Tres mujeres m¨¢s acusan al cineasta Carlos Vermut de violencia sexual
Una artista, una gestora cultural y una actriz se suman al testimonio de otras tres mujeres que revelaron a EL PA?S c¨®mo el director aprovech¨® su reconocimiento para supuestamente agredirlas
Tres mujeres m¨¢s aseguran haber sufrido violencia sexual por parte del cineasta espa?ol Carlos Vermut, ganador de la Concha de Oro de San Sebasti¨¢n con Magical Girl (2014). Una artista ¡ªahora educadora social¡ª, una gestora cultural y una actriz han denunciado a EL PA?S que el director mantuvo relaciones sexuales violentas con ellas, que nunca consintieron. Sus testimonios se suman a los de otras tres mujeres ¡ªuna estudiante de cine, una empleada de una de sus producciones y una trabajadora del sector cultural¡ª que revelaron a este diario sus historias en una investigaci¨®n publicada el 26 de enero. EL PA?S ha intentado, de manera infructuosa, contactar con Vermut desde el jueves a trav¨¦s de diversas llamadas telef¨®nicas, mensajes de WhatsApp y correos electr¨®nicos.
Los hechos que se exponen en estos tres testimonios transcurrieron entre octubre de 2012 y principios de enero de 2024. En uno de ellos, la artista, hoy educadora social, relata c¨®mo Carlos Vermut ¡ªnombre art¨ªstico de Carlos L¨®pez del Rey (Madrid, 43 a?os)¡ª la forz¨® a tener sexo anal sin consentimiento y que le produjo un ¡°desgarro¡±. Esta misma mujer describe que, en otra ocasi¨®n, la oblig¨® a practicar sexo dentro de su portal, aunque ella le hab¨ªa dicho que no quer¨ªa nada. ¡°Me hizo much¨ªsimo da?o¡±, explica, ¡°me mare¨¦ y vomit¨¦ durante el acto¡±. En el segundo relato, la gestora cultural narra un encuentro sexual con golpes, estrangulamientos y arcadas, y asegura: ¡°No fue un juego ni una pr¨¢ctica no convencional, fue violencia por violencia¡±. En el tercer testimonio, la actriz, que tuvo una relaci¨®n con Vermut desde la primavera de 2023 hasta enero, describe dos ocasiones en las que asegura que el cineasta la forz¨® a tener sexo violento que ella no consinti¨®, despu¨¦s de meses de violencia psicol¨®gica. Tres d¨ªas despu¨¦s de acabar la relaci¨®n, llam¨® al 016, seg¨²n su testimonio y el de tres personas de su entorno. Tambi¨¦n ha acudido a pedir apoyo a un centro p¨²blico de Madrid de atenci¨®n integral a mujeres v¨ªctimas de violencia sexual, seg¨²n ha constatado EL PA?S.
Ninguna de las tres ha querido que su nombre aparezca publicado, pues temen represalias en sus trabajos y en parte de la opini¨®n p¨²blica. Ninguna interpuso tampoco una denuncia en su momento ante la polic¨ªa, insisten en que no sent¨ªan que les fueran a creer. Seg¨²n datos del Ministerio de Igualdad, solo un 8% de las v¨ªctimas que sufren violencia sexual se atreve a denunciar. Este peri¨®dico cuenta con declaraciones juradas de estas tres mujeres, donde se ratifican en todos los hechos que aqu¨ª relatan.
EL PA?S posee nuevo material documental sobre el que se sustenta esta investigaci¨®n. En esta ocasi¨®n, este peri¨®dico ha tenido constancia de que al menos 18 personas del sector audiovisual conoc¨ªan sus relatos y ha recabado los testimonios de 12 personas de su entorno. Adem¨¢s, cuenta con correos electr¨®nicos, fotograf¨ªas, registros de llamadas, conversaciones, tanto en WhatsApp como en otras redes sociales, que estas mujeres mantuvieron con Vermut y con personas de su entorno, a quienes les confesaron lo que les hab¨ªa sucedido.
Toda esta nueva documentaci¨®n se suma a la que ya recab¨® este diario para la elaboraci¨®n de la primera informaci¨®n publicada sobre Vermut el 26 de enero. Entonces, EL PA?S tuvo acceso a correos electr¨®nicos, fotos, conversaciones de WhatsApp con ¨¦l y con gente de su c¨ªrculo profesional y entrevistas con 31 trabajadores de la industria, que tampoco quisieron dar su nombre. Y tambi¨¦n los testimonios de seis personas de su entorno. Para aquella publicaci¨®n, este diario entrevist¨® al cineasta en tres ocasiones.
Desde la publicaci¨®n de la anterior investigaci¨®n, el mundo audiovisual ha reaccionado dando su apoyo a las v¨ªctimas, aunque con muy distintas opiniones acerca de c¨®mo encarar la violencia sexual nacida del abuso del poder. Adem¨¢s, la Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales CIMA firm¨® un acuerdo con el Ministerio de Igualdad para elaborar un informe sobre la industria audiovisual y los ¡°entornos seguros para mujeres¡±, que esperan presentar en septiembre, y el Ministerio de Cultura anunci¨® la creaci¨®n de una oficina de atenci¨®n a v¨ªctimas de violencia machista. Todo ello, d¨ªas antes de la ¨²ltima gala de los premios Goya, el 10 de febrero, cuyo guion se reescribi¨® para recoger la condena a las agresiones, y en la que socias de CIMA portaron un paipay con el lema #Seacab¨®.
Como en el art¨ªculo del 26 de enero, las mujeres que relatan estos abusos tampoco se conocen entre s¨ª. Fue al leer los testimonios revelados en EL PA?S cuando consideraron que hab¨ªa llegado el momento de romper su silencio.
Testimonio 1. Octubre de 2012. Madrid
Esta artista, hoy educadora social, ten¨ªa 25 a?os cuando en 2012 conoci¨® a Carlos Vermut a trav¨¦s de amigos en com¨²n. Sol¨ªan coincidir en el bar Picnic, en Madrid, asegura. ¡°Para entonces ya se hab¨ªa dado a conocer, y sol¨ªa ir ah¨ª con otras personas del mundo del cine¡±, dice esta mujer, que ahora tiene 36 a?os. Cuenta que, una noche de octubre de ese a?o, acab¨® en el piso que el director de cine compart¨ªa con otras dos personas dedicadas al sector audiovisual.
¡°Fuimos a su casa a tomar la ¨²ltima¡±, explica esta mujer, que afirma que all¨ª tambi¨¦n estaban sus compa?eros de piso. EL PA?S ha hablado con ellos y confirman que vivieron juntos entre octubre de 2012 y noviembre de 2013. Esta mujer y Vermut entraron en la habitaci¨®n del cineasta. ¡°Yo estaba en el suelo, tumbada boca abajo; me intent¨® forzar analmente y lo consigui¨®¡±, relata la mujer. ¡°No recuerdo si le dije que no, lo que tengo claro es que mi postura corporal y los gritos que di fueron de dolor. Me desga?it¨¦, me tuvieron que o¨ªr en toda la casa¡±, asegura, aunque los compa?eros de piso no recuerdan escucharla gritar. ¡°Me hizo un desgarro, me dej¨® hecha un trapo. Eso no fue follar. La sensaci¨®n era que me forzaba. Fue sexo extremadamente agresivo. Esa noche tambi¨¦n me intent¨® estrangular¡±. ?l nunca le pregunt¨® si se encontraba bien, seg¨²n cuenta.
Despu¨¦s de esta experiencia, esta mujer dice que trat¨® de olvidarlo: ¡°Bloque¨¦ lo que me hab¨ªa pasado, por verg¨¹enza y culpa¡±. Sigui¨® vinculada al c¨ªrculo del cineasta y le escrib¨ªa a menudo. El director de cine no le contestaba o le daba largas, dici¨¦ndole, seg¨²n recuerda ella, que ten¨ªa novia. M¨¢s adelante fue Vermut quien intent¨® verla. ¡°Me empez¨® a escribir por SMS con bastante insistencia¡±, recuerda, hasta que ella acept¨® quedar. ¡°Al final vino a mi barrio. Yo le avis¨¦ de que no pod¨ªa pasar nada porque en ese momento yo ten¨ªa pareja¡±, explica.
Quedaron en un bar cerca de su casa, asegura. ¡°Empezamos a beber y yo me emborrach¨¦¡±, recuerda. Seg¨²n el relato de esta mujer, Vermut insisti¨® para que fueran a un hotel. ¡°Le dije que no, que no quer¨ªa, que no me apetec¨ªa. Le repet¨ª que me quer¨ªa ir a casa, que no quer¨ªa tener sexo con ¨¦l¡±, cuenta. El cineasta, afirma ella, la acompa?¨® hasta el portal de su domicilio. ¡°No recuerdo si lo dej¨¦ entrar o ¨¦l se meti¨®¡±. ¡°Tampoco me acuerdo bien de c¨®mo comenz¨®. Yo estaba contra la pared y ¨¦l, detr¨¢s. Fueron unas relaciones muy bestias, me hizo much¨ªsimo da?o. Vomit¨¦ por la mezcla del alcohol, el dolor y el miedo. Se dio cuenta y no hizo nada¡±, contin¨²a. ¡°El t¨ªo acab¨® y se fue¡±.
En esta segunda ocasi¨®n, al contrario de lo que le hab¨ªa sucedido en el encuentro en el piso del cineasta, asegura que no grit¨®. ¡°En el portal aguant¨¦ para no despertar a mis vecinos, por verg¨¹enza¡±, dice. ¡°Sub¨ª a mi casa, me duch¨¦ r¨¢pido y me lo call¨¦ ante mi pareja¡±. Esta mujer no volvi¨® a tener contacto con Vermut a solas, aunque s¨ª se cruzaron en un par de ocasiones en el Picnic.
Transcurrido un tiempo, empez¨® a asumir lo que le hab¨ªa sucedido y a hablarlo con cinco personas de su entorno, con las que ha contactado este diario para confirmar los hechos relatados. ¡°Hab¨ªa una parte de verg¨¹enza muy grande. Me dec¨ªa a m¨ª misma: ¡®Eres una puta groupie, esto te pasa por meterte donde te has metido¡±. A esta idea se un¨ªa, dice, ¡°el miedo al rechazo¡±. ¡°Y a que no me creyesen por qui¨¦n era ¨¦l¡±, explica. ¡°En ese momento empezaba a ser el cineasta de culto y el ni?o mimado de un productor y de un director de cine con mucho poder en la industria¡±.
El mismo d¨ªa en que se public¨® la primera investigaci¨®n de EL PA?S sobre Vermut, esta mujer le escribi¨® a una amiga a las 15.46, con quien comenta un enlace a la noticia:
¡ªT¨ªa¡ Es mi violador. Estoy del rev¨¦s.
¡ªLo s¨¦, t¨ªa. De hecho, he pensado que eras una de las que lo denunci¨®.
¡ªCasi vomito esta ma?ana. Estoy como aturdida.
¡ªQu¨¦ horror, t¨ªa.
Testimonio 2. Verano de 2013. Madrid
Esta gestora cultural y Vermut se conocieron en 2006 a trav¨¦s de una red social donde ambos colgaban y comentaban sus trabajos art¨ªsticos. ¡°Carlos era para m¨ª un referente, al igual que yo lo era para ¨¦l¡±, asegura esta mujer, de 39 a?os, sobre la primera etapa del cineasta como dibujante de c¨®mics. Ella, que en aquel momento estaba acabando la carrera, ten¨ªa 23 a?os. En 2008, seg¨²n su relato, se mud¨® a Madrid, donde comparti¨® piso con personas del entorno de Vermut, seg¨²n ha podido confirmar EL PA?S. ¡°Sol¨ªamos quedar todos juntos. Form¨¢bamos parte del mismo grupo de artistas¡±, afirma. Era una de las pocas mujeres de este c¨ªrculo de directores y productores de cine, ilustradores, guionistas y humoristas.
Durante sus primeros a?os en Madrid, su relaci¨®n con Vermut se fue estrechando. ¡°Yo sent¨ªa que formaba parte de su universo creativo¡±, explica. ¡°Es como la madriguera del conejo: entras ah¨ª porque crees que formas parte de algo¡±. Esta mujer recuerda que, en uno de sus cumplea?os, Vermut se pas¨® buena parte de la celebraci¨®n escribiendo en su port¨¢til, sentado en mitad del sal¨®n de su casa, mientras el resto de los invitados segu¨ªan con la fiesta. ¡°Era el guion de Magical Girl [la pel¨ªcula estrenada en 2014 por la que el cineasta gan¨® en el festival de cine de San Sebasti¨¢n]¡±, apunta. ¡°Lo termin¨® ah¨ª, cerr¨® el port¨¢til y me dijo: ¡®Este es tu regalo de cumplea?os¡±.
Despu¨¦s, empezaron a verse cada vez menos, aunque mantuvieron el contacto, sobre todo a trav¨¦s de sus amigos en com¨²n, explica. Volvieron a coincidir una noche de agosto de 2013, en casa del cineasta. ¡°Ya no ¨¦ramos los mismos. Carlos ya hac¨ªa cine [para entonces hab¨ªa estrenado Diamond Flash, de 2011] y yo hab¨ªa cambiado de sector laboral¡±, reconoce.
Aquella noche, seg¨²n su relato, entraron en la habitaci¨®n de la casa que el cineasta compart¨ªa con las mismas dos personas del primer testimonio que se recoge en esta investigaci¨®n, aunque ella no recuerda si hab¨ªa alguien m¨¢s all¨ª. ¡°Entr¨¦ porque quise. Pero lo que sucedi¨® fue violencia por violencia. Humillaci¨®n por humillaci¨®n. No hab¨ªa nada de er¨®tico ah¨ª, no hab¨ªa juego, era una persona machacando a la otra, sin m¨¢s¡±, afirma. Esta mujer describe ¡°golpes, estrangulamientos, humillaci¨®n en sus palabras¡¡±. Y a?ade: ¡°Recuerdo que vomit¨¦ en la habitaci¨®n, ¨¦l fue consciente y no hizo nada¡±.
Despu¨¦s de aquel encuentro, asegura que sinti¨® ¡°verg¨¹enza, culpa y asco¡±. ¡°Me dije a m¨ª misma que ten¨ªa que borrar lo que hab¨ªa pasado, cancelarlo¡±, contin¨²a. ¡°Ni siquiera recuerdo que lo habl¨¢ramos¡±. Asegura que trat¨® de seguir con la misma relaci¨®n de amistad que hab¨ªan tenido hasta esa noche y durante un tiempo hablaron por e-mail de forma espor¨¢dica.
La gestora cultural explica que pasado el tiempo decidi¨® formarse en sexolog¨ªa. ¡°Me preocup¨¦, esta sigue siendo la experiencia m¨¢s desagradable que he tenido y necesitaba saber por qu¨¦ pasan estas cosas¡±, dice. ¡°No he vuelto a vivir una situaci¨®n como esa y he tenido encuentros er¨®ticos de toda clase¡±.
Testimonio 3. De marzo de 2023 a enero de 2024. Madrid
En marzo de 2023, despu¨¦s de intercambiarse varios likes en Instagram durante semanas, esta actriz cuenta que un d¨ªa Vermut le escribi¨® un mensaje por esa red social. Hasta ese momento, explica que solo hab¨ªan coincidido en un par de ocasiones, como en una fiesta de Navidad de una productora en diciembre de 2018. Despu¨¦s de varios mensajes por Instagram, se intercambiaron los n¨²meros de tel¨¦fono: ¡°Ah¨ª fue cuando empezamos a hablar por WhatsApp¡±. Un mes despu¨¦s, comenzaron una relaci¨®n sentimental que dur¨® hasta enero de este a?o, durante la cual describe que sufri¨® dos episodios de violencia sexual no consentida y ¡°una manipulaci¨®n psicol¨®gica¡± desde el verano pasado. ¡°Fui perdiendo poco a poco mi voluntad, estaba anulada¡±, asegura.
La actriz, que prefiere no decir su edad para proteger su identidad, recuerda que cuando lo conoci¨® pens¨®: ¡°Qu¨¦ t¨ªo m¨¢s simp¨¢tico, m¨¢s bueno y risue?o. Estaba como agazapado¡±, describe mientras simula la posici¨®n en la que recuerda a Vermut sentado frente a ella en un restaurante en Madrid: con la espalda encorvada y los brazos entre las piernas. ¡°Hasta cambiaba la voz, era muy suave¡±, lo imita. Siguieron quedando, explica: ¡°No nos acostamos ni nos enrollamos¡±.
El 2 de abril de 2023, la actriz sali¨® de fiesta con Vermut y unos amigos suyos por el barrio de Usera, en la capital, seg¨²n recuerda. Aquella noche acab¨® en su casa. Fue la primera vez que se acostaron, afirma. ¡°Empezamos a tener una especie de relaci¨®n¡±, declara. ¡°Nos ve¨ªamos como una vez a la semana¡±. Vermut iba a visitarla a su barrio y al lugar donde ella trabajaba cuando sufr¨ªa parones en la interpretaci¨®n.
El cineasta conoc¨ªa su situaci¨®n laboral, los proyectos en los que esta mujer participaba. ¡°Mi trabajo nunca dependi¨® de ¨¦l y se lo dej¨¦ claro desde el principio. Aunque a la vez ten¨ªa muy presente que es una persona reconocida en la industria del cine, mejor posicionada que yo¡±, afirma, y subraya que es consciente, adem¨¢s, del poder que tienen los amigos del director en el sector. Recuerda que Vermut le dijo una vez: ¡°Yo s¨¦ que hago as¨ª [hace un chasquido con los dedos] y a esa persona le falta el curro durante seis a?os¡±. Su representante, cuando le comentaba alguno de los problemas que comenzaba a tener con Vermut, le avis¨®: ¡°Tampoco te pelees con ¨¦l, que no nos conviene¡±. EL PA?S se ha puesto en contacto con ella y ha confirmado que le recomend¨® ¡°varias veces¡± salir de esa situaci¨®n.
La relaci¨®n, comenta la actriz, sufri¨® un cambio a partir de octubre de 2023. Ella asegura que Vermut empez¨® a ser m¨¢s violento en las relaciones sexuales. ¡°Un d¨ªa llegu¨¦ a su casa y sin mediar palabra me agarr¨® del pelo y me estamp¨® contra la pared. Me us¨®¡±, describe. En otra ocasi¨®n, explica: ¡°Est¨¢bamos en el sof¨¢ y [mientras ten¨ªan sexo] me estaba dando fuerte con el cuello contra el asiento. Me dol¨ªa. Yo me intentaba mover, pero ¨¦l no ced¨ªa. Hubo un momento en que trat¨¦ de levantarme y me hizo ?pum!¡±, recuerda, y da un golpe en la mesa para simular el momento en el que ¨¦l presion¨® su cabeza con fuerza hacia abajo. ¡°Me apret¨® m¨¢s contra el sof¨¢¡±, dice.
Ella intent¨® distanciarse de Vermut desde ese momento, seg¨²n ha podido comprobar EL PA?S a trav¨¦s de sus conversaciones por WhatsApp. ¡°Al principio, me dijo que me quer¨ªa. Se refer¨ªa a m¨ª como bomb¨®n, pero despu¨¦s desaparec¨ªa¡±. Cuando le preguntaba por sus ausencias, el cineasta, explica ella, cambiaba la voz: ¡°Se pon¨ªa m¨¢s borde¡± y la calificaba de ¡°exagerada¡±. Este peri¨®dico tiene constancia de fragmentos de esas conversaciones. Esta situaci¨®n, dice, le provocaba ¡°mucha ansiedad¡±. La int¨¦rprete comenz¨® a medir sus palabras: ¡°Empiezas a pensar que tal vez ¨¦l tiene raz¨®n y que es tu culpa¡±. Vermut, adem¨¢s, le repet¨ªa que solo eran ¡°amigos¡±. Y en m¨¢s de una ocasi¨®n ¨¦l dio por terminada la relaci¨®n. ¡°Fui perdiendo poco a poco mi voluntad¡±, asegura.
La actriz describe otro episodio de junio de 2023 en el que, asegura, no consinti¨® el tipo de relaci¨®n sexual y se lo manifest¨® f¨ªsicamente. ¡°Est¨¢bamos en la cama y me empez¨® a meter los dedos en el culo. Me apart¨¦. Me agarr¨® de la cintura y lo volvi¨® a hacer. Me volv¨ª a apartar y me volvi¨® a agarrar con fuerza. Intent¨¦ evitarlo en cuatro ocasiones¡±, recuerda. ¡°Me usaba como un trapo. Y yo pensaba que a m¨ª eso me gustaba. Pero no, a m¨ª este t¨ªo me ha violado¡±, se?ala.
La ¨²ltima vez que lo vio fue la ma?ana del 1 de enero de 2024. Lleg¨® a la casa del cineasta pasadas las 00.00 a lo que cre¨ªa iba a ser una fiesta de Nochevieja con varias personas, por lo que daba a entender la invitaci¨®n, seg¨²n ha podido acreditar este diario. All¨ª se encontr¨® a Vermut y a una mujer que no conoc¨ªa, recuerda. Asegura que se sinti¨® en ¡°una encerrona¡±. ¡°Esa chica era exactamente igual que yo, podr¨ªa ser mi hermana peque?a¡±, explica. Mantuvieron relaciones sexuales de una manera que define como ¡°perversa¡±. ¡°Estaba jugando con las dos, no le import¨® que nos sinti¨¦ramos inc¨®modas, que nos enfad¨¢ramos¡±, explica. ¡°Cuando le ped¨ª explicaciones de todo, se empez¨® a poner nervioso y me dijo que la persona con la que hab¨ªa quedado era ella y no yo. Y ah¨ª me destruy¨®¡±, recuerda. Asegura que esa misma ma?ana decidi¨® terminar la relaci¨®n definitivamente.
Sali¨® esa ma?ana del piso de Vermut, relata. Cogi¨® un taxi hacia el suyo. ¡°Me lav¨¦ los dientes, sent¨ªa mucho asco¡±, dice, y se fue a la casa de una de sus amigas, seg¨²n ha podido comprobar EL PA?S a trav¨¦s de un audio de WhatsApp enviado desde ah¨ª y de entrevistas con sus amigas. ¡°Estuve 10 d¨ªas en cama. Solo sal¨ªa de mi piso para lo estrictamente necesario¡±. Al tercer d¨ªa, se preocup¨® y llam¨® al 016 (el tel¨¦fono de asesoramiento jur¨ªdico sobre violencia de g¨¦nero). ¡°Me dijeron que no pod¨ªan ayudarme porque yo hab¨ªa subido de manera voluntaria a su casa, que si no me hab¨ªa obligado¡ Yo les dec¨ªa que me hab¨ªa informado de su manera de manipularme y me contestaron que era mejor no mirar en internet¡±, contin¨²a. ¡°Entonces, pens¨¦: ¡®Si t¨² no me crees, ?qui¨¦n co?o me va a creer?¡±. Este diario ha tenido acceso al m¨®vil de esta mujer, pero las llamadas al 016 no dejan registro en la lista de llamadas de algunos dispositivos.
Desde aquel momento, su psic¨®logo le ha diagnosticado insomnio, hipervigilancia ¡ª¡°Estoy en constante estado de alerta¡±¡ª y ansiedad. Ha tenido ¡°pensamientos suicidas¡±, seg¨²n cuenta. Ha acudido a un psiquiatra, quien le ha recetado un ansiol¨ªtico. ¡°Lo primero que sientes es que has tenido la culpa, sientes verg¨¹enza porque de alguna manera crees que t¨² te buscaste eso. Ahora ya s¨¦ que no¡±. Esta mujer ha acudido a una oficina del Ayuntamiento de Madrid de atenci¨®n integral a v¨ªctimas de violencia sexual, seg¨²n ha constatado este diario.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.
Babelia
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