Chollazo hist¨®rico en el mundo del arte: compra un ¡®degas¡¯ por 926 euros en Todocolecci¨®n
¡®Elogio del maquillaje¡¯, cuya autor¨ªa ha certificado ahora un experto en el pintor impresionista, fue vendido en 2021 en la web de compraventa entre usuarios por un heredero de Joan Llonch Salas, mecenas y presidente del Banco Sabadell en 1976
Un coleccionista barcelon¨¦s de arte compr¨® hace tres a?os un cuadro de uno de los maestros del impresionismo, Edgar Degas (1834-1917), por solo 926 euros en una subasta de una web intermediaria de compraventa entre usuarios, Todocolecci¨®n. ?loge du maquillage (Elogio del maquillaje) fue adquirido por un particular a otro que deb¨ªa de pensar que lo que ten¨ªa entre manos era una burda falsificaci¨®n. As¨ª lo ha confirmado la doctora en Historia del Arte Judith Urbano Lorente a EL PA?S en conversaci¨®n telef¨®nica, tras la informaci¨®n adelantada este mi¨¦rcoles por El Punt Avui.
La obra de Degas (ahora s¨ª) se present¨® el pasado lunes en el Instituto Franc¨¦s de Madrid y el martes ¡°estuvo 20 minutos expuesta en el Ateneo¡± madrile?o, durante una conferencia de Michel Schulman, autoridad mundial en el pintor y quien ha certificado la autenticidad del degas. Urbano asesor¨® a una empresa consultora que contrat¨® el nuevo propietario del cuadro cuando este lo compr¨® para conocer ¡°la trazabilidad¡±, la historia, de este pastel sobre cart¨®n que tiene la firma del artista en el margen inferior derecho. ¡°?l pens¨® que pod¨ªa ser una buena obra, aunque quien se lo vendi¨® le dijo que no ten¨ªa ninguna certificaci¨®n¡±, se?ala a este medio Joan Arjona Rey, de Consultores Rey, que ha representado al nuevo propietario. El otro historiador del arte que ha colaborado en este caso es ?lvaro Pascual, de la Universidad de Valladolid.
El anterior due?o es descendiente del banquero Joan Llonch Salas, mecenas y presidente del Banco Sabadell en 1976, poco antes de su fallecimiento. El misterio es por qu¨¦ esta persona puso un anuncio en Todocolecci¨®n que dec¨ªa: ¡°Pintura al ¨®leo sobre tela con la firma Degas¡±. No dec¨ªa, obviamente, que era de Degas. El nuevo due?o se hizo con ¨¦l por los 926 euros en una puja que hab¨ªa empezado en un euro. ¡°He hablado por tel¨¦fono con el actual propietario y me ha corroborado que es cierto. Luego, cuando lo compr¨®, quiso cerciorarse de lo que ten¨ªa y contact¨® con la consultora, que a su vez se dirigi¨® a m¨ª¡±, cuenta la historiadora.
Schulman explic¨® el lunes sobre esta peque?a obra, de 48 por 62,5 cent¨ªmetros, que lleg¨® a la conclusi¨®n de que era un degas ¡°tras un exhaustivo an¨¢lisis de pigmentos, un minucioso estudio llevado a cabo con rayos X y fotograf¨ªas, entre otras t¨¦cnicas¡±. Tambi¨¦n fue importante comprobar que la firma de la obra estaba integrada y no se hab¨ªa a?adido posteriormente. Este experto, que ha catalogado 1.750 obras de Degas en todo el mundo, a?adi¨® que Elogio del maquillaje (1879) sali¨® de otra obra del pintor franc¨¦s, Le client s¨¦rieux (El cliente serio). ¡°Degas sol¨ªa trabajar en sus cuadros a partir de una escena o personaje de otra obra anterior¡±.
Sobre el destino del nuevo degas, Arjona declara que no sabe d¨®nde se encuentra la obra. En cuanto a su valor, estima que este tipo de pasteles en el mercado del arte est¨¢n en torno a los siete u ocho millones de euros, ¡°aunque algunos han llegado a 12 millones¡å.
Elogio del maquillaje representa ¡°una escena de burdel, tema importante en las obras de Degas, quien dibuj¨® muchos de sus desnudos en lugares que conoc¨ªa bien¡±, seg¨²n Schulman. En el cuadro se ve a dos mujeres, una de ellas de perfil y la otra en el centro empolv¨¢ndose la nariz reflejada en un espejo. Schulman record¨® que en Espa?a hay pocos degas, tres en el Museo Thyssen-Bornemisza, uno en el Museo de Montserrat y algunos en colecciones particulares.
El rastreo de la historia de la obra ha sido posible ¡°gracias a varias etiquetas¡± que se conservan adheridas en distintas partes del cuadro, apunta Urbano, decana de la Facultad de Humanidades de la Universidad Internacional de Catalu?a. La historia se remonta a su primer propietario, el pintor y grabador barcelon¨¦s Juli¨¤ Bastinos, ¡°quien en 1872 estaba en Par¨ªs y ten¨ªa contacto con los Urrabieta, una familia de grabadores¡± que tambi¨¦n se encontraban en la capital francesa.
Se sabe que Bastinos compr¨® la obra en 1887 ¡°por una carta que Degas envi¨® a su amigo el cantante de ¨®pera Jean-Baptiste Faure, en la que le cuenta que un cierto se?or B. le ha comprado un cuadro por 3.000 francos¡±. Bastinos, de una familia muy adinerada, regres¨® a Barcelona y en 1904 se march¨® a trabajar a Egipto. ¡°En El Cairo le puso un marco lujoso al cuadro, como se?ala una de las etiquetas¡±. Muri¨® en Alejandr¨ªa, en 1918, solo un a?o despu¨¦s que Degas.
La familia Bastinos recuper¨® el cuadro, que volvi¨® a Barcelona a manos de Antoni Bastinos, hermano de Juli¨¤. La siguiente pista, y etiqueta del cuadro, lo sit¨²a en el monasterio de Pedralbes, en 1934, tras una ley de la Generalitat de Catalu?a que quer¨ªa proteger patrimonio hist¨®rico. Otra etiqueta, en la Guerra Civil, tiene el membrete de Recuperado del enemigo, del franquista Ministerio de Educaci¨®n Nacional, en enero de 1939, cuando las tropas del dictador entran en Barcelona. ¡°Entonces el cuadro fue devuelto a la familia propietaria¡±.
Sin embargo, en 1940 lo compra el industrial textil Joan Llonch Salas, ¡°un mecenas y coleccionista de arte¡±, que lo adquiri¨® a Francisco Mario Ricart, seg¨²n consta en el recibo que los herederos de este empresario adjuntaron a la subasta de la web Todocolecci¨®n, informa Noelia Ram¨ªrez. Lo m¨¢s probable es que Ricart fuera el intermediario de los Bastinos.
Joan Llonch lleg¨® a presidente de la Academia de Bellas Artes de Sabadell, que ahora preside su nieto, y en 1976 fue nombrado presidente del Banco Sabadell. ¡°La ¨²ltima etiqueta¡±, a?ade la historiadora, es de la sala de arte barcelonesa Gaspar, donde Llonch permiti¨® que se expusiera el cuadro por ¨²nica vez al p¨²blico en las Navidades de 1952, junto a obras de Picasso, Renoir y Van Gogh.
Despu¨¦s de siglo y medio de peripecias, Elogio del maquillaje est¨¢ en alg¨²n lugar de Catalu?a y alguien, no se sabe d¨®nde, estar¨¢ probablemente tir¨¢ndose de los pelos por haberlo malvendido.
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