Muere la fot¨®grafa Colita, la rebelde que retrat¨® desde la ¡®gauche divine¡¯ a la miseria de las chabolas
Isabel Steva ha fallecido este domingo en Barcelona a los 83 a?os. Feminista y de izquierdas, renunci¨® al premio Nacional por su desacuerdo con la pol¨ªtica cultural del PP de Rajoy
La fot¨®grafa Isabel Steva Hern¨¢ndez, conocida como Colita, ha fallecido la tarde de este domingo en Barcelona a los 83 a?os a causa de una peritonitis, han informado a EFE fuentes cercanas a la artista. Nacida en la capital catalana el 24 de agosto de 1940, Colita fue una gran figura del fotoperiodismo y de la vida cultural de Barcelona, ciudad de la que deja el retrato social de una ¨¦poca tan imprevisible y fascinante como la Transici¨®n. Colita fue conocida, sobre todo, por ser la autora de im¨¢genes ic¨®nicas del mundo cultural que se reun¨ªa en la c¨¦lebre discoteca Bocaccio, epicentro de la gauche divine, la alta burgues¨ªa: ¡°?ramos j¨®venes y nos quer¨ªamos divertir en una realidad que no era nada divertida¡±, dec¨ªa. Sin embargo, m¨¢s all¨¢ de ese glamur, mostr¨® tambi¨¦n la cara marginal de la ciudad catalana, como las chabolas del Somorrostro. En su amplio registro tambi¨¦n hubo lugar para un paseo por los cementerios barceloneses en un libro que realiz¨® al alim¨®n con otra fot¨®grafa de su generaci¨®n, Pilar Aymerich, en 1981.
El director de su archivo, Francesc Polop, ha declarado en un comunicado en Facebook este lunes que Colita falleci¨® ¡°sin sufrir y acompa?ada por sus seres queridos¡±. El funeral se oficiar¨¢ el martes, en el tanatorio de Les Corts de Barcelona. All¨ª estar¨¢ antes abierta la capilla ardiente. ¡°La despediremos como ella quiso: con amor y con humor¡±, ha a?adido. ¡°Colita nos ha dejado, pero su legado, tan grande, brillante y generoso como ella, no morir¨¢. Fue mi compromiso con ella¡±.
Colita era una mujer rebelde, con temperamento, que en una ¨¦poca en que no era nada f¨¢cil decirlo se declaraba feminista, de izquierdas y atea. Ese car¨¢cter se reflejaba en la fuerza de sus im¨¢genes. No sigui¨® la voluntad de su padre de que fuera farmac¨¦utica, sino que hizo lo que le apetec¨ªa, como afirmaba hace dos a?os en una entrevista en El Pa¨ªs Semanal. Lleg¨® a la fotograf¨ªa precisamente por una c¨¢mara que le regal¨® su progenitor cuando ella ten¨ªa 12 a?os. Su padre, un ingeniero afrancesado, fue quien le puso el apelativo de Colita: ¡°Se supon¨ªa que yo hab¨ªa nacido debajo de una col, una fantas¨ªa muy francesa¡±, contaba ella. Su familia la envi¨® un a?o a Par¨ªs, a estudiar a la Sorbona Lengua y Civilizaci¨®n francesa, pero aprovech¨® ese tiempo para recorrer el pa¨ªs en autoestop.
Colita aprendi¨® la t¨¦cnica de maestros como Oriol Maspons, que le present¨® a Xavier Miserachs, con quien empez¨® como ayudante en 1961; tambi¨¦n de Francesc Catal¨¤-Roca y Leopoldo Pom¨¦s. Fue Miserachs quien la coloc¨® para hacer la foto fija de la pel¨ªcula Los Tarantos (1963). En el rodaje hizo amistad con la bailaora y cantaora Carmen Amaya. ¡°Descubr¨ª que lo que m¨¢s le gustaba a la pija que era yo entonces era callejear y andar de juerga con los gitanos¡±. Con Amaya pod¨ªa pasarse todo el d¨ªa comiendo y bebiendo en casa de la artista flamenca. Esa pasi¨®n por el cante jondo, con retratos de sus figuras, la plasm¨® en 1975 en un libro con sus im¨¢genes y textos de su amigo el poeta Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, titulado Luces y sombras del flamenco, un tesoro publicado por Lumen en la c¨¦lebre e irrepetible colecci¨®n Palabra e Imagen.
La primera de sus 40 exposiciones, patrocinada por Bocaccio y el empresario y promotor cultural Oriol Reg¨¤s, apenas dur¨® dos d¨ªas al ser clausurada por la polic¨ªa. Era una muestra de su visi¨®n social de la fotograf¨ªa y de su ideolog¨ªa. Autora todoterreno, public¨® una treintena larga de libros hasta que, a comienzos de este siglo, decidi¨® colgar la c¨¢mara tras cuatro d¨¦cadas de trabajo. Sin embargo, las movilizaciones del movimiento 15M en Barcelona, en 2011, la llevaron de nuevo a la calle. A lo largo de su trayectoria, su objetivo se fij¨® en espect¨¢culos tan diferentes como los toros, aunque odiaba la tauromaquia, o el travestismo. Adem¨¢s, queda su trabajo en prensa, en revistas como Destino, Triunfo o Intervi¨², para las que retrat¨® una singular etapa de cambios pol¨ªticos, con sus protestas y manifestaciones. Uno de sus reportajes m¨¢s conmovedores, a principios de los noventa, fue sobre enfermos de sida que, poco a poco, fueron falleciendo uno tras otro.
Y por supuesto est¨¢n sus estupendos retratos de personajes como Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez (con la famosa imagen de un ejemplar de Cien a?os de soledad abierto sobre su cabeza, un gesto que el escritor hizo cuando ella le dijo que ese libro era maravilloso), Mario Vargas Llosa, Salvador Dal¨ª, Joan Mir¨®, Orson Welles, Rafael Alberti, Ana Mar¨ªa Matute, Carmen Amaya, Antonio Gades, Joan Manuel Serrat ¨Chizo fotos para portadas de discos de la Nova Can?¨®¨C o los hermanos Terenci y Ana Mar¨ªa Moix.
Y c¨®mo no recordar una de sus im¨¢genes favoritas, un retrato de un cerdo en una granja, en 1987, en la que el gorrino rebosaba felicidad. ¡°Lo ten¨ªan solo para que comiera y cubriera a las hembras, as¨ª que era verdaderamente feliz¡±, dijo. El ¨²nico g¨¦nero que, aseguraba, rechazaba hacer era la fotograf¨ªa de moda.
Como Colita no ten¨ªa pelos en la lengua, incluyendo lo que no le gustaba del mundillo fotogr¨¢fico, critic¨® el gusto por lo vintage, lo que, con retranca, defin¨ªa como ¡°ro?a, fotos mal tiradas y mal reveladas¡±. Tambi¨¦n lamentaba el escaso aprecio que las instituciones culturales espa?olas hab¨ªan manifestado desde siempre por la fotograf¨ªa. Fruto de su compromiso, rechaz¨® el Premio Nacional de Fotograf¨ªa en 2014, alegando que el entonces Ministerio de Cultura, Educaci¨®n y Deporte era responsable de que la cultura en Espa?a se encontrara en una situaci¨®n de ¡°pena, verg¨¹enza y dolor de coraz¨®n¡±. Colita dio las gracias al jurado, pero envi¨® una misiva al ministerio en la que explicaba sus razones y en la que apuntaba: ¡°De momento, sr. Wert, no me apetece salir con vd. en la foto¡±, en referencia al ministro, Jos¨¦ Ignacio Wert.
Antes s¨ª hab¨ªa recogido la Creu de Sant Jordi, aunque explicaba que ese galard¨®n, el de m¨¢s rango que concede la Generalitat de Catalu?a, lo hab¨ªa aceptado porque lo entregaba Pasqual Maragall, un pol¨ªtico por el que mostraba simpat¨ªa, y que lo hubiera rechazado si lo hubiese entregado Jordi Pujol. En 1998, el Ayuntamiento de Barcelona le otorg¨® la Medalla al M¨¦rito Art¨ªstico.
Otras distinciones con las que contaba eran, en 2012, la Medalla de Fomento de las Artes y del Dise?o FAD, el prestigioso Premio Piedad Isla de fotograf¨ªa, en 2013, que otorga la Diputaci¨®n de Palencia; el Premio Internacional Terenci Moix o, en 2015, el Premio Bartolom¨¦ Ros, que el festival PHotoEspa?a le concedi¨® por su trayectoria. En 2021 s¨ª acept¨® del Ministerio de Cultura la Medalla de Oro al M¨¦rito en las Bellas Artes, ya con el Gobierno de Pedro S¨¢nchez.
De 2015 es el documental que dirigi¨® Ventura Pons centrado en su figura, Cola, Colita, Colassa (Oda a Barcelona), una idea surgida tras su rechazo del premio Nacional. En ¨¦l contaba su vida, con la participaci¨®n de amigas suyas como Teresa Gimpera, Maruja Torres, Pilar Aymerich, Rosa Reg¨¤s o Beatriz de Moura. En la pel¨ªcula desgranaba, entre otras an¨¦cdotas, lo que hizo cuando muri¨® Franco y que reflejaba su punto gamberro. Fue al Valle de los Ca¨ªdos para retratar el entierro ¡°disfrazada¡± de falangista con una gabardina a la que cosi¨® una bandera espa?ola e iba haciendo el saludo fascista. Al fin y al cabo, como ella aseguraba: ¡°Lo ¨²nico que he hecho es lo que me ha dado la gana para pas¨¢rmelo bien. La suerte es que me lo han permitido y encima me he ganado la vida¡±.
Babelia
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