Ni ¡°infierno verde¡± ni ¡°selva virgen¡±: la amenazada Amazonia cuenta su verdadera historia con su propia voz y despliega su cultura en el CCCB
El centro invita a ¡°desaprender¡± los t¨®picos sobre la regi¨®n en una sorprendente exposici¨®n en la que participan pensadores, activistas y artistas ind¨ªgenas
Ni el Aguirre de Klaus Kinski, ni el coronel Fawcett, ni el explorador Ridgewell de La oreja rota de Tint¨ªn, ni el Indiana Jones del ¨ªdolo chachapoyano y la calavera de cristal. Olv¨ªdese de todos los estereotipos sobre la Amazonia, del ¡°infierno verde¡±, de ¡°la selva virgen¡±, del mundo perdido y del salacot, de Cuando ruge la marabunta, de Holocausto can¨ªbal y de la Anaconda de Jenifer L¨®pez e Ice Cube que se traga a Owen Wilson. El Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB) invita a ¡°desaprender¡± la mayor parte de lo que cre¨ªamos saber de ese inmenso territorio en peligro que a menudo hemos imaginado los europeos como un tel¨®n blanco (verde) para proyectar nuestras aventuras, nuestros deseos, nuestros miedos y nuestras ambiciones.
La exposici¨®n Amazonias, el futuro ancestral, que se inaugura este mi¨¦rcoles (hasta el 4 de mayo) y fue presentada hoy, es fascinante: incluso puedes meterte en una caba?a ceremonial aut¨¦ntica, una maloca, experimentar a qu¨¦ huele la selva, o la deforestaci¨®n, escuchar cantos rituales, leer cartelas en yukuna, admirar murales creados a partir de ceremonias con ayahuasca, y cruzarte con esp¨ªritus. No es una exposici¨®n f¨¢cil, lo cual no es una novedad en el centro barcelon¨¦s, en el que cada muestra te retrotrae casi al examen de selectividad por su exigencia. No solo intenta la exhibici¨®n cargarse todos los t¨®picos (tristes t¨®picos, parafraseando a Claude L¨¦vi-Strauss), como lo de que la selva en la que se adentraron conquistadores o exploradores estaba deshabitada, era ¡°virgen¡± e inh¨®spita, un interesado malentendido, se recalca, para legitimar la depredaci¨®n de sus recursos naturales, el ¡°extractivismo abusivo¡± como se dice ahora, sino que lo hace dando voz para ello a la propia amenazada Amazonia, representada por sus habitantes y especialmente sus pensadores, artistas, intelectuales y activistas.
Y lo que resulta es una polifon¨ªa rica y sorprendente ¡ªun tanto cacof¨®nica, podr¨¢ pensar un profano¡ª, un mosaico de informaciones, ideas, creencias, experiencias y sue?os, con impresionantes plasmaciones pl¨¢sticas, que obliga a cambiar radicalmente la visi¨®n usual sobre esa inmensa zona en la que viven m¨¢s de 30 millones de personas ¡ªm¨¢s del 60 % de ellas en ¨¢reas urbanas, un tema que interesa especialmente al CCCB¡ª, y que atraviesa 9 pa¨ªses (Brasil, Bolivia, Per¨², Ecuador, Colombia, Venezuela, Surinam, Guyana y Guayana Francesa). La exposici¨®n, que recoge las nuevas investigaciones arqueol¨®gicas con m¨¦todos a¨¦reos e inform¨¢ticos que han reventado la idea de una Amazonia est¨¦ril para la civilizaci¨®n e invita a revisar el concepto, subraya que la regi¨®n posee una rica tradici¨®n cultural y ha sido escenario de importantes innovaciones tecnol¨®gicas como la domesticaci¨®n de plantas y la producci¨®n de cer¨¢mica. Tambi¨¦n recalca la exhibici¨®n, y esto sorprender¨¢ a muchos, que la selva es en parte resultado de la acci¨®n humana ind¨ªgena, a la manera de un inmenso jard¨ªn, a lo largo de miles de a?os. Los antepasados de los actuales pobladores plantaron literalmente la selva, apunta la muestra, destacando que ello es m¨¢s legado que cualquier construcci¨®n monumental al uso.
La muestra, que incluye fotograf¨ªas, v¨ªdeos, m¨²sica, pel¨ªculas, obras de arte, libros, objetos ind¨ªgenas, mapas y una secci¨®n en la que se pasa revista pormenorizadamente a las amenazas contra la regi¨®n (ganader¨ªa, deforestaci¨®n, narcotr¨¢fico, cr¨¦ditos de carbono, hidroel¨¦ctricas, miner¨ªa, extractivismo farmac¨¦utico, tr¨¢fico de animales salvajes¡), tiene asimismo una l¨ªnea feminista muy actual incorporando el concepto de ¡°la Amazonia como mujer¡± que desarrolla en su emocionante libro de referencia (La Amazonia, viaje al centro del mundo, Salamandra, 2024) la escritora y periodista brasile?a Eliane Brum, colaboradora de la exposici¨®n y que ha estado en la presentaci¨®n. Brum, que se ha instalado en la ciudad de Altamira, en Par¨¢, ¡°la ciudad amaz¨®nica m¨¢s violenta¡± y es una de las grandes voces de defensa de la regi¨®n y de las culturas ind¨ªgenas y los ¡°pueblos selva-deforestados¡±, denuncia las numerosas violaciones de mujeres y ni?as por los garimpeiros (buscadores de oro) y las convierte en una extensi¨®n de la brutal violaci¨®n global de la Amazonia, en la misma ¡°l¨®gica de destrucci¨®n¡±; lo que remite en la exposici¨®n a la creencia ind¨ªgena en la Gran Abuela del Universo, la gran madre, el esp¨ªritu femenino generador de la vida y la selva.
Brum ha advertido de que estamos cerca del ¡°punto de no retorno¡± en el que la Amazonia colapsar¨¢, con la cat¨¢strofe global que ello supondr¨¢ para el mundo entero. ¡°Estamos en un nivel de destrucci¨®n de la selva del 18 %, si llegamos al 20-25 %, se acab¨®¡±. La exposici¨®n llama a cambiar la relaci¨®n ¡°vertical, violenta, extractivista y criminal¡± con la Amazonia por una nueva forma de di¨¢logo con el territorio y sus gentes.
La directora del CCCB, Judit Carrera, el responsable de exposiciones Jordi Costa y el comisario Claudi Carreras, explicaron c¨®mo la exposici¨®n, muy coral, cuenta con la colaboraci¨®n de un grupo nutrido de expertos en la regi¨®n, sobre todo representantes de los 400 pueblos ind¨ªgenas de la Amazonia (que en conjunto hablan m¨¢s de 300 lenguas diferentes), creadores y pensadores tradicionales y contempor¨¢neos que dan fe de la riqueza cultural, y no solo natural, del territorio. Carrera ha destacado la actualidad de la exposici¨®n, que enfatiza la centralidad de la Amazonia en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, con la COP 29 en Bak¨² y los efectos de la tr¨¢gica dana en Valencia. Costa ha dicho que sobre todo se han sentado a escuchar y aprender de los expertos. El comisario Carreras ha recordado los 10.000 kil¨®metros de viaje, ¡°7.000 por r¨ªo¡±, durante dos a?os para recolectar las experiencias y voces de la exposici¨®n, y ha lamentado que a los pueblos ind¨ªgenas hist¨®ricamente se les ha silenciado y se ha escamoteado su voz. La exposici¨®n cuenta con una serie de actividades paralelas en la que intervendr¨¢n personajes como Davi Kopenawa, el cham¨¢n yanomami cuyo testimonio, recogido por Bruce Albert, ha publicado Capit¨¢n Swing en el impresionante La ca¨ªda del cielo (2024).
Como cicerones de esta inmersi¨®n en la verdadera Amazonia, en la que no faltan serpientes, yacar¨¦s, jaguares, cocodrilos, monos ara?a y toda la riqueza faun¨ªstica y vegetal, han estado en la presentaci¨®n, entre otros, el cacique y taita uitoto conocedor de los mitos y las plantas tradicionales Emilio Fiagama, de Florencia, Caquet¨¢, en la Amazonia colombiana; Rember Yahuarcani, de origen uitoto y cocama del Per¨², que une a su condici¨®n de activista por los derechos y el respeto a las cosmolog¨ªas y la sabidur¨ªa ind¨ªgenas el ser un reconocido artista con obra en el MoMA, el Reina Sof¨ªa y la Tate (y ser un admirador de Goya y El Bosco, con cuya obra la suya guarda singulares parecidos); o El¨ªas Mamallacta, que expone una alucinante y rezumante obra de motivos cham¨¢nicos realizada con pinturas fabricadas con miel y pigmentos naturales seg¨²n la tradici¨®n ancestral kichwa, y que es de los pocos artistas que uno conoce que asegura que su abuela se convirti¨® en puma. Por su parte, el jefe de comunidad Iba Sales Huni-kuin ha dedicado la mayor parte de su intervenci¨®n a cantar ¡°los cantos que animan la selva¡± y que nos curar¨¢n tambi¨¦n a nosotros, ha dicho. Otros artistas, como Cordelia S¨¢nchez y Olinada Silvano, con obra en la exposici¨®n, la han recorrido con atav¨ªos y pinturas ind¨ªgenas, y Yaka Hunikuin con un hermoso tocado de plumas azules y amarillas de guacamayo. Todos han reclamado poder hablar en primera persona, con su propia voz, de el que es su pa¨ªs, y abandonar la pr¨¢ctica usual de que otros lo hagan en su nombre. ¡°Devu¨¦lvanos nuestra voz¡±, ha sintetizado conmovedoramente Yahuarcani.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.