La pel¨ªcula que nadie se puede perder
El aumento de los estrenos semanales dispara la importancia de filmes que se convierten en un acontecimiento m¨¢s all¨¢ de la pantalla como ¡®Barbie¡¯, Taylor Swift o ¡®Napole¨®n¡¯. Solo 20 t¨ªtulos acaparan la mitad de la recaudaci¨®n
Un buen general conoce a la perfecci¨®n el campo de batalla. Y el terreno, en este caso, se antojaba de lo m¨¢s traicionero. Desde hace un tiempo, apenas hay pel¨ªculas capaces de conquistar los cines. Sin embargo, Napole¨®n est¨¢ saliendo victorioso ah¨ª donde muchos perdieron. Y ha invadido las butacas con un ej¨¦rcito dispuesto a protegerle incluso ante los ataques de la cr¨ªtica y los historiadores. El largo de Ridley Scott iz¨® su bandera como el mejor estreno de hace dos semanas, tanto en Espa?a como a nivel global. Por el renombre de su director y su protagonista, Joaquin Phoenix, sin duda. Pero tambi¨¦n porque se ha discutido, y mucho, sobre ella. Se sabe que est¨¢ en la cartelera, que ha generado divisi¨®n, que el p¨²blico est¨¢ yendo a verla. A la vez que las salas, Bonaparte ha logrado dominar otra contienda clave: la conversaci¨®n.
Hace unos meses, lo hab¨ªa logrado Taylor Swift. La proyecci¨®n de sus actuaciones musicales en la gran pantalla, The Eras Tour, arras¨® en EE UU. Y, en Espa?a, son¨® la misma m¨²sica: fue l¨ªder de taquilla en su primer fin de semana, con 1,1 millones recaudados. Un ¨¦xito ensordecedor, que hace a¨²n m¨¢s ruido frente al silencio de otros meses: la asistencia a los cines sigue debilucha desde la covid-19, pero Swift consigui¨® sacarla a bailar. Igual que Barbie, de Greta Gerwig, y Oppenheimer, de Christopher Nolan, este verano. O Super Mario Bros. La pel¨ªcula, en primavera. Una s¨¢tira feminista; un drama real sobre la bomba at¨®mica u otro inspirado en un celeb¨¦rrimo comandante; el concierto de una diva; y las aventuras de un fontanero de los videojuegos. Cinco filmes distintos. Unidos por presupuestos notables. Pero tambi¨¦n por otro aspecto: llenaron cines y charlas. Muchos habr¨ªan decidido ir a verlos. Otros se interesaron justo porque se hablaba de ellos. Ya eran un evento, y nadie quer¨ªa perd¨¦rselo.
¡°Uno de los grandes retos de un distribuidor, a d¨ªa de hoy, es que se enfrenta a otros 13 que estrenan una pel¨ªcula en el mismo fin de semana. Es imposible que al p¨²blico potencial le llegue toda la informaci¨®n. Y m¨¢s dif¨ªcil que nunca hacerse notar. Hay lanzamientos de los que se enteran todos y filmes que llegan muy verdes a la cartelera. Si pregunt¨¢ramos a 100 ciudadanos por lo que debuta cada semana, con ciertos t¨ªtulos no llegar¨ªamos ni a cinco¡±, reflexiona Fernando Lobo Garc¨ªa, responsable de programaci¨®n y comunicaci¨®n de los madrile?os cines Embajadores. Lo cual se refleja en los datos: el a?o pasado el 56,2% de las entradas vendidas fue para 20 pel¨ªculas. Es decir, el 0,8% de todos los filmes que se exhibieron se comi¨® m¨¢s de la mitad del pastel, en c¨¢lculos basados en el Anuario de la SGAE. Hace pocas semanas, el estreno de Five Nights at Freddy¡¯s se llev¨® uno de cada dos espectadores, confirmando tambi¨¦n la maestr¨ªa del cine de terror para crear la sensaci¨®n de evento. Lo que deja apenas las migas para los otros cientos de contrincantes en la taquilla. Y dispara la importancia de, cuando menos, llegar a los saturados o¨ªdos del p¨²blico.
UPDATE: Evoluci¨®n de la taquilla comparada con los ¨²ltimos a?os pic.twitter.com/JmZKfooL8L
— ComscoreMoviesSpain (@cSMoviesSpain) October 23, 2023
En realidad, suced¨ªa ya hace una d¨¦cada, pero en 2014 el top 20 de taquilla obtuvo el 43,7% de las entradas. El porcentaje, pues, ha subido a¨²n m¨¢s. A la vez, asistencia y recaudaci¨®n han perdido, desde la pandemia, un 40%, comparando 2022 con 2019. ¡°Antes de la covid-19, ven¨ªamos de un crecimiento de espectadores. Supuso un frenazo en seco¡±, apunta Luis Gil, director general de Fece, la federaci¨®n que re¨²ne a la casi totalidad de las salas de Espa?a. Y una herida que no termina de cicatrizar: ¨¦l adelanta que las cifras de 2023 se acercar¨¢n m¨¢s a la era precovid, pero en los gr¨¢ficos de la consultora ComScore la mayor¨ªa de semanas la taquilla queda muy por debajo de esos a?os.
¡°La sociedad evoluciona: la industria es la que se tiene que adaptar, no al rev¨¦s. Antiguamente, la gente iba al cine y ya est¨¢. Si vienen menos, algo tendremos que hacer¡±, agrega Lobo Garc¨ªa. ¡°Casi seguramente la asistencia nunca recupere los niveles precovid¡±, profetiza Philip Kemp, profesor de cr¨ªtica de cine en las universidades de Leicester y Middlesex y autor de Cine. Toda la historia (Blume). El estudioso se?ala que las salas de Reino Unido sufren problemas parecidos a las espa?olas. Y agrega: ¡°La gente ya se estaba acostumbrando cada vez m¨¢s a las pel¨ªculas en streaming y el confinamiento lo aceler¨®. A partir de ahora, las distribuidoras tendr¨¢n que emplearse y gastar a fondo para convencer al p¨²blico para regresar. Y puede que los filmes de bajo presupuesto tengan dificultades para estrenarse en cines o, si lo logran, para recuperar la inversi¨®n¡±.
Porque adem¨¢s, mientras el p¨²blico menguaba, los filmes exhibidos, lejos de reducirse, se han multiplicado en Espa?a. En concreto, hasta la cifra m¨¢s alta desde 1989, con 2.543 largos en 2022, en datos de la SGAE. ¡°Y m¨¢s estrenos que en Francia¡±, destaca Lobo Garc¨ªa. A saber cu¨¢ntos pasaron por las salas sin pena ni gloria. O, siquiera, noticia de que existieran. Un destino id¨¦ntico, a menudo, al de sus creadores: el 47% de los directores que estrenaron una pel¨ªcula en 2015 no volvi¨® a estar activo en el sector entre 2016 y 2020, seg¨²n un reciente c¨¢lculo del Observatorio Audiovisual Europeo.
En el espectro opuesto, los largos m¨¢s taquilleros comparten algunos rasgos. Lo m¨¢s obvio: un presupuesto abultado. Pero tambi¨¦n una duraci¨®n media de 141 minutos ¡ªconsiderando el top 3 global del ¨²ltimo lustro, seg¨²n la web Box Office Mojo¡ª y en constante aumento en los a?os dosmil, hasta 20 minutos superior a 1983 o 1993; una machacadora campa?a de promoci¨®n en las semanas previas; o la insistencia en la urgencia de la preventa, no vaya a ser que las entradas vuelen. En resumen, la oferta de una experiencia imprescindible: ir a la sala, a ver lo que todo el mundo comenta, y pasar ah¨ª un buen rato. Disfrazados, si se quiere. Junto con otros pros¨¦litos entusiastas, tal vez. Y mejor a¨²n, de paso, si comiendo palomitas o cenando en un cine de lujo. Aunque el profesor Kemp no tiene tan claro que la duraci¨®n ayude: ¡°Comprensiblemente, algunos espectadores son reacios a sentarse ante un filme como Los asesinos de la luna, de Martin Scorsese, de 206 minutos y dicen: ¡®Esperar¨¦ a que salga en televisi¨®n¡¯. Hay salas que han planteado un intermedio, una idea rechazada con rabia por los directores. Obras tan largas reducen adem¨¢s los ingresos para los cines, que solo pueden programar dos sesiones por d¨ªa en lugar de tres o cuatro¡±.
UPDATE: Evoluci¨®n semanal de la asistencia al CINE comparada con la media de los ¨²ltimos a?os pic.twitter.com/TZsesJjkLu
— ComscoreMoviesSpain (@cSMoviesSpain) October 30, 2023
En todo caso, la experiencia del sal¨®n todav¨ªa no ha igualado a la de la sala. Y en torno a esa barricada las butacas apuntalan su resistencia. ¡°El resultado de Taylor Swift pone de manifiesto que como en el cine no se ven las cosas en ning¨²n sitio. No todas las pel¨ªculas pueden tener esa capacidad de inversi¨®n y alcance, pero tambi¨¦n se trata de trabajar para dirigirse al p¨²blico que interesa a cada obra¡±, reflexiona Gil. Con la megafon¨ªa que dan los cheques, liderar la conversaci¨®n se antoja m¨¢s f¨¢cil. Aunque un evento no est¨¢ hecho solo de estrellas y millones de euros.
¡°Entre exhibidores decimos mucho que, para que las pel¨ªculas peque?as funcionen, hay que conseguir que la gente vaya al cine, y eso se logra con los blockbusters. Pero tampoco, como sala, puedo depositar la responsabilidad de la comunicaci¨®n de una pel¨ªcula solo en las distribuidoras¡±, apunta Lobo Garc¨ªa. De ah¨ª que en Embajadores se vuelquen en otras opciones: una publicidad m¨¢s cercana y original, a trav¨¦s de redes sociales y una newsletter con 2.000 inscritos; reflexiones personales del propio responsable de comunicaci¨®n sobre lo que le ha generado el filme en lugar de mensajes promocionales m¨¢s tradicionales; sumar a la proyecci¨®n de T¨¢r la actuaci¨®n de un cuarteto de cuerdas; o juntar el visionado de Un amor con un coloquio con Isabel Coixet, que se proyecta tambi¨¦n en las otras salas que acogen la pel¨ªcula.
La preventa de entradas para esto ¨²ltimo se agot¨® en nada, comparte Lobo Garc¨ªa. Y reconoce que la de una superproducci¨®n como The Marvels, en cambio, languideci¨®, en un cine muy de barrio y p¨²blico fiel como el suyo. Aunque cree que la venta anticipada siempre trae alguna buena noticia, ya sea visibilidad, la efectiva compra de entradas o, en el mejor de los casos, su ¨¦xito absoluto. E incluso m¨¢s: una preventa que arrasa siempre deja a alguien con ganas. Tal vez se lo cuente a otro. Y a otro. Puede que se genere una conversaci¨®n. Y con suerte, alg¨²n d¨ªa, un cine lleno.
Babelia
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