?ngel T¨¦llez, un torerazo por la Puerta Grande

Faltaba un minuto para las ocho de la tarde cuando ?ngel T¨¦llez tom¨® la muleta a sabiendas de que se enfrentaba a las oposiciones m¨¢s decisivas de su vida. Hab¨ªa entrado en el cartel por la puerta de la sustituci¨®n ¡ªen el lugar de Emilio de Justo¡ª y necesitaba salir por la Puerta Grande para justificar su presencia y refrendar que es un torero con futuro. Eran casi las nueve y media cuando se lo llevaban en volandas hasta la calle Alcal¨¢ despu¨¦s de aprobar con buena nota el dificil¨ªsimo examen.

?ngel T¨¦llez (Madrid, 1998), que tom¨® la alternativa en Guadalajara en 2019, lleg¨® a la feria como un desconocido y ha demostrado que tiene madera de torero grande, que posee una ambici¨®n ilimitada, unas condiciones extraordinarias, una mano izquierda de oro, una actitud envidiable, y una figura de torero que huele a que puede ser uno de los grandes. La faena a su primero entusiasm¨® a los tendidos porque hizo el toreo de verdad, bien colocado siempre, traz¨® los muletazos con superior elegancia y hondura y sinti¨® cada uno de ellos.

Bravo en el caballo hab¨ªa sido ese tercero de la tarde, que permiti¨® el lucimiento de Jes¨²s Aguado y Alberto Zayas en banderillas, y lleg¨® a la muleta con aires de encastada nobleza que albergaban la esperanza de una faena inolvidable. Los iniciales muletazos por bajo sonaron como un crujido en toda la plaza; buena fue la primera tanda con la mano derecha, la planta asentada, cruzado siempre, y el pase de pecho son¨® monumental de principio a fin. Una voltereta sin consecuencias no merm¨® su ¨¢nimo y varios naturales pre?ados de hermosura desataron la euforia general. A¨²n hubo unos ayudados por bajo y un remate sencillamente espectacular.

Su labor en el sexto fue arrebatadora; entonces, con una sorprendente serenidad, como si fuera un veterano en plena madurez, despleg¨® una tauromaquia tan honda, tan sentida, tan jubilosa que dej¨® al respetable con la boca abierta. Le sobra sentido de la ligaz¨®n, es valiente a carta cabal, le desborda el sentido del temple, y todo lo que hace est¨¢ impregnado de una innata elegancia que transmite una emoci¨®n desatada.

Tore¨® con el cuerpo entero con la muleta en la mano derecha, y aprovech¨® la prontitud del toro para dibujar naturales extraordinarios con los tendidos en pie, entusiasmados y conmovidos ante tanta belleza. S¨ª, porque no de otra manera se puede calificar un derecho casi circular, un inspirad¨ªsimo cambio de manos para trazar un hermoso natural y cerrar la fiesta con un pase de pecho que pareci¨® eterno. Un aut¨¦ntico l¨ªo.

Pero como la perfecci¨®n no existe, el consumado artista fall¨® con el estoque y las dos orejas que ten¨ªa ganadas a ley se quedaron para una para compensar una actuaci¨®n prodigiosa de un joven torero que se ha visto lanzado por sus propios m¨¦ritos hacia el estrellato.

Urdiales solo pudo trazar unas pinceladas sueltas en el cuarto ante un lote poco propicio; y Talavante volvi¨® a demostrar que su retirada no le ha sentado nada bien. Apunt¨® sin destacar en ninguno de sus toros, m¨¢s suelto ante el primero, al que recibi¨® de muleta con tres muletazos con la pierna flexionada sencillamente excelsos; despu¨¦s, solo detalles y pinturer¨ªa sin fondo. Muy descastado fue el quinto, al que banderille¨® de forma torer¨ªsima Miguel¨ªn Murillo, y Talavante pas¨® desapercibido.

La tarde fue de ?ngel T¨¦llez, un torerazo que se someti¨® al examen m¨¢s decisivo de su vida y lo aprob¨® con creces; ojal¨¢ tenga suerte y opciones para disfrutar¡­