Un hongo terrible, el extractivismo forestal y la resistencia mapuche: la ficci¨®n especulativa que retrata Chile
La inquietante novela ¡®El vasto territorio¡¯, de Sim¨®n L¨®pez Trujillo, muestra c¨®mo se pueden tratar los problemas reales desde una ciencia ficci¨®n llena de lirismo
Dicen que la ficci¨®n especulativa o la ciencia ficci¨®n son g¨¦neros que, aunque en principio no lo parezca, abordan con m¨¢s hondura e imaginaci¨®n algunos de los temas m¨¢s candentes de la actualidad, incluso m¨¢s que la novela de corte, digamos, realista. El vasto territorio (publicada en Espa?a por Caja Negra y por Alfaguara en Chile), de Sim¨®n L¨®pez Trujillo (Santiago de Chile, 29 a?os), cuenta la historia de un trabajador de las industrias madereras cuyo cuerpo y cuya mente son infectadas por un hongo terrible que las posee, y lleva a su comunidad a derivaciones sectarias, m¨ªsticas y religiosas. Pero por detr¨¢s de los elementos fant¨¢sticos, el texto habla del extractivismo en el sur de Chile (extracci¨®n de recursos naturales para vender), de luchas sindicales, de la violencia contra el pueblo mapuche, de la dictadura chilena o de la emergencia clim¨¢tica mal atendida.
Para abordar estos asuntos, L¨®pez Trujillo no elige el gran cuadro, sino centrarse en la pincelada, en los ambientes ¨ªntimos, en c¨®mo procesos hist¨®ricos como los descritos afectan a la vida cotidiana y a la subjetividad de una familia trabajadora. El lenguaje popular de la gente del vulgo contrasta en la novela con las expresiones t¨¦cnicas de una cient¨ªfica que empieza a investigar en torno a las cosas raras que ocurren alrededor de ese hongo terrible. Es un contraste de clase.
¡°No me interesaba el costumbrismo o una idea folcl¨®rica, mucho del registro de la jerga maderera fue aprovechado en un sentido po¨¦tico de la sonoridad de palabras¡±, explica el autor en una cafeter¨ªa del Rastro de Madrid, en su viaje a Espa?a para la presentaci¨®n del libro. El escritor, con gorra negra, sudadera y gafas transparentes, habla con gran velocidad y precisi¨®n, como si las ideas se le amontonaran en el cerebro esperando la salida, y as¨ª dice beber del realismo social chileno de autores como Marta Brunet, Carlos Droguett o Manuel Rojas. Tambi¨¦n del mundo on¨ªrico de Juan Rulfo, ¡°en el que los campesinos son personas que se explican el mundo, una especie de fil¨®sofos¡±. Porque L¨®pez Trujillo no quiere relegar el espacio de reflexi¨®n y pensamiento a la acad¨¦mica, sino mostrar ¡°la potencia de pensamiento de las diferentes clases¡±.
Refleja las jerarqu¨ªas dentro de las empresas forestales, que est¨¢n en permanente cambio debido a la automatizaci¨®n, y en las que se dan frecuentes accidentes con el resultado de la muerte o mutilaci¨®n de los trabajadores. Sierras, grandes m¨¢quinas, miembros amputados, aplastamientos. El relato de la mic¨®loga Giovanna, tan diferente a la experiencia obrera, sirve para adentrarnos en las particularidades del reino fungi, en el que L¨®pez Trujillo se ha zambullido con fascinaci¨®n (algunas de sus fuentes fueron el documental Fantastic Fungi, o el libro La seta del fin del mundo, de Anna Lowenhaupt Tsing, publicado por Capit¨¢n Swing), y en los procesos de investigaci¨®n cient¨ªfica.
Hongos, rizomas y Spinoza
¡°Es un reino incre¨ªble¡±, dice el autor. Las setas, los hongos, los champi?ones son solo la peque?a parte visible de unos seres que se extienden de forma subterr¨¢nea (el micelio) y que pueden ocupar grandes extensiones de terreno y conectar, por ejemplo, numerosos ¨¢rboles. De hecho, uno de los seres vivos m¨¢s grandes del mundo es dif¨ªcil de ver a simple vista: se trata de un hongo de la miel (Armillaria ostoyae) en el Bosque Nacional Malheur, Oreg¨®n, Estados Unidos, que ocupa el equivalente a 1.350 campos de f¨²tbol y tiene 2.400 a?os.
¡°Los hongos son muy buenos formando comunidades interespecie, generando comuni¨®n y simbiosis con esas especies¡±, explica el autor, ¡°para m¨ª son tambi¨¦n una met¨¢fora de la intertextualidad¡±. En efecto, cada texto que se escribe podr¨ªa verse como la parte visible de un di¨¢logo subterr¨¢neo con otros muchos textos, con toda una tradici¨®n, o al menos as¨ª lo ve el chileno. El hongo tambi¨¦n puede verse como una met¨¢fora de internet, o del rizoma conceptualizado por Deleuze y Guattari.
¡°Me gusta ver la literatura como la ve el escritor Ben Lerner: no como un canon sino como una conversaci¨®n entre autores vivos y muertos, j¨®venes y viejos. Todo est¨¢ conectado¡ como en los hongos¡±. L¨®pez Trujillo se form¨® en Filosof¨ªa y en esta novela hay tambi¨¦n una reconocida influencia de Spinoza, el fil¨®sofo que ve¨ªa a Dios en la naturaleza. En el texto, el trabajador infectado comienza a emitir mensajes oraculares y po¨¦ticos, de dif¨ªcil interpretaci¨®n, que operan en ese sentido y acaban fundando algo as¨ª como una nueva religi¨®n, algo delirante, con gran seguimiento en ese sector social.
La lucha del pueblo mapuche
El pueblo ind¨ªgena mapuche, el de mayor presencia en Chile, en la zona de la Araucan¨ªa, es otro de los vectores de la obra. Los mapuches consideran que la tercera invasi¨®n sufrida, tras la conquista espa?ola y el Estado chileno, es la de las empresas forestales, la mayor¨ªa instaladas en su territorio, que se realiz¨® con la connivencia de la dictadura de Augusto Pinochet. ¡°Se han criminalizado las demandas de soberan¨ªa y autonom¨ªa territorial, de recuperaci¨®n de tierras, como actos terroristas. Pero es una lucha muy compleja con much¨ªsimos matices, la Araucan¨ªa es una zona gran conflicto y de gran potencia literaria¡±, apunta el escritor. Y cita a autores de origen mapuche: Daniela Catrileo, Roxana Miranda Rupailaf, David Ani?ir.
La novela est¨¢ dedicada al l¨ªder sindical Rodrigo Cisterna (que no era de origen mapuche), asesinado a balazos a los 26 a?os, en 2007, en el curso de unas protestas obreras. ¡°Ped¨ªan cosas tan sencillas como un reajuste de salarios y el fin de la subcontrataci¨®n que afectaba a m¨¢s de la mitad de los trabajadores. Ahora las condiciones han empeorado¡±, dice el autor. ¡°Me interesa recoger esos movimientos obreros que con la dictadura se desactivaron profundamente. Hay una precarizaci¨®n tremenda de la vida y del trabajo¡±.
Ecologismos hay muchos, y L¨®pez Trujillo denuncia aqu¨ª el ambientalismo de derechas que proponen las grandes madereras. ¡°Hay una vertiente profundamente liberal en el ecologismo, la que busca separar la naturaleza de la experiencia humana y utilizar el paisaje en complicidad con los discursos que van borrando esa conexi¨®n. A m¨ª me interesa una historia que dispute eso¡±. Ejemplo: el ecologismo que ve la preservaci¨®n de la naturaleza como una manera de expandir la industria tur¨ªstica. Fines del mundo tambi¨¦n hay muchos. ¡°Otra idea que me interesa disputar es la que ahora se ve desde Estados Unidos y Europa. Pero en Latinoam¨¦rica ya habido un fin del mundo, con la conquista. ?Acaso no se est¨¢ viviendo un fin del mundo en Gaza?¡±.
Hablando de distop¨ªas: no se describe aqu¨ª una pandemia sino el inicio, el caso del paciente cero, lo que le permite al escritor jugar en las distancias cortas, donde puede aportar notable lirismo (viene de la poes¨ªa), sin perderse en consideraciones m¨¢s globales que impliquen muchos m¨¢s personajes o escenarios. Todo queda m¨¢s recluido, y m¨¢s sentido. As¨ª que, aunque la idea del hongo que infecta a los humanos puede recordar al videojuego y la serie The Last Of Us, la forma de abordar el asunto es muy diferente. ¡°De hecho, ni siquiera he visto la serie o jugado al juego¡±, dice el autor. ¡°Eso s¨ª, me encanta el actor Pedro Pascal, chileno, que protagoniza la serie¡±.
Babelia
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