Detectado en Burgos el entramado urbano de una gran ciudad celt¨ªbera que inclu¨ªa casas circulares y templos romanos
Tritium Autrigonum ocupaba 45 hect¨¢reas y los expertos desconocen cu¨¢ndo y por qu¨¦ desapareci¨®
A mitad de camino de la v¨ªa que un¨ªa Tarraco y Asturica Augusta (Tarragona y Astorga) se alzaba la ciudad romano-celt¨ªbera de Tritium Autrigonum (Monasterio de Rodilla, Burgos). En 1986, un primer vuelo fotogr¨¢fico desvel¨® la presencia de estructuras urbanas, pero no sus elementos arquitect¨®nicos. Ahora el estudio Tritium Autrigonum: aproximaci¨®n urban¨ªstica a una aglomeraci¨®n hispanorromana a partir de fotograf¨ªas a¨¦reas recientes, qu...
A mitad de camino de la v¨ªa que un¨ªa Tarraco y Asturica Augusta (Tarragona y Astorga) se alzaba la ciudad romano-celt¨ªbera de Tritium Autrigonum (Monasterio de Rodilla, Burgos). En 1986, un primer vuelo fotogr¨¢fico desvel¨® la presencia de estructuras urbanas, pero no sus elementos arquitect¨®nicos. Ahora el estudio Tritium Autrigonum: aproximaci¨®n urban¨ªstica a una aglomeraci¨®n hispanorromana a partir de fotograf¨ªas a¨¦reas recientes, que publicar¨¢ completo la revista cient¨ªfica Zephyrus de la Universidad de Salamanca, revela, por primera vez, sus monumentos, casas, defensas, necr¨®polis y las redes viarias y de abastecimiento de agua. Una ciudad de aproximadamente 45 hect¨¢reas bajo el suelo de un otero en la que se intercalaban sorprendentemente viviendas circulares celt¨ªberas de la Edad del Hierro con grandes edificaciones romanas porticadas.
Este antiguo poblado celtib¨¦rico nunca ha sido objeto de excavaci¨®n arqueol¨®gica. Sin embargo, las campa?as de reconocimiento a¨¦reo ¨Drealizadas sobre todo entre 2001 y 2015¨D permitieron tomar una gran cantidad de fotograf¨ªas de su superficie, actualmente cubierta por completo por campos de cultivo. El nuevo estudio ¨Dfirmado por Fran?ois Didierjean y Laurent Brassous, de las universidades francesas de Burdeos-Montaigne y La Rochelle¨D desvela ahora una parte importante de las estructuras enterradas en esta aglomeraci¨®n urbana.
Tritium, ubicada sobre el llamado Alto de Rodilla, aparece mencionada en la obra de Plinio y en el Itinerario de Antonino (una especie de Gu¨ªa Michel¨ªn de la ¨¦poca), como una ciudad de paso entre las cuencas del Ebro y del Duero. Surgi¨® en la Primera Edad del Hierro (700 a. C.) y perdur¨® hasta aproximadamente el final de la Antig¨¹edad (siglo V). Su completa desaparici¨®n es a¨²n un misterio sin resolver.
¡°El lugar donde se alzaba Tritium Autrigonum¡±, afirma el estudio, ¡°es particularmente adecuado para la detecci¨®n a¨¦rea porque est¨¢ completamente desprovisto de construcciones y est¨¢ enteramente ocupado por campos dedicados a los cereales¡±, lo que facilita que las estructuras enterradas sean m¨¢s distinguibles en periodos de maduraci¨®n de los cultivos. La Universidad de La Rochelle ha sido la encargada de asociar las im¨¢genes m¨¢s antiguas, tomadas a mediados de los a?os ochenta, con las m¨¢s actuales (miles de fotograf¨ªas), a pesar de la dificultad que supone sobreponer fotograf¨ªas oblicuas ¨Dtomadas con diferentes ¨¢ngulos desde avionetas¨D con las cenitales de los drones.
Las construcciones de Tritium que el estudio describe son numerosas: ¡°Un edificio de planta cuadrada de unos 15 por 15 metros¡±, ¡°un gran recinto ovalado de 12m de largo por 18m de ancho¡±, ¡°un rect¨¢ngulo de 27m de largo por 14m, y con su fachada oriental reforzada, d¨¢ndole probablemente un car¨¢cter monumental¡±, ¡°un conjunto de amplios locales que incluyen una sala bajo columnas¡±...
Pero, adem¨¢s, el estudio da cuenta de la existencia, al norte de la ciudad, de ¡°238 fosas, de entre 0,60 y 3 metros de di¨¢metro, repartidas en aproximadamente 7.000 metros cuadrados, lo que sugiere una necr¨®polis¡±. Los romanos sol¨ªan abrir los cementerios junto a los caminos y a las afueras de las urbes por cuestiones de salubridad.
Las fotograf¨ªas a¨¦reas, que han cubierto unas 60 hect¨¢reas de terreno, han destapado as¨ª ¡°un promontorio, que es casi un cuadril¨¢tero, de unos 1.000 metros de norte a sur y 600 de este a oeste. Esto parece indicar que el coraz¨®n del espacio urbanizado se ubicaba [aqu¨ª], en el norte, mientras que al sur exist¨ªan unos pocos bloques residenciales que formaban un ¨¢rea periurbana. Esta divisi¨®n sugiere la idea de una separaci¨®n f¨ªsica entre ambos n¨²cleos, lo que plantea la cuesti¨®n de la existencia de una muralla que los habr¨ªa dividido¡±. Los arque¨®logos recuerdan que en las ciudades antiguas resulta sencillo distinguir los espacios urbanos de los periurbanos, ya que en estos ¨²ltimos se situaban los cementerios, las industrias contaminantes, los almacenes y los vertederos.
Al ser Tritium fundamentalmente un oppidum celt¨ªbero dispon¨ªa de su propio sistema defensivo. La ciudad estaba protegida por fuertes pendientes naturales en sus lados norte, oeste y este, pero no en el sur, donde sorprendentemente no se han encontrado restos de la muralla. Esto solo puede significar dos cosas: o carec¨ªa de esta defensa de piedra por ese lado o esta fue destruida en alg¨²n momento. La primera hip¨®tesis no parece cre¨ªble debido a la importancia de este oppidum levantado entre las cuencas del Ebro y del Duero. ¡°?Cu¨¢l podr¨ªa haber sido el sistema de defensa elegido entonces?¡±, se preguntan los investigadores. ¡°Teniendo en cuenta lo que sabemos sobre las fortificaciones de los oppida celtib¨¦ricos, se pueden vislumbrar dos respuestas posibles: o contaba con una muralla con foso o era una defensa formada por un conjunto de terrazas¡±.
Tritum fue, sin duda, una importante ciudad de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, aunque no tuvo el tama?o de las grandes capitales como Augusta Emerita o Tarraco (M¨¦rida y Tarragona). Seg¨²n los expertos, en ella destacaban cinco edificios monumentales. Los arque¨®logos creen que uno de ello en la parte alta podr¨ªa ser un templo ¡°con dos grandes pilares¡±. En la terraza meridional, un espacio de unos 1.600 metros cuadrados, ¡°con columnatas y diversas peque?as estructuras que ser¨ªan bases de estatuas o inscripciones¡± podr¨ªa ser el antiguo foro de la ciudad.
Tambi¨¦n han detectado otro ¡°gran edificio cuadrangular de 1.500 metros cuadrados decorado con una columnata en la fachada y otra que rodea su interior y con varios anexos. ¡°Es la planta caracter¨ªstica de un templo romano¡±, sostienen.
Adem¨¢s, han localizado numerosas mansiones, posadas y viviendas, ¡°cuyas plantas var¨ªan entre un c¨ªrculo [de entre 6 y 8 metros de di¨¢metro], un cuadrado o un rect¨¢ngulo en ¨¢reas muy heterog¨¦neas¡±. Y a?aden: ¡°Parece haber una mezcla en distintos grados de tradiciones prerromanas e influencias de la arquitectura cl¨¢sica mediterr¨¢nea¡±
Las casas circulares, que se concentran sobre todo en la parte alta de la ciudad y en la periferia norte, ten¨ªan un poste central que sosten¨ªa la techumbre, un tipo de construcci¨®n caracter¨ªstico de la Primera Edad del Hierro. ¡°?Estas casas todav¨ªa funcionaban en la ¨¦poca romana?¡±, vuelven a preguntarse los arque¨®logos. ¡°Sus huellas son tenues, existiendo varios casos de superposici¨®n con estructuras cuadrangulares [romanas], que probablemente fueron construidas con posterioridad. En Tritium, la distribuci¨®n de las viviendas circulares, principalmente en la periferia norte, podr¨ªa indicar una supervivencia de formas antiguas de h¨¢bitat para poblaciones de condici¨®n humilde. Si este no es el caso, el asentamiento de la Primera Edad del Hierro tuvo que tener una importancia considerable¡±.
Las casas romanas detectadas, por su parte, eran ¡°edificios relativamente grandes, organizados en torno a un patio central, dos de ellos con columnata, y dotados de habitaciones con suelos, probablemente de mamposter¨ªa, lo que podr¨ªa atestiguar la presencia de pisos de mosaico o hipocaustos [sistema de calefacci¨®n por el suelo]¡±.
Los expertos creen que ¡°las estructuras ind¨ªgenas de la cima se conservaron durante el establecimiento de la dominaci¨®n romana. Despu¨¦s de la conquista, los edificios inspirados en la tradici¨®n cl¨¢sica no se levantaron en la parte m¨¢s alta de la ciudad, sino en su periferia cercana. Esta disposici¨®n no es excepcional en las ciudades romanizadas de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, sobre todo en la costa oriental y en el valle del Ebro. Sin embargo, la confirmaci¨®n de esta hip¨®tesis solo podr¨¢ obtenerse a trav¨¦s de excavaciones arqueol¨®gicas que aporten los datos cronol¨®gicos necesarios para datar la ocupaci¨®n de los diferentes espacios¡±.
Dada la importancia de esta ciudad ¨Destaba junto a la v¨ªa que un¨ªa Tarraco y las minas de oro del noroeste¨D, ¡°cabe preguntarse por qu¨¦ y cu¨¢ndo fue abandonada¡±. Estas cuestiones solo pueden responderse con estudios adicionales y excavaciones arqueol¨®gicas en el yacimiento, pero su aplicaci¨®n provoca el rechazo de algunos propietarios de los terrenos. ¡°Ojal¨¢ solo sea algo temporal¡±, terminan los investigadores franceses.