El archivo de Arniches desvela la vena cr¨ªtica de mucho m¨¢s que un sainetero de chiste f¨¢cil
El legado documental del comedi¨®grafo destierra prejuicios sobre su obra, valorada en su ¨¦poca por intelectuales, pero que la censura del franquismo dej¨® mutilada
![Manuel Morales](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F57c7f876-9be2-490d-9d0e-9d9302011083.jpg?auth=dba1f1374caf61cc09d86d6696c75508432873a677e74051654d15b22d99a0fa&width=100&height=100&smart=true)
¡°Ni entonces ni despu¨¦s, ac¨¢ ninguno le ha llevado ventaja¡±. El m¨¦dico y pensador Gregorio Mara?¨®n tom¨® esta frase de Cervantes sobre el dramaturgo Lope de Rueda para alabar ¡°el arte¡± de otro autor teatral, amigo suyo, Carlos Arniches, tras su fallecimiento. Con esa loa pon¨ªa fin a una carta mecanografiada que est¨¢ en el archivo de Arniches, que estudia y digitaliza la Fundaci¨®n Mediterr¨¢neo, en Alicante. La responsable del archivo de esta instituci¨®n cultural, Carmen Velasco, saca de un armario de cristal varios archivadores de color rojo que contienen el legado de quien se defini¨® como ¡°un humilde sainetero¡±. ¡°Hay 476 recortes de prensa de sus ¨¦xitos en Am¨¦rica, de 1937 a 1949, m¨¢s los posteriores a su muerte¡±, dice. ¡°Hay 125 cartas que recibieron Arniches y luego su viuda, Pilar Molt¨®, de personalidades como Mara?¨®n, Jacinto Benavente, Joaqu¨ªn ?lvarez Quintero¡ 29 fotograf¨ªas¡± ¨Den una de ellas, coloreada, posa Molt¨® sonriente¨D y documentos como derechos de autor, contratos¡ Y la que para Velasco es ¡°la parte m¨¢s bonita¡±: 120 manuscritos de sus obras, escritas en cuartillas, a l¨¢piz y con una letra diminuta.
Todo ello lleg¨® en 1998 a Alicante, pero antes estuvo en un gran ba¨²l, sin ordenar, en la casa en Bilbao de Paloma Arniches, nieta del escritor, quien lo don¨® a esta Fundaci¨®n, que alberga legados de escritores y artistas alicantinos. Joseba Barron-Arniches, hijo de Paloma, cuenta que en 2017 cay¨® en sus manos ¡°un libro sobre las peripecias vitales¡± de su bisabuelo y se despertaron sus ganas de estudiar la obra arnichesca, y darla a conocer como fue originalmente, antes de que el franquismo la mutilara. Barron-Arniches consult¨® tanto ¡°papeles privados¡± no entregados a la Fundaci¨®n como los trasladados a Alicante, y desde entonces ha construido la web El universo Arniches, repleta de informaci¨®n sobre el autor, y ha escrito 12 libros. Tambi¨¦n hall¨® poemas desconocidos y un sainete in¨¦dito, ambientado en el a?o 2324, futurista, en el que las multas las ponen las porras de los guardias. A Velasco le llama la atenci¨®n ¡°lo moderno que fue al tratar temas actuales¡±, por ejemplo, que la mujer fuera due?a de su vida.
![La responsable del Archivo Fundaci¨®n Mediterr¨¢neo, Mamen Velasco, con una de las fotograf¨ªas del legado de Arniches, el 21 de enero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JRYSEHJNCJDXZMOQ5G3YXKSJ3I.jpg?auth=377056b5556372ceef9d79c744d74197ab5a4994cb240c9b8b63193be9686775&width=414)
¡°?l amaba al pueblo y quer¨ªa con sus sainetes mostrar las injusticias de la sociedad y c¨®mo salir de ellas¡±, apunta Barron-Arniches mientras mira con orgullo el bajorrelieve que hay encima de un portal en la calle de Carlos Arniches, en el Rastro madrile?o, un busto al autor de obras como La se?orita de Trev¨¦lez (1916), una cr¨ªtica a los j¨®venes ociosos de casino de provincias, o Los caciques (1920), en la que carga contra los terratenientes y el seguidismo del pueblo llano. El mismo Arniches consign¨® de ese texto que era ¡°una amarga y viva realidad de las costumbres pol¨ªticas espa?olas¡±. Su bisnieto destaca su ¡°capacidad de trabajo¡±. Escrib¨ªa siempre por las ma?anas. Cuando muri¨®, hab¨ªa estrenado 206 obras, con solo un pu?ado de fracasos. ¡°?l dec¨ªa que la raz¨®n de su teatro era exponerse al p¨²blico y recibir de ¨¦l su agrado o su decepci¨®n¡±.
Mar¨ªa Victoria Sotomayor, profesora de Literatura espa?ola en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, escribi¨® una tesis sobre Arniches en 1992. Por tel¨¦fono explica que durante un tiempo ¡°en los libros de historia de la literatura figuraba como un autor menor, pero al conocer lo que realmente escribi¨® y su repercusi¨®n¡± ha crecido su valor. ¡°Desde 1915 hay un compromiso social en sus textos, da importancia a la educaci¨®n y la cultura¡±. Sotomayor fue la primera persona que se acerc¨® al ba¨²l con los papeles de Arniches para ordenarlos y estudiarlos. Es adem¨¢s la art¨ªfice de los cuatro vol¨²menes de obras completas publicados en la editorial Biblioteca Castro, y eso que solo ha llegado hasta 1909. ¡°No admite duda su calidad como dramaturgo, sab¨ªa construir las obras, crear conflictos, y luego est¨¢ su capacidad para lograr situaciones divertidas¡±.
Nacido en 1866, en Alicante, el padre de Arniches era pagador de la f¨¢brica de tabaco, un puesto condicionado a los cambios pol¨ªticos, lo que propici¨® que la familia tuviera que emigrar a Barcelona. De aquel sinsabor le quedar¨¢ al joven Arniches ¡°su animadversi¨®n hacia los trapicheos pol¨ªticos¡±, subraya su bisnieto. Una t¨ªa viuda y con dinero, que viv¨ªa en Madrid, le coste¨® los estudios de Derecho. ¡°Viene en 1885 con 15 pesetas, pero en la estaci¨®n dos golfos se ofrecen a llevarle los bultos y cuando llega a casa de su t¨ªa le piden 70. Hay gritos y al final ella paga. ?l, avergonzado, no duerme esa noche y se promete no hablar m¨¢s con desconocidos¡±.
![Manuscritos de obras de Arniches en el archivo de la Fundaci¨®n Mediterr¨¢neo, en Alicante.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JPDE3SSP6JA3TGJP2GDCVK3WWU.jpg?auth=bd8614e54bca21cbbfb7e522409de726a1411b649085638bf1751206551ec41e&width=414)
Arniches no va a clase, su universidad son las tertulias de los caf¨¦s, donde conoce a autores y artistas, sobre todo alicantinos, como el compositor Ruperto Chap¨ª. ¡°Trabaja de representante en una compa?¨ªa teatral y sus ideas para mejorar los bolos cosechan ¨¦xito¡±. Sin embargo, su t¨ªa descubre que no estudia y como castigo se marcha de viaje sin dec¨ªrselo. Cuando Arniches regresa de una gira no puede entrar en la casa, tiene que dormir en un parque y pedir dinero a un conocido para irse a Barcelona, donde pasa una temporada. Vuelve a Madrid y aunque empieza a escribir en tres publicaciones, malvive en una pensi¨®n un a?o, hasta que una carambola cambia su vida. ¡°En una tertulia, un promotor cuenta que necesita un escritor que redacte para la reina un libro con el que el futuro Alfonso XIII aprenda a leer. Arniches se ofrece y crea Cuaderno de lectura. Trazos de un reinado, sobre Alfonso XII. Se editaron 5.000 ejemplares y gan¨® mucho dinero¡±.
Otro hecho inesperado le encarrila como comedi¨®grafo. Gonzalo Cant¨®, un dramaturgo amigo, le cuenta que le han rechazado una obra por mala. Arniches introduce los cambios y la firman juntos. Es Casa editorial, estrenada en 1888, que alcanza 200 representaciones, un sainete simb¨®lico en el que cada personaje es un g¨¦nero literario. ¡°Desde ah¨ª no para, llega a estrenar cuatro obras al a?o¡±, por lo que Arniches proclama: ¡°Me llaman el rey del trimestre¡±.
![Carlos Arniches, trabajando en su casa de la calle de Monte Esquinza, en Madrid, en 1942.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CPDP44C7ORAMVHDQ4JGIPMYM5A.jpg?auth=2d51202fc194115422002b5d48d58a6d81d0d320a8a194b2c9222a61f485f8d7&width=414)
Una de las caracter¨ªsticas de sus textos es el habla madrile?a. ¡°Conozco los barrios bajos tan bien como un chulo organillero¡±, se?al¨®. Barron-Arniches explica que Arniches hizo amistad con la propietaria de una tasca que le avisaba cuando ten¨ªa ¡°clientes graciosos¡±. Entonces, el escritor se disfrazaba con ropas modestas y se acodaba en una mesa para escuchar dichos que anotaba. ¡°?l se da cuenta de que no puede reproducir ese lenguaje tal cual porque suena duro. As¨ª que lo dulcifica, y curiosamente es la gente la que populariza frases de sus obras¡±. Sotomayor a?ade: ¡°Da un sentido teatral a lo que escucha y exagera escenas reales para poder llevarlas a las tablas¡±.
Los ingresos le convierten en el patriarca familiar: alquila un piso en Madrid en el que viven los abuelos, los padres y sus cinco hermanos; vacaciones cada a?o en el Pa¨ªs Vasco, compra una finca a las afueras de la capital, en la que organiza fiestas con sus amigos escritores. En 1931 es canonizado por el pueblo de Madrid con la placa y la calle. ¡°El Ayuntamiento se la quer¨ªa poner en el elegante barrio de Salamanca, pero ¨¦l prefiri¨® que fuera en el Rastro, un lugar castizo¡±.
Su estilo vira hacia la tragicomedia grotesca, en la que la sonrisa se queda helada porque bajo la aparente gracia hay personajes que producen pena. Siempre atento a la realidad, escribe en 1934 Los hermanos Dorronsoro, pieza nunca representada, en la que el d¨²o protagonista es una met¨¢fora de las dos Espa?as, que se enfrentan duramente, aunque al final se reconcilian. Es su vaticinio de lo que est¨¢ por llegar. Con la Guerra Civil, todo se rompe. De sus cinco hijos, uno es un arquitecto que ha construido obras para la Rep¨²blica, otro es un militar fiel a la legalidad, una hija est¨¢ casada con el poeta Jos¨¦ Bergam¨ªn, comunista, y otra con Eduardo Ugarte, socio teatral de Lorca. Gracias a su amistad con el socialista Indalecio Prieto logra un salvoconducto para poner tierra de por medio junto a su esposa: Valencia-Marsella-Buenos Aires. ¡°En Am¨¦rica le esperan dos actores amigos, Valeriano Le¨®n y Aurora Redondo, que les pagan el viaje y le dan trabajo. Se le ha incautado su dinero y tiene que empezar de cero¡±, apunta Barron-Arniches. Arniches renace gracias al pelotazo de El padre Pitillo, representada m¨¢s de 800 veces en la capital argentina. A ello suma conferencias, programas de radio¡
![Desde la izquierda, el compositor Quinito Valverde, Carlos Arniches, el dramaturgo Enrique Garc¨ªa ?lvarez y los actores Enrique Chicote y Loreto Prado, tras el estreno de la obra 'Gente menuda', en 1911.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RFJLELDU3FFONDL6GAAO35Z46Y.jpeg?auth=7c7706bf67361932996bde6faa58cb3dfb639bb2b9aa1fba04a261cd97856db7&width=414)
Ya mayor regresa a Espa?a, en 1940, ¡°gracias a sus amistades con varios embajadores, que hablan a su favor ante el r¨¦gimen¡±. Muere en 1943. El d¨ªa del entierro la comitiva fue seguida por miles de personas en Madrid. Sin embargo, la dictadura lo convierte en un autor romo, del que llegan sus chistes, pero no sus cr¨ªticas sociales y pol¨ªticas. ¡°El padre Pitillo va contra la jerarqu¨ªa cat¨®lica, trata de una joven embarazada por el hijo de un cacique. Ella tiene el ni?o, pero rechaza su petici¨®n de matrimonio. Tras pasar por la censura franquista, el final cambia y se casan antes de tener el ni?o¡±. Sotomayor agrega que despu¨¦s de la guerra las compa?¨ªas seleccionaron de su repertorio ¡°los musicales, las zarzuelas y obras poco comprometidas¡±. Un lastre arrastrado hasta hoy. El otro problema es lo oneroso de montar sus funciones por la cantidad de personajes que pon¨ªa en escena. Al menos, ¡°su legado¡±, recuerda Velasco, ¡°est¨¢ unido¡±. ¡°Lo estudiamos, aunque queda mucho por hacer, est¨¢ a disposici¨®n de la sociedad, lo que incluye pr¨¦stamos de originales a otras instituciones¡±.
Sotomayor recuerda que Arniches fue elogiado por Lorca, quien dijo que su ¡°teatro era poes¨ªa¡±; Valle-Incl¨¢n le pidi¨® permiso para versionar una de sus zarzuelas; el reconocimiento llega hasta Francisco Nieva o Fernando Fern¨¢n G¨®mez, quien en el libro El mundo de Arniches teatraliz¨® siete de sus sainetes breves. Para Barron-Arniches, el futuro de su obra no est¨¢ tanto en una vuelta a los escenarios ¡°como en difundirla en internet¡±, donde pueda leerse con el calado que conten¨ªa, lejos del sambenito de ser un sainetero de chiste f¨¢cil.
![Manuscrito de la obra 'Adi¨®s, Ben¨ªtez', de Carlos Arniches. / ARCHIVO FUNDACI?N MEDITERR?NEO](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YR4AAHI5XNBWTLLHTQDZ4SXWGM.jpg?auth=fa28975154c5760711f945e2aad4298dd0c043b3024064967f7959520e304ec9&width=414)
Pilar Molt¨®, mucho m¨¢s que su esposa
![Arniches y su esposa, Pilar Molt¨®, en Hondarribia (Guip¨²zcoa), en 1930.](https://cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisa/CL6FVM5NLZEG5D2B4JLMO6SDRM.jpeg)
María Victoria Sotomayor, estudiosa de Arniches, subraya el papel de Pilar Moltó en la trayectoria de su marido: “Era una mujer culta, profesora, publicó artículos sobre geografía… Estaba formada en el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza. Ella leía las obras de Arniches y le aconsejaba, pero el éxito de él y haber tenido cinco hijos propició que tuviera que renunciar a su carrera”.
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