¡®Mant¨ªcora¡¯: Turbio retrato de un hombre acorralado por sus demonios sexuales
Carlos Vermut y el actor Nacho S¨¢nchez sacan adelante una pel¨ªcula pulcra en la superficie, inc¨®moda en su interior
El t¨ªtulo, Mant¨ªcora, es inequ¨ªvoco: esta pel¨ªcula habla del mal. El monstruo, ese Frankenstein mitol¨®gico con cabeza de hombre y cuerpo de bestia, tiene aqu¨ª los ojos desorbitados de un joven cualquiera, un creador de videojuegos solitario que un d¨ªa descubre aterrado la transformaci¨®n de su naturaleza sexual. El cuarto largometraje de Carlos Vermut es un valiente acercamiento a un hombre acorralado por una patolog¨ªa innombrable. Sobria y pulcra en la superficie, inc¨®moda y turbia en su interior, nos sit¨²a en la mirada de un ser enfrentado a un proceso infernal.
Una de las pel¨ªculas m¨¢s importantes del cine espa?ol, De Nens, de Joaquim Jord¨¤, giraba en torno al juicio y el opaco caso de una supuesta red de pedofilia en el barrio chino de Barcelona. Se estren¨® en 2003 y por casualidad coincidi¨® en la cartelera con otro documental, el estadounidense Capturing The Friedmans, que tambi¨¦n indagaba en los claroscuros de otro caso muy medi¨¢tico. El impacto de ambas pel¨ªculas en el espectador era profundo, muy pocos se atreven con historias as¨ª, y menos intentan comprender o humanizar al monstruo.
Mant¨ªcora es en ese mismo sentido una pel¨ªcula a contracorriente, que desde la ficci¨®n osa moverse entre los grises de un terreno muy pantanoso para preguntarse por el lado m¨¢s oscuro de la naturaleza humana sin escudarse en las herencias recibidas o los traumas hist¨®ricos, como hace el cineasta austriaco Ulrich Seidl en la pol¨¦mica Sparta, estrenada tambi¨¦n este a?o. Vermut apela al g¨¦nero cl¨¢sico de terror desde un lugar mental y as¨¦ptico, en el que la metamorfosis del hombre en monstruo ocurre fuera de campo, en la cabeza del espectador y en el interior de un personaje cuyo abismo emerge gracias a un actor capaz de asumir el reto. Nacho S¨¢nchez encarna esa l¨²gubre transformaci¨®n interior a trav¨¦s de su cuerpo y, sobre todo, de su mirada. Unos ojos omnipresentes, estupefactos y saltones que parecen evocar a los de Peter Lorre en M, el vampiro de Dusseldorf, cumbre del expresionismo alem¨¢n.
En su retrato de un personaje enfermo y acosado por su fuero interno, Vermut lo presenta como un dise?ador especialista en ¡°monstruos y bichos raros¡± en cuya huida hacia adelante se cruza con una chica con aire de ni?o e instinto de enfermera. Desagradable en todo su acercamiento a la vida emocional y sexual de sus protagonistas, Mant¨ªcora est¨¢ atravesada por el concepto mismo de lo monstruoso: de las pinturas negras de Goya a las nuevas criaturas del videojuego y el metaverso. En un momento, Vermut hace decir a su protagonista que, en realidad, nadie sabe c¨®mo es ¡°un monstruo, un alien o un demonio¡±, para acabar logrando que un cuerpo suspendido en el vac¨ªo de unas gafas de realidad virtual sea la encarnaci¨®n de su espantosa y desgraciada criatura.
Mant¨ªcora
Dirección: Carlos Vermut.
Intérpretes: Nacho Sánchez, Zoe Stein, Catalina Sopelana, Javier Lago.
Género: drama. España, 2022.
Duración: 115 minutos.
Estreno: 9 de diciembre.
Babelia
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