Adoquines de la memoria en Bruselas y Madrid para recordar una historia de resistencia al nazismo y a las convenciones sociales
Una ¡®stolperstein¡¯ recuerda en la capital belga la inusual historia de la resistente Nelly Mousset-Vos. Otro adoqu¨ªn de la memoria ser¨¢ colocado pr¨®ximamente en la casa natal en Madrid de su pareja, la tambi¨¦n miembro de la resistencia Nadine Hwang Brouta
Las vidas de la belga Nelly Mousset-Vos y de la chino-belga nacida en Madrid Nadine Hwang Brouta dan para una buena novela hist¨®rica, otra de esp¨ªas y hasta una de amores prohibidos. Su a¨²n poco conocida peripecia de resistencia y supervivencia al nazismo, mientras combat¨ªan tambi¨¦n los prejuicios sociales que marcaron buena parte del siglo pasado y de este, empez¨® a descubrirse en 2022, tras el estreno de un documental sobre esta inusual pareja. Dos a?os m¨¢s tarde, y gracias a un matrimonio madrile?o (Isabel Mart¨ªnez y Jes¨²s Rodr¨ªguez) empe?ado en que no vuelvan a caer en el olvido, Nelly y Nadine cuentan tambi¨¦n con su propio stolperstein o ¡°piedra del tropiezo¡±, como se llaman los adoquines recubiertos de lat¨®n colocados por toda Europa, ante las casas de v¨ªctimas del nazismo, para grabar en la memoria su nombre e historia.
Este jueves, en una ceremonia a la que asistieron familiares y autoridades locales e internacionales ¡ªlos embajadores de Espa?a y Alemania en B¨¦lgica¡ª, Isabel y Jes¨²s colocaron en el barrio de Ixelles de Bruselas un stolperstein ante la casa natal de Nelly de Mousset-Vos (1906-1987), cantante de ¨®pera, miembro de la resistencia y agente de la inteligencia belga durante la Segunda Guerra Mundial.
El homenaje se completar¨¢ en unas semanas en Madrid, cuando Hwang Brouta, la que fuera su pareja desde que se conocieron y enamoraron, a finales de 1944, en el campo de concentraci¨®n para mujeres de Ravensbr¨¹ck, donde ambas acabaron presas por su labor contra los nazis, cuente con su propio adoqu¨ªn de la memoria en la capital espa?ola. Ser¨¢ colocado ante la vivienda en el barrio de La Guindalera, donde naci¨® en 1902, en el seno de una familia de un padre diplom¨¢tico chino y una madre belga, seg¨²n los planes de Isabel y Jes¨²s.
Esta pareja de jubilados de banca que gusta presentarse sobriamente como ¡°dos vecinos de Madrid¡± descubri¨® durante un viaje a Friburgo con su hija A¨ªda en 2006 las stolpersteine, un proyecto ideado por el escultor alem¨¢n Gunter Demnig en 1996 y que ya cuenta con m¨¢s de 110.000 adoquines en ciudades de m¨¢s de una veintena de pa¨ªses, incluso en Ucrania. No han parado desde entonces. En los ¨²ltimos a?os, han dedicado buena parte de su tiempo, esfuerzo y hasta dinero a que este homenaje tan especial recuerde tambi¨¦n en las calles de Madrid la vida y, sobre todo, el sacrificio de los combatientes espa?oles de los fascismos del siglo XX.
Llevan colocados ya 89 stolpersteine en Madrid y todav¨ªa guardan unos 30 en casa a la espera de completar los permisos para instalarlas. ¡°Hay que ver su cocina, donde tienen cajas llenas de adoquines¡±, se r¨ªe su hija, c¨®mplice entusiasta de la gesta de sus padres, que aseguran sentirse recompensados con el ¡°inmenso cari?o¡± de los familiares de los homenajeados. Decidieron encargar dos stolpersteine m¨¢s, para Mousset-Voss y Hwang, desde que, hace un a?o, conocieron la historia de esta pareja de mujeres y los v¨ªnculos entre Madrid y Bruselas que establec¨ªan gracias al documental Nelly & Nadine, del realizador sueco Magnus Gertten. Han viajado con los adoquines en la maleta, decididos a que, como dijo Isabel durante la ceremonia belga, nadie vuelva a tropezar sobre su historia sin recordar su ¡°compromiso y lucha contra el fascismo¡±.
¡°En un momento tan convulso, ellas supieron de qu¨¦ parte ten¨ªan que estar¡±, subray¨® ante la casa de Mousset-Vos, donde tambi¨¦n record¨® ¡°a los miles de republicanos espa?oles que, igual que Nadine y Nelly, supieron de qu¨¦ lado estar contra el fascismo¡±.
A Sylvie Bianchi, nieta de Nelly, se le escapaban los suspiros. ¡°Fue una resistente tambi¨¦n contra todas las convenciones sociales¡±, recordaba. Algo que le llev¨® a?os descubrir: aunque de peque?a lleg¨® a conocer a Nadine, que falleci¨® en la casa de su abuela en 1972, su familia call¨® siempre la historia de estas dos mujeres que se enamoraron en un campo de concentraci¨®n desde el momento en que Nadine le pidi¨® a Nelly, en la Navidad de 1944, que cantara Madame Butterfly, de Puccini. Y que aunque fueron separadas unos meses despu¨¦s ¡ªNelly fue enviada al campo de Mauthausen¡ª, consiguieron sobrevivir y reencontrarse dos a?os m¨¢s tarde en Bruselas, desde donde partieron a Caracas para vivir su amor. Hasta que Nadine enferm¨® y regresaron a la casa familiar belga de Nelly.
Solo cuando, hace unos ocho a?os, Sylvie se atrevi¨® por fin a abrir la caja de recuerdos de su abuela y comenz¨® a leer su diario, descubri¨®, con estupor, que la que recordaba como una abuela corriente que la recib¨ªa en casa sentada con un gato en el regazo hab¨ªa vivido una vida apasionante y un amor no menos apasionado con una mujer tan inusual como ella misma, una cantante de ¨®pera que aprovechaba sus viajes como artista para espiar para la resistencia.
Aunque nacida en Madrid, Nadine Hwang se crio en Pek¨ªn, junto con su hermana menor, Marcela de Juan, que acabar¨ªa siendo una reputada escritora y traductora de chino. Nadine, por su parte, se licenci¨® en Derecho por correspondencia y se convirti¨® en una de las primeras mujeres piloto de China, llegando al grado de coronel. Durante la d¨¦cada de 1920 ocup¨® varios puestos diplom¨¢ticos hasta que, poco despu¨¦s de la llegada al poder de Chiang Kai Shek, se instal¨® en Francia, donde se hizo amante de la escritora estadounidense Natalie Clifford Barney. Pese a la ocupaci¨®n nazi, Nadine decide quedarse en Francia y colabora con la resistencia, preparando una ruta de fuga a Espa?a. Su suerte se acaba en 1944, cuando es detenida y trasladada a Ravensbr¨¹ck, donde su destino se cruzar¨ªa con Nelly.
Es esta otra parte de la historia, la que ¡°visibiliza¡± a las mujeres lesbianas de la historia tantas veces ocultas en los relatos oficiales, lo que atrajo a la francesa Suzanne Robichon, ensayista y militante lesbiana, miembro de la Amicale de Ravensbr¨¹ck, al homenaje en Bruselas de Nelly, que espera completar en breve viajando a Madrid para la colocaci¨®n del adoqu¨ªn de Nadine. Recordarlas es ¡°especialmente importante¡±, dice, en momentos de auge de la extrema derecha en toda Europa y cuando todav¨ªa demasiadas mujeres luchan contra la lesbofobia. ¡°La suya no es solo una historia del pasado, tiene un v¨ªnculo directo con el presente¡±, sostiene.
Precisamente para no olvidar el pasado, a la ceremonia en Bruselas, que ha coincido con el 80 aniversario de la liberaci¨®n de la capital belga, acudieron este jueves tambi¨¦n varias decenas de alumnos de secundaria. Una tradici¨®n en actos de memoria en la ciudad porque, como subray¨® el alcalde de la comuna de Ixelles, Christos Doulkeridis, ¡°tenemos la responsabilidad de transmitir entre generaciones los valores que hacen que la paz, el di¨¢logo y el respeto a todas las diferencias puedan siempre vencer¡±. Una tarea que continuar¨¢n en Madrid tambi¨¦n Isabel y Jes¨²s, ¡°mientras nos quede salud¡±, prometen.
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