¡®La gran juventud¡¯: el veneno del teatro en una juventud que se escapa entre los dedos (y los egos)

Intensos, vulnerables, valientes, rotundos, insoportables, audaces, creativos, desesperados, ¨²nicos. Los int¨¦rpretes, personalidades especiales, vidas especiales, tienen un oficio y un arte incomparable. Son ellos, son otros; son otros buscando en ellos; son ellos buscando en otros. ¡°A esto que de tal forma despierta mi entusiasmo lo llamamos genio, talento, inspiraci¨®n, subconsciente, intuici¨®n. Y, sin embargo, no puedo decirles en qu¨¦ parte de nosotros est¨¢n situados. Pero los presiento en los dem¨¢s, a veces incluso en m¨ª mismo¡±, escribi¨® Konstant¨ªn Stanislavski en La construcci¨®n del personaje.

La actriz, guionista y directora Valeria Bruni Tedeschi se ha adentrado en la m¨¦dula de los actores y actrices teatrales que aspiran a ese genio, y en el recuerdo de s¨ª misma, cuando a finales de los a?os ochenta fue alumna de la prestigiosa escuela de interpretaci¨®n de Patrice Ch¨¦reau ¡ªtambi¨¦n director teatral, de ¨®pera y cine¡ª y Pierre Romans en el Th¨¦?tre des Amandiers de Nanterre. El resultado es La gran juventud, como sus anteriores pel¨ªculas (Es m¨¢s f¨¢cil para un camello¡­, Actrices, Un castillo en Italia, La casa de verano), en la senda de la autoficci¨®n. Historias rabiosas y lacerantes, desesperadas, imp¨²dicas y quiz¨¢ desequilibradas, pero tambi¨¦n sinceras y ¨²nicas. Como los actores y actrices.

La italiana, adem¨¢s de galvanizar su propio interior y hasta su propio ego, que lo tiene, y desbordante, por medio del personaje que interpreta la excelente Nadia Tereszkiewicz, C¨¦sar a la mejor actriz revelaci¨®n, se mira en dos maestros, Bob Fosse y John Cassavetes, para retratar la volc¨¢nica construcci¨®n de una pieza art¨ªstica, en este caso un montaje teatral de Plat¨®nov, pieza escrita a los 17 a?os por Ant¨®n Ch¨¦jov, y que comparte subtexto principal con la pel¨ªcula de Bruni: la juventud que se escapa. As¨ª, el primer trecho de la historia tiene no pocos paralelismos con el arco de selecci¨®n interpretativa de All That Jazz (Empieza el espect¨¢culo), y la parte final del recorrido, con la sin par Noche de estreno. E incluso comparte con esta ¨²ltima, una de las obras maestras de Cassavetes, el tipo de fotograf¨ªa, de textura y de puesta en escena: de colores saturados, ¨¢spero con leve grano, y con c¨¢mara al hombro ¨¢gil, aguerrida y encolerizada, cargada de primer¨ªsimos planos dolientes.

Las pruebas iniciales con fondo negro, impactantes, en las que cine y teatro se dan la mano con limpieza, pureza y crudeza, dan paso a la ilustraci¨®n de los talleres dirigidos por Romans, a las maravillosas reacciones en directo de los que escuchan y sienten el trabajo de sus compa?eros de fatigas e ilusi¨®n. El tono fren¨¦tico nunca se calma, e incluso puede llegar a enervar en la parte final, cuando la pel¨ªcula, m¨¢s que nerviosa, se vuelve un tanto hist¨¦rica tras demasiadas secuencias guiadas por las m¨²sicas, como peque?as conjunciones visuales, interpretativas y sonoras que conmueven las primeras veces, pero pueden acabar agotando por reiteraci¨®n. El trabajo de Bruni es atractivo y voraz, de explosividad juvenil, conformado a partir de momentos m¨¢s que de un relato, una narraci¨®n cl¨¢sica y un desarrollo de personajes. Y contiene un ambiguo retrato de Ch¨¦reau, al que interpreta un Louis Garrel ubicuo (tiene otros tres t¨ªtulos en cartelera: Scarlet, El inocente y Los tres mosqueteros), y al que quiz¨¢ le costara entrar dentro de los par¨¢metros contempor¨¢neos de admisi¨®n moral.

Pel¨ªcula de amor al cine y a las tablas, con las drogas duras, el sexo y el sida no ya como fondo sino como uno de sus ejes, en torno a un personaje inspirado en Thierry Ravel, fallecido de sobredosis a los 28 a?os, La gran juventud es el apasionado recuerdo de una mujer que acab¨® triunfando y hoy es una estrella. Pero que se code¨® tambi¨¦n con los que fracasaron en el intento y acabaron poniendo caf¨¦s en el bar del teatro para estar cerca de sus ¨ªdolos. A medio camino entre la ¨²ltima tentativa y la autoflagelaci¨®n.