La animaci¨®n espa?ola: de las catacumbas a la explosi¨®n de creadores
Una exposici¨®n en la SGAE en Madrid que viajar¨¢ al festival de Sitges y otra en San Sebasti¨¢n dedicada a ¡®El sue?o de la sultana¡¯, el primer largo europeo animado que concursa en el festival donostiarra, ahondan en el pasado y presente de una t¨¦cnica en boga
El acetato de Cleo, una de las ni?as de la familia Teler¨ªn, asoma como un tesoro en una de las salas del Palacio de Longoria de Madrid, la sede de la SGAE. Es una de las centenares de piezas que componen la exposici¨®n ?Animaci¨®n! De Garbancito de la Mancha a Robot Dreams, hasta el 2 de octubre, cuando se trasladar¨¢ al festival de cine de Sitges, que ha colaborado en su creaci¨®n, donde podr¨¢ verse del 6 al 15 de ese mes. A lo largo de las habitaciones luminosas y los pasillos que rodean el patio del palacete se expande la historia de la animaci¨®n espa?ola. Solo una peque?a sala permanece a oscuras, para proteger las piezas: es la destinada a animaci¨®n experimental. All¨ª se ve una peque?a muestra del trabajo de Isabel Herguera, la veterana animadora vasca cuyo El sue?o de la sultana se convertir¨¢, el domingo 24, en la primera pel¨ªcula europea de animaci¨®n que concursa en el festival de San Sebasti¨¢n.
A Herguera est¨¢ dedicada otra exposici¨®n en el centro Tabakalera de San Sebasti¨¢n que explica el proceso de creaci¨®n del filme y que estar¨¢ abierta hasta el 7 de enero de 2024. De repente, pasado y presente de la animaci¨®n espa?ola coinciden para subrayar el buen momento actual por el que pasa este formato, tras d¨¦cadas movi¨¦ndose por las catacumbas de la industria cinematogr¨¢fica, sobreviviendo solo por la obstinada pasi¨®n de sus creadores.
En Madrid, ante los ojos de los visitantes se despliega un viaje en el tiempo. Conformado por piezas originales que ha ido buscando la comisaria de la muestra, Maribel Sausor, responsable del departamento de Actividades Complementarias de la SGAE, entre los herederos de quienes alguna vez se lanzaron a crear en este formato. Por ejemplo, en el rinc¨®n dedicado a Garbancito de la Mancha (1945), el primer largo de animaci¨®n en color europeo, y que se reconstruy¨® gracias a la aparici¨®n de algunos rollos en Nueva York en 2019, refulgen unos dibujos a tinta de su codirector, Arturo Moreno, cedidos por su hija.
La exposici¨®n es prol¨ªfica, con significativas paradas en la obra de pioneros como los estudios Moro (que produjeron numerosas series y anuncios para televisi¨®n, el medio para el que se desarrollaron durante muchos a?os los dibujos animados espa?oles), que fundaron en 1955 los hermanos Jos¨¦ Luis y Santiago Moro. All¨ª nacieron la familia Teler¨ªn, la calabaza Ruperta del concurso Un, dos, tres... o el anuncio de Movierecord. Hay obras de otros genios, como Cruz Delgado, padre de El desv¨¢n de la fantas¨ªa (con dibujos de Jos¨¦ Ram¨®n S¨¢nchez) o de Don Quijote de la Mancha. O de Claudio Biern Boyd (Ruy, el peque?o Cid; D¡¯Artac¨¢n y los tres mosqueperros; La vuelta al mundo de Willy Fog y David, el Gnomo).
En una urna se resguarda el proyector Stuck creado en 1952 por Jos¨¦ Escobar, el dibujante de Zipi y Zape o Carpanta, y que tambi¨¦n se dedic¨® a la animaci¨®n, como muestra el largo recientemente restaurado ?rase una vez... (1950). El paseo llega a Alberto Mielgo, que gan¨® el Oscar con The Windshield Wiper el a?o pasado, y la explosi¨®n de los ¨²ltimos tiempos: desde series para web como C¨¢lico electr¨®nico, hasta largos m¨¢s personales como El lince perdido, O Ap¨®stolo, Black is Beltza o Unicorn Wars, o industriales como Klaus, de Sergio Pablos, o la saga Tadeo Jones, de Enrique Gato. Este a?o, en el festival de San Sebasti¨¢n, junto a El sue?o de la sultana podr¨¢ verse en la secci¨®n Proyecciones Especiales Dispararon al pianista, de Fernando Trueba y Javier Mariscal. Y en Sitges, tras su estreno en Cannes, Robot Dreams, de Pablo Berger. El director de arte de este filme, Jos¨¦ Luis ?greda (autor del cartel de la exposici¨®n), lo fue tambi¨¦n de Bu?uel en el laberinto de las tortugas, de Salvador Sim¨®, quien, por fin, el 19 de abril de 2024 ver¨¢ estrenado su nuevo largo, Dragonkeeper, producci¨®n hispanochina pensada para conquistar las salas de todo el mundo.
En un descanso del montaje de la muestra, Maribel Sausor charla con la asesora de la exposici¨®n, Pilar Y¨¦benes, profesora de Animaci¨®n en la Universidad Europea de Madrid y autora de los libros Cine de animaci¨®n en Espa?a y 100 a?os de animaci¨®n espa?ola, arte y tecnolog¨ªa. Ambas coinciden en rechazar la imagen de la animaci¨®n espa?ola como la hermana peque?a y fea de una industria cinematogr¨¢fica tampoco especialmente potente durante d¨¦cadas en el aspecto econ¨®mico. Para Sausor, ¡°como la mayor parte de las veces ha sido un producto hecho para ni?os, se la subestim¨®, cuando en realidad fue la primera industria del cine en Espa?a, al menos en venderse internacionalmente¡±. ¡°En 1945 se hizo Garbancito de la Mancha, a?os despu¨¦s los anuncios de los estudios Moro ganaban premios en el festival de Cannes de publicidad y la serie Don Quijote de la Mancha se tradujo a 35 idiomas¡±. Y¨¦benes subraya: ¡°Cuando el cine espa?ol apenas sal¨ªa al exterior, los pioneros de la animaci¨®n entendieron la importancia de la internacionalizaci¨®n. Ahora ya hay industria, pero tenemos que luchar contra la lacra de la comparaci¨®n con la animaci¨®n de Hollywood¡±.
Si la animaci¨®n ha sido el patito feo del cine espa?ol, la t¨¦cnica del stop-motion (en la que se fotograf¨ªan mu?ecos y objetos fotograma a fotograma para simular su movimiento) todav¨ªa era peor considerada. Y, sin embargo, Espa?a no ha dejado de producirla. Adri¨¢n Encinas ha dedicado una d¨¦cada a investigar esos esfuerzos primigenios, y el resultado se puede disfrutar en su libro Stop-motion espa?ol (1912-1975) (Desfiladero ediciones), que adem¨¢s de ser una obra exhaustiva, aporta un c¨®digo QR para acceder a algunas de esas pel¨ªculas. ¡°En este viaje he descubierto, por ejemplo, que el primer corto espa?ol de animaci¨®n no es el desaparecido El apache de Londres, de 1915, sino que tres a?os antes Segundo de Chom¨®n [creador pionero de pel¨ªculas fant¨¢sticas] realiz¨® en Barcelona El gusano solitario, una obra que combina rodaje de actores y animaci¨®n de mu?ecos¡±, cuenta Encinas. El filme ha aparecido en el EYE Museum de Holanda. ¡°O que en Pipo y Pipa en busca de Cocol¨ªn particip¨® Elsy Gumier, que he confirmado fue la primera mujer animadora y productora de este formato en Espa?a. Particip¨® durante la Segunda Rep¨²blica tanto en proyectos de mu?ecos como de dibujos animados¡±. El corto, de 1936, fue destruido por el franquismo porque el mu?eco protagonista llevaba un gorro confeccionado con una portada del diario republicano Ahora.
Encinas cree que a¨²n hay tiempo ¡°para encontrar material de los pioneros¡±, como Salvador Gij¨®n (1904-1981), el maestro de la stop-motion en Espa?a, que tuvo ¨¦xito con cortos y anuncios durante d¨¦cadas, aunque fracas¨® en su intento de levantar un largo, Noche de reyes, a finales de los sesenta, por la imposibilidad de cumplir los cortos plazos temporales marcados por la entonces vigente Ley del Cine para Menores. ¡°Estos esfuerzos proced¨ªan de artistas de clase media o alta, sobre todo en los barceloneses, porque eran los ¨²nicos con dinero para estas obras, y de familiares de ellos¡±, apunta, y pone de ejemplo la filmograf¨ªa de la tarraconense Mar¨ªa de las Victorias Vicky Vallhonrat, que de 1965 a finales de los setenta ¡°plasma en su cine su pasi¨®n por su familia, los viajes y las artes, que disfruta por su posici¨®n privilegiada¡±. En cualquier caso, ¡°el stop-motion espa?ol no logr¨® la calidad de otros pa¨ªses europeos por cuestiones econ¨®micas, que no de imaginaci¨®n¡±. Hoy, esa diferencia ha desaparecido, y el ejemplo es O Ap¨®stolo (2012).
En la brega por sacar adelante su obra se incluye a Isabel Herguera (San Sebasti¨¢n, 62 a?os), que solo ahora ha logrado levantar su primer largo, El sue?o de la sultana, despu¨¦s de tres d¨¦cadas de carrera como artista y directora de festivales de animaci¨®n. Tabakalera presenta estos d¨ªas una muestra sobre su proceso creativo. Candidata al Goya en 2005 al mejor corto animado por La gallina ciega, Herguera confirma: ¡°Vivimos un gran momento en la animaci¨®n espa?ola. Y viene muy bien que entren cineastas como Trueba o Berger, porque aportan miradas distintas, porque los animadores independientes nos metemos tanto en lo nuestro que a veces, sobre todo los cortometrajistas, estamos demasiado encerrados en nuestra obra¡±.
?Estos grandes nombres como Berger o Trueba abren nuevas puertas? ¡°Como hemos estado tan maltratados, nos agarramos a todo¡±, confiesa Y¨¦benes. ¡°Cualquier cosa nos viene bien. Eso s¨ª, aqu¨ª se trabaja much¨ªsimo, en comparaci¨®n con el cine con actores. Nos queda que todos los cineastas entiendan que una pel¨ªcula de animaci¨®n es igual que el resto, que un largo animado puede ganar, por ejemplo, el Goya a mejor filme o el de mejor direcci¨®n, y no quedarnos confinados en el premio en la categor¨ªa de animaci¨®n¡±.
¡°Es cierto, ha llegado el momento¡±, insiste Herguera. ¡°Hay visiones tan personales en un cine como en otro. En mi caso, El sue?o de la sultana adapta el cuento feminista de Rokeya Hussain, publicado en la India en 1905, y de mis experiencias personales. Siento que hay una diferencia: cuando escribes un guion para un largo con actores, las palabras remiten a lo tangible, a la realidad. En animaci¨®n las im¨¢genes te dejan alcanzar la abstracci¨®n¡±. Y de la explosi¨®n actual, apunta: ¡°Hab¨ªa mucho talento que se iba, y no ten¨ªamos tradici¨®n de escuelas de animaci¨®n. Ahora han llegado j¨®venes con fuerza, un p¨²blico amante de la novela gr¨¢fica y productores que apuestan por esta t¨¦cnica¡±. Como maestras, un pu?ado de cineastas, porque han sido mayoritariamente mujeres quienes se han dedicado a la animaci¨®n experimental, que usan objetos distintos a los dibujos (arena, sombras, recortes...). Seg¨²n la donostiarra, ¡°porque pod¨ªas hacerlo en tu entorno dom¨¦stico, con pocos recursos y en tu casa¡±. ¡°La industrial viene de la publicidad donde prosper¨® hace d¨¦cadas, un entorno masculino¡±.
Y¨¦benes cree que a los espectadores espa?oles les falta conocer mejor la historia de la animaci¨®n patria: ¡°Hay, curiosamente, pa¨ªses que respetan mucho m¨¢s su pasado de cine animado, como los italianos, los checos y los rusos. En Espa?a, la animaci¨®n, bueno, el cine en general, no se ense?a en los colegios¡±. Y sobre la discusi¨®n sobre si es un g¨¦nero o una t¨¦cnica, Herguera apunta: ¡°Es una t¨¦cnica, que funciona muy distinta de la imagen real. El procedimiento creativo es diferente. Aunque el resultado es el mismo que cualquier otra pel¨ªcula¡±. Y Y¨¦benes y Sausor subrayan: ¡°Es una t¨¦cnica, un formato desde el que encarar g¨¦neros como el musical, el w¨¦stern, el realismo social o las aventuras. Por suerte, la gente de animaci¨®n es persistente, muy paciente, acabar¨¢ por calar este mensaje. Eso se nota en la exposici¨®n, en generaciones de incansables apasionados¡±.
Babelia
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