El mercado del arte sortea la crisis en Art Basel Miami Beach
La feria m¨¢s importante de Am¨¦rica respira aliviada ante las buenas ventas de sus galer¨ªas, aunque a un ritmo m¨¢s lento, en un escenario de incertidumbres geopol¨ªticas y econ¨®micas
La casualidad quiso que Art Basel Miami Beach (ABMB), la feria de arte m¨¢s importante de las Am¨¦ricas, inaugurara su vig¨¦simo primera edici¨®n el pasado mi¨¦rcoles, cuando se cumpl¨ªan dos meses del brutal ataque de Ham¨¢s en Israel, cuyo ej¨¦rcito desat¨® despu¨¦s una devastadora campa?a militar en Gaza. La guerra en Oriente Pr¨®ximo ha provocado cancelaciones de exposiciones, enfrentamientos p¨²blicos y dimisiones en revistas y museos. Un terremoto tal vez mayor en el mundo del arte que en ning¨²n otro orden de la cultura que se col¨® veladamente en la apertura de ABMB en unas palabras de Noah Horowitz, consejero delegado de la multinacional suiza de ferias con sedes tambi¨¦n en Basilea, Hong Kong y Par¨ªs. ¡°Es importante reconocer que esta celebraci¨®n llega en el contexto de crisis globales y de un sufrimiento humano devastador en todo el mundo¡±, dijo a la prensa Horowitz, que ha cumplido ya un a?o en el puesto. ¡°Espero que, en tiempos dif¨ªciles como este, ABMB pueda ser un espacio en el que nos unamos, que sea una plataforma no solo para los negocios, sino tambi¨¦n para construir puentes¡±.
Cupo interpretar esas palabras como un llamamiento a tener la fiesta en paz, una fenomenal fiesta llena de invitados VIP: coleccionistas ultrarricos, famosos como Shakira o Jared Leto, artistas, comisarios y galeristas en la cresta de la ola. O quiz¨¢ hab¨ªa que leerla en la clave que propon¨ªa una pieza de la artista holandesa Lily van der Stokker, un letrero naif algo escondido en la galer¨ªa Kaufman Repetto. Dec¨ªa ¡°Nothing happening here¡±, y la frase recordaba a ese ¡°nada que ver aqu¨ª, disu¨¦lvanse¡± con la que la polic¨ªa ahuyenta a los curiosos de la escena de un crimen. ¡°El arte no puede vivir, y, de hecho, no vive en una burbuja¡±, aclar¨® Horowitz el jueves en una conversaci¨®n con EL PA?S. ¡°Conf¨ªo que la feria nos permita recuperar de ciertos v¨ªnculos, y suponga un reinicio tras la intensidad de los ¨²ltimos dos meses¡±.
Por m¨¢s que las visiones enfrentadas sobre un conflicto que polariza enormemente Estados Unidos quedaran aparcadas fuera del centro de convenciones de Miami Beach, donde el viernes hubo una protesta de un centenar de personas en favor de Palestina, no hubo manera de evitar que la sombr¨ªa situaci¨®n geopol¨ªtica ¨Dno solo en Gaza, tambi¨¦n en Ucrania, as¨ª como en Am¨¦rica y Europa¨D y los nubarrones que proyecta sobre la econom¨ªa sobrevolaran la inauguraci¨®n de la cita.
El mundo del arte lleva un tiempo conteniendo la respiraci¨®n ante esos est¨ªmulos externos y ante los signos de desaceleraci¨®n, temi¨¦ndose un frenazo en seco tras la fenomenal recuperaci¨®n que trajo el final de la pandemia. As¨ª que los galeristas afrontaron el mi¨¦rcoles, jornada de acceso exclusivo para coleccionistas, profesionales y miembros de la prensa, con una aprensi¨®n que se fue disipando seg¨²n pasaron las horas. El d¨ªa se dio bien, despu¨¦s de todo. Al menos, a juzgar por la lista de ventas facilitadas por algunas galer¨ªas a la feria. Se colocaron piezas importantes, como una pintura de Philip Guston de 20 millones de d¨®lares (18,5 millones de euros) en Hauser & Wirth, que sald¨® sus primeras ocho horas con una facturaci¨®n de 28,3 millones. En los dem¨¢s espacios dominaron por lo general n¨²meros m¨¢s modestos, m¨¢s por debajo que por encima del mill¨®n.
No le sorprendieron los datos positivos a Vincenzo De Bellis, director global de ferias de Art Basel, responsable de facto de esta edici¨®n de ABMB mientras buscaban a alguien para el puesto (lo encontraron en septiembre: la galerista estadounidense Bridget Finn). ¡°Ten¨ªamos esperanzas por datos de las ¨²ltimas semanas que hablaban de un mercado muy s¨®lido¡±, explic¨® De Bellis a EL PA?S al final de la segunda jornada. ¡°Lo vimos en [octubre, en Art Basel] Par¨ªs, y en las subastas en Nueva York. En primavera lo hab¨ªamos sentido estancado con respecto al bestial crecimiento de los ¨²ltimos a?os. La jornada inaugural fue incre¨ªblemente buena para muchas, muchas galer¨ªas¡±.
Es imposible saber cu¨¢ntas de esas operaciones surgieron del impulso de la visita a ABMB o se cerraron en tratos alcanzados antes de la feria, aunque Horowitz aclar¨® que muchos de los VIP confirmaron su asistencia a ¨²ltima hora. Tambi¨¦n es pronto para interpretar si esos n¨²meros ¨Dmejores en el ¨¢mbito del primero que en el del segundo mercado, arrinconado cada vez m¨¢s por el arrollador poder¨ªo medi¨¢tico de las subastas¨D probaron que no hay que preocuparse, que el negocio del arte es resistente. O si fueron la t¨ªpica ¨²ltima e inconsciente ronda que te tomas, confiado en que esta vez no habr¨¢ resaca.
Los galeristas hablaban de compradores m¨¢s lentos en sus decisiones, pero la tendencia positiva se prolong¨® durante el jueves, que sum¨® a menor ritmo otro buen mont¨®n de cifras mareantes. El d¨ªa no se sald¨®, con todo, con la venta de la joya de la corona: una de las primeras pinturas negras de un joven Frank Stella, cuyos hijos ofrecen por 45 millones hasta el cierre el domingo de la feria en la galer¨ªa Yaren Art.
Otra explicaci¨®n a esa invitaci¨®n al optimismo podr¨ªa ofrecerla la misma Miami. La ciudad vive, especialmente desde el final de la pandemia, en un permanente auge que la est¨¢ convirtiendo a golpe de gentrificaci¨®n en un fenomenal patio de recreo para el 1%. No deja de sumar grandes fortunas (entre las ¨²ltimas, las de Jeff Bezos y Lionel Messi), as¨ª como el dinero de otros ricos, m¨¢s de andar por casa, llegados desde ciudades como Nueva York atra¨ªdos por el buen tiempo, la excepcionalidad fiscal (?IRPF? ?qu¨¦ IRPF?) y por una escena cultural que lucha por sacudirse su imagen cl¨¢sica de capital americana de la superficialidad.
El desembarco en 2002 de Art Basel ha tenido mucho que ver en ello, al fomentar una base de poderosos coleccionistas (Jorge P¨¦rez, Rosa y Carlos de la Cruz, Matin Margulies, los Rubell...) que en estas dos d¨¦cadas han competido en abrir museos y centros para exponer sus colecciones. La suma compone un ecosistema que en esta semana, ¡°la semana del arte¡±, echa el resto con exposiciones de relevancia internacional, como las consagradas al creador conceptual afroamericano Gary Simmons o a la escritora Joan Didion en el PAMM, o la de Charles Gaines en el ICA, otro referente del arte negro.
C¨®mo lograr que el fogonazo de principios de diciembre se convierta en una hoguera que caliente culturalmente la ciudad todo el a?o es otro cantar, seg¨²n admiti¨® el mi¨¦rcoles Steven Meiner, el nuevo alcalde de Miami Beach (que tiene ante s¨ª un reto m¨¢s acuciante: poner coto al turismo de despedidas de soltero). De momento, Meiner se conform¨® con que los 80.000 visitantes llegados de todas partes del mundo disfrutaran de las decenas de citas que orbitan alrededor ABMB: de la de la playa (Untitled) o la de los j¨®venes (Nada), a la de dise?o, que estrena propietario.
Descubrir, olvidar
En la principal hab¨ªa mucho por descubrir enterrado bajo lo a¨²n m¨¢s por olvidar. Entre las 277 galer¨ªas seleccionadas, 25, como la joven mexicana Llano, se estrenaban en esta edici¨®n. El programa general, que suma 222 espacios, no impone m¨¢s condicionantes que el espacio que puedan pagar y el lugar en el que el comit¨¦ decida colocarlas. Obviamente, los grandes nombres (transatl¨¢nticos con una lista de sedes parece el ¨ªndice del especial de viajes de una de aquellas revistas de tendencias) ocupan los mejores puestos. Algunas se distinguen colocando moqueta en sus espacios. El no va m¨¢s parece ser contar con seguridad propia, como en Gagosian, un aut¨¦ntico mini museo con warhols, basquiats o ruschas.
En la zona media de la tabla volvi¨® a quedar demostrada la pujanza del arte latinoamericano de rescate, con nombres como el peruano Jorge Eielson (en la espa?ola Traves¨ªa Cuatro) o la exquisita Leonor Fini (argentina, surrealista, en la parisiense Minsky), y, especialmente, el br¨ªo del brasile?o, con artistas como el escultor neoconcreto Am¨ªlcar De Castro (Almeida e Dale) o Helio Melo (en Gomide & Co).
La pintura lo domina casi todo (tambi¨¦n la versi¨®n con piezas de lego de Ai Weiwei del famoso cuadro George Washington cruzando el r¨ªo Delaware, vendida por 900.000 d¨®lares). Y se volvi¨® a comprobar el af¨¢n por continuar diversificando la representaci¨®n de las minor¨ªas en la feria, en la senda iniciada tras el asesinato en 2020 de George Floyd , que supuso todo un examen sorpresa al sistema cultural estadounidense.
Tambi¨¦n se convers¨® mucho en los pasillos sobre cu¨¢l ser¨¢ la siguiente gran tendencia, the next big thing. Y la respuesta apunta al arte de los nativos americanos, dado, entre otras cosas, que Jeffrey Gibson, de la naci¨®n choctaw/cheroqui, ha sido escogido para representar a Estados Unidos en la Bienal de Venecia del a?o que viene. Gibson era el invitado de honor en el espacio m¨¢s exclusivo, el del banco UBS, donde coloc¨® un enorme mural. Una de sus piezas se vendi¨® r¨¢pidamente el mi¨¦rcoles por 120.000 d¨®lares en la galer¨ªa de Los ?ngeles Roberts Projects, mientras la veterana Jaune Quick-to-See Smith coloc¨® sendas obras el jueves por 900.000 en Garth Greenan.
Otros dos artistas indios americanos, Julia Buffalohead y Saif Azzuz, est¨¢n entre los elegidos por la mexicana Magal¨ª Arriola, directora del Museo Tamayo, para la parte comisariada de la feria, Meridians, donde atrae todas las miradas un globo terr¨¢queo del coreano Seung-taek Lee que se va deshinchando cada d¨ªa como una met¨¢fora del estado del mundo en apuros.
La oferta de ABMB la completan otras secciones que funcionan con reglas. Las 17 galer¨ªas de Survey se centran en proyectos hist¨®ricos, como los presentados, una frente a la otra en un d¨ªptico de arte pol¨ªtico (po¨¦tico) latinoamericano, por la espa?ola 1 Mira Madrid, que puso el foco en la colombiana Mar¨ªa Teresa Hincapi¨¦, y por la bonaerense Rolf Art y su recuerdo a la argentina Liliana Maresca. Positions est¨¢ dedicado a las propuestas emergentes como la de en Cynthia Talmadge, que usa como lienzo las paredes del stand de 56 Henry. Y en Nova, aguardan 22 espacios con piezas creadas en los tres ¨²ltimos a?os por uno, dos o tres artistas. All¨ª est¨¢n la londinense Arcadia Missa, con las fotograf¨ªas ¨ªntimas de la joven Rene Mati?, y las delicadas telas con semillas que parecen abalorios de Sanaa Gateja en Afriart. En este universo de asombrosos r¨¦cords, el conjunto de Gateja tiene el honor de batir su propia modesta marca: es seguramente la propuesta llegada a Miami Beach de un lugar m¨¢s remoto a lo que esta feria y esta ciudad representan: Kampala (Uganda).
La embajada espa?ola y el fuerte de Basilea
Seis galerías españolas (Elba Benítez, Elvira González, Maisterra Valbuena, Travesía Cuatro, 1 Mira Madrid y Polígrafa Obra Gràfica) participan este año en Art Basel Miami Beach. Vincenzo De Bellis, director global de ferias de la multinacional suiza, explica que “España siempre ha sido importante en la cita de Miami, por la historia y también por la geografía de la ciudad. Y por la lengua, el español es la segunda lengua aquí”.
Más difícil les resulta a estos espacios entrar en la selección del evento madre, el de Basilea, cuya cuota española ha ido decreciendo con los años y el retiro de galeristas con solera. “Hay que tener en cuenta que los criterios de selección dependen en cada caso, y que varían de edición en edición”, aclara De Bellis. “La región ibérica es muy importante para nosotros. Y estamos interesados en que crezca más su presencia. Es una parte del mundo que produce una gran cantidad de arte excelente, tanto histórico como contemporáneo”.
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