¡®El mundo es vuestro¡¯: gruesa tentativa de ¡®La escopeta nacional¡¯ de nuestro tiempo

La pareja de compadres formada por Alfonso S¨¢nchez y Alberto L¨®pez ha pasado en una d¨¦cada del posibilismo de internet y de El mundo es nuestro (2012), la peque?a producci¨®n independiente que les dio a conocer, sobre todo fuera de su tierra, a una comedia con ambiciones no solo de prisma de la Andaluc¨ªa contempor¨¢nea ¡ªen lo social, en lo pol¨ªtico y hasta en lo moral¡ª, sino tambi¨¦n de retrato del corrupto espacio global de este nuestro pa¨ªs. El fruto ya est¨¢ ah¨ª: El mundo es vuestro se estrena hoy en nada menos que 200 salas espa?olas.

Por el camino, con parada en una segunda entrega de la trilog¨ªa, la irregular El mundo es suyo (2018), el trabajo de la pareja de amigos, con S¨¢nchez como director, guionista e ide¨®logo, ha ganado en empaque de producci¨®n, en atrevimiento y en capacidad para salir de su microcosmos sevillano. Por el contrario, su obra ha ido perdiendo gracejo natural, espontaneidad e incluso ternura. Cada vez m¨¢s gruesas y gritadas, y con los actores y actrices soltando los chistes con la equivocada intenci¨®n de ser graciosos por el tono y no por el texto y las situaciones, sus dos ¨²ltimas pel¨ªculas pueden tener ideas atractivas en lo humor¨ªstico, en sus diatribas contra todos y contra todo dentro del espectro pol¨ªtico y social del momento, pero en ellas acaba ganando el grosor del chiste de barra de bar y el desatino de la explicitud. A salvo de los problemas interpretativos queda el estupendo pr¨®logo, con la colaboraci¨®n especial de Antonio de la Torre, ofreciendo este en apenas cinco minutos un curso intensivo de gracia y tempo, y demostrando que en la comedia el ritmo de la interpretaci¨®n es mucho m¨¢s importante que la actuaci¨®n en s¨ª.

Los objetivos, expl¨ªcitos incluso en uno de los di¨¢logos, con la aparici¨®n del inequ¨ªvoco y personal¨ªsimo t¨¦rmino ¡°austroh¨²ngaro¡± como homenaje, parecen los de componer La escopeta nacional de 2022, fusionada con el esp¨ªritu de sacar el dinero a los americanos de ?Bienvenido, mister Marshall!, aunque esta vez con la vista puesta no en ellos sino en los que ahora parecen manejar el planeta y la pasta: los chinos. Ah¨ª est¨¢n la finca de los marqueses en Toledo, la cacer¨ªa con la presencia de un ministro socialista, de representantes de los diferentes partidos, de la Iglesia, del dinero, de las corruptelas, del desbarre, de los caraduras, de la lujuria, de la Guardia Civil y hasta de la Espa?a del lenguaje inclusivo, la eterna divisi¨®n de la izquierda y la cada vez menos disimulada actitud de los nost¨¢lgicos del r¨¦gimen franquista. Por querer ser berlanguiano, S¨¢nchez incluso basa su puesta en escena en la utilizaci¨®n de los planos secuencia repletos de gente, con todos hablando al mismo tiempo. Con lo dif¨ªcil que es eso.

Hay buenas ideas espor¨¢dicas con bendita insolencia e infinitas posibilidades. Los fondos de inversi¨®n chinos, a la conquista de los pueblos abandonados de la Espa?a vac¨ªa, para llevar all¨ª ¡°a los chinos que les sobran¡±, previo cobro de los intermediarios espa?oles. La monter¨ªa con balas de perdigones y, en lugar de conejos, parados de larga duraci¨®n que, cual Juegos del hambre, obtendr¨ªan un contrato de trabajo con 14 pagas y vacaciones en caso de salvarse de los disparos. Ahora bien, tambi¨¦n hay cargamentos de chistes f¨¢ciles y zafios, y demasiadas situaciones al borde del sonrojo.

En un momento en el que cualquier incorrecci¨®n pol¨ªtica se paga, son de agradecer los sartenazos de S¨¢nchez y sus compadres hacia todos esos grupos de opini¨®n m¨¢s o menos poderosos que pretenden deslindar con qu¨¦ o con qu¨¦ no se puede hacer una gracia. Pero, por desgracia, El mundo es vuestro acaba estando mucho m¨¢s cerca del populachero universo de Los Morancos que de la maestr¨ªa cinematogr¨¢fica de Berlanga.