Eugenio Merino entierra a Lorca para resucitar su esp¨ªritu
La exposici¨®n del artista madrile?o en la galer¨ªa Memoria de Carabanchel solo tiene una obra: una figura hiperrealista del poeta sepultada en el suelo. Este jueves, 11, el actor Alberto San Juan recitar¨¢ junto a ella varios textos del escritor
Excavar un agujero en medio de una galer¨ªa no es algo demasiado habitual. Sepultar en ese hoyo una escultura de Federico Garc¨ªa Lorca con su pelo peinado hacia atr¨¢s y su traje gris bien planchado, cubrirla con un cristal y dejar que el p¨²blico la pisotee, tampoco. Pero esa es la gracia de las propuestas de Eugenio Merino (Madrid, 48 a?os), conocido por sus figuras hiperrealistas de silicona y poliuretano como la de Franco metido en una nevera (Always Franco, que caus¨® furor en la edici¨®n de 2012 de la feria Arco y hasta recibi¨® una demanda, finalmente desestimada, de la Fundaci¨®n Franco por ¡°atentado al honor¡±): que nunca se ci?en a lo que se presupone de un artista convencional. Por eso, su exposici¨®n en la galer¨ªa Memoria de Carabanchel, en Madrid (abierta hasta el 11 de mayo), ni siquiera se despliega en el tradicional cubo blanco. El espacio, una antigua nave industrial medio en obras, medio desconchada, huele a pintura y a grava y no exhibe absolutamente ning¨²n otro objeto aparte de ese foso en mitad de la sala. Ante esa visi¨®n de lo que nunca se ha visto, pero existe y sigue sin desenterrarse, este jueves 11 de abril, a las 19:30, el actor Alberto San Juan realizar¨¢ una lectura de textos del poeta para devolverle la voz y sacarle de ese extra?o duermevela en el que parece instalado.
Como explica Merino en una terraza a la vuelta de la esquina de la galer¨ªa, mientras sorbe un caf¨¦ descafeinado, el impulso del proyecto surgi¨® precisamente porque Memoria se encontraba de reformas y aquello se antojaba el momento ideal para llevar a cabo una muestra como esta, que lleva el elocuente t¨ªtulo de Ruina. Que la figura yacente del escritor granadino no se rodeara de otras creaciones, agrega Merino, fue algo que vio ¡°claro¡± desde el primer momento, a pesar de que exponer m¨¢s suele ir emparentado con conseguir mayores ventas: ¡°Una pieza de Lorca, sobre Lorca, no puede tener m¨¢s obras al lado¡±, sentencia. ¡°Lorca es una figura con la que yo empiezo a trabajar ya hace un par de a?os con unos comisarios de M¨¢laga, Los Interventores. Estuvimos investigando mucho y hablando con muchos historiadores¡±, abunda Merino, que carga un tote con el mensaje ¡°Fake news¡± y lleva la palabra ¡°crap¡± (mierda, en ingl¨¦s) tatuada en los nudillos. En su proceso de trabajo, aclara, la investigaci¨®n desempe?a un papel tanto o m¨¢s relevante que la producci¨®n. En el proceso manual de sus esculturas, ¨¦l contribuye, entre otros aspectos, a la pintura, disciplina con la que arranc¨® su carrera (aunque ahora no quiere recordar mucho de aquellas creaciones).
Su idea en torno a la figura de Lorca radicaba en repensar c¨®mo representarlo en el espacio p¨²blico, siendo como es un ¡°s¨ªmbolo de todos los desaparecidos¡± del franquismo, con el cuerpo, como el de tantos otros represaliados, a¨²n perdido casi 90 a?os despu¨¦s en alguna zanja de Granada. Frente a monumentos como la escultura que preside la plaza de Santa Ana de Madrid, donde se representa al poeta como emblema de la paz, con una paloma en las manos, Merino quer¨ªa transmitir la noci¨®n contrapuesta: ¡°Que Lorca no es un s¨ªmbolo de paz, sino de represi¨®n y barbarie¡±. ¡°Al final tenemos que pensar en im¨¢genes que sean rotundas¡±, a?ade, ¡°pero que permitan cuestionar cosas, que no sean la provocaci¨®n por la provocaci¨®n, sino que generen una tensi¨®n suficiente para que el que est¨¦ delante, el que est¨¦ pisando a Lorca, diga: ¡®Co?o, este no es Lorca porque no est¨¢ aqu¨ª, pero debajo de este suelo ha habido trincheras de la Guerra Civil y Espa?a es un lugar de fosas comunes¡±.
De sus pesquisas sobre Lorca surgi¨® primero una m¨¢scara de bronce del escritor ¡°con un t¨ªtulo muy representativo¡±: Monumento al cuerpo desaparecido, que los espectadores pod¨ªan ponerse en la cara y hacerse selfis con ella. Merino present¨® aquella pieza en la edici¨®n de Arco de 2023, pero ahora siente que aquel no era el ¡°formato adecuado¡± para mostrar un proyecto as¨ª, con el trasfondo cr¨ªtico que ¨¦l quer¨ªa imprimirle. ¡°El ninot s¨ª se hizo para Arco, para ser vendido en Arco y para ser quemado por un coleccionista¡±, dice en referencia a la escultura del rey Felipe VI que realiz¨® en colaboraci¨®n con Santiago Sierra en 2019. ¡°Pero esta [de Lorca] no, y Picasso tampoco¡±, agrega sobre la que se coron¨® como la obra estrella de la feria el a?o pasado, una escultura del pintor muerto originalmente creada para exponerse en M¨¢laga como se?al de protesta contra el turismo desbocado. ¡°El problema de Arco muchas veces es que se dice que mi trabajo es provocador, pero lo es porque que no est¨¢ en el sitio correcto¡±, remata sobre su siempre ¡ªcuando menos¡ª comentada presencia en la feria.
En Memoria, galer¨ªa que cuenta con dos sedes en Madrid ¡ªuna en el centro y esta en Carabanchel, distrito obrero que en los ¨²ltimos a?os se ha reinventado como barrio del arte con m¨¢s de 20 talleres de artistas y una decena de galer¨ªas y academias¡ª, Merino ha dado con el lugar id¨®neo para reivindicar la memoria hist¨®rica. Como su nombre indica, ese es el leitmotiv de este espacio dirigido por Alejandro de Villota, comisario y artista que lleva a?os investigando sobre la segunda generaci¨®n de creadores e intelectuales espa?oles que emigraron a Am¨¦rica en el siglo XX. ¡°Es alucinante mirar el arte latinoamericano y ver que los artistas de Argentina, de Chile¡ hablan de la dictadura, hablan de los asesinatos, y son artistas de referencia en Espa?a y, sin embargo, aqu¨ª, cualquier persona que toca el tema de la memoria hist¨®rica no es relevante¡±, protesta Merino. ¡°Lo m¨¢s importante que podemos ofrecer los artistas espa?oles es hablar de todo eso. Porque lo que no tiene sentido es que el arte espa?ol parezca japon¨¦s o americano, eso es un lavado de cerebro¡±.
Frente a la iron¨ªa y el choteo que buscan suscitar ¡ªsiempre desde la cr¨ªtica y la conciencia social¡ª muchos de sus trabajos, este Lorca de Merino ostenta un aura m¨¢s grave. ¡°Sobre el suelo en bruto no encontramos, aparentemente, nada. La ruina se ha instalado como protagonista, sin intentar disimularla¡±, escribe la historiadora del arte Sem¨ªramis Gonz¨¢lez en el texto que acompa?a la muestra, donde tambi¨¦n subraya que ¡°el compromiso pol¨ªtico del poeta, su defensa de la causa republicana y su libertad sexual son tres ejes de an¨¢lisis que a¨²n hoy est¨¢n en discusi¨®n¡±. ¡°El mito que me interesa plantear aqu¨ª desde hoy es que Lorca nunca fue apol¨ªtico, como se ha dicho muchas veces¡±, asevera Merino. ¡°Este se?or est¨¢ bajo tierra por dos cuestiones: por socialista y por homosexualismo, que eran las palabras que se escribieron en el informe que se hizo en los a?os sesenta por parte del franquismo¡±. Como ha comprobado a trav¨¦s de sus entrevistas y conferencias ¡ª¡±m¨¢s de cien¡±¡ª, Lorca siempre fue tajante en su progresismo y lleg¨® a afirmar que el poeta deb¨ªa ser un ¡°anarquista¡±. Y esos testimonios, reunidos por el periodista y experto en Lorca V¨ªctor Fern¨¢ndez, son los que declamar¨¢ San Juan este jueves en un espect¨¢culo que han titulado Sobre Lorca, para recordar no solo la desaparici¨®n del escritor, sino la de los otros muchos represaliados por la dictadura.
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