La presidenta del Archivo de Medina Sidonia: ¡°Hay tratamientos que no se me habr¨ªan dado si no fuese una mujer que se cas¨® con otra mujer¡±
Liliane Dahlmann denuncia que la situaci¨®n legal cada vez m¨¢s complicada pone en riesgo el funcionamiento de la Fundaci¨®n: ¡°La Administraci¨®n no debe ni puede desentenderse¡±
Liliane Dahlmann (Kaiserslautern, 68 a?os) ya no es la joven historiadora que se qued¨® prendada hace 43 a?os del Archivo de los Medina Sidonia, considerado una de la colecciones documentales privadas m¨¢s importantes de Europa. Su vida profesional y personal se entrever¨® con la de Luisa Isabel ?lvarez de Toledo, duquesa de Medina Sidonia para la nobleza, ¡°duquesa roja¡± para una sociedad que en los ¨²ltimos a?os del franquismo se escandalizaba con una noble espa?ola de izquierdas ¡ªestuvo en la c¨¢rcel y el exilio por ello¡ª y homosexual. La muerte de ?lvarez de Toledo hace 16 a?os, primero, y los sucesivos pleitos de los tres hijos de esta a cuenta de la herencia, despu¨¦s, han llevado a Dahlmann a volverse esc¨¦ptica. ¡°Ya no me sorprendo de nada¡±, tercia con amargura la viuda de la duquesa y presidenta de la Fundaci¨®n Medina Sidonia, sentada en el sof¨¢ de su despacho en Sanl¨²car de Barrameda.
En 2018, una sentencia de la Audiencia Provincial de C¨¢diz desbarat¨® parcialmente el legado testamentario de ?lvarez de Toledo y oblig¨® a sus hijos a entrar en la propiedad de un conjunto monumental indivisible, no enajenable y participado por hasta cuatro Administraciones p¨²blicas. La mara?a legal ya ha bloqueado el proceso de digitalizaci¨®n de los 6.316 legajos que abarcan mil a?os de historia, afectan al funcionamiento de la instituci¨®n y a la propia actividad investigadora de la presidenta. El ¨²ltimo pronunciamiento judicial favorable al actual duque, y que acusa a Dahlmann de apropiaci¨®n indebida por unas cuentas bancarias en el extranjero, tan solo ha enrarecido m¨¢s la situaci¨®n. En ese contexto, el Ayuntamiento de Sanl¨²car ha reconocido a la presidenta este 8M, en un premio por el que la viuda dice sentirse ¡°abrumada¡± por que alguien se ponga a su lado ¡°en un momento muy dif¨ªcil¡±.
Pregunta. ?C¨®mo es dirigir el archivo privado m¨¢s importante de Espa?a?
R. Hablamos de archivo privado porque est¨¢ dentro de una Fundaci¨®n privada, pero yo siempre reivindico que los archivos son p¨²blicos, porque se generan en funci¨®n de los distintos cargos p¨²blicos ostentados por la nobleza en una jurisdicci¨®n y eso crea una documentaci¨®n que escapa a lo privado y trasciende a lo p¨²blico, a lo nacional, incluso a lo internacional. Es una gran responsabilidad porque tienes que mantenerlo, y lo ideal ser¨ªa digitalizarlo.
P. ?C¨®mo fue el proceso de poner en pie el archivo?
R. Fue Isabel la que lo trajo, lo rescat¨® de un guardamuebles, acondicion¨® la parte alta del palacio para albergar esa documentaci¨®n y la clasific¨®, pese a tener que parar cuando estuvo en la c¨¢rcel y en el exilio. Yo cog¨ª la ¨²ltima fase, donde ya casi estaba todo catalogado. Hice uno de los ¨ªndices como prueba de acceso y de aptitud [risas]. Me impresion¨® mucho, sobre todo, por c¨®mo estaba concebido, esas estanter¨ªas, esos legajos se?alados con su letra [la de la duquesa]. Era como un archivo muy personal.
P. La duquesa de Medina Sidonia so?¨® con un archivo abierto al p¨²blico y administrado como tal. ?Se est¨¢ cumpliendo su legado?
R. Lo estamos intentando, por eso es tan importante que las Administraciones p¨²blicas est¨¦n a nuestro lado, para que se cumpla esa voluntad de la fundadora: que sea un archivo abierto al p¨²blico y que ese conocimiento llegue al mayor n¨²mero de personas posible.
P. ?Dir¨ªa que est¨¢ en riesgo, tras las ¨²ltimas sentencias que cambian el reparto de bienes?
R. Quiero pensar que no, siempre y cuando las Administraciones cumplan con su papel. Si dejan de cumplir con ¨¦l, claro que s¨ª. Porque es un patrimonio nacional del que una Administraci¨®n no debe ni puede desentenderse. Tiene una responsabilidad. Yo la tengo, por supuesto, pero ellos la tienen todav¨ªa mayor, porque tienen el control y tienen las leyes de conservaci¨®n y de custodia, que deben aplicar.
P. ?Cree que el valor del archivo est¨¢ suficientemente reconocido por el p¨²blico en general?
R. Para los especialistas s¨ª es muy reconocido. Pero para el gran p¨²blico, es la labor que queda por hacer, de difusi¨®n, de digitalizaci¨®n, que estemos m¨¢s presentes en red, pero todo eso exige dinero y personal. Y en la Fundaci¨®n tenemos muchos recursos patrimoniales, pero no tenemos dinero. Ese es nuestro problema.
P. ?C¨®mo va ese proceso de digitalizaci¨®n del archivo?
R. Iba muy bien, hasta hace un a?o y medio, que se digitalizaron 550 legajos. Ahora mismo no se est¨¢ digitalizando porque, tras la sentencia, aqu¨ª hay un proindiviso y algunos herederos me han escrito alguna carta amenaz¨¢ndome con que si firmo un convenio de digitalizaci¨®n me pondr¨¢n una demanda. Est¨¢ todo lamentablemente parado.
P. Entonces, ?ya se est¨¢ aplicando la ejecuci¨®n de la sentencia de la Audiencia de C¨¢diz de 2018 que obliga a que los tres hijos de la duquesa entren en el dominio de los bienes de la Fundaci¨®n?
R. Han pedido la ejecuci¨®n de la sentencia dos de los tres hijos. Las Administraciones en su momento dijeron en junta querer reunirse para debatir sobre el tema y hablar con los herederos para ver qu¨¦ es lo que piden. Pero eso no ha ocurrido y tampoco me parece correcto.
P. ?Se est¨¢n implicando lo suficiente entonces los cuatro patronos p¨²blicos ¡ªel Ayuntamiento de Sanl¨²car, la Diputaci¨®n de C¨¢diz, la Junta de Andaluc¨ªa y el Ministerio de Cultura¡ª en la resoluci¨®n del conflicto legal de la Fundaci¨®n?
R. Hay momentos en que ves que quieren resolver las cuestiones. Hay otros en que hay como un abatimiento. Es un poco como Pen¨¦lope, se teje y se desteje. Pero sigo confiando mucho en las Administraciones p¨²blicas. El Ayuntamiento nos est¨¢ ayudando a resolver algunas cuestiones a nivel pol¨ªtico y ha puesto a disposici¨®n de la Fundaci¨®n a su abogado en las reclamaciones de algunos de los herederos, eso ya es una gran ayuda.
P. Se cumplen 16 a?os del fallecimiento de la duquesa. ?C¨®mo fue compartir 25 a?os con ella y convivir hoy en este palacio plagado de sus recuerdos?
R. Cuando miro atr¨¢s, pienso que los 27 a?os que trabaj¨¦ junto a Isabel fueron los mejores momentos de mi vida. Cuando llegu¨¦ aqu¨ª, el palacio estaba medio en ruinas. Fueron a?os de mucho trabajo, pero espl¨¦ndidos. Cuando falleci¨® Isabel, los primeros a?os estuvieron como en tinieblas. Su marcha me marc¨® la vida. Pens¨¦ que cuando ella no estuviese me podr¨ªa ir tranquilamente. Pero a veces t¨² no eliges tu destino, el destino te elige a ti. En lo personal han sido a?os dur¨ªsimos, de pesadumbre.
P. ?lvarez de Toledo fue una mujer ilustrada, feminista y contestataria, adem¨¢s de la primera noble espa?ola homosexual en a?os muy dif¨ªciles. ?Cu¨¢nto de influyente dir¨ªa que es su vida y su obra en el feminismo del presente?
R. Creo que la prensa se ha encargado de borrar su verdadero ser. Isabel en los a?os 60 y 70 fue un referente en la lucha contra la opresi¨®n a la mujer. En su pensamiento, la libertad era la esencia de lo que deb¨ªan conseguir todos los seres humanos, sin distinci¨®n de raza ni de sexo. Tras el exilio, fue una mujer que sigui¨® contestando al sistema y eso no se le perdon¨®. Pas¨® de estar en la prensa seria a la de papel cuch¨¦. Esa figura de mujer ilustrada, sabia, bondadosa y con car¨¢cter se ha ido diluyendo. Cuando falleci¨®, el tratamiento que se le dio en la prensa fue terrible. Espero que el futuro ponga a Isabel en su sitio. Su figura no est¨¢ nada reivindicada. Es m¨¢s, fue la primera mujer que escribi¨® sobre la situaci¨®n de las mujeres en la c¨¢rcel y fue condenada por ello y ning¨²n grupo feminista la ha reivindicado.
P. ?Y usted? ?Ha sufrido mucho machismo? ?Siente que ha recogido ese tratamiento que dice que ella recibi¨®?
R. En cierta manera, s¨ª, por supuesto. Esta es una sociedad hip¨®crita. Haberme casado con Isabel fue tal esc¨¢ndalo y el tratamiento que se me dio en la prensa fue de una ignominia. No s¨¦ si lo que heredado es machismo, yo lo llamar¨ªa hipocres¨ªa. Tenemos unas leyes muy buenas, pero, a la hora de la verdad, la ley moral de nuestros abuelos sigue imperando. Esa es la triste realidad. Y cuando t¨² est¨¢s al frente de una instituci¨®n como esta, las miradas no siempre son ben¨¦volas.
P. M¨¢s all¨¢ de las tareas propias de la Fundaci¨®n, le ha tocado heredar el conflicto legal que los hijos de la duquesa abrieron ya contra ella, ahora contra usted. ?Qu¨¦ desgaste le est¨¢ suponiendo eso?
R. Los hijos de Isabel ped¨ªan unas cantidades y una serie de cosas. Se decidi¨® en junta de patronos que hab¨ªa que acudir a esa demanda, aunque nadie la deseaba. Eso tiene un desgaste existencial, no f¨ªsico. Ya son unos cuantos procesos legales y este ¨²ltimo ha sido muy duro.
P. Entiendo que se refiere al que hace escasas semanas perdi¨® contra el actual duque por una supuesta apropiaci¨®n indebida del dinero depositado en unas cuentas en el extranjero, que su abogado ha recurrido. ?Qu¨¦ interpretaci¨®n hace de este auto?
R. Es un proceso que sobresey¨® un juzgado de Sanl¨²car, pero que la Audiencia de C¨¢diz reabri¨® y juzg¨®. Se ha aportado la documentaci¨®n que probaba que yo no pod¨ªa disponer de ese dinero, como sucede en el momento que fallece una persona. Me parece mentira que los jueces esto no lo conciban. Mi abogado pidi¨® que la polic¨ªa judicial recabase toda la informaci¨®n del banco, desde que fallece Isabel hasta nuestra fecha, a ver si hab¨ªa habido un movimiento, se rechaz¨®. En la sentencia se ha especulado. No me he quedado con el dinero de nadie. Lo ¨²nico que puedo es ir al Tribunal Supremo o hasta donde sea. Lo que no se puede es matar moralmente a una persona. En la Edad Media se mataba con la espada, hoy se mata moralmente.
P. ?Cree que esto es un ataque hacia su honor?
R. Por supuesto. No le quepa la menor duda. El fin no lo s¨¦, puedo imagin¨¢rmelo, pero no lo voy a decir tampoco porque ser¨ªa especular.
P. ?Su condici¨®n de mujer y viuda de la duquesa ha jugado en su contra para este ensa?amiento?
R. Pienso que s¨ª. Hay tratamientos que no se me habr¨ªan dado si yo no fuese una mujer y me hubiese casado con una mujer. Eso lo tengo clar¨ªsimo. Y no solo yo, sino gente que lo ve tambi¨¦n desde fuera. Pero bueno, es la sociedad que me ha tocado vivir. Hay como una animadversi¨®n hacia las personas que son diferentes o que eligen un camino desde la libertad, sin condicionantes y que no buscan la aprobaci¨®n de nadie. Yo vivo y act¨²o seg¨²n mi conciencia. Si te equivocas pides perd¨®n, pero intentas no hacer da?o a nadie. Pero eso no es la norma. La norma es que al ¨¢rbol ca¨ªdo vamos a hacerle m¨¢s le?a.
P. ?Echa de menos una mayor implicaci¨®n de intelectuales y del mundo acad¨¦mico en la defensa del archivo?
R. Cuando ocurren determinados acontecimientos, las personas se ponen de perfil y muy pocas est¨¢n a tu lado o al lado de una instituci¨®n. Creo que la Fundaci¨®n se merece ese apoyo. El legado de una persona como Isabel se merece que todo el mundo cultural y la Administraci¨®n apoyen esta instituci¨®n, la favorezcan, la difundan, ayuden a conservarla y a mejorarla. El mundo de la cultura creo que no est¨¢ muy presente en la Fundaci¨®n, quiz¨¢s porque tampoco soy una persona que salga con una pancarta pidiendo ayuda. Quiz¨¢s lo deba hacer¡
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