Paolo Bortolameolli: ¡°Ser m¨²sico es una decisi¨®n temeraria¡±

Recuerda Paolo Bortolameolli (Vi?a del Mar, 1982) una visita que hizo hace varios a?os a un museo de Nueva York. En una de las salas, decenas de ni?os de seis o siete a?os estaban sentados en el suelo viendo pasmados un cuadro de Picasso, mientras escuchaban las explicaciones de su maestro de arte. Dice este talento en auge de la m¨²sica cl¨¢sica haberse emocionado por aquella ¡°experiencia de contemplaci¨®n activa¡±. Varios a?os despu¨¦s, sigue creyendo que algo de eso sucede cada vez que se para frente a una orquesta sinf¨®nica a dar nueva vida a los maestros de la m¨²sica.

¡°Despu¨¦s entend¨ª que exponer a un ni?o al arte no se trata de un ejercicio vertical. Es al rev¨¦s, lo que debemos hacer es fomentar un impulso natural. Cuando tenemos un ni?o que no habla en casa, lo que haces para comunicarte es nutrirlo de est¨ªmulos art¨ªsticos: lo haces cantar, bailar, que pinte con las manos. Es instintivo proveerlo de arte¡±, explicaba Bortolameolli, director asociado de la Filarm¨®nica de Los ?ngeles, una ma?ana de verano afuera de The Ford, un teatro al aire libre en la ciudad californiana. ¡°?Por qu¨¦ cuando crecemos el arte deja de ser una experiencia l¨²dica y se convierte en una separaci¨®n elitista?¡±, se preguntaba

El m¨²sico preparaba entonces un concierto con el compositor brit¨¢nico Devont¨¦ Haynes, quien goza de fama dentro de los circuitos indie gracias a su proyecto Blood Orange. Este era solo un evento dentro de la ajetreada agenda de Bortolameolli para el verano, donde dirigi¨® por primera vez la Sinf¨®nica de San Francisco con un programa de obras de Johann y Richard Strauss; ofreci¨® conciertos en M¨¦xico con la Sinf¨®nica Azteca, la orquesta de j¨®venes de la que es director art¨ªstico y encabez¨® una noche en el imponente Hollywood Bowl. Ahora se encuentra en Francia, donde afina los detalles de Tosca que Gustavo Dudamel presentar¨¢ en la ?pera de Par¨ªs. El chileno, mano derecha de la estrella venezolana, tomar¨¢ en octubre y noviembre la batuta en el relevo de Dudamel en el cl¨¢sico de Puccini.

¡°Hay un entendimiento innato entre nosotros¡±, confiesa Bortolameolli, quien ya codirigi¨® en junio junto a Dudamel La flauta m¨¢gica de Mozart en el Liceo de Barcelona. ¡°Gustavo se ha transformado de alguien quien conf¨ªa y me da oportunidades en alguien que me trata como colega. Ha sido un desarrollo muy bonito¡±, cuenta el chileno, quien lleg¨® a Estados Unidos hace algo m¨¢s de una d¨¦cada para estudiar primero en la escuela de m¨²sica de Yale y despu¨¦s en el Instituto Peabody de Baltimore, de donde han surgido talentos como el pianista Andr¨¦ Watts y la violinista Kim Kashkashian. Deborah Borda, quien era la presidenta de la LA Phil, le propuso a Bortolameolli convertirse en uno de los beneficiarios de la Beca Dudamel, que ofrece desde 2009 una pasant¨ªa de dos meses junto al genio venezolano. Lo que era un programa temporal pas¨® a ser una invitaci¨®n a formar parte de la familia como director asistente de la Filarm¨®nica. Tras dos a?os, fue promovido a su cargo actual.

Para debutar en 2018 como conductor en el Hollywood Bowl, un coloso con capacidad para 16.000 personas, eligi¨® la s¨¦ptima sinfon¨ªa de Anton¨ªn Dvo?¨¢k. ¡°Es la mejor de sus sinfon¨ªas. La m¨¢s dif¨ªcil y la m¨¢s desafiante, pero era tambi¨¦n un gesto de juventud. Es atrevida y toma un riesgo m¨¢s expresivo, con una arquitectura m¨¢s compleja, llena de contrapuntos¡±, se?ala el director, quien tiene una vena did¨¢ctica para hablar de m¨²sica. Muestra de ello son las c¨¢psulas Ponle Pausa, que pueden verse en YouTube, donde el director explica algunos secretos de los grandes compositores.

En Rubato: procesos musicales y una playlist personal, un libro que Bortolameolli dedica a su hijo Andrea, se describe como un ni?o que ofrec¨ªa sus primeros conciertos de piano en la sala de su casa. Su bisabuelo materno fue un m¨²sico que abandon¨® Chill¨¢n, en el centro de Chile, para ir al conservatorio en Santiago, donde sigui¨® estudios en piano y composici¨®n. A pesar de esta formaci¨®n, el bisabuelo se dedic¨® a las leyes. A¨²n as¨ª, el m¨²sico creci¨® con t¨ªos que sacaban las guitarras en asados en los que corr¨ªa vino tinto y se cantaba a Silvio Rodr¨ªguez.

Bortolameolli, quien habla con el ritmo fren¨¦tico del presto, dice que una de las tareas m¨¢s importantes del director de orquesta es recordarle a sus colegas por qu¨¦ quisieron ser m¨²sicos. ¡°Es una decisi¨®n temeraria. Vengas de una familia de m¨²sicos o no, de una familia con dinero o no. Decir que uno se dedica a esto quiere decir que hubo un momento de necesidad incontenible por serlo. Esa energ¨ªa es tan potente que siento que, a¨²n apagada, puede recordarse. Es una misi¨®n que debe tener un l¨ªder¡±, afirma el director. Otro atributo crucial de un conductor de orquesta, dice, es el de ser un comunicador. ¡°Un director debe transmitir una idea. Un compositor puede tener m¨¢s conocimiento que un director, pero si no sabes comunicarlo a una orquesta quedar¨ªa solo en eso, conocimiento. Lo que necesitas es que la orquesta quiera seguirte, debes energizar la visi¨®n com¨²n¡±, a?ade.

Despu¨¦s de su turno de dirigir Tosca en la capital francesa, Bortolameolli se concentrar¨¢ en su pa¨ªs natal, un lugar del que no pretende desconectarse mucho. Sigue a la distancia, pero con mucho inter¨¦s, el proceso del plebiscito con el que Chile decidir¨¢ si adopta una nueva Constituci¨®n o sigue con la actual, de tiempos de la dictadura. En el esp¨ªritu de celebraci¨®n de los nuevos tiempos que se viven en la naci¨®n sudamericana, el director montar¨¢ en enero la octava sinfon¨ªa de Mahler, que nunca se ha puesto en escena en su pa¨ªs por el gran reto log¨ªstico que representa: dos coros con 300 personas, uno m¨¢s con 80 ni?os, adem¨¢s de los 140 m¨²sicos de la orquesta. Todo esto para festejar los 30 a?os de la Orquesta Sinf¨®nica Nacional Juvenil. ¡°Al final, nos craneamos (pensar intensamente) para hacerla con un formato muy bonito y festejar a todo el talento chileno. Vamos a invitar a m¨²sicos que han pertenecido a la orquesta durante los 30 a?os¡±, dice Bortolameolli, quien confiesa que el proyecto, junto a su amigo el compositor Miguel Far¨ªas, director ejecutivo de la orquesta, lo tiene completamente ¡°obsesionado¡±.