Localizado en C¨¢ceres un enclave militar romano construido sobre un asentamiento ind¨ªgena

A finales de la Segunda Edad del Hierro (en torno al 100 a. C.), y coincidiendo con el inicio de la presencia romana al oeste de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, se produce un notable aumento demogr¨¢fico y la consiguiente construcci¨®n de nuevos asentamientos ind¨ªgenas, a los que se sum¨® la fortificaci¨®n en altura de los ya existentes. Y aunque se tienen pocos datos sobre este proceso, la implantaci¨®n de lo que se llama arqueolog¨ªa no invasiva ¨Dsurgida gracias al desarrollo de las nuevas tecnolog¨ªas¨D ha permitido avanzar notablemente en el conocimiento de esta etapa hist¨®rica. Este es el caso del asentamiento fortificado del Cerro de la Bre?a (Talav¨¢n, C¨¢ceres), al que los arque¨®logos han sometido a una bater¨ªa de procesos no invasivos (prospecci¨®n geomagn¨¦tica, georradar, tomograf¨ªa el¨¦ctrica, LiDAR, c¨¢maras RGB y multiespectrales) que han dado como resultado el hallazgo de un complejo sistema defensivo ind¨ªgena, promovido por los romanos, para proteger una densa y regular trama urbana del ataque de otros pueblos peninsulares. El asentamiento se levantaba justo en los l¨ªmites que divid¨ªan a lusitanos y vetones. Se desconoce a qu¨¦ pueblo pertenec¨ªa la poblaci¨®n amurallada.

El estudio Exploraci¨®n no invasiva de un poblado fortificado de la etapa tardorrepublicana en el valle del Tajo. El Cerro de la Bre?a ¨Dpublicado en la revista Spal y firmado por expertos del Instituto de Arqueolog¨ªa de M¨¦rida (CSIC-Junta de Extremadura), la Universidad de Extremadura y el Centro de Investigaciones Cient¨ªficas y Tecnol¨®gicas de Extremadura (CICYTEX)¨D desvela que se trataba de ¡°un enclave militar, relacionado con la presencia romana, para el control estrat¨¦gico y dominaci¨®n de los territorios entre el Guadiana y el Tajo¡±. Este enclave, adem¨¢s, ¡°se diferencia netamente de las soluciones adoptadas [para defenderse] por otros asentamientos ind¨ªgenas de la zona en plena Edad del Hierro¡±, ya que contaba con una doble muralla con foso y terraplenes.

El lugar est¨¢ rodeado por cercas de piedra que se superponen sobre el antiguo recinto amurallado que defend¨ªa el asentamiento. La muralla abarcaba una superficie de 3,5 hect¨¢reas y ten¨ªa una longitud de 307 metros. El art¨ªculo cient¨ªfico ¨Drubricado por los expertos Victorino Mayoral, Carmen Pro, Jes¨²s Garc¨ªa S¨¢nchez, Elia Quir¨®s Rosado y Andrea Gil Llorente¨D ha dado como resultado una ¡°primera y exitosa caracterizaci¨®n de la estructura del asentamiento¡± que, adem¨¢s de la muralla, contaba con un segundo recinto gemelo con foso y terrapl¨¦n, adem¨¢s de un ¡°tipo de torre o basti¨®n¡± en su zona suroeste.

Las estructuras arqueol¨®gicas detectadas ¨Dmuy afectadas en su parte superficial por las labores agr¨ªcolas¨D son visibles a solo 20 cent¨ªmetros de profundidad, aunque a 40 o 50 cent¨ªmetros ya se distinguen ¡°niveles de derrumbe y otros dep¨®sitos diferenciados, adem¨¢s de lo que parecen ser las calles¡± que articular¨ªan la circulaci¨®n en el interior del recinto. A m¨¢s profundidad, hasta un metro, se han detectado ¡°muros, reflexiones horizontales que subrayan la presencia de un entramado urbano con calles y estructuras de mayores dimensiones, quiz¨¢s cimentaciones¡±.

Sistema defensivo con foso

Los arque¨®logos creen, por tanto, que el ¡°Cerro de la Bre?a alberg¨® un importante n¨²cleo poblacional¡± que habr¨ªa estado en funcionamiento entre el final de la Edad del Hierro y los inicios de la presencia romana. Destacan tambi¨¦n su particular sistema defensivo, con ¡°fosos y terraplenes que formaban una doble l¨ªnea, que cubr¨ªa la totalidad del per¨ªmetro, incluso en los tramos en los que la topograf¨ªa ofrece la mejor protecci¨®n¡±. Esta configuraci¨®n tiene notables diferencias con los esquemas habituales en los castros ind¨ªgenas del entorno de la Alta Extremadura, ya que estos carec¨ªan en su gran mayor¨ªa de fosos, y los que los pose¨ªan eran peque?os y localizados en la partes m¨¢s vulnerables.

Sin embargo, s¨ª que existe una cierta conexi¨®n con el enclave llamado C¨¢ceres Viejo (Casas de Mill¨¢n), a 20 kil¨®metros de distancia, un punto de vigilancia y control romano fechable en los inicios del siglo I a. C. y que est¨¢ relacionado con las Guerras Sertorianas (enfrentamientos civiles romanas entre el 82 y 72 a. C.). Se trataba de un punto estrat¨¦gico junto a la calzada romana de la V¨ªa de la Plata.

¡°En resumidas cuentas¡±, terminan los especialistas, ¡°lo que planteamos es que, por sus caracter¨ªsticas formales, el sistema defensivo del Cerro de la Bre?a se diferencia netamente de las soluciones adoptadas por los asentamientos ind¨ªgenas de la zona. Esto, unido a otros rasgos de la trama urbana revelada por el estudio no invasivo y las evidencias materiales dispersas, nos hacen pensar que puede tratarse de un enclave de tipo militar, relacionado con la presencia romana a lo largo del proceso de implantaci¨®n, control estrat¨¦gico y dominaci¨®n de estos territorios entre el Guadiana y el Tajo¡±. Una manera de protegerse del peligro que acechaba, viniera de donde viniera. Est¨¢ previsto iniciar en breve catas arqueol¨®gicas en el cerro que, posiblemente, desvelar¨¢n qui¨¦n se defend¨ªa de qui¨¦n.