Judit Carrera, directora del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona: ¡°La libertad es nuestro bien m¨¢s preciado¡±
Primera mujer al frente del CCCB, en el 30? aniversario de la instituci¨®n subraya el ¨¦xito del modelo y destaca su voluntad de di¨¢logo
Judit Carrera (Barcelona, 49 a?os) est¨¢ vinculada al Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB), que celebra entre parabienes un¨¢nimes su 30? aniversario, desde hace 20 a?os y lo dirige desde hace 5 (desde el 1 de octubre de 2018). Es la primera mujer en la direcci¨®n despu¨¦s de tres hombres. El ¨¦xito actual del CCCB, una instituci¨®n central y ya indispensable en la vida cultural de la ciudad, no cuestionada y felizmente ajena, en general, a los vaivenes pol¨ªticos y los cainismos que afectan a otros equipamientos, no es ajeno a la personalidad dialogante, emp¨¢tica, curiosa y entusiasta de Carrera. Tambi¨¦n a su capacidad de vender estupendamente un modelo en el que cree a pies juntillas y de moverse con grandes dosis de cautela, sensatez e inteligencia en el campo de minas del agitado ecosistema cultural barcelon¨¦s. La directora del CCCB, que recibe en su despacho en el que una mesa est¨¢ inutilizada porque la cubren completamente pilas de libros, tiene con su mirada cordial pero inquisitiva y alerta algo de Minerva, hija del sabio y poderoso J¨²piter (?Josep Ramoneda?) y de Metis, la prudencia, y cuyo santuario en el Aventino congregaba a intelectuales y poetas y se convirti¨® en un importante centro para las artes durante la Rep¨²blica romana. Esta Minerva cita a Habermas, Hannahah Arendt, Bauman, Sennett¡
Pregunta. ?C¨®mo llega al CCCB?
Respuesta. Estudi¨¦ Pol¨ªticas en la Aut¨®noma y fui a Par¨ªs a hacer el doctorado en Sciences Po. Pas¨¦ tres a?os en la ciudad, trabaj¨¦ en la Unesco, en la unidad de prospectiva, dedicada a analizar tendencias de cultura y educaci¨®n en el mundo. All¨ª se plant¨® la semilla de lo que he hecho luego. A la vuelta a Barcelona conoc¨ª a Ramoneda, el creador y primer director, y empec¨¦ a colaborar con el CCCB. Cuando Albert Garc¨ªa Espuche se march¨®, Ramoneda me ofreci¨® que viniera para impulsar el programa de pensamiento. En el 2018 acced¨ª por concurso a la direcci¨®n.
P. El CCCB era un concepto muy novedoso aqu¨ª, cost¨® entenderlo al principio. Recuerdo que nos pregunt¨¢bamos ¡°?qu¨¦ es eso?¡±.
R. Yo no particip¨¦ en su g¨¦nesis. Era un modelo muy precursor. Ahora todos los grandes equipamientos son de alguna manera multidisciplinares. Fue algo muy visionario. No estaba basado en una colecci¨®n, ni una historia, ni un legado. Se trataba de generar un espacio multidisciplinar, un centro de debate cr¨ªtico sobre el mundo contempor¨¢neo con especial atenci¨®n a la ciudad. El CCCB es muy barcelon¨¦s en sus or¨ªgenes, recogi¨® la tradici¨®n de urbanismo y arquitectura de Barcelona, su capitalidad cultural, su mediterraneidad, su pluriling¨¹ismo.
P. Una de sus singularidades es la dependencia de la Diputaci¨®n de Barcelona.
R. El CCCB es un consorcio presidido por la Diputaci¨®n de Barcelona, que aporta un 75 % de su financiaci¨®n, mientras que el resto lo paga el Ayuntamiento. La Diputaci¨®n son nuestros responsables pol¨ªticos directos. Y hay que subrayar que su respeto por la independencia del centro, que es nuestro bien m¨¢s preciado, es total. El presupuesto de este a?o del CCCB es de 15,5 millones de euros, el mayor de nuestra historia. Un reflejo de la confianza en la instituci¨®n.
P. ?Depender de la Diputaci¨®n ha sido el secreto del ¨¦xito del CCCB?
R. Que la Diputaci¨®n sea una administraci¨®n que da servicio y que no est¨¢ en la primera l¨ªnea de la lucha pol¨ªtica nos ha reportado sin duda cierta tranquilidad.
El ecosistema cultural barcelon¨¦s est¨¢ en muy buena forma. Hay pol¨¦micas y crisis pero mucha vitalidad¡±
P. ?Es un oasis el CCCB?
R. El ecosistema cultural barcelon¨¦s est¨¢ en muy buena forma. Hay pol¨¦micas y crisis pero mucha vitalidad. El Mercat de les Flors, el Macba, el MNAC, la Virreina¡ Visto como una totalidad la programaci¨®n es magn¨ªfica. Mi opini¨®n es que las controversias tienen m¨¢s que ver con el gremio que con la realidad del sistema. Hay mucho que mejorar pero podemos estar orgullosos de la fuerza y diversidad que se manifiesta, tanto en lo que es institucional como en lo que no.
P. A diferencia del CCCB, el Macba se ve cuestionado.
R. Elvira Dyangani tiene un proyecto fant¨¢stico y hay que darle tiempo para que lo desarrolle, ya ha hecho gestos muy marcados de apertura al barrio y a la ciudad. Hay que darle confianza, a ella y al Macba.
P. Es parad¨®jico que en su momento el Macba fuera el emblema de la transformaci¨®n del Raval y ahora se le critique en el barrio.
R. Aquella confianza en la cultura y el urbanismo que inspiro el Macba era muy de aquel momento de retorno de la democracia, principios y mediados de los ochenta. La idea de transformar un barrio muy castigado en el coraz¨®n de la ciudad brota de la energ¨ªa y entusiasmo que se generaron entonces. El CCCB, inaugurado el 254 de febrero de 1994 estuvo incluso antes que el Macba, de 1995. Y ah¨ª seguimos 30 a?os despu¨¦s. Nosotros y las dem¨¢s instalaciones culturales y educativas con programas sociales, comprometidas en mejorar las condiciones de vida de la gente del Raval. En el CCCB fuimos pioneros en conocer los retos del barrio, la llegada de la emigraci¨®n pakistan¨ª, la gentrificaci¨®n, el impacto del turismo...
P. Les ha marcado estar en el Raval.
R. Estar en el Raval es un privilegio. No niego que es un barrio complejo, con problemas muy serios. Pero en medio de esa fragilidad ofrece lecciones muy ¨²tiles. La principal, c¨®mo se ha conseguido la convivencia entre gente tan distinta sin que se produjera una explosi¨®n de conflictos. Hago una lectura del Raval realista, entiendo la gravedad de lo que hay, pero veo la fortaleza y la riqueza de la diversidad. Hay una red que aglutina, una sociedad civil organizada y articulada.
P. ?Miran hacia dentro y hacia fuera?
R. Cualquier instituci¨®n cultural que se precie quiere ser cosmopolita y a la vez estar arraigada en su contexto. Podemos trabajar en red con creadores de todo el mundo y a la vez con las asociaciones del Raval. La esencia del CCCB es trabajar juntos. Me gusta mucho la expresi¨®n de Hannah Arendt ¡°pensar en compa?¨ªa¡±.
P. He ah¨ª un lema.
R. No hacer nada solos. Siempre en colaboraci¨®n, con personas y centros. El del CCCB es un proyecto muy coral y plural. No hay otra manera de funcionar en nuestro tiempo. La clave es abrirse. La cultura no es un espacio para el elitismo. El CCCB es un espacio p¨²blico en el sentido m¨¢s filos¨®fico de la palabra. Genera convivencia pac¨ªfica entre extra?os.
P. Le gusta la idea de traducci¨®n.
R. En el sentido filos¨®fico, la vocaci¨®n de entenderse pese a las diferencias. De traducir, facilitar, sin renunciar al rigor pero tratando de llegar a la m¨¢xima gente posible. Siempre ampliando la diversidad de voces y de p¨²blico.
P. Ha hablado de rigor. Algunas exposiciones han sido muy exigentes, ?ponen el list¨®n alto!, hay que ir casi preparado como para un examen.
Confiamos en la inteligencia del p¨²blico. Tenemos un p¨²blico exigente y culto, que pide claves¡±
R. Jajaja, confiamos en la inteligencia del p¨²blico. Tenemos un p¨²blico exigente y culto, que pide claves. La respuesta nos ayuda a seguir en ese camino. Dicho esto, todas las exposiciones, de las que el CCCB lleva 186, tienen diferentes niveles de lectura, no hay que agobiarse. La de la IA que puede parecer compleja est¨¢ a punto de conseguir los cien mil visitantes. Siempre van acompa?adas de proyectos y programas divulgativos que hacen un trabajo de traducci¨®n del tema para distintos p¨²blicos. El CCCB es ya muy intergeneracional, y muy abierto: no somos la instituci¨®n de un gremio ni tratamos de satisfacer siempre a un p¨²blico determinado.
P. En el haber del CCCB, esos 11 millones de visitantes, mitad a las exposiciones y mitad a las otras actividades.
R. El programa de pensamiento es otro buque insignia, con 350 invitados al a?o. No hay otro espacio cultural de esta dimensi¨®n en Europa, con su capacidad de generalr debate de cultura. El cine es otro de nuestros pilares y en los ¨²ltimos cinco a?os hemos abierto un nuevo programa de mediaci¨®n que impulsa proyectos experimentales de creaci¨®n y refuerza los v¨ªnculos con el mundo educativo.
P. El CCCB tambi¨¦n ha tenido sus crisis. La marcha del S¨®nar, con el que hab¨ªa tan buena sinergia; la expulsi¨®n de colectivos asociados en 2021¡
R. El S¨®nar necesitaba m¨¢s espacio, simplemente; nuestra relaci¨®n con ellos sigue siendo extraordinaria. En cuanto a la salida de aquellos colectivos no lo vimos como una crisis,. Al principio el CCCB hizo una funci¨®n de acogida pero es l¨®gico que haya una rotaci¨®n y una renovaci¨®n. Al centro se sigue incorporando gente.
P. ?Hay un secreto personal en el ¨¦xito del CCCB?
R. Es una pregunta como de psicoan¨¢lisis. Es de justicia reconocer la competencia y profesionalidad de mi equipo. Por eso me atrev¨ª a dar el paso de presentarme al concurso. Y est¨¢ mi compromiso personal con el CCCB y mi convicci¨®n de que es una instituci¨®n vigente y pertinente, m¨¢s necesaria que nunca 30 a?os despu¨¦s. El CCCB genera mucha pasi¨®n. Pero, por supuesto, las instituciones son mucho m¨¢s importantes que las personas que las hacen funcionar, y este es un proyecto muy coral. Como dec¨ªa Tosquelles, necesitamos instituciones fuertes, pero sobre todo vivas.
P. Tienen 18.000 metros cuadrados. ?Necesitan m¨¢s?, ?se plantean crecer?, ?por el Pati Manning?
R. Estamos muy satisfechos con nuestra dimensi¨®n, y muy llenos. Tenemos a¨²n margen, y las instituciones pueden crecer sin crecer en superficie. Antes de pensar en una ampliaci¨®n hay mucha actividad posible a¨²n. No, no necesitamos m¨¢s espacio.
P. La Casa de la Caritat tuvo actividad teatral antes de que se creara el CCCB (en el viejo teatro, integrado en 2011, rehabilitado, en el centro, estrenaron en 1980 Iago Pericot y Sergi Mateu Simf¨°nic King Crimson), pero no ha habido continuidad en el CCCB.
R. No tenemos programaci¨®n estable de artes esc¨¦nicas porque la oferta teatral de Barcelona es muy s¨®lida, pero hemos impulsado Laboratori Esc¨¨nic, un programa experiemental de apoyo a compa?¨ªas j¨®venes y cada a?os trabajamos muy estrechamente con el festival GREC.
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