H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse, premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2023
La gran historiadora de Rusia y la URSS ha incorporado al frente de la Academia Francesa al escritor en lengua espa?ola Mario Vargas Llosa
La historiadora H¨¦l¨¨ne Carr¨¨re d¡¯Encausse (Par¨ªs, 93 a?os), que al frente de la Academia Francesa ha combatido el lenguaje inclusivo y ha incorporado a Mario Vargas Llosa, gan¨® este mi¨¦rcoles el Premio Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales. El galard¨®n consagra una carrera dedicada a la historia de Rusia y de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y a la defensa de la lengua y la cultura francesas. Hace dos a?os su hijo, el escritor Emmanuel Carr¨¨re, obtuvo el mismo premio pero en la categor¨ªa de las Letras.
¡°Me emociona particularmente porque soy especialmente sensible a todo lo que es espa?ol¡±, ha declarado Carr¨¨re d¡¯Encausse por tel¨¦fono a EL PA?S tras conocer la noticia del galard¨®n, que se entregar¨¢ en octubre en la tradicional ceremonia en Oviedo. ¡°Como la cultura rusa, la cultura espa?ola est¨¢ marcada por una aspiraci¨®n a la trascendencia, una espiritualidad profunda. Son culturas que elevan. Hay un esp¨ªritu que sopla en Espa?a y que me resulta familiar. Veo las afinidades con la cultura de Dostoievski, de G¨®gol, de Ch¨¦jov. Es esta propensi¨®n a elevarse por encima de s¨ª mismo, no es un pa¨ªs bajamente materialista, y es algo que encontramos tambi¨¦n en la literatura rusa¡±.
Autora de libros de referencia, como L¡¯Empire ¨¦clat¨¦, de 1978 (el imperio en pedazos), en el que con 13 a?os de antelaci¨®n anticip¨® la ca¨ªda de la URSS, a Carr¨¨re d¡¯Encausse se le ha reprochado haber sido complaciente durante a?os con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin, posici¨®n que rectific¨® tras la invasi¨®n de Ucrania en febrero de 2022. En la Academia, fundada por Richelieu en el siglo XVII y que ella dirige desde el a?o 2000, ocupa el cargo de secretaria perpetua, aunque se hace llamar ¡°secretario perpetuo¡±, pues considera que el g¨¦nero de una funci¨®n, como embajador tambi¨¦n, debe ser invariable, sea hombre o mujer quien lo ocupe.
La escritura inclusiva, ha dicho este mi¨¦rcoles, ¡°es algo secundario, acabar¨¢ por desaparecer¡±. ¡°Son efectos de moda impulsados por minor¨ªas¡±, sostiene. Sobre la revisi¨®n de obras literarias del pasado para adaptarlas al lenguaje actual, opina: ¡°Es est¨²pido. No hay que tocar a las obras maestras. Es como si decidi¨¦semos rehacer El entierro del conde de Orgaz porque en vez de enterrar queremos una cremaci¨®n. No soy retr¨®grada, no estoy en contra de los cambios, pero no hay que cambiar por cambiar. Hay algo que existe: el patrimonio, lo que los siglos nos han aportado. ?Vamos a reescribir la Odisea porque Ulises era un macho y nos molesta que su mujer lo haya estado esperando?¡±.
El acta del jurado, presidido por el soci¨®logo Emilio Lamo de Espinosa, destaca a Carr¨¨re como ¡°una de las personalidades m¨¢s brillantes, originales y distinguidas de la historiograf¨ªa francesa y del pensamiento europeo contempor¨¢neo¡±. Carr¨¨re d¡¯Encausse, hija de un georgiano y una rusa, se llamaba al nacer H¨¦l¨¨ne Zourabichvili; Carr¨¨re d¡¯Encausse es el apellido de su marido. Hasta los cuatro a?os no habl¨® una palabra de franc¨¦s, seg¨²n cont¨® Emmanuel Carr¨¨re en Una novela rusa, libro que tens¨® la relaci¨®n entre madre e hijo al desvelar secretos de familia.
Eurodiputada por la derecha francesa en los noventa y primera mujer en ocupar el cargo al frente de la Academia, Carr¨¨re d¡¯Encausse ha preservado las tradiciones de la instituci¨®n. Al mismo tiempo, la ha abierto el mundo, como lo prueba el ingreso en febrero de Vargas Llosa, primer inmortal (as¨ª se llaman los acad¨¦micos) que no ha escrito una l¨ªnea en franc¨¦s. ¡°Ha ayudado a la cultura francesa m¨¢s que muchos escritores franceses¡±, declar¨® entonces en referencia al autor de La ciudad y los perros.
Al ser Carr¨¨re d¡¯Encausse un referente en los estudios sobre Rusia y la URSS, su posici¨®n en esta cuesti¨®n ha sido bastante representativa de la de las ¨¦lites intelectuales y pol¨ªticas francesas en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Tras acceder al poder en 2000, el presidente ruso la convoc¨® en el Kremlin y hablaron dos horas, cara a cara. En los a?os posteriores, particip¨® durante unos a?os en el Club Valdai, un foro de di¨¢logo creado por iniciativa de Putin y en el que este participaba.
Cuando se le pregunta sobre las acusaciones de complacencia con la Rusia de Putin hasta la invasi¨®n de 2022, responde: ¡°Si uno intenta explicar, le dicen: ¡®Ah, es usted putin¨®filo¡¯. Pues yo, en consciencia, prefiero explicar¡±. Y a?ade: ¡°El trabajo del historiador, del cient¨ªfico, no es amar o detestar, sino intentar comprender¡±. ?C¨®mo terminar la guerra? ¡°Me hace una pregunta a la que no puedo responder. Creo que hay que salir de esta guerra. Pienso que es una idea que se impone cada vez m¨¢s, aunque la gente no se atreva a decirlo¡±.
En otro momento de la conversaci¨®n afirma: ¡°El drama para Rusia es tener a Putin, un tipo que entre 1990, cuando abandona Alemania [donde trabaj¨® como funcionario del KGB], y los primeros a?os de su presidencia [a principios de la primera d¨¦cada del siglo], intent¨® adaptarse al mundo, cambiar, y se comportaba m¨¢s o menos con normalidad¡±. Pero evolucion¨®, dice, ¡°y volvi¨® a lo que era, un hombre formado por los servicios de seguridad, sin escr¨²pulos. Y es un drama para su pa¨ªs¡±. Concluye la autora del libro al que se atribuye haber anticipado el fin de la URSS: ¡°Estoy convencida de que esto es el fin de Putin. ?C¨®mo ocurrir¨¢? No leo los posos del caf¨¦, no predigo el futuro¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.