Madrid festeja el arte de componer ¡®en polaco¡¯
El Teatro Real celebra el 105? aniversario de Polonia estrenando ¡®Halka¡¯ de Moniuszko y la Fundaci¨®n March inaugura un ciclo con el Cuarteto Apollon Musag¨¨te que incluy¨® la ¨²ltima m¨²sica escrita por Penderecki
Aseguraba el poeta Adam Zagajewski, dentro de un ensayo incluido en su libro En defensa del fervor (Acantilado), que ¡°escribir en polaco quiere decir tambi¨¦n asumir la complicada herencia de la historia de Polonia¡±. Alguien que tiene ¡°otros genes en la sangre y en la tinta¡± para afrontar un pa¨ªs que desde finales del siglo XVIII hasta la segunda d¨¦cada del XX fue una quimera. Se podr¨ªa decir algo similar acerca de componer ¡°en polaco¡±.
Lo demuestra estos d¨ªas, en Madrid, el Teatro Real, con el estreno en versi¨®n de concierto de la ¨®pera Halka, de Stanis?aw Moniuszko, en colaboraci¨®n con la Embajada de Polonia y el Instituto Polaco de Cultura. Un evento que coincide con la celebraci¨®n del 105? aniversario de la independencia de Polonia, que tendr¨¢ lugar ma?ana s¨¢bado, 11 de noviembre. Se han sumado a esta celebraci¨®n otras instituciones, como la Fundaci¨®n Juan March, con el ciclo Un siglo de m¨²sica polaca donde repasa los principales compositores aut¨®ctonos de la ¨²ltima centuria como Szymanowski, Lutos?awski y Penderecki.
La velada del pasado jueves, 9 de octubre, termin¨® con una gran ovaci¨®n en el coliseo madrile?o. Iba dirigida a los artistas sobre el escenario, pero tambi¨¦n a la magn¨ªfica partitura de Moniuszko. Hablamos del gran operista polaco del siglo XIX. Un nombre que suele colocarse en ese pa¨ªs junto a Chopin, de quien fue compa?ero de estudios en el Conservatorio de Varsovia. Halka es su ¨®pera m¨¢s popular, pero tambi¨¦n el t¨ªtulo fundacional de la ¨®pera nacional polaca, al igual que Una vida por el Zar, de Glinka, en el caso ruso, o La novia vendida, de Smetana, en el checo.
Las influencias de Glinka y Smetana son evidentes en Moniuszko, pero tambi¨¦n los modismos del bel canto italiano y la huella de Carl Maria von Weber. No obstante, el compositor polaco aporta una habilidad personal para integrar ritmos de danza aut¨®ctonos, como la polonesa, la mazurca y las danzas monta?esas. Y el resultado musical termina por superar la calidad dram¨¢tica de un libreto irregular, redactado por el poeta W?odzimierz Wolski, e inspirado por un relato costumbrista de Kazimierz W¨®jcicki sobre la confrontaci¨®n social entre nobles y aldeanos.
Una historia arquet¨ªpica con un doble tri¨¢ngulo amoroso. Por un lado, combina al joven arist¨®crata Janusz, que repudia a la campesina Halka para casarse con Zofia, la hija del acaudalado Stolnik. Y, por otro, Halka sigue perdidamente enamorada de Janusz y rechaza las proposiciones sentimentales del campesino Jontek. Una trama que termina en tragedia con el suicidio de la joven arroj¨¢ndose al r¨ªo.
La primera versi¨®n de Halka, de 1847, ten¨ªa dos actos y fue rechazada por el Teatr Wielki de Varsovia por considerar su tema pol¨ªticamente incendiario. Diez a?os despu¨¦s, el teatro polaco cambi¨® de opini¨®n y Moniuszko opt¨® por ampliarla hasta conformar los cuatro actos que la convirtieron en un s¨ªmbolo nacional.
Para este estreno de Moniuszko en Madrid se ha contado con un equipo art¨ªstico casi exclusivamente polaco junto al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. El tr¨ªo protagonista y el director de orquesta proven¨ªan de una nueva producci¨®n de Mariusz Treli¨½ski estrenada, en diciembre de 2019, en el Theater an der Wien. Ahora, en versi¨®n de concierto, la m¨²sica gana frente al drama, aunque sorprendi¨® ver a los cantantes tan dependientes de la partitura.
El gran triunfador de la velada fue el Jontek del tenor polaco Piotr Becza?a, uno de los principales l¨ªrico-spinto del momento tanto en el repertorio italiano como franc¨¦s y alem¨¢n. Su actuaci¨®n en el Teatro Real, cantando en su lengua materna, super¨® con creces el Radam¨¦s, de Aida, de la temporada pasada. Deslumbr¨® en el segundo acto, pero convirti¨® su famosa aria del cuarto, Szumi? jod?y na g¨®r szczycie (Sobre las cumbres lejanas), en lo mejor de la noche luciendo su bello tono de miel junto a una precisa atenci¨®n al fraseo y las din¨¢micas.
Corinne Winters qued¨® un punto por debajo como Halka. La soprano l¨ªrica estadounidense exhibe un timbre algo met¨¢lico, aunque cant¨® con entrega su conmovedora preghiera final. No obstante, su mejor momento fue la bell¨ªsima aria en re menor del segundo acto, Gdyby rannem s?onkiem (Al sol de la ma?ana), que es el pasaje m¨¢s bello de toda la ¨®pera.
El bajo-bar¨ªtono polaco Tomasz Konieczny tiene una voz demasiado gruesa y wagneriana para Janusz, a pesar de sus esfuerzos para ajustarla a las demandas indicadas en la partitura. Mejor result¨® el bajo ruso Maxim Kuzmin-Karavaev, como Stolnik, que regresaba al teatro madrile?o tras su buen Vodn¨ªk de Rusalka hace tres a?os.
En el resto del reparto, tanto el bar¨ªtono Tomasz Kumiega como la mezzo Olga Syniakova, Dziemba y Zofia, destacaron en sus breves intervenciones y en los conjuntos, como en el excelente sexteto con coro que cerr¨® el segundo acto. Y no olvidamos destacar la incorporaci¨®n, al final, del bar¨ªtono cordob¨¦s Javier Povedano como gaitero.
El otro gran triunfador de la noche fue el director de orquesta polaco ?ukasz Borowicz. Su direcci¨®n intensa, flexible y segura ya distingui¨® la magn¨ªfica obertura de la ¨®pera, donde Moniuszko resume musicalmente toda la trama, con esa caracter¨ªstica figuraci¨®n inicial de flauta y clarinete que representa el dolor de Halka. Borowicz result¨® ideal tambi¨¦n en el manejo del tempo y en el acompa?amiento de las voces. Y brill¨® adem¨¢s en las danzas, aunque la famosa mazurca que cierra el primer acto termin¨® mejor que empez¨®. La Orquesta Titular del Teatro Real volvi¨® a resultar admirable en todas sus secciones, pero tambi¨¦n en la calidad de sus solos, como fue el caso del violonchelista Simon Veis. Y el Coro Titular del coliseo madrile?o volvi¨® a deslumbrar, especialmente en los dos ¨²ltimos actos.
El Cuarteto Apollon Musag¨¨te
Esta fiesta musical polaca en Madrid arranc¨®, en realidad, el pasado 8 de noviembre, en la Fundaci¨®n Juan March. El inicio del ciclo de los mi¨¦rcoles, que este mes se dedica a la m¨²sica polaca del ¨²ltimo siglo, fue un evento musical protagonizado por el Cuarteto Apollon Musag¨¨te con una sorpresa inesperada. El conjunto camer¨ªstico polaco, que toca con tres de sus integrantes de pie, abri¨® con una versi¨®n deslumbrante del Cuarteto n¨²m. 3 ¡°Hojas de un diario no escrito¡±, de Krzysztof Penderecki. Una interpretaci¨®n que fluy¨® desde el ostinato al folclorismo, y donde destac¨® el excelente violista Piotr Szumie?. Prosiguieron, antes del descanso, con una fluida versi¨®n del textural y arquitect¨®nico Cuarteto de cuerda, de Witold Lutos?awski.
Abrieron la segunda parte con el Cuarteto n¨²m. 4, de Penderecki, pero con la sorpresa de incluir un movimiento adicional con respecto a lo estrenado, en diciembre de 2016. En el programa se indicaba como Finale. Allegro risoluto. Y salimos de dudas tras consultar lo indicado por Paul Sch?ffer en el prefacio de la reciente edici¨®n de la obra en la editorial Schott. Por lo visto, Penderecki dej¨® muy avanzado este movimiento final del cuarteto y su viuda, El?bieta Penderecka, entreg¨® el manuscrito, en 2022, a Claus-Dieter Ludwig, amigo y editor del compositor polaco, que pudo a?adirlo como movimiento final de la obra. Se trata de la ¨²ltima m¨²sica escrita por Penderecki que el propio Cuarteto Apollon Musag¨¨te estren¨® en el Festival Beethoven de Varsovia, el pasado 29 de marzo, para conmemorar el cabo de a?o de la muerte del compositor. Y en la March se ha escuchado por segunda vez.
El nuevo movimiento duplica la extensi¨®n final de toda la composici¨®n, al superar levemente la duraci¨®n de los dos anteriores. Asistimos al cambio de protagonismo de la viola por el violonchelo, que dispone de su propia cadencia. Y el final recapitula todo lo anterior, como si una vida pasase por nuestra retina en pocos segundos, y con esa breve cita de la m¨²sica callejera que el compositor escuch¨® durante su infancia en D?bica.
Para terminar, los instrumentistas del Apollon Musag¨¨te reservaron lo mejor de la noche: una versi¨®n fascinante y llena de imaginaci¨®n sonora del Cuarteto n¨²m. 1, op. 37, de Karol Szymanowski. Una obra escrita durante la Gran Guerra donde parte de su caracter¨ªstico impresionismo dionisiaco, prosigue evocando el parque Sofieska de Um¨¢n y termina con un gui?o fugado, una curiosa parodia beethoveniana donde escribe cada instrumento en una tonalidad diferente.
Aparte de la segunda representaci¨®n de Halka del s¨¢bado, 11 de noviembre, que coincidir¨¢ con la fiesta nacional de Polonia, el Centro Nacional de Difusi¨®n Musical se unir¨¢ a la celebraci¨®n, el lunes 13. Un concierto homenaje a Penderecki, dentro de su ciclo Series 20/21, donde la Sinfonietta Cracovia tocar¨¢ un monogr¨¢fico que se abre con la Sinfonietta n¨²m. 3, la versi¨®n para orquesta de cuerda de su referido Cuarteto ¡°Hojas de un diario no escrito¡±. Y el ciclo de la March proseguir¨¢ los tres pr¨®ximos mi¨¦rcoles con recitales de la pianista Ewa Pob?ocka, la Ensemble de la ORCAM dirigida por su titular Marzena Diakun y el Tr¨ªo Penderecki. Tres conciertos donde se escuchar¨¢ m¨¢s Szymanowski, Lutos?awski y Penderecki, algo de G¨®recki, pero tambi¨¦n de la principal compositora polaca de esa ¨¦poca: Gra?yna Bacewicz.
Tampoco faltar¨¢ en la March algo de Chopin e incluso de Ignacy Jan Paderewski, un m¨²sico hoy mucho m¨¢s recordado como pianista que como compositor. Podemos apuntar su ¨®pera titulada Manru, de 1901, de perfume patri¨®tico y una trama similar a Halka. Y tambi¨¦n su lugar en la historia de Polonia como el tercer primer ministro de su historia, en 1919. No hay muchos pa¨ªses que hayan tenido un mandatario que fuera, adem¨¢s, un gran m¨²sico.
Halka
Música de Stanis?aw Moniuszko. Libreto de W?odzimierz Wolski.
Corinne Winters, soprano (Halka), Piotr Becza?a, tenor (Jontek), Tomasz Konieczny, bajo-barítono (Janusz), Maxim Kuzmin-Karavaev, bajo (Stolnik), Tomasz Kumiega, barítono (Dziemba), Olga Syniakova, mezzosoprano (Zofia), Javier Povedano, barítono (El gaitero). Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Dirección musical: ?ukasz Borowicz.
Teatro Real, 9 de noviembre. Hasta el 11 de noviembre.
Un siglo de m¨²sica polaca
Obras de Penderecki, Lutos?awski y Szymanowski. Cuarteto Apollon Musagète. Ciclos de los Miércoles.
Fundación Juan March, 8 de noviembre.
Babelia
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