Benet Casablancas muestra credenciales con un concierto convincente

Excelente inicio de la residencia del compositor Benet Casablancas el pasado lunes en el Centro Nacional de Difusi¨®n Musical (CNDM), presenciado en el Auditorio 400 del Museo Reina Sof¨ªa (Madrid) y de la mano del Grupo Modus Novus. Casablancas, nacido en Sabadell en 1956, es uno de los compositores catalanes m¨¢s s¨®lidos de su generaci¨®n. Y decir Catalu?a no es solo se?alar uno de los grandes polos art¨ªsticos de Espa?a y aun de Europa, es tambi¨¦n una suerte de firma que se caracteriza, adem¨¢s de su solvencia y rigor, por una tradici¨®n de la modernidad que, en lo musical, atraviesa el siglo XX con ra¨ªces en Schoenberg, que residi¨® all¨ª tres a?os, en los treinta, y que continu¨® fertilizando un territorio que ha tenido singulares ramificaciones. Es por ello que, en Barcelona, creaci¨®n y pedagog¨ªa han tejido una s¨®lida alianza que Casablancas ha mantenido con maestr¨ªa y tes¨®n desde el Conservatorio del Liceu, al que le ha dedicado buena parte de sus afanes.

En esta residencia del CNDM, el concierto de ayer, lunes, presentaba una carta de visita homog¨¦nea, tres obras de la d¨¦cada pasada, el Homenaje a Montsalvatge de 2012, el dedicado a Cees Nooteboom, 2014, y el centrado en la figura de Granados, 2016. Obviamente, tambi¨¦n est¨¢n atravesadas estas obras por los homenajes. Pero hay m¨¢s, la homogeneidad de las plantillas instrumentales, en breve, el quinteto de cuerda, el tr¨ªo o cuarteto de viento y el piano y el arpa, brindaban una sensaci¨®n de continuidad muy estimable. Como es de suponer, la obra de Casablancas abarca mucho m¨¢s en tiempo y forma, pero esta primera entrega ha proporcionado un retrato muy atractivo.

Casablancas posee una gram¨¢tica musical refinad¨ªsima y una ret¨®rica quiz¨¢ m¨¢s conservadora, pero se ha ganado un territorio propio que le permite realizar obras de gran personalidad y de no poco atractivo sonoro. As¨ª lo capt¨® el p¨²blico de este concierto, que agradeci¨® con aplausos abundantes esta cata de la m¨²sica del de Sabadell.

Pero, el concierto ten¨ªa una apertura digna de atenci¨®n, el homenaje (otro) a T. S. Eliot de la compositora rusa Sofia Gubaidulina. Obra soberbia que muestra el rinc¨®n del alma de esta grande del siglo XX. ?Qu¨¦ grato es escuchar a Gubaidulina!, quien, pese a su fama (fue Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA en 2017), no se prodiga como debiera en nuestras temporadas. En este Hommage ¨¤ T.S. Eliot, los versos del brit¨¢nico, nacido americano, sonaron en la voz de la delicada soprano Carmen Gurriar¨¢n, poseedora de una voz brillante y bien formada, pero que, quiz¨¢s, carezca de la fuerza en los graves que esta obra parece exigir; a cambio, la extensi¨®n de su registro permiti¨® degustar esta obra con serena atenci¨®n.

El Grupo Modus Novus, compuesto por excelentes profesores de orquestas como la de RTVE, alcanz¨® buenos niveles interpretativos, muy superiores a los que hasta no hace mucho escapaban a los recursos o ganas de grupos derivados de orquestas. Destac¨® el quinteto de cuerda, bien atento al magisterio del violinista David Mata. Pero, en general, muy bien concertado todo por la batuta, la mano, m¨¢s bien, del afanoso director Santiago Serrate.

El resultado global ha sido una sesi¨®n tan agradecida a la escucha como a los que est¨¢n m¨¢s atentos a criterios de coherencia en un concierto de m¨²sica reciente. Buen augurio para la residencia de Benet Casablancas, que invita a seguirle en las pr¨®ximas apariciones de la presente temporada.