Piedras para recordar la barbarie: ocho adoquines en Madrid recuerdan a republicanos espa?oles deportados a campos nazis
Familiares y personas comprometidas con la memoria hist¨®rica colocan en la capital ocho ¡®stolpersteine¡¯, las placas que vienen instal¨¢ndose por toda Europa en recuerdo de las v¨ªctimas de Hitler
Estas son las historias de ocho hombres que, de alg¨²n modo, han regresado a sus casas. Han vuelto en forma de adoquines dorados que han sido colocados recientemente en diversas calles de Madrid. Ocho placas c¨²bicas en las que hay inscritos un nombre y una biograf¨ªa escueta, de estilo telegr¨¢fico. Son las llamadas stolpersteine, palabra que significa literalmente ¡°piedras que hacen tropezar¡± en alem¨¢n. Fueron ideadas por el artista berlin¨¦s Gunter Demnig en 1992, que decidi¨® plantar baldosas para recordar a las v¨ªctimas del nazismo en el ¨²ltimo lugar donde estuvieron instaladas antes de ser deportadas a campos de concentraci¨®n durante la Segunda Guerra Mundial. Las primeras se inauguraron en Austria, pero poco a poco han ido traspasando las fronteras hasta brotar por toda Europa, y rozan ya las 100.000.
Jes¨²s Rodr¨ªguez e Isabel Mart¨ªnez se han encargado desde 2019 de organizar la instalaci¨®n de las stolpersteine en Madrid, adem¨¢s de contactar con los parientes de las v¨ªctimas tras un largo proceso de investigaci¨®n. Acompa?ados de un s¨¦quito de familiares de los deportados y de apasionados que reivindican la importancia de la memoria hist¨®rica, el viernes 14 de octubre colocaron ocho en homenaje a ocho espa?oles del bando republicano que se exiliaron a Francia al final de la Guerra Civil espa?ola y que tuvieron la mala suerte de ser deportados a campos de concentraci¨®n y de exterminio durante la ocupaci¨®n nazi francesa del r¨¦gimen de Vichy. Cinco acabaron asesinados en los campos, dos fueron liberados y a otro se le perdi¨® la pista desde su ingreso en el campo. De momento hay 42 adoquines dorados en la capital espa?ola y el pr¨®ximo viernes 28 de octubre se sumar¨¢n otros nueve.
El recorrido del viernes empez¨® en la Plaza de Espa?a y termin¨® en el Paseo de Recoletos.
SATURNINO ARROYO ALONSO (Madrid 1915-Gusen 1941)
La ruta empieza en el n¨²mero 8 de la calle Duque de Osuna ¡ªlo que antes era el 58 de la calle Leganitos¡ª, al lado de Plaza de Espa?a. Ah¨ª viv¨ªa Saturnino Arroyo con sus dos hermanos y su padre, viudo, que era sereno. Ninguno tuvo descendencia. En el Centro Documental de la Memoria Hist¨®rica consta que fue teniente de la 68 Brigada Mixta durante la Guerra Civil, se exili¨® a Francia y pas¨® por varios campos de concentraci¨®n franceses. Despu¨¦s fue detenido e internado en dos stalags ¡ªcampos de prisioneros de guerra previos a los campos de concentraci¨®n¡ª, primero en Zagan (Polonia) y despu¨¦s en Tr¨¨veris (Alemania). De este ¨²ltimo sali¨® en 1941 para llegar a Mauthausen y posteriormente fue trasladado al subcampo de Gusen, donde fue asesinado el d¨ªa de Navidad de ese mismo a?o.
Del edificio sale una mujer escocesa que vive all¨ª y se para ante el grupo que rodea su portal. Comenta, entusiasta, que le parece una labor muy necesaria, y pregunta: ¡°?Sab¨¦is cu¨¢l era su piso? ?Daba al exterior?¡±. Pero no obtiene esas respuestas, ya que no hay familiares de Arroyo entre los participantes.
MANUEL SALVADORES VERDASCO (Madrid 1920-Hartheim 1942)
En plena Plaza de Espa?a, donde ahora hay plantado un edificio de oficinas, vivi¨® Manuel Salvadores. Tras exiliarse a Francia al finalizar la guerra, se apunt¨® a una compa?¨ªa de trabajadores y fue destinado a trabajar a la L¨ªnea Maginot ¡ªuna l¨ªnea de defensa construida por Francia a lo largo de sus fronteras del noreste¡ª. Fue detenido en Estrasburgo y de all¨ª sali¨® el 11 de diciembre de 1941 con destino a Mauthausen. Un par de meses despu¨¦s de su llegada fue destinado a Gusen, donde permaneci¨® un a?o trabajando en la cantera. El 4 de febrero de 1942 sali¨® para el castillo de Hartheim, donde muri¨®, gaseado, cinco d¨ªas despu¨¦s. No hab¨ªa llegado a cumplir los 22 a?os.
Jes¨²s Rodr¨ªguez e Isabel Mart¨ªnez lograron hablar con dos sobrinos y una sobrina nieta de Salvadores. Entre ellos, hab¨ªa discrepancias de si deb¨ªan o no poner la stolperstein en su memoria, ya que a algunos no les gustaba la idea de que lo fueran a pisar. De hecho, este mismo argumento fue utilizado por Charlotte Knobloch, autoridad jud¨ªa de Baviera, para prohibir su instalaci¨®n en las calles de M¨²nich y otras ciudades de la regi¨®n. Sin embargo, Rodr¨ªguez prefiere verlas como micromonumentos de la v¨ªa p¨²blica que pueden sorprender a los viandantes, quienes, para leerlos, se inclinan y conceden una especie de reverencia a la persona recordada.
C?SAR BLASCO SASERA (Madrid 1877-Dachau 1944)
C¨¦sar Blasco ya era mayor cuando fue detenido el 8 de diciembre de 1943 por la Gestapo en el pueblo de Vernet les Bains (Languedoc-Rosell¨®n), junto con otros siete militares republicanos espa?oles que, como ¨¦l, se hab¨ªan exiliado a Francia tras la derrota del bando republicano. Blasco hab¨ªa sido coronel en el Ej¨¦rcito espa?ol desde 1933. Los ocho apresados fueron trasladados y detenidos en Perpignan, acusados de diferentes cargos. De ah¨ª pasaron al campo de concentraci¨®n franc¨¦s de Vernet d¡¯Ari¨¨ge, cerca de Toulouse. El 30 de junio de 1944 fueron trasladados a la c¨¢rcel de Toulouse y el 2 de julio iniciaron un viaje en el ¡°tren fantasma¡± que los llev¨® al campo de concentraci¨®n de Dachau el 28 de agosto. Muri¨® el 21 de diciembre de ese a?o a los 67 a?os.
Su stolperstein ha quedado instalada en la estrecha calle de Santa Clara, adonde acudieron sus sobrinas nietas y una sobrina bisnieta de Blasco. Sab¨ªan que su t¨ªo abuelo hab¨ªa muerto en un campo de concentraci¨®n, pero no ten¨ªan muchos m¨¢s datos. ¡°Lo del tren nunca lo hab¨ªamos o¨ªdo¡±, comentan. De hecho, le pidieron a Rodr¨ªguez que les enviara m¨¢s informaci¨®n. Cuando les preguntan si ellas hab¨ªan vivido en ese edificio, una contesta que no, y otra propone a sus hermanas: ¡°Podr¨ªamos subir a investigar qui¨¦n vive aqu¨ª ahora¡±.
VENANCIO ORTELLS MEN?NDEZ (Madrid 1909-Neuengamme 1945)
Al lado de la Puerta del Sol, Venancio Ortells vivi¨® en lo que ahora es el Hotel Europa. Aunque no se sabe muy bien su trayectoria durante la Guerra Civil, s¨ª que hay documentos que acreditan que en Francia estuvo internado en el campo de concentraci¨®n de Argel¨¨s y, como la mayor¨ªa de sus compa?eros, ingres¨® en alguna compa?¨ªa de trabajadores extranjeros. Fue detenido por la Gestapo e internado en Compi¨¨gne, de donde fue trasladado el 15 de julio de 1944 al campo de concentraci¨®n de Neuengamme, en el que fue asesinado el 15 de febrero de 1945.
En esta cuarta parada, las obras en Sol interfirieron en la colocaci¨®n de esta stolperstein, ya que el hueco reservado para ella hab¨ªa sido recubierto por error. ¡°La pondr¨¢n otro d¨ªa¡±, resuelve Mart¨ªnez, pragm¨¢tica. Este es un caso raro en el que los familiares del deportado decidieron no implicarse en el evento, e incluso rechazaron que se les devolviera un anillo de Ortells con sus iniciales que se conserva en los archivos de Arolsen, ¡°seguramente por evitar confrontaciones en la familia¡±, conjetura Rodr¨ªguez.
DOROTEO GORDO ALONSO (Madrid 1913-Buchenwald ?)
La familia de Doroteo Gordo habit¨® en la porter¨ªa del n¨²mero 9 de la Gran V¨ªa, donde ahora se encuentra el elegante Hotel Catalonia. Apenas hay datos de su trayectoria. El 31 de diciembre de 1936 fue ascendido a teniente. Despu¨¦s, se conoce su detenci¨®n el 20 de abril de 1943 en Francia. Por las fechas en que es detenido, Rodr¨ªguez y Mart¨ªnez especulan que estaba en la Resistencia contra los nazis en el r¨¦gimen de Vichy. Fue llevado a Compi¨¨ge y de ah¨ª a Buchenwald, donde lleg¨® el 19 de enero de 1944. Se desconoce cu¨¢l pudo ser su destino, ¡°aunque posiblemente fue asesinado¡±, apunta Rodr¨ªguez.
Unas turistas alemanas pasan por medio del convoy mientras el alba?il municipal coloca la placa, y exclaman una frase en alem¨¢n de la cual todos los asistentes comprenden una sola palabra: stolpersteine. Alemania es el pa¨ªs con m¨¢s micromunumentos de este tipo, y solo en 2019 contaba con 56.000, por lo que sus habitantes est¨¢n habituados a verlos por las calles.
RAFAEL ACOSTA MORENO DE LA SANTA (Madrid 1916-Martignas-sur-Jalle 2000)
Durante la Guerra, Rafael Acosta fue teniente en el cuerpo de Sanidad. En el exilio pas¨® por el campo de concentraci¨®n de Septfonds. Se alist¨® en la compa?¨ªa de trabajadores y fue destinado a Bretevilles-sur-Laize (Normand¨ªa). Detenido en Compi¨¨gne, fue deportado al campo de concentraci¨®n de Neuengamme el 21 de mayo de 1944, al que lleg¨® el d¨ªa 24. Acosta fue uno de los pocos sobrevivientes. Tras su liberaci¨®n, se qued¨® en Francia y muri¨® a principios de 2000 en Martignas-sur-Jalle, al lado de Burdeos.
ELEUTERIO D?AZ-TENDERO MERCH?N (Consuegra, Toledo 1882 - Dachau 1945)
En el transitado Paseo del Prado residi¨® Eleuterio D¨ªaz-Tendero, militar espa?ol republicano que luch¨® en la Guerra Civil. En 1934 fund¨® la Uni¨®n Militar Republicana Antifascista (UMRA), nacida para luchar contra la actividad de la derechista Uni¨®n Militar Espa?ola (UME), la cual ya hab¨ªa empezado a actuar violentamente contra destacados militares republicanos. Durante la Guerra Civil fue el encargado de realizar purgas y limpiezas de expedientes de algunos miembros del ej¨¦rcito republicano. En los ¨²ltimos momentos de la guerra, con la ca¨ªda de Catalu?a, parti¨® a Francia.
En Toulouse fue detenido en el Castillo de Colliure y un a?o despu¨¦s apresado all¨ª por la Gestapo. Fue enviado a Dachau, donde a pesar de sufrir numerosas penalidades ingres¨® en el Partido Comunista clandestino e incit¨® a la resistencia entre sus compa?eros. El 13 de febrero de 1945 acab¨® en uno de los hornos crematorios del campo, apenas unas semanas antes de la liberaci¨®n de Dachau.
Su nieta Jany Gand¨ªa, que acude a Madrid desde Toulouse, muestra y lee la ¨²ltima carta que escribi¨® su abuelo un d¨ªa antes de morir, arropada por dos primos que residen en Espa?a. Explica que la misiva lleg¨® a manos de su abuela Remedios gracias a Vicente Parra, un compa?ero de D¨ªaz-Tendero que estuvo con ¨¦l en Dachau y cuya stolperstein cierra la ruta. En ella se despide de sus seres queridos con tono solemne pero sin perder la compostura.
VICENTE PARRA BORDETAS (Madrid 1886-Caracas 1967)
El recorrido se cierra en el Paseo de Recoletos 31. El m¨¦dico Vicente Parra se mud¨® all¨ª despu¨¦s del golpe de Estado de 1936. Despu¨¦s de cruzar los Pirineos, fue detenido en 1943 por la polic¨ªa de Vichy y encarcelado en el campo de Le Vernet, sospechoso de ser agente de enlace comunista. De all¨ª sali¨® camino de Dachau tres d¨ªas despu¨¦s del desembarco de Normand¨ªa, como pasajero del ¡°tren fantasma¡±. En la enfermer¨ªa de Dachau, Parra atendi¨® a los prisioneros.
Tras la liberaci¨®n de Dachau, volvi¨® a Toulouse y se integr¨® en la plantilla del Hospital Varsovia, un centro abierto por refugiados espa?oles del que lleg¨® a ser director. Jany Gand¨ªa subraya la importancia de Parra en Toulouse: ¡°Salv¨® muchas vidas all¨ª, de gente sin papeles, o que no se pod¨ªa permitir la sanidad. Se merece una estatua en el actual H?pital Joseph Ducuing-Varsovie¡±. En 1948, en un entorno influido por la caza de brujas anticomunista de Estados Unidos que forz¨® su cese como director, el m¨¦dico y su familia se marcharon a Venezuela, donde muri¨® en 1967. Desde Caracas acudieron a la instalaci¨®n de su adoqu¨ªn varios familiares y su nieta Marisa, que habl¨® mientras se dispon¨ªa la placa. Con emoci¨®n en la voz, ensalz¨®, ante todo, ¡°su amor por la medicina, que nunca ces¨®¡±.
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