El legado literario de Juli¨¢n Rodr¨ªguez
Un volumen coral analiza y reivindica la escritura del autor, fallecido en 2019, que adem¨¢s fue editor, galerista y comisario
Juli¨¢n Rodr¨ªguez fue un pol¨ªmata: editor, galerista, dise?ador gr¨¢fico, comisario y cr¨ªtico de arte, cocinero profesional, empresario hostelero y agitador de mil y un proyectos culturales. Adem¨¢s de todo esto, Rodr¨ªguez, que muri¨® en 2019 de un ataque al coraz¨®n con medio siglo de edad, no solo vivi¨® la literatura, sino que tambi¨¦n fue escritor, autor de un poemario, relatos y varias novelas. Dicen los que le conocieron que no distingu¨ªa entre la cultura y la vida. El libro coral Ejercicio sentimental. El universo literario de Juli¨¢n Rodr¨ªguez (Editora Regional de Extremadura) reivindica ahora el legado literario del autor, que este lunes habr¨ªa cumplido 54 a?os.
¡°Por supuesto, la idea de este libro era homenajear a Juli¨¢n, aunque no solo a trav¨¦s de recuerdos y afectos, sino tratando de ubicar su obra literaria en el panorama de la narrativa espa?ola¡±, dice Antonio S¨¢ez Delgado, coordinador del volumen, en el que se recogen textos de diferentes autores, entre el an¨¢lisis acad¨¦mico y el recuerdo personal, que ya en alguna ocasi¨®n hab¨ªan trabajado sobre la figura de Rodr¨ªguez. La idea es reflexionar sobre una faceta del autor que, si bien no fue totalmente eclipsada por sus otras actividades (fundador, con Paca Flores, de la editorial Perif¨¦rica, creador de la galer¨ªa Casa Sin Fin y un largo etc¨¦tera), no lleg¨® a recibir la atenci¨®n que merec¨ªa. ¡°Suele pasar en el mundo de la cultura cuando alguien hace muchas cosas, y las hace bien¡±, se?ala S¨¢ez. ¡°Para los escritores es un editor; para los artistas, un galerista, etc.¡±.
Despu¨¦s de su poemario Nevada (Renacimiento), publicado en 2000, al igual que el libro de relatos Mujeres, manzanas (Editora Regional de Extremadura), Rodr¨ªguez debut¨® en la novela al a?o siguiente con Lo improbable (Debate). Con el editor Constantino B¨¦rtolo (uno de los autores que participan en el libro) continu¨® su andadura en el sello Caballo de Troya, donde public¨® en 2005 Unas vacaciones baratas en la miseria de los dem¨¢s, primera pieza del ciclo autobiogr¨¢fico titulado Piezas de resistencia. Despu¨¦s llegaron otras obras: Ninguna necesidad (Literatura Random House, 2006), Cultivos (Literatura Random House, 2008) o el recopilatorio Novelas (2001-2015) (Debolsillo, 2015). ?Qu¨¦ importancia ten¨ªa la escritura para el propio Rodr¨ªguez, dentro de su estructura vital? ¡°Estoy convencido de que la literatura era su base de operaciones¡±, dice S¨¢ez, ¡°la escritura era fundamental, pero tambi¨¦n la lectura: fue el lector m¨¢s l¨²cido que he conocido. Y lo que escrib¨ªa era un desdoblamiento de lo que le¨ªa¡±.
La literatura de Juli¨¢n Rodr¨ªguez, en cuesti¨®n estil¨ªstica, se caracteriz¨® por una exactitud que ten¨ªa mucho de confianza en los lectores, por la sobriedad y la elipsis: trabaj¨® restando m¨¢s que sumando, por eso el proceso de reescritura fue para el autor tan importante. La emoci¨®n, sin aspavientos, se encontraba ah¨ª dentro, como se halla la escultura dentro de la piedra. En cuanto a lo tem¨¢tico, se observan en su obra algunas tensiones que siguen muy vivas hoy en d¨ªa en el campo literario; por ejemplo, las que transitan las borrosas fronteras entre lo que se llama realidad y ficci¨®n.
Al escritor y cr¨ªtico Carlos Pardo lo que m¨¢s le interesa de la producci¨®n de Rodr¨ªguez son precisamente las obras del ciclo Piezas de resistencia. ¡°Son libros publicados en la d¨¦cada de los 2000 que no tienen nada que ver con el panorama literario espa?ol de entonces, pero que ahora nos parecen iniciadores de todo eso que se ha llamado literatura del yo, autoficci¨®n, etc¡ Pero, eso s¨ª, desde una perspectiva mucho m¨¢s rica que entronca con la literatura que reivindic¨® a trav¨¦s de su editorial¡±. Pardo lo considera un adelantado a su ¨¦poca (con lo que ello conlleva de incomprensi¨®n, a la que colaboraba su falta de esp¨ªritu promocional). ¡°En aquellas piezas ya hab¨ªa descubierto los callejones sin salida y las potencialidades de esa forma de escribir, para seguir reinvent¨¢ndose¡±.
Otra de las tensiones de plena actualidad que Rodr¨ªguez ya explor¨® fue la que se da entre el mundo rural y mundo urbano (experiment¨®, como hijo de campesinos, un amor-odio por el campo). Precisamente, para la escritora y cr¨ªtica Marta Sanz, en la escritura del autor, la palabra clave es ¡°desclasamiento¡±: ¡°La cultura como posibilidad de desclasamiento y el desclasamiento como cultura¡±, explica. Seg¨²n lo ve Sanz, Rodr¨ªguez se escapa de sus ra¨ªces a trav¨¦s de la cultura, pero, al mismo tiempo, se rebela contra el desarraigo y el olvido: ¡°Pienso que es un escritor que ni puede ni quiere escapar de su autobiograf¨ªa y yo me siento muy cercana a ¨¦l cuando plantea la proximidad entre la cultura y el cultivo: esa idea de la literatura como trabajo, siembra, alimentaci¨®n. Cada palabra le¨ªda como una sustancia que se metaboliza (o que te envenena). La responsabilidad de lo que te echas a la boca o de lo que ofreces a los dem¨¢s que, al final, calcifica en una escritura reflexiva y atenta¡±.
En la obra de Rodr¨ªguez se encuentran algunas tensiones que siguen vivas en el campo literario, por ejemplo, las referentes a la autoficci¨®n o a la relaci¨®n entre el mundo urbano y el mundo rural¡±
Tal vez la escritura m¨¢s particular de Rodr¨ªguez fue la que practic¨® en internet, dentro de la red social Facebook. Ah¨ª iba dejando una suerte de diario en el que relataba sus vivencias cotidianas en la sierra de Segovia, donde se escapaba los fines de semana y donde le encontr¨® la muerte mientras le¨ªa el manuscrito de Enciclopedia B/S, de Jos¨¦ Emilio Buruc¨²a, para publicar en Perif¨¦rica. Un contraste t¨ªpico de los de su figura: compartir aquellos escritos que ol¨ªan a tierra y a fuego en el et¨¦reo espacio de la red social. Sus paseos con su fiel perra Zama, sus audiciones de m¨²sica cl¨¢sica, sus escogidas lecturas, el encender de la hoguera o las peque?as an¨¦cdotas con los vecinos del pueblo o el fontanero que acud¨ªa a su casa. Los textos fueron recogidos en el libro Diario de un editor con perro (Editora Regional de Extremadura), bajo la edici¨®n del poeta Mart¨ªn L¨®pez-Vega, director del Gabinete de Direcci¨®n del Instituto Cervantes. Otro contraste: su intensa conexi¨®n con el campo, pero su tambi¨¦n intensa vida urbanita, ya fuera dinamizando su C¨¢ceres natal o pululando por el madrile?o Lavapi¨¦s, donde ten¨ªa sede su editorial y su galer¨ªa y por donde era f¨¢cil verle pasear, como siempre, vestido de riguroso negro.
¡°Juli¨¢n fue tantas cosas que fue escritor menos tiempo del que a todos nos hubiera gustado; por eso su obra es relativamente breve¡±, dice L¨®pez-Vega, quien destaca en el autor su igual atenci¨®n a la ¨¦tica y a la est¨¦tica, el ser un vanguardista en la forma, pero un cl¨¢sico en el fondo. ¡°Es de esos autores que uno piensa que necesitar¨¢n un poco m¨¢s de tiempo para ser entendidos, porque explican nuestro tiempo como pocos, y los dem¨¢s necesitaremos m¨¢s distancia para entenderlo tan bien como ¨¦l lo hizo¡±, a?ade.
El volumen finaliza con una cronolog¨ªa de la vida de Rodr¨ªguez elaborada por su hermano Javier Rodr¨ªguez Marcos (periodista de EL PA?S), donde se revelan algunos detalles curiosos: recuerda sus primeros pasos editoriales, en un fanzine hecho a base de rotring y fotocopias titulado Bulevar, sus peripecias abriendo caf¨¦s-concierto y restaurantes en C¨¢ceres, los novillos en el instituto para ir a leer en la biblioteca p¨²blica o que hubo un tiempo muy lejano, a mediados de los ochenta, en el que su m¨²sica de cabecera era el heavy metal.
Babelia
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