¡®El comensal¡¯: ETA en el cine, poca broma
Entre la tragedia y la comedia est¨¢ la ligereza, un camino m¨¢s f¨¢cil de transitar para una novela que para una pel¨ªcula
Tragedia m¨¢s tiempo, eso dicen que es la comedia. A veces, sin embargo, aunque no medie el tiempo, es el paso de la tragedia a la ficci¨®n lo que hace tolerable la comedia. Eso es justo lo que va de la estremecedora Memorias de un conspirador (2012), de ?ngel Amigo, a la descacharrante Negociador (2014), de Borja Cobeaga. Las dos pel¨ªculas, de estructura calcada, narran los contactos secretos de Jes¨²s Eguiguren con la c¨²pula de ETA para conseguir su renuncia a la violencia. La primera es un documental protagonizado por el propio dirigente socialista. La segunda, una comedia en la que Ram¨®n Barea hace ese papel mientras, por ejemplo, un histri¨®nico Carlos Areces se mete en la piel del imprevisible Thierry, el jefe terrorista que puso fin a la tregua de 2006 ordenando el atentado de la T4 de Barajas, en el que murieron dos personas. El propio Cobeaga demostrar¨ªa con Fe de etarras (2017) que hab¨ªa margen para la risa. Siempre, por supuesto, que fuera a costa de los verdugos. El dolor de las v¨ªctimas solo tienen derecho a administrarlo ellas.
Existe, no obstante, un lugar intermedio, algo que ya no es tragedia pero a¨²n no es comedia, un espacio en el que el peso de la primera convive ¨Dsin borrarse¨D con la ligereza de la segunda. Si no estuvi¨¦ramos hablando de ETA dir¨ªamos que la mezcla es explosiva. Diremos que es delicada. De ah¨ª que sea m¨¢s manejable para la literatura que para el cine. Por un lado, no juega con las im¨¢genes sino con la imaginaci¨®n, mucho menos directa. Por otro, las palabras, m¨¢s abstractas que figurativas, conllevan una distancia que rema a su favor. Adem¨¢s, son su propia banda sonora.
Esa mezcla entre levedad y peso es una de las grandes virtudes de El comensal, la novela de 2015 en la que Gabriela Ybarra, espoleada por la muerte de su madre, v¨ªctima de un c¨¢ncer, reconstru¨ªa el secuestro y asesinato de su abuelo a manos de ETA en 1977, seis a?os antes de que ella naciera. Este viernes se estrena la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de su libro a cargo de ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, que vuelve a dirigir tras a?os volcada en la literatura y, sobre todo, tras ejercer como ministra de Cultura con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. La propia Sinde cont¨® este lunes durante el preestreno que un productor le anunci¨® que aquel cargo hab¨ªa sellado su carrera como cineasta: nadie volver¨ªa a financiarle una pel¨ªcula. Lo dijo ante un patio de butacas ocupado por el propio ZP, Yolanda D¨ªaz, Grande-Marlaska, Jaime Mayor Oreja, Eduardo Madina, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa y la infanta Elena, que ese d¨ªa, lo sabe todo el mundo, comparti¨® mesa con su padre y su hermano.
A la izquierda de la directora estaba Gabriela Ybarra, coguionista de una pel¨ªcula tr¨¢gica en la que la pol¨ªtica es una p¨²stula en la vida privada y son los nietos los que ¨Dadalides de la memoria hist¨®rica¨D se atreven a preguntar por qu¨¦. Puede que un d¨ªa, adem¨¢s de las de sus padres, el cine recoja sus respuestas. Cuando pase el tiempo.
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