Bastien Viv¨¨s, el prodigio del c¨®mic franc¨¦s denunciado por apolog¨ªa del abuso infantil
La anulaci¨®n de la exposici¨®n del autor de ¡®El sabor del cloro¡¯ en el festival de Angulema enciende el debate sobre los l¨ªmites de la libertad art¨ªstica
Bastien Viv¨¨s (Par¨ªs, 38 a?os) es uno de los m¨¢s brillantes autores del c¨®mic franc¨¦s actual, un artista mimado por la cr¨ªtica y el p¨²blico cuyos ¨¢lbumes ¡ªhistorias intimistas, sutiles y cotidianas aptas para todos los p¨²blicos¡ª se exponen en las vitrinas de las librer¨ªas y merecen la atenci¨®n de los medios generalistas. El m¨¢s reciente en Francia, ?ltimo fin de semana de enero, es una demostraci¨®n de su particular sensibilidad narrativa y po¨¦tica, un ?ric Rohmer de la historieta.
Pero hay otro Viv¨¨s menos conocido, y no tan digerible. Transgresor, dir¨¢n sus mayores fans, o gamberro; simplemente inaceptable, incluso peligroso, seg¨²n sus detractores. Es el autor de c¨®mics er¨®ticos y pornogr¨¢ficos que en ocasiones han puesto en escena a menores de edad. Es alguien que, en el pasado, en redes sociales, foros de internet y entrevistas, ha practicado el acoso m¨¢s agresivo online, y ha confesado fantas¨ªas con menores, aunque nunca haya sido denunciado ni menos condenado por acoso ni violaci¨®n en la vida real.
En poco m¨¢s de una semana, Viv¨¨s se ha visto proyectado en el centro del torbellino que sacude al mundo del c¨®mic. El festival de Angulema, el m¨¢s importante del sector, ha anulado la exposici¨®n que iba a consagrarlo en su pr¨®xima edici¨®n, a finales de enero. Una asociaci¨®n de protecci¨®n de la infancia lo ha denunciado ante la justicia por ¡°difusi¨®n de im¨¢genes pedo-pornogr¨¢ficas¡±.
Las im¨¢genes que le echan en cara se circunscriben al ¨¢mbito de la imaginaci¨®n, pero los denunciantes creen que son punibles. En Francia, el C¨®digo Penal condena con cinco a?os de prisi¨®n y 75.000 euros de multa ¡°el hecho de fijar, grabar o retransmitir la imagen o la representaci¨®n de un menor, con vistas a su difusi¨®n, cuando esta imagen o representaci¨®n presenta un car¨¢cter pornogr¨¢fico¡±.
En el caso Viv¨¨s confluyen debates que han marcado la cultura francesa en los ¨²ltimos a?os. Por un lado, est¨¢n las denuncias, algunas formuladas en libros escritos por v¨ªctimas, de abusos a menores en las que los perpetradores eran personas conocidas en el Par¨ªs intelectual y pol¨ªtico, como el constitucionalista Olivier Duhamel o el escritor Gabriel Matzneff. Por otro lado, la discusi¨®n sobre la libertad de expresi¨®n y art¨ªstica, que aflor¨® con los atentados islamistas contra Charlie Hebdo por publicar caricaturas de Mahoma o con todas las peleas en torno a la llamada cultura de la cancelaci¨®n.
¡°Nadie sab¨ªa cu¨¢l iba a ser el contenido de la exposici¨®n¡±, lamenta Richard Malka, abogado de Charlie Hebdo y guionista de c¨®mics. ¡°Se trataba de exponer una obra, nada tiene que ver con sus dibujos m¨¢s pol¨¦micos, dibujos que todo autor de c¨®mics ha hecho un d¨ªa u otro, de una manera y otra¡±.
Todo empez¨® con el anuncio, hace unas semanas, de la exposici¨®n del autor de las aclamadas El sabor del cloro y Una hermana en Angulema. Para unos, la exposici¨®n representaba una merecida consagraci¨®n. Para otros, no solo se trataba de una ofensa para las v¨ªctimas de la pederastia, sino de una promoci¨®n de la cultura de la violaci¨®n, como sostienen decenas de autores, editores y militantes en un manifiesto titulado Las razones de la c¨®lera.
La petici¨®n para retirar la muestra se puso en marcha el d¨ªa 8 y recogi¨® 110.000 firmas. Una destacada diputada del partido de extrema derecha Reagrupamiento Nacional, Caroline Parmentier, tambi¨¦n exigi¨® la prohibici¨®n. El d¨ªa 14, el festival de Angulema anunci¨® que la anulaba refiri¨¦ndose a ¡°amenazas f¨ªsicas¡± a Viv¨¨s. El 20, se conoc¨ªa la primera denuncia por supuesta vulneraci¨®n de la ley.
Arnaud Gallais, v¨ªctima de abusos incestuosos en su infancia, cofundador del colectivo BeBraveFrance e iniciador de la petici¨®n en internet para anular la exposici¨®n de Viv¨¨s, afirma: ¡°Los dibujos son abominables. Dicen que es caricatura, pero parecen ni?os de manera clara, y se ven cosas inimaginables, guiones totalmente locos que ponen en escena relaciones sexuales. Pero adem¨¢s est¨¢n sus declaraciones¡±. Y subraya: ¡°Toda obra pedo-porno-criminal est¨¢ prohibida en Francia. No hay discusi¨®n posible. Hay que aplicar la ley. Hoy la [cadena de librer¨ªas] FNAC, Amazon y los editores de Bastien Viv¨¨s est¨¢n fuera de la ley¡±.
Est¨¢n en cuesti¨®n ¡ªentre una obra de casi medio centenar de libros publicados, entre otras editoriales, por Casterman y Dargaud¡ª un par de ¨¢lbumes. Uno es Peque?o Paul, protagonizado por un ni?o de 10 a?os cuyo enorme pene despierta el apetito de las mujeres de su entorno. Otro es La descarga mental, en el que unos padres invitan a un adulto a mantener relaciones sexuales con sus hijas.
A Viv¨¨s se le han recordado, estos d¨ªas, los ataques en las redes sociales que en 2017 lanz¨® contra la autora de c¨®mics feminista Emma. ¡°Me gustar¨ªa que uno de sus hijos fuese apu?alado¡±, escribi¨®. Despu¨¦s retir¨® los mensajes. En una entrevista ese mismo a?o, declar¨®: ¡°El incesto me excita a tope. No el de la verdadera vida, sino narrado, lo encuentro genial¡±.
Tambi¨¦n han salido a flote las intervenciones de Viv¨¨s en un foro de c¨®mics cuando ten¨ªa 20 a?os y en las que dec¨ªa: ¡°A veces me atraen las ni?as de 10 o 12... Y me digo ¡®Mierda, soy un ped¨®filo¡¯... Por supuesto, no hago nada¡±.
Durante la pol¨¦mica, Viv¨¨s enton¨® un mea culpa en Instagram. ¡°Condeno la pedo-criminalidad, as¨ª como su apolog¨ªa y banalizaci¨®n¡±, escribi¨®. Defendi¨® que sus c¨®mics pornogr¨¢ficos ¡°se inscriben en un g¨¦nero burlesco-humor¨ªstico¡±. ¡°Hoy me doy cuenta¡±, a?adi¨®, ¡°de que, m¨¢s all¨¢ de mis obras, son sobre todo mis palabras las que han chocado, a partir de ahora prestar¨¦ la mayor atenci¨®n cuando me exprese en p¨²blico o en los medios¡±.
Hay una cuesti¨®n de fondo habitual en estas pol¨¦micas. ?Puede separarse el hombre del artista y su obra? ?Y, como sucede con Viv¨¨s, puede separarse su obra m¨¢s popular de la minoritaria controvertida? El caso pone sobre la mesa, asimismo, la imagen del c¨®mic como un mundo muy masculino, mundo que retrata Viv¨¨s en ?ltimo fin de semana de enero, precisamente ambientado en Angulema.
Pocos en el gremio se han desmarcado de las cr¨ªticas a Viv¨¨s. Jean-Marc Rochette es uno de ellos. El autor de libros de culto como Rompenieves o El Lobo, est¨¢ indignado por la propuesta del manifiesto Las razones de la c¨®lera de introducir en Angulema un manual que garantice que el festival se desarrolle ¡°en el respeto del derecho de las personas minorizadas, as¨ª como en la igualdad de sus representaciones¡±.
¡°Yo a esto lo llamo vigilancia de la edici¨®n por parte de comisarios pol¨ªticos¡±, ha escrito Rochette en Facebook. ¡°Me mantendr¨¦ lo m¨¢s alejado posible de un ambiente en el que estas ideas pueden germinar¡±. Y concluye anunciando que deja el c¨®mic: ¡°A partir de ahora me consagrar¨¦ a la escultura y a la pintura¡±.
Otra que se ha desmarcado es Coco, superviviente del atentado de Charlie Hebdo. Public¨® una vi?eta en Instagram en la que se ve¨ªa a Viv¨¨s dibujando y a una mujer grit¨¢ndole que es un ped¨®filo. Mientras tanto, un sacerdote y otro hombre acosan realmente al hijo de la mujer sin que esta, pendiente de Viv¨¨s, haga el menor caso. En un mensaje bajo el dibujo, Coco reclamaba: ¡°?Derecho al mal gusto y a la exageraci¨®n!¡±.
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