Dragones c¨¢ntabros, elfos travestis y diosas que hablan euskera: la mitolog¨ªa espa?ola se reinventa
Un grupo de escritores, ilustradores y cineastas deconstruyen las leyendas paganas patrias a trav¨¦s de c¨®digos y referentes contempor¨¢neos como ¡®The Witcher¡¯
Mitolog¨ªas for¨¢neas como la griega y las n¨®rdicas han llenado la cultura pop de marcos de referencia muy asentados en nuestra mente. Las gorgonas griegas, los vampiros o los dragones pueden aparecer una y otra vez, pero siempre conocemos, por muy diferentes que sean, sus reglas. Bram Stoker y ...
Mitolog¨ªas for¨¢neas como la griega y las n¨®rdicas han llenado la cultura pop de marcos de referencia muy asentados en nuestra mente. Las gorgonas griegas, los vampiros o los dragones pueden aparecer una y otra vez, pero siempre conocemos, por muy diferentes que sean, sus reglas. Bram Stoker y J. R. R. Tolkien incluso lograron que sus versiones de Dr¨¢cula o los elfos fueran referentes en el subconsciente. Y a trav¨¦s de Marvel, muchos piensan que Loki siempre fue hermano de Thor. En cambio, tradicionalmente la espa?ola no ha trasladado a la ¨¦pica sus monstruos. Una situaci¨®n que en los ¨²ltimos tiempos est¨¢n intentando revertir cineastas como Paul Urkijo y diferentes escritores e ilustradores apasionados de la fantas¨ªa, que est¨¢n deconstruyendo las leyendas paganas patrias a trav¨¦s de c¨®digos y referentes contempor¨¢neos.
¡°Lo que me empuj¨® a usar estas figuras no es divulgar, sino leer algo que no hab¨ªa le¨ªdo para nuestros personajes: aventuras¡±, explica G. G. Lapresa, escritor de La caza del ¨²ltimo oj¨¢ncano, primer cuento del libro Alter Cantabria (Ed. Cerbero) y ejemplo de c¨®mo el folclore espa?ol del norte se moderniza en tono, formatos (c¨®mic, cine, juegos de rol) y personajes. Durante mucho tiempo, la referencia de Lapresa sobre criaturas y mitos c¨¢ntabros fue simplemente un mapa ilustrado que colgaba en su colegio, y posiblemente en el resto de las aulas de Cantabria. Hab¨ªa trentis, brujas y un drag¨®n culebre. Casi dos d¨¦cadas despu¨¦s, ese recuerdo de ni?ez pas¨® por su cabeza: ?y si el gigantesco oj¨¢ncano que aparec¨ªa ah¨ª era solo una versi¨®n de alguien que crey¨® haber divisado ese monstruo de f¨¢bula en el bosque y luego cont¨® en el pueblo? Una cr¨®nica ilustrada subjetiva de quien nunca lo hab¨ªa visto. La mitolog¨ªa es, al fin y al cabo, un relato del boca a boca que muta dependiendo de quien lo cuente. Era el momento de dejar de dar por bueno ese mapa inmutable y deconstruir al monstruo para adaptar las leyendas de la zona al mundo actual. Lapresa quer¨ªa darle otra personalidad y aspecto a ese gigante de un solo ojo de los bosques c¨¢ntabros que surcaba los paisajes de su infancia, pero no el imaginario colectivo.
No solo el monstruo. En su relato, quien se enfrenta al gigante es una guardabosques de Li¨¦bana de 60 a?os. ¡°Representa a mi madre, mi t¨ªa¡ era una protagonista que tampoco hab¨ªa visto¡±, subraya Lapresa. A su lado, un trenti, un elfo travieso y muy guapo, travestido y que no deja de flirtear con quien se topa, como una pareja de exploradores de tumbas muy sexuales y pol¨ªgamos. El duende no tard¨® en convertirse en el personaje favorito de los lectores.
¡°Un bestiario es muy bonito, pero cuando lees una novela, ves una serie o una pel¨ªcula con tensi¨®n e identificaci¨®n es cuando enra¨ªzas el conocimiento. Necesitamos historias de ficci¨®n¡±, apoya la valenciana Clara D¨ªes, que ha unido a un grupo de autoras en Salir del camino, antolog¨ªa queer de cuentos de hadas cl¨¢sicos para todos los p¨²blicos, esta vez basados en la mitolog¨ªa espa?ola en general, con los idiomas del pa¨ªs y paisajes reconocibles.
Ambos plantean que el entretenimiento es la mejor f¨®rmula para popularizar la mitolog¨ªa, como demuestran los cientos de H¨¦rcules que han pasado por nuestro televisor. ¡°Crec¨ª con los mitos griegos, y fue raro pensar: ?por qu¨¦ no conozco los de aqu¨ª?¡±, recuerda Dies, de 28 a?os. Su afici¨®n comenz¨® con el reto de ilustrar un personaje al d¨ªa, y de aquello nacieron los 33 personajes de El bestiario de tierra y tinta: ¡°No causa lo mismo en un asturiano leer sobre un gusano de Gales que de su culebre. Podr¨ªa haber dibujado centenares, ya que nuestra mitolog¨ªa no es homog¨¦nea, porque Espa?a no lo es¡±.
¡°Reinterpretar la mitolog¨ªa es vital. Con que hoy alguien cuente un cuento ya est¨¢ construyendo, evolucionando su visi¨®n. Es reflejo de una cultura siempre cambiante¡±, apunta Dies al se?alar otro movimiento: ¡°Hay una comunidad de seguidores de folclore muy diversa e inclusiva. Es un lugar seguro para la gente LGTBQ, porque la narrativa mitol¨®gica es un espacio donde explorar lecturas como qu¨¦ es la otredad; qu¨¦ es ser un monstruo y qu¨¦ pasa si se plantea que quiz¨¢s no lo es; c¨®mo definimos la normalidad; la transformaci¨®n del monstruo en princesa¡ Los viajes de descubrimiento mientras forman una familia son muy reconocibles, y la sirena es un icono trans. Esas narrativas, a veces nada sutiles, siempre han estado ah¨ª. Hacerlo en Espa?a es encontrar tu espacio en tu propia cultura, y no solo en la extranjera¡±. As¨ª lo hace tambi¨¦n el juego de rol Isphanya, otro heredero de la ola de cachava y boina, y el c¨®mic Taxus, de Isaac S¨¢nchez.
¡°Todo lo que tiene nombre, existe¡±, dec¨ªa la moraleja de la pel¨ªcula ¨¦pica Irati, donde Paul Urkijo se enfrasc¨® en la mitolog¨ªa vasca, mucho mejor conservada. El centro era la leyenda de una lamia (mujer con patas de pato) y el protorrey Eneko. Le inspiraron el tebeo El ciclo de Irati y sobre todo los recuerdos de los paisajes de su infancia. ¡°La mitolog¨ªa tiene que ir mutando con el d¨ªa a d¨ªa. La estructura de los cuentos tiene una base, pero cambian los valores. Al final son solo historias para contar nuestro mundo, un espejo¡±, lo que inclu¨ªa para Urkijo respetar el euskera: ¡°Fui muy cabez¨®n, porque es lo aut¨¦ntico. Si vemos series coreanas, ?por qu¨¦ no en una de nuestras lenguas?¡±.
En sus manos, Irati era una alegor¨ªa del cambio clim¨¢tico que ten¨ªa en su epicentro a Mari, diosa de las monta?as vascas. El experto en mitolog¨ªa y guionista de c¨®mic de brujas y gigantes Aritza Bergara (en cuyo ¨²ltimo libro adapta los monstruos con inteligencia artificial) recuerda que en Euskadi ¡°se da el caso poco com¨²n de que la deidad principal, esa personificaci¨®n de la tierra, sea una mujer, porque el patriarcado no imperaba, al menos hasta que las costumbres cristianas fueron contra lo pagano¡±. A Urkijo le interesaba una visi¨®n andr¨®gina de la diosa. Algo que no es ¨²nico en la tradici¨®n. ¡°En Leitza (Navarra) el Olentzero, u Orantzaro, es no binario, y su g¨¦nero es cambiante¡±, recuerda Bergara: ¡°Esa historia suena casi m¨¢s moderna que otras elecciones contempor¨¢neas, como convertir al Olentzero en alguien bondadoso similar a Santa Claus y ponerle una mujer, Mari Domingi, al lado que acaba convertida en ¡®la esposa de¡±. Otra reconversi¨®n ha propiciado que hoy las brujas sean representadas en muchas narraciones como marginadas, vejadas y hero¨ªnas, y no tanto como villanas.
Urkijo, que trabaja en nuevos guiones sobre mitolog¨ªa, envidiaba c¨®mo el audiovisual global se apoya cada vez m¨¢s en el folclore, y apunta al ¡°folkhorror de La bruja y la mitolog¨ªa polaca en The Witcher¡±. Lapresa tambi¨¦n tom¨® esta ¨²ltima saga, que ha triunfado en literatura, televisi¨®n y videojuegos, como influencia: ¡°Era b¨¢sicamente un aut¨®nomo puteado luchando contra monstruos y su lenguaje es moderno¡±, un c¨®digo que replic¨® en sus relatos, llenos de chistes: ¡°Usan tacos deliberadamente actuales. Es una ucron¨ªa, pero es parte de lo que quiero transmitir¡±.
Las referencias de Alter Cantabria ¡ªque saca su segundo y ¨²ltimo libro este verano¡ª, m¨¢s centradas en la cultura pop, son tambi¨¦n at¨ªpicas para la ¨¦pica: Los Vengadores (para construir el universo cuento a cuento y que al final se encuentren), los videojuegos Bloodborne, Doom o Uncharted, Dragones y mazmorras, las novelas de Agatha Christie¡ aunque tambi¨¦n las descripciones de Gald¨®s de Santillana del Mar para su historia de fantasmas.
Lo cuentan sin olvidarse de Barandiar¨¢n, Manuel Llano, P¨ªo Baroja o Enric Valor, a quienes citan, y sin quienes no habr¨ªan sobrevivido los monstruos de cada pueblo, sobre todo en el norte. ?Por qu¨¦ no han trascendido m¨¢s? Responde Dies: ¡°Espa?a se top¨® con 40 a?os de una dictadura que vendi¨® una versi¨®n homog¨¦nea del folclore, cat¨®lico. Hab¨ªa una variedad cultural enorme por nuestra diversidad geogr¨¢fica, pero el trabajo de conservaci¨®n qued¨® capado¡±. El objetivo ahora no es solo conservarlos, sino aprovecharse de sus tan poco explotadas posibilidades para la aventura. Porque ah¨ª siguen los gentiles, las lamias, la viejanera, las hadas de los ibones¡ vigilando c¨®mo tratamos al mundo. Cambiando a medida que la sociedad cambia.