Morenito y Rom¨¢n, la cara y la cruz en la ¨²ltima de Vic-Fezensac
El burgal¨¦s corta tres exageradas orejas y el valenciano cae herido de gravedad ante una muy desigual corrida de Los Ma?os
Una vez m¨¢s, la plaza de toros de Vic fue testigo de las dos caras de la fiesta. Mientras Morenito de Aranda se march¨® feliz con tres orejas, Rom¨¢n lo hizo herido de gravedad en una camilla. La gloria y la sangre.
Y teniendo en cuenta c¨®mo fue la cogida, podemos afirmar que Rom¨¢n volvi¨® a nacer este lunes a eso de las seis de la tarde. Se dispon¨ªa el valenciano a colocar al segundo en el caballo cuando fue prendido por la parte posterior del muslo izquierdo. El toro de Los Ma?os, cornicorto, tocadito de pitones y muy astifino, ya se le hab¨ªa colado al final del saludo capotero. Y no hubo un segundo aviso.
Ante la impotencia de todos los presentes, el animal lo mantuvo enganchado, suspendido en el aire, durante varios angustiosos segundos que se hicieron eternos. Cuando por fin solt¨® a su presa, Rom¨¢n, visiblemente dolorido, se levant¨® por su propio pie, pero r¨¢pidamente lo cogieron en volandas y se lo llevaron a la enfermer¨ªa.
All¨ª le operaron de una cornada de tres trayectorias, una de ellas con orificio de entrada y salida, antes de ser trasladado en ambulancia hasta el hospital de Mont de Marsan.
Con la plaza en estado de shock, Morenito, que hab¨ªa dado una vuelta al ruedo tras mostrarse aseado ante el noble y soso primero, se hizo presente como director de lidia y puso orden en el caos. Solo por unos segundos; poco despu¨¦s, durante el segundo tercio, volvi¨® la psicosis. El ejemplar de Los Ma?os, cada vez m¨¢s orientado, siempre con la cara por las nubes en actitud desafiante, se las hizo pasar canutas a los banderilleros.
Muleta en mano, y a base de firmeza y de obligarle mucho, intentando que se quedara fijo en el enga?o, Morenito logr¨® lo que parec¨ªa imposible: que el animal, que nunca par¨® de medir y mirar al bulto, se tragara unos cuantos muletazos por abajo. Lo mat¨® bien y pase¨® una oreja entre el clamor.
Muy diferente fue la historia del cuarto, que llevaba por nombre Saltacancelas, una de las reatas m¨¢s contrastadas en esta ganader¨ªa. El toro, como todo el encierro, era serio, pero no exagerado, muy en tipo, astifino, bajo y apretado de carnes. Y no fall¨®. Tom¨® cuatro varas (la ¨²ltima, solo se?alada) de bravo. Acudi¨® de largo, pronto y fijo, como un cohete y luego empuj¨® con los ri?ones. Ya se marchaba el picador cuando el animal se arranc¨® otras dos veces, teniendo que echarle los capotes para evitar un nuevo encontronazo.
Pero, c¨®mo son las cosas, al final, el bravo cant¨® la gallina. Tras embestir con casta, nobleza y transmisi¨®n en cuatro o cinco tandas, Saltacancelas empez¨® a echar de menos la paz del campo y amag¨® con rajarse. Morenito de Aranda, que lo tore¨® a placer, acelerado al principio, despegado casi siempre en el toreo fundamental, inspirado y brillante en los adornos y detalles, lo sujet¨® como pudo y lo mat¨® de una estocada tendida y desprendida.
El resultado: las dos orejas para ¨¦l y la vuelta al ruedo para el toro. Todo exagerado, s¨ª, pero ya se sabe que cuando manda la pasi¨®n...
Menos apasionada fue la tarde de El Rafi, que solo se confi¨® -y t¨ªmidamente- ante el noble y rajado sexto. Tanto con el tercero, manso, soso y deslucido, como con el quinto, que med¨ªa con la cara alta, pas¨® un trago y anduvo despegad¨ªsimo.
Los Ma?os / Morenito de Aranda, Rom¨¢n, El Rafi
Toros de Los Maños, correctamente presentados, en tipo y astifinos, bravos en distinto grado en el caballo (tomaron un total de 21 puyazos) y de juego desigual en la muleta. Destacó el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo, por su prontitud, fijeza, encastada nobleza y transmisión. Orientados, difíciles y con la cara arriba segundo y quinto; nobles, sosos y con calidad primero y último; manso, descastado y deslucido el tercero.
Morenito de Aranda: pinchazo y estocada ligeramente tendida y contraria (vuelta); estocada (oreja); estocada tendida y desprendida (dos orejas).
Román: cogido por su primero. Sufrió una cornada de tres trayectorias, una con orificio de entrada y de salida, en la parte posterior del muslo izquierdo y rotura del vaso escrotal.
El Rafi: dos pinchazos y estocada caída (silencio); medio sartenazo en los blandos (leves pitos); dos pinchazos y media estocada desprendida y atravesada (silencio).
Plaza de toros de Vic-Fezensac (Francia). 20 de mayo. Última de la Feria del Toro. Algo menos de tres cuartos de entrada.
Babelia
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