Siete novelas negras extra?as y recomendables
Exploramos los m¨¢rgenes del g¨¦nero para encontrar apuestas que lo exprimen al m¨¢ximo desde distintas perspectivas. Un pu?ado de libros para amantes, o no, de la ficci¨®n negrocriminal
La novela negra, en su sentido menos can¨®nico, tiene unas fronteras tan abiertas que hay que recorrer muchos kil¨®metros literarios para llegar de un extremo al otro del espectro. Eso es lo que intento hoy con estas siete novelas que van desde una interesante exploraci¨®n de la brutalidad etarra, pasando por el detective m¨¢s extra?o que me he encontrado ¨²ltimamente hasta llegar, por ejemplo, a un forense en Laos con un peculiar sentido de la vida. Eso, y m¨¢s. Pasen y lean.
Rehenes, Phil Camino (La Huerta Grande). Las novelas a veces tienen una vida curiosa: esta que nos ocupa sali¨® en 2014, en digital, y tuvo un periplo breve pese a varios elogios de renombre. Ahora la autora la recupera en la editorial que dirige con acierto desde a?os y nos da una agradable sorpresa a todos los que no la hab¨ªamos le¨ªdo. Hay cuatro historias que se entrelazan y funcionan con eficacia en torno a un centro detonador: el secuestro por error de un empleado de carreteras por parte de ETA. A partir de ah¨ª, una narraci¨®n centrada en un pu?ado de horas que mezcla algunos retazos en pasado para caracterizar a los personajes (con mucho respeto hacia un lector a quien no se le telegraf¨ªa nada) y un presente narrativo que le da dinamismo y velocidad. Camino consigue un tono para cada historia, una voz para cada personaje. Es una novela no muy larga que se hace muy corta por el buen hacer de su autora y en la que se adivina la confluencia de todas las historias sin que eso le reste fluidez. Es m¨¢s, cuando llega, hay una explosi¨®n de intensidad desnuda de adornos y que agarra al lector. No hay investigaci¨®n, ya les avisaba de que en esta lista no iban a encontrar novelas can¨®nicas, pero ?acaso hay algo m¨¢s negro que el secuestro de una sociedad por una banda de matones?
Un detective en Virginia, Melville Davisson Post (Siruela, traducci¨®n de Pablo Gonz¨¢lez-Nuevo). El viejo Abner es un hombre recto. Justiciero a caballo en Virginia Occidental, tierra natal de su creador, recorre las monta?as de ese mundo en construcci¨®n que era Estados Unidos en el siglo XIX protegido por su arma, su autoridad y los designios de Dios. Estamos antes de la Guerra de Secesi¨®n y la justicia no era el enorme aparato en que se convirti¨® luego (aunque algo de eso se atisba ya, por ejemplo, en el relato judicial que cierra el volumen). El retrato de ese mundo poblado de hombres crueles, violencia y oportunistas e iluminados es riqu¨ªsimo, y las historias se mueven dentro de un esquema bastante sencillo en el que, a modo de Watson, el narrador es el sobrino de Abner. As¨ª lo presenta en uno de los relatos: ¡°Era uno de esos hombres austeros y profundamente religiosos producto de la Reforma. Siempre llevaba la Biblia en el bolsillo y la le¨ªa donde le apetec¨ªa. Una vez, la clientela de la taberna de Roy quiso burlarse de ¨¦l cuando sac¨® su libro junto al fuego, pero nunca volvieron a intentarlo¡±. La frialdad con la que afronta los di¨¢logos con asesinos (por ejemplo, en Un acto de Dios, con un final magn¨ªfico, por cierto) es uno de sus rasgos definitorios junto a un desarrollado sentido com¨²n. El tomo que re¨²ne sus aventuras en la rica colecci¨®n de cl¨¢sicos, que Siruela alimenta con mimo, empieza con un caso de puerta cerrada, El misterio Doomdorf, resuelto de manera rocambolesca, pero en el que ya se ve la fauna con la que se va a encontrar Abner (en El cazatesoros, un cuento muy Allan Poe, ?hay incluso un pirata!). Se hace acompa?ar en algunas historias por el juez Randolph, pero no lo necesita para impartir su particular justicia.
Subm¨¢quina, Esther Garc¨ªa Llovet (Malas Tierras). Esta novela podr¨ªa estar aqu¨ª solo por quien la firma. Porque cualquier novela de Esther Garc¨ªa Llovet, la autora que con m¨¢s precisi¨®n puede ser calificada de ¨²nica en el panorama negrocriminal espa?ol, es un universo aparte. Esta que nos ocupa es una reedici¨®n (el original data de 2009) por parte de una editorial, que ya tuvo el acierto de devolver Sopa de miso a las librer¨ªas. ?Qu¨¦ nos encontramos? Pues 152 p¨¢ginas hipn¨®ticas en las que seguimos las andanzas de Tiffani Figueroa por un mundo fronterizo, una especie de agujero negro poblado de delincuentes, farmacias gigantes, ni?os fantasma, perros, obsesos y violencia. Ella fue polic¨ªa, ahora sobrevive como puede, debe dinero a la gente equivocada y por eso acepta el encargo que cambiar¨¢ su vida: encontrar a Repa, una mujer m¨ªtica de ese universo fronterizo y fant¨¢stico, una figura extra?a de la que Garc¨ªa Llovet se vale para mover la acci¨®n, agarrarnos y no soltarnos, exponernos a sus im¨¢genes. Quien haya le¨ªdo S¨¢nchez (esa joya underground) reconocer¨¢ muchas cosas. Quien no se haya topado todav¨ªa con la autora de Los guapos (Anagrama) se extra?ar¨¢ de que sea una historia corta. No se dejen enga?ar: no hay una l¨ªnea de desperdicio. Ella dice que es su novela m¨¢s americana. Puede ser. De lo que estoy seguro es de que se trata de otro poderoso viaje al submundo criminal.
Las deliciosas historias de la taberna de Kamogawa, Hisashi Kashiwai (Salamandra, traducci¨®n de V¨ªctor Illera). Volvemos a este peque?o rinc¨®n en un callej¨®n de Kioto, que ya descubrimos en Los misterios de la taberna de Kamogawa, para ver c¨®mo Nagare Kamogawa (antiguo agente de polic¨ªa, ¨²nico rastro de las fuerzas del orden en el libro) y su hija Koishi resuelven un tipo muy peculiar de enigma: ellos son recuperadores de sabores. All¨ª acuden los personajes m¨¢s variopintos para tratar de revivir un plato de su pasado tal y como lo recuerdan. Una labor en la que se afana Koishi en la parte deductiva (una mujer dulce pero directa, a veces casi abrupta) y su padre en la cocina para dar como resultado unos relatos sensoriales, ricos en detalles culinarios, con su punto de misterio y, sobre todo, que analizan la vida desde una perspectiva ¨²nica. Los clientes pagan la voluntad en un intercambio que, la mayor parte de las veces, incluye una suculenta comida detallada al m¨¢ximo con un lenguaje sencillo y sugerente. Desde luego, es la agencia de detectives m¨¢s amable de los ¨²ltimos tiempos. ?Si Sam Spade levantara la cabeza! Tambi¨¦n anda por ah¨ª la madre de Koishi, una presencia peculiar. Ahora bien, ?por qu¨¦ quiere un prestigioso nadador recuperar el bento que le preparaba su padre? ?A qu¨¦ se deben la necesidad de una cr¨ªtica gastron¨®mica de prestigio de encontrar la receta de una simple hamburguesa? La vida, ser¨ªa la respuesta m¨¢s acertada: cada uno llega a la taberna con un recuerdo, una mochila, una necesidad, y la receta exacta alivia, cura, reconforta. Apuntes gastron¨®micos (qu¨¦ hambre se pasa ley¨¦ndolo), de cultura japonesa y homenajes a las novelas de misterio cl¨¢sicas se entrelazan en este libro de tono amable y lectura apacible. No todo iba a ser oscuro en el mundo de la novela negra. Hay que comprar el conjunto para olvidarse de los detalles; querer a esta pareja de detectives gastron¨®micos para entender sus pesquisas; abandonarse, en definitiva, a los placeres de la ficci¨®n en su esencia.
Un hombre bajo el agua, Juan Manuel Gil (Seix Barral). Un escritor, traumatizado por un suceso que vivi¨® de adolescente (el hallazgo de un cad¨¢ver en una balsa en un barrio popular de Almer¨ªa), se propone reconstruirlo para contar la verdad definitiva. O, al menos, su verdad. Un punto de partida cl¨¢sico para una novela que no tiene nada de convencional. Con una mezcla de primera persona autobiogr¨¢fica, investigaci¨®n y drama personal, Gil maneja al lector, que asiste extra?ado a la utilizaci¨®n de una diversidad de g¨¦neros en un despliegue literario heterodoxo. Por el camino, p¨¢ginas de altura y algunas m¨¢s irregulares (aquellas que se dedica el escritor a s¨ª mismo) pero siempre con un ritmo apabullante. ?Por qu¨¦ y c¨®mo muri¨® Eduardo Huergo? Esa es la pregunta que todos nos hacemos, pero para Gil, convertido a trav¨¦s de su protagonista en el investigador (confunde claves de su biograf¨ªa con las de su personaje), es solo una excusa. El pesquisidor-narrador avanza por un campo minado y va buscando los explosivos para pisar y saltar por los aires: as¨ª se entienden esos di¨¢logos bruscos y precisos con quienes le tienen que contar la historia, as¨ª un par de bombas m¨¢s de una novela que no entiende de tiempos muertos, as¨ª el final. Un ejemplo:
¡ªSi lo que acabas de presenciar no es literatura, ?entonces qu¨¦ cojones es? ¡ªsuelta un personaje al protagonista.
¡ªNo lo s¨¦, la verdad, a¨²n me tiemblan las piernas ¡ªresponde ¨¦l.
Pues eso.
Anarqu¨ªa y perros viejos, Clin Cotterill (Amok Ediciones, traducci¨®n de Francisco Gonz¨¢lez). Este es uno de los platos fuertes de la selecci¨®n, sobre todo en cuanto a la rareza y el humor que despliega. Siri, el ¨²nico forense de la Laos comunista en 1977, investiga el extra?o atropello de un dentista invidente (extra?o, entre otras cosas, porque en Laos el coche se ha convertido en algo extra?o y ¡°dos coches juntos se consideraba atasco¡±). Tan curioso como suena. As¨ª nos lo encontramos, a los 73 a?os, en esta su cuarta aventura: ¡°El buen m¨¦dico no se conservaba mal para la edad que ten¨ªa. Su cabello era espeso y blanco como las plumas de un polluelo. Sus peculiares ojos verdes segu¨ªan brillando como las esmeraldas de un raj¨¢. Era bajito pero fornido y su mente exhib¨ªa la agudeza de siempre¡±. Lo persiguen entes sobrenaturales que buscan vengarse del esp¨ªritu ancestral de un gur¨² que mora en su interior. Sus ayudantes son la enfermera Dtui, el extra?o polic¨ªa Poshy, una vidente travesti y un jefe del politbur¨®. Todo lo que les cuente es poco, pero les voy a a?adir un par de reflexiones: no se dejen llevar por las rarezas, el libro es consistente, la trama policial tambi¨¦n y el retrato social certero. Adem¨¢s, Cotterill sabe llevar lo estramb¨®tico y lo m¨¢s cruel del r¨¦gimen comunista al humor; no a un humor desternillante, sino a ese que siembra de hallazgos la p¨¢gina de un libro. Si le cogen cari?o, como me ha pasado a m¨ª, vayan a por El almuerzo del forense (tambi¨¦n en Amok Ediciones). Por cierto, entre las novedades que incluye el cat¨¢logo de este sello est¨¢ otra serie (la del detective Singh) de la que hablaremos con la llegada, antes de final de a?o, de su pr¨®xima entrega. Por ahora, qu¨¦dense con el forense.
Un inspector en Fuseta, Gil Ribeiro (Maeva, traducci¨®n de Ana Guelbenzu). Esta es, sin duda, la m¨¢s can¨®nica de todas las de la presente selecci¨®n pero, qu¨¦ quieren que les diga, habr¨¢ que poner platos a gusto de todos en el men¨², as¨ª que permitan que termine con ella. La novela, inicio de una serie que ha triunfado en Alemania, tiene todos los ingredientes cl¨¢sicos: escenario id¨ªlico (Fuseta, el Algarve, su gente y su luz, su gastronom¨ªa), detective raro (Leander Lost, alem¨¢n de intercambio con Asperger y una incapacidad cong¨¦nita para mentir) y buena comida. La gracia radica en que no se trata de una novela que se ancle al carisma del detective protagonista sino que lo rodea de personajes que lo complementan en su justa medida: los polic¨ªas Carlos Esteve y Graciana Rosado forman una pareja que podr¨ªa tener su propia serie; la familia de ella acoge al resto del elenco y a los lectores en sus maravillosas cenas. Tenemos, adem¨¢s, a una joven desnortada, cuya madre ha sido asesinada, que protagoniza un delicioso di¨¢logo con Lost, pura literatura de marginados. Y a Soraia, hermana de Graciana, que se enamora de manera irredenta de alem¨¢n. Lo de menos es el caso, aunque est¨¢ bien: una trama de corrupci¨®n en torno al negocio del agua que cierra (recuerda a una similar de Donna Leon, Con el agua al cuello) de forma cl¨¢sica y previsible. Los personajes est¨¢n todos en su sitio al final y todo queda abierto hasta la pr¨®xima entrega. Como aqu¨ª. No podemos pedir m¨¢s. Lean y disfruten.
Si quieren m¨¢s consejos de lectura¡
Para el verano hicimos estas 13 recomendaciones, que siguen siendo perfectamente v¨¢lidas.
Antes, para la feria del libro, estos fueron los elegidos.
Y si quieren empezar una serie de un detective espa?ol nuevo y no saben cu¨¢l elegir les dejamos aqu¨ª el mapa de los investigadores literarios espa?oles con todos sus datos, libros, socios y m¨¢s.
Babelia
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