mucho antes en la Klavierschule, de Daniel Gottlob T¨¹rk¡±, remarca.
Cascioli tampoco est¨¢ solo en su intenci¨®n de superar las limitaciones fijadas en la partitura publicada por Beethoven, el joven pianista Juan P¨¦rez Florist¨¢n (Sevilla, 28 a?os) est¨¢ de acuerdo con ¨¦l: ¡°No podemos olvidar que la partitura es tremendamente imperfecta y cualquiera que intente transcribir con precisi¨®n una melod¨ªa cantada por Jonny Cash, Nino Bravo o Rosal¨ªa comprobar¨¢ c¨®mo la notaci¨®n musical se queda cort¨ªsima. La partitura hay que leerla en profundidad, pero en s¨ª no vale absolutamente nada¡±, dice en un audio de WhatsApp.
No resulta extra?o que este pianista espa?ol haya adoptado, como Cascioli, esa versi¨®n ornamentada del Cuarto concierto beethoveniano. Con ella debut¨®, en febrero de 2020, con la Orquesta de Valencia. Y tambi¨¦n lo toc¨®, en mayo pasado, en la final del prestigioso Concurso Arthur Rubinstein, en Tel Aviv, que gan¨®. ¡°Casi me descalifican por ello¡±, explica el pianista, ¡°pues las bases indicaban que deb¨ªamos tocar obras a partir de ediciones publicadas y no de manuscritos. Por fortuna, los miembros del jurado contactaron con Robert Levin, que hab¨ªa utilizado ese manuscrito en su grabaci¨®n, y aceptaron mi propuesta¡±.
P¨¦rez Florist¨¢n ha asimilado las ornamentaciones de Beethoven, con leves modificaciones personales. Lo ha hecho a partir de las transcripciones de Luca Chiantore (Mil¨¢n, 55 a?os) incluidas en su libro Beethoven al piano (Musikeon Books, 2020), donde leemos el estudio m¨¢s completo del referido manuscrito vien¨¦s A82b. Este pianista y music¨®logo italiano, afincado en Espa?a, ha proseguido su investigaci¨®n sonora de la m¨²sica de Beethoven, basada en numerosos apuntes y bocetos del compositor, con el proyecto inVersions. Una propuesta art¨ªstica deliberadamente subversiva que aspira a cambiar nuestras expectativas. ¡°Pretendo desafiar, a trav¨¦s de la musicolog¨ªa, las interpretaciones tradicionales de Beethoven, tan ligadas a lo escrito exclusivamente en sus partituras¡±, explica Chiantore a punto de volar hacia M¨¦xico.
El primer resultado de su proyecto fue un ced¨¦ con interpretaciones experimentales de las sonatas Claro de luna y Waldstein, con aportaciones personales y variantes del compositor localizadas en sus manuscritos. Ahora acaba de ofrecer, en Ciudad de M¨¦xico y Morelia, otra versi¨®n experimental como solista del Concierto n¨²mero 5 ¡°Emperador¡±, a?adiendo fermatas, cadencias e interludios. ¡°Para todas las variantes utilizo los apuntes que aparecen en los esbozos de esta obra y en otros bocetos, e incluso he realizado las indicaciones de bajo continuo apuntadas por el compositor¡±, admite. Pero su trabajo no se limita al piano solista. ¡°Tambi¨¦n he reescrito la parte de timbal con pasajes ad libitum, pues sabemos que los percusionistas de la ¨¦poca eran muy libres y a?ad¨ªan muchas m¨¢s notas de las que figuraban en la partitura¡±.
Chiantore termina su libro homenajeando a Frederic Rzewski como pionero en practicar un acercamiento creativo y experimental a la m¨²sica de Beethoven. Este compositor y virtuoso estadounidense, que falleci¨® en junio a los 83 a?os, registr¨® versiones en directo de las sonatas Hammerklavier y Appassionata, con fermatas improvisadas, ornamentaciones adicionales y una comprensi¨®n ret¨®rica del tempo y la din¨¢mica.
¡°Lo hago porque creo que es aut¨¦ntico¡±, afirm¨® Rzewski cuando le preguntaron por ello: ¡°Es lo que creo que habr¨ªa hecho Beethoven¡±. Sus interpretaciones permiten vislumbrar las ventajas que aporta en Beethoven una comunicaci¨®n fluida entre composici¨®n e improvisaci¨®n. El futuro de la interpretaci¨®n pian¨ªstica del compositor de Bonn, m¨¢s all¨¢ de la t¨¦cnica hist¨®rica y los instrumentos de ¨¦poca, pasa por reivindicar su destreza m¨¢s admirada: la de gran improvisador.
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