Luis Merino, exdirector de ¡®Los 40 Principales¡¯: ¡°Si no conoces a Pink Floyd, la m¨²sica prefabricada de ahora te debe parecer fant¨¢stica¡±
Fue uno de los hombres m¨¢s poderosos de la m¨²sica espa?ola. Cuenta su historia en un libro mientras sigue coleccionando objetos de sus amados The Beatles
Durante muchos a?os fue uno de los hombres m¨¢s poderosos de la m¨²sica espa?ola. Primero como subdirector de Los 40 Principales (hoy Los40), luego como director y posteriormente como responsable de las radios musicales del grupo Prisa. Luis Merino (Zaragoza, 69 a?os) abre la puerta de su casa del centro de Madrid y el visitante parece entrar en un museo de objetos relacionados con la m¨²sica rock y pop. El famoso bajo H?fner firmado por Paul McCartney, un contrabajo de Sting con la estampa del l¨ªder de The Police, una guitarra que perteneci¨® a Eric Clapton¡ Su debilidad son The Beatles, de los que acumula 4.000 objetos. ¡°S¨ª, estoy muy arriba en la lista de los mayores coleccionistas de The Beatles¡±, confirma. Se acaba de editar un libro (escrito por Tudi Mart¨ªn) donde se cuenta una carrera que se extiende durante cinco d¨¦cadas de amor por la m¨²sica y por la radio, Cuando la m¨²sica era redonda (S¨ªlex Ediciones). Hoy, ya jubilado, habla con la libertad de quien no se siente atado por compromisos, y solo se gu¨ªa por su amor a la m¨²sica.
Pregunta. Como persona m¨¢s importante de la m¨²sica en Espa?a durante a?os me imagino que tendr¨¢ muchos pu?ales clavados en la espalda.
Respuesta. Bueno, alguno. Pero en cuanto te van conociendo saben que tienes un reglamento de juego, que es: tu oyente y tu empresa, por este orden. Los pu?ales son m¨¢s de los preliminares. Cuando la gente entiende tu m¨¦todo de juego empiezan a desaparecer.
P. Dicen que hubo unos a?os (sobre todo los ochenta y los noventa) en los que si un grupo o un solista no sonaba en Los 40 Principales no exist¨ªa.
R. S¨ª, fue as¨ª. El ecosistema que hubo al principio era muy productivo. Radio 3 trabajaba mucho los grupos cuando eran peque?os. Cuando yo ve¨ªa que uno crec¨ªa, lo cog¨ªa y lo met¨ªa en 40. Un ejemplo claro es Radio Futura, que pas¨® de vender 15.000 ejemplares a 300.000. Radio 3 era el semillero. Con la llegada de la discogr¨¢fica Dro es cuando 40 empieza a entrar directamente en el nacimiento de los artistas.
P. Usted siempre ha defendido que la comercialidad es positiva para la m¨²sica.
R. Ser bueno es muy dif¨ªcil, pero ser bueno y comercial es mucho m¨¢s dif¨ªcil. Conseguir que 500.000 personas se compren algo es muy complicado. Para m¨ª eso tiene mucho m¨¢s m¨¦rito que le gustes a 17. Yo buscaba, dentro de los que venden 17, su capacidad para llegar a m¨¢s gente, porque si no tu emisora ser¨¢ minoritaria, que cumplir¨¢ su funci¨®n ?eh?, pero desde un punto de vista industrial no vale. El caso claro es Alejandro Sanz y su disco M¨¢s. Un poeta haciendo un gran disco que vende dos millones de ejemplares. Dos millones de personas nunca se equivocan.
P. ?Eran las compa?¨ªas de discos las que decid¨ªan qu¨¦ ten¨ªa que sonar en Los 40?
R. En absoluto. Las compa?¨ªas no son tontas y cuando tienen un artista quieren que le guste a mucha gente, intenci¨®n que tambi¨¦n tiene la cadena de radio. Hab¨ªa muchos grados de coincidencia, pero yo cuando no he visto un disco nunca lo he puesto. As¨ª de claro. Era mi criterio. Y he tenido amenazas.
P. ?Cu¨¢ntas veces han entrado en su despacho y le han intentado comprar?
R. No muchas, porque ya sab¨ªan que no val¨ªa de nada. He devuelto regalos muy importantes. No admit¨ªa un regalo que me comprometiera a nada. Pero yo hac¨ªa negocio: yo te programo un disco, pero cuando hagas tu plan de marketing metes dinero en publicidad en nuestra emisora. Si crees en m¨ª promocionalmente, en marketing tambi¨¦n debes creer.
P. ?C¨®mo sab¨ªa que una canci¨®n pod¨ªa funcionar?
R. Porque est¨¢s acostumbrado a o¨ªrlo todo y tu cerebro lo analiza. Tenemos dentro un entramado donde analizas la producci¨®n, la melod¨ªa, la letra¡ Y tienes la imagen de tu oyente. En resumen, es mucho oficio y mucho estudio.
P. ?C¨®mo ve ahora al oyente de m¨²sica?
R. Hemos entrado en un momento en el que la gente no disfruta, consume. La m¨²sica de ahora es prefabricada. Primero le pones una capa de chaca-chaca, luego otra, perreas un poco, y ya tienes hecha la canci¨®n.
P. No parece que le guste el reguet¨®n¡
R. No lo entiendo. No distingo una cosa de otra. Me parece todo un magma. Y con la edad que tengo prefiero disfrutar de cosas que son nuevas y me gustan, o de las viejas que me siguen gustando.
P. Aqu¨ª su teor¨ªa se viene abajo: el reguet¨®n le gusta a mucha gente, no puede haber millones de personas equivocadas.
R. Correcto. Ah¨ª me la como. Yo creo que falta una educaci¨®n musical. Si no conoces a los Beatles, a Pink Floyd o a Neil Young, esta m¨²sica prefabricada te debe parecer fant¨¢stica.
P. Ha entrevistado a George Harrison, Eric Clapton, Sting, Mick Jagger, Paul McCartney¡ Es amigo de Elton John.
R. Bueno, los artistas no tienen amigos: tienen relaciones. He comido con Elton John unas 12 veces, he estado en su casa, si voy a un concierto suyo paso a saludarle al camerino¡ Pero eso no significa que sea su amigo. ?Amigos en la m¨²sica? Los tres Mecano, Gloria y Emilio Estefan o Alejandro Sanz. Esos son amigos. Los otros est¨¢n en otro estrato.
P. ?C¨®mo gestionaba usted la noche, las sustancias?
R. Nunca tom¨¦ nada. Ni un porro. He tenido muy claro que la vida de los artistas y la m¨ªa son distintas. La vida de los artistas es generalmente corta y muy intensa; y yo ten¨ªa que trabajar al d¨ªa siguiente. Te puedo contar una an¨¦cdota. Me iba de muchos sitios porque cre¨ªa que se re¨ªan de m¨ª. Y luego me di cuenta de que no se re¨ªan de m¨ª. Lo que pasaba es que no estaba en su onda: se re¨ªan de ellos mismos. Yo me tomaba una copa, para que no digan que no he ido, y luego me marchaba.
P. ?Por qu¨¦ se estrope¨® el negocio de la m¨²sica?
R. El primer tropez¨®n lleg¨® con el intercambio de archivos peer to peer. La pirater¨ªa. Cuando se diluye el soporte, se diluye todo. Me di cuenta de la gravedad cuando un d¨ªa en la calle Gran V¨ªa (Madrid) cont¨¦ 62 puestos en la calle de ¨¢lbumes piratas y solo tres tiendas de discos. Habl¨¦ con un gran mando de la justicia. Y me dijo que me cambiase de sector, porque arreglar todo eso era una soluci¨®n peor. ¡°As¨ª tenemos entretenida a una gente que vive de eso¡±, me dijo.
P. Tambi¨¦n la industria podr¨ªa hacer autocr¨ªtica...
R. Mucha, como la falta de creatividad. La imitaci¨®n no ha tenido sentido. Busca producto original. Pero no: sale Julio Iglesias y se buscan 20 artistas como ¨¦l.
P. Tambi¨¦n existi¨® mucho dispendio por parte de la industria: fiestas, atender los caprichos de estrellas¡
R. Yo he estado en fiestas de las que me he ido, porque me daba verg¨¹enza lo que se estaba gastando all¨ª. Se ganaba tanto dinero que daba igual todo.
P. ?Puede contar alg¨²n dispendio?
R. La mayor¨ªa no, porque me causar¨ªa un disgusto. Puedo contar que a Barbra Streisand le pagaron medio mill¨®n de d¨®lares, de hace muchos a?os, por ir a comer a una convenci¨®n de una discogr¨¢fica. Pero ni comi¨®. Tom¨® un caf¨¦ y se fue. Diez minutos.
P. Defi¨¦ndame la radiof¨®rmula.
R. La radiof¨®rmula bien hecha no tiene ninguna pega, es un modelo de radio. Cuidado, yo no estoy en contra del otro modelo de radio musical, el del m¨¢s personal de DJ. Son complementarios. La radiof¨®rmula es m¨¢s popular y menos de autor, pero llega muy lejos. Pero tiene que estar bien hecha. Hay que ser cr¨ªtico con la radiof¨®rmula mal hecha: sin buenos DJ, sin buenos comunicadores, sin una nueva selecci¨®n y una cosa importante, te tiene que sorprender. Tambi¨¦n te digo que en el lado del autor hay de todo.
P. Usted viaj¨® de la mano de Joaqu¨ªn Luqui. Hicieron entrevistas juntos a estrellas, trabajaron juntos muchos a?os, crecieron como profesionales. Cuenta en el libro que le doli¨® cuando empezaron a prescindir de ¨¦l en Los 40.
R. Joaqu¨ªn Luqui era uno de mis mejores amigos. Una persona muy especial, fr¨¢gil, sensible, con una pasi¨®n por la m¨²sica desbordante. El mejor comunicador musical de este pa¨ªs. Y no se le retir¨® bien. No lo quer¨ªan en la radio y me doli¨® mucho. Fue cuando yo ya no estaba. A ¨¦l le afect¨® mucho en el lado personal.
Babelia
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