10 excelentes novelas negras para leer con fr¨ªo y lluvia
Novela hist¨®rica con Herv¨¦ Le Corre, una aventura potente de una mujer ¨²nica con Laura Lippman, ¡®thrillers¡¯ con suplantaci¨®n de identidad y la recuperaci¨®n de varios cl¨¢sicos son algunas de las apuestas. Pasen y lean
Llega el primer gran temporal del oto?o-invierno y ofrecemos para contrarrestarlo un buen pu?ado de novelas negras de muy distinta condici¨®n. Una forma de quedarse en casa, refugiarse del fr¨ªo, la lluvia y la nieve y alegrarse por ello con lecturas que har¨¢n que merezca la pena. Como siempre, habr¨¢ muchas m¨¢s, pero estas son las que puedo recomendar honestamente tras devorarlas y analizarlas. Novela hist¨®rica, una historia potente de una muj...
Llega el primer gran temporal del oto?o-invierno y ofrecemos para contrarrestarlo un buen pu?ado de novelas negras de muy distinta condici¨®n. Una forma de quedarse en casa, refugiarse del fr¨ªo, la lluvia y la nieve y alegrarse por ello con lecturas que har¨¢n que merezca la pena. Como siempre, habr¨¢ muchas m¨¢s, pero estas son las que puedo recomendar honestamente tras devorarlas y analizarlas. Novela hist¨®rica, una historia potente de una mujer ¨²nica, thrillers con suplantaci¨®n de identidad (ahora que est¨¢ tan en boga) y la recuperaci¨®n de varios cl¨¢sicos son algunas de las apuestas. Pasen y lean.
Mujeres irredentas: muerte al t¨®pico
Piel quemada, Laura Lippman (Salamandra Black, traducci¨®n de Jofre Homedes Beutnagel). Nos trae la buena selecci¨®n de la colecci¨®n negra de Salamandra a una mujer que no sabemos por qu¨¦ no estaba antes en nuestras oraciones (y en la de los editores). Lippman es una autora multipremiada pero, sobre todo, es una escritora capaz de crear una novela que se lee de una sentada sin grandes giros ni dosis de acci¨®n. ?C¨®mo se hace eso? Escribiendo muy bien y con una impecable dosificaci¨®n de la informaci¨®n que el lector tiene de cada personaje en cada momento y de la que los personajes tienen unos de otros. Y, de nuevo, ?c¨®mo se hace eso? Trat¨¢ndolos con respeto, cuidando cada una de sus capas antes ir quit¨¢ndolas. El argumento: Polly deja a su marido y a su hija durante unas vacaciones en la playa para reiniciar su vida en un pueblo perdido. Este es el punto de partida de un libro que sin pretender mucho lo tiene todo. Pero ?novela negra? Claro. Polly no desencadena nada con su huida porque todo hab¨ªa empezado antes, algo que el lector no tarda en percibir: estafas, detectives, incendios provocados, un dinero, quiz¨¢s, escondido por ah¨ª, muertes sospechosas, enga?os y malos tratos. No les cuento m¨¢s. Sigan a Polly en su b¨²squeda de algo verdadero, crean en ella. El final da en cierto modo una respuesta a todo. Pero mejor l¨¦anlo.
?Qui¨¦n es Maud Dixon?, Alexandra Andrews (AdN, traducci¨®n de Pilar de la Pe?a). Si el libro de Lippman esquivaba casi todos los recursos cl¨¢sicos del g¨¦nero, este utiliza muchos, algo que, lejos de lo que se pueda pensar en un inicio, juega a su favor. Lectura f¨¢cil, giros ingeniosos y una historia de suplantaci¨®n de identidad literaria (muy apropiado) en esta novela que va jugando con el lector, cuidado con creerse que uno est¨¢ en lo cierto, a cada paso. Una joven asistente en una editorial de Nueva York se encuentra con la oportunidad de su vida, la que le llevar¨¢ donde cree que merece, es decir, al olimpo literario: ser¨¢ la asistente de la misteriosa y afamada Maud Dixon. A partir de ah¨ª, ya saben, nada es lo que parece, pero les reto a dejar de pasar p¨¢ginas. Un entretenimiento a lo grande que, adem¨¢s, es un divertido retrato del mundo editorial.
¡ª Aqu¨ª van otras cinco buenas novelas negras escritas por mujeres.
P¨¢radise, Fernanda Melchor (Literatura Random House). En este caso el protagonismo femenino viene por el lado de solo de la autora, una de las voces m¨¢s potentes de la literatura en espa?ol de hoy. Con un o¨ªdo fascinante, Melchor construye una prosa asfixiante y musical con la que narra los sinsabores vitales de Polo, un pobre chico que limpia en la urbanizaci¨®n de lujo que da nombre a la novela y que lo que desea es mandar todo a la mierda. Se cruza en su camino uno de esos ni?os pijos, que le ofrece una oportunidad o una condena, algo que lo saque de la miseria, el aburrimiento y el alcohol. ?Es negra? Much¨ªsimo. ?Es novela negra? No para el gusto cl¨¢sico, pero aqu¨ª hay desigualdad, narcos (aunque de lejos) y una narraci¨®n que se conduce de manera inevitable hacia el desenlace violento. Una lecci¨®n de estilo.
Un chute de novela hist¨®rica y criminal
Despu¨¦s de la guerra, Herv¨¦ Le Corre (Reservoir Books, traducci¨®n de Carlos Mayor). Herv¨¦ Le Corre es un maestro muchas veces imitado y pocas igualado. Cada uno de sus libros es una inmersi¨®n en historias de amor, odio y venganza y una muestra de lo bien que funcionan juntas la novela hist¨®rica y la criminal y lo dif¨ªcil que es hacerlo en condiciones. En este caso repite la estructura de Bajo las llamas, pero traslada la acci¨®n desde la Comuna de Par¨ªs en el siglo XIX a una Francia marcada por la guerra de Argelia y el pasado colaboracionista. Aqu¨ª no hay enigma, solo unos hombres a la caza de otros. En medio, v¨ªctimas impotentes y otros que no dan su brazo a torcer ante la barbarie. A pesar de los cambios de escenario y tiempo, todo encaja con naturalidad, pero el mayor acierto es el personaje central en una novela llena de s¨®lidas figuras. El comisario Darlac es listo, ru¨ªn, amoral, brutal y despreciable. Y, sin embargo, el lector lo sigue a un nuevo paisaje del fin del mundo, gran especialidad de Le Corre.
¡ª Pueden leer este reportaje de mi compa?ero Antonio Jim¨¦nez Barca en Burdeos con el autor.
1794, Niklas Natt och Dag (Salamandra, traducci¨®n de Pontus S¨¢nchez). Era complicado seguir en alto tras el gran final de 1793, la primera parte de esta trilog¨ªa ambientada en un convulso y fascinante Estocolmo. Pero Niklas Natt och Dag lo ha conseguido. Los riesgos narrativos que asume el autor y su facilidad para dar con el equilibrio perfecto entre historia y acci¨®n hacen de esta serie una lectura perfecta para el puro disfrute, aunque no exenta de calidad. En esta segunda parte, que se puede leer de forma independiente pero que se enriquece con la lectura de la anterior, nos encontramos a Emil Winge, hermano de Cecil, enorme personaje que recorr¨ªa la primera entrega. Ambos est¨¢n perseguidos por grandes males, son seres condenados. No se pierdan tampoco a Mickell Cardell, veterano de mil batallas, ni de todo el ¨¢lbum de personajes femeninos. La novela de aventuras, presente sobre todo en un fascinante inicio en tierras coloniales suecas, completa el placer. Algunos contamos los d¨ªas para que llegue ya 1795.
¡ª Pueden leer un adelanto de la novela aqu¨ª.
¡ª Tambi¨¦n una entrevista con el autor, todo un personaje.
El derecho de los lobos, Stefano De Bellis y Edgardo Fiorillo (Alfaguara, traducci¨®n de Carlos Gumpert). Entretenid¨ªsima trama llena de conspiraciones en la Roma del 80 a. C. El curr¨ªculum que la editorial aporta de estos dos autores debutantes es asombroso y alejado de la literatura. ?C¨®mo han acabado escribiendo? No lo s¨¦, pero bienvenidos sean. Son m¨¢s de 600 p¨¢ginas y no se hace pesado, las tramas est¨¢n bien planteadas, corren paralelas a buen ritmo hasta el momento de cruzarse. Lo mismo ocurre con los personajes: no quedar¨¢n en la retina del lector, pero est¨¢n bien perfilados. Sobre todo un jovenc¨ªsimo Cicer¨®n convertido en investigador y Tito Anio Tuscalano, protagonistas a la par, uno en los salones y el otro en la calle. Roma, la fascinante Roma de la ¨¦poca, es transmitida al lector a trav¨¦s del ambiente, de la vida de quienes la pueblan, no de largas descripciones tan frecuentes en el g¨¦nero. Y se agradece. Es lo que termina de rematar este s¨®lido entretenimiento para una tarde, o dos, de lluvia y fr¨ªo.
Un par de cl¨¢sicos recuperados
Justicia, Friedrich D¨¹rrenmatt (Tusquets, traducci¨®n de Juan Jos¨¦ del Solar). Tusquets sigue recuperando con regularidad las novelas de este cl¨¢sico de las letras suizas. Sigo qued¨¢ndome con La promesa, una obra cumbre del g¨¦nero, pero en todas encuentras un an¨¢lisis fino de la sociedad, cierto sarcasmo y personajes que sacan los colores al lector bienpensante. En esta ocasi¨®n, un abogado en horas bajas acepta un caso imposible: demostrar que un famoso pol¨ªtico que ha matado de un tiro a otro notable ciudadano en medio de un restaurante atestado de gente no es el asesino. Un punto de partida disparatado, encima el condenado no tiene motivo alguno para tal acto, sirve para el habitual despliegue de D¨¹rrenmatt, del que podemos seguir disfrutando gracias al empe?o de Tusquets y con la excusa de su centenario.
¡ª Un art¨ªculo un poco m¨¢s a fondo con el genio suizo.
Un lugar desconocido, Seicho Matsumoto (Libros del Asteroide, traducci¨®n de Marina Bornas). Del autor de El expreso de Tokio, (tambi¨¦n en Libros del Asteroide) llega esta maravillosa novela de hechuras cl¨¢sicas y sembrada de las preocupaciones tradicionales de su autor: la mentira, los secretos, la verg¨¹enza y la venganza. En este caso recurre a un detective improvisado, Tsuneo Asai, un hombre de negocios que no entiende c¨®mo su mujer ha muerto en un barrio en el que se supone que nunca hab¨ªa pisado, un lugar lleno de hoteles de citas. Cuano le¨ª Tokio Redux de David Peace, vi el fantasma de Matsumoto recorriendo sus p¨¢ginas. No tienen nada que ver, o poco, lo s¨¦, pero es lo que tienen los grandes.
¡ª Aqu¨ª tienen m¨¢s apuestas que merecen la pena de peque?as editoriales.
Buenos policiales
Bajo una luz fr¨ªa, Gary Disher (RBA, traducci¨®n de Sergio Lled¨®). Siguiendo la t¨®nica de buenos policiales como Un polic¨ªa del sur de John MacMahon o Colinas de California de Lee Goldber, la mano de Antonio Lozano en RBA nos trae en esta ocasi¨®n un cl¨¢sico australiano ideal para los amantes del buen procedimental. Los aficionados del g¨¦nero sabr¨¢n de qu¨¦ les hablo cuando evoco esa sensaci¨®n que se tiene al tener entre tus manos un buen policial. Es algo que se ve enseguida, algo que ocurre siempre con nuestro amado Michael Connelly, por ejemplo, o con las novelas del distrito 87 de Ed McBain: el personaje engancha, los di¨¢logos son inteligentes, los casos s¨®lidos, te quieres quedar con estos polic¨ªas, vivir un rato sus vidas azarosas, ayudarlos de lejos en sus pesquisas. Aqu¨ª tenemos al peculiar Alan Auhl, un polic¨ªa retirado que vuelve a la unidad de casos abiertos. S¨ª, ya s¨¦, est¨¢ muy visto. ?Y qu¨¦? Adem¨¢s de la investigaci¨®n central, hay un caso de violencia de g¨¦nero que toca y trastoca la vida del agente y que consigue implicar al lector en esa trama subsidiaria. No se queden en estas l¨ªneas y descubran este cl¨¢sico contempor¨¢neo del policial.
Bologna Boogie, Justo Navarro (Anagrama). Y hablando de cl¨¢sicos, uno que tiene aroma a hard boiled por los cuatro costados. Seguimos las desventuras del comisario Polo, ahora enviado de su querida Granada a una fascinante Bolonia en busca de Guillermo Sola, ni?o bien espa?ol que ha desaparecido sin dejar rastro. La excusa de la b¨²squeda destapa el tarro de las esencias: jazz, mujeres, personajes muy turbios y un protagonista que no tiene en su altura excesiva su ¨²nica cualidad estrafalaria. Si aman el Bernie Gunther de Kerr, aqu¨ª tienen un plato de su gusto, un libro escrito con mimo y que no se contenta con tener una trama misteriosa bien amarrada. Ah, y no se pierdan a Carolina Munt, personaje que ya querr¨ªan para s¨ª tantos fabricantes contempor¨¢neos de mujeres fatales.