Zubin Mehta regresa con su mejor Brahms, tan bello y majestuoso como austero y oto?al
El legendario maestro dirige conciertos y sinfon¨ªas del compositor hamburgu¨¦s con la Filarm¨®nica de M¨²nich y el pianista Yefim Bronfman en una gira que culminar¨¢, hoy y ma?ana, en el Auditorio Nacional de Madrid
Quiz¨¢ no ser¨ªa disparatado leer, entre las notas escritas por Johannes Brahms en su Concierto para piano n¨²m. 2, esbozado en 1878 y culminado en 1881, una peque?a autobiograf¨ªa. Su primer movimiento remite al joven virtuoso fascinado por la naturaleza. El scherzo en re menor evocar¨ªa el amargo fracaso de su primer concierto para ese instrumento, escrito en esa misma tonalidad; con ese tr¨ªo de tinte h?ndeliano que remite al convencimiento de buscar en el pasado musical la salvaci¨®n del presente. El andante evidencia, a continuaci¨®n, la madurez art¨ªstica y personal. Y, el ¨²ltimo movimiento, deja entrever su faceta m¨¢s ligera.
Zubin Mehta regresa de gira por Espa?a con la misma voluntad de hacer balance. El legendario maestro indio (Bombay, 87 a?os) ya no es la figura din¨¢mica que se hizo tan popular dirigiendo el Concierto de A?o Nuevo y a Los Tres Tenores. Ahora es un simp¨¢tico y fr¨¢gil anciano que sale al escenario con parsimonia ayudado por un bast¨®n. El p¨²blico lo recibe entre ovaciones y dirige sentado con gestos precisos donde ya no cabe nada del efectismo de anta?o. Pero sigue buscando en las partituras de Brahms la misma fascinaci¨®n que encontr¨® cuando lleg¨® como estudiante a Viena. Y asisti¨® a su primer concierto sinf¨®nico en la sala dorada del Musikverein, en 1954, donde escuch¨® a la Filarm¨®nica de Viena tocando la Primera sinfon¨ªa del compositor hamburgu¨¦s.
Brahms es una especie de b¨ºte noire para Mehta. Un compositor que ha abordado intensamente durante toda su vida, con autoridad y de memoria, que ha dirigido siempre bien y hasta ha grabado habitualmente, pero en cuyas composiciones nunca ha terminado de acertar del todo. No obstante, el maestro indio ha iniciado 2024 dirigiendo el ciclo de sus cuatro sinfon¨ªas y sus cuatro conciertos a la Filarm¨®nica de M¨²nich, de la que es director laureado. Una serie de conciertos que culmin¨®, el pasado 26 de enero, con la concesi¨®n de la Medalla de Oro de Honor de la capital b¨¢vara.
Afronta ahora una intensa gira espa?ola con Iberm¨²sica junto a la orquesta muniquesa y al pianista israel¨ª-estadounidense Yefim Bronfman (Taskent, 65 a?os). Una tourn¨¦e que arranc¨® el pasado domingo, 28 de enero, en Barcelona, y culminar¨¢, los d¨ªas 30 y 31, en el Auditorio Nacional de Madrid, tras pasar ayer, d¨ªa 29, por Zaragoza. Cuatro conciertos con todas las entradas vendidas desde hace tiempo. Y dos programas, con las sinfon¨ªas Segunda y Cuarta junto a los dos conciertos pian¨ªsticos, que podr¨¢n verse tambi¨¦n en el Carnegie Hall de Nueva York a comienzos de febrero.
El director indio arranc¨® su actuaci¨®n en Zaragoza con el Concierto para piano n¨²m. 2. Una interpretaci¨®n donde inmediatamente aflor¨® su dominio del lenguaje brahmsiano, con un admirable manejo de las texturas y un discurso fluido. Pero la obra son¨® demasiado convencional y carente de esos conflictos juveniles que evocan estos pentagramas. En la parte solista, Bronfman comenz¨® de forma algo tosca y rutinaria, pero elev¨® una excelente recapitulaci¨®n con tono poderoso y claridad cristalina. Un dramatismo demasiado controlado impregn¨® el scherzo, aunque esa moderaci¨®n inicial conect¨® con un adagio idealmente oto?al, como expresi¨®n de la madurez.
Ese movimiento lento arranc¨® con el bell¨ªsimo solo de violonchelo, admirable en las manos del holand¨¦s Floris Mijnders. Y Mehta consigui¨® parar el reloj en la famosa alusi¨®n que desliza Brahms de su lied Todessehnen (Ahnelo de muerte). Con el hechizo de ese d¨²o de clarinetes, que tocaron L¨¢szl¨® Kuti y Matthias Ambrosius, a los que Bronfman envuelve con el piano. Un pasaje de verdadera m¨²sica de c¨¢mara al que se suma, a continuaci¨®n, el solo del violonchelo con el inicio de la recapitulaci¨®n. Un episodio de pura magia brahmsiana que fue lo mejor de la primera parte. Faltaba el allegretto grazioso, final que Mehta y Bronfman supieron dotar de elegancia con esos gui?os c¨ªngaros llenos de chispa y humor.
Bronfman termin¨® su actuaci¨®n exhibiendo poder¨ªo sonoro tocando como propina el popular Preludio op. 23 n¨²m. 5, de Sergu¨¦i Rajm¨¢ninov, pero tambi¨¦n una admirable claridad dial¨®gica en la secci¨®n central. Y la segunda parte prosigui¨® con Brahms. Una versi¨®n idealmente oto?al de la Sinfon¨ªa n¨²m. 2 que fluye con toda su belleza e intensidad, pero sin conflictos ni destellos expresivos. En el primer movimiento, Mehta resuelve la asombrosa combinaci¨®n de lirismo y expansi¨®n tomando el camino del justo medio. Pero busca, como siempre en Brahms, esas olas doradas de sonido vien¨¦s con una cuerda admirable comandada por la violinista Naoka Aoki.
El movimiento lento volvi¨® a ser lo mejor de la obra. Aflor¨® a la perfecci¨®n esa amalgama de luces y sombras, donde Brahms agita la evocaci¨®n cl¨¢sica con pinceladas contrapunt¨ªsticas y tensi¨®n dram¨¢tica. Pero el allegretto grazioso son¨® m¨¢s conformista y los dos tr¨ªos no aportaron su ingeniosa dosis disruptiva. Y Mehta encontr¨® la necesaria exuberancia para recuperar el inter¨¦s en el allegro con spirito final, aunque su controlada afirmaci¨®n final de la tonalidad de re mayor no terminase de emocionar. A pesar de todo, estamos ante el mejor Brahms de Mehta, tan bello y majestuoso como austero y oto?al.
Para terminar, no falt¨® la versi¨®n m¨¢s distendida y festiva del director indio. Mehta se despidi¨® del p¨²blico zaragozano dirigiendo como propina una versi¨®n tan bomb¨¢stica como refinada de la furianta en sol menor que cierra las Danzas eslavas op. 46, de Anton¨ªn Dvo?¨¢k. Y, tras varias salidas a saludar, el maestro indio encar¨® con su bast¨®n el lento camino de salida, mientras la mayor parte del auditorio le segu¨ªa aplaudiendo puesto en pie.
Temporada de Grandes Conciertos del Auditorio. Obras de Johannes Brahms. Yefim Bronfman (piano). Orquesta Filarm¨®nica de M¨²nich. Zubin Mehta (direcci¨®n). Auditorio de Zaragoza, 29 de enero.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.