Nadal acaba con el sue?o de Federer

Roger Federer tendr¨¢ que esperar un a?o m¨¢s para hacer realidad el sue?o de conquistar cuatro 'grandes' en una sola temporada. Par¨ªs todav¨ªa no es su territorio. Ahogado en su rev¨¦s por un Nadal inconmensurable, el suizo abandona Roland Garros con la sensaci¨®n de ser un rival menor y el interrogante de c¨®mo destronar al espa?ol del olimpo de la tierra batida, de si ser¨¢ capaz el espa?ol de ampliar su feudo tambi¨¦n al terreno de Wimbledon. La pesadilla acab¨® con victoria de Nadal, desbordante en juego y mente de principio a fin, por 1-6, 3-6 y 0-6. La cuarta copa de los Mosqueteros en cuatro a?os. La misma gesta del mejor tenista de todos los tiempos.

No pudo comenzar mejor el partido para Nadal. La superioridad con la que el de Basilea se impone al resto de sus rivales se esfuma cuando se mide a Rafa; se vuelve predecible, y su tenis de n¨²mero uno deja de brillar. Nadal, que se sabe de memoria cada paso del suizo, despleg¨® un tenis perfecto, anulando su derecha y arrinconando a su rival al fondo con bolas liftadas a su rev¨¦s, haciendo de la final un espect¨¢culo premeditado con un solo protagonista. Rompi¨® su servicio en el primer juego y marc¨® su territorio, inaccesible para Federer. El n¨²mero uno estaba lento, como afectado todav¨ªa por el mal juego que despleg¨® ante Monfils. El rev¨¦s funcion¨®; el saque, tambi¨¦n, y la derecha siempre estaba lista para desesperar al suizo. En 32 minutos ya le hab¨ªa devuelto el 6-1 de hace dos a?os.

Perdido sobre la pista, Federer reaccion¨® t¨ªmidamente con la salida del sol, aunque lo m¨¢ximo que pudo conseguir fue ganar dos juegos consecutivos. Nadal no dio pie al juego elegante del suizo, inc¨®modo ante el potente liftado del espa?ol. El juego de fondo no funcionaba, y Federer opt¨® por subir a la red. Mejor¨® sus registros con voleas perfectas y dejadas inalcanzables y puso en aprietos al balear, pero sigui¨® desconectado. Nadal cambi¨® su juego, resurgi¨® con otra estrategia y empez¨® a colocar la bola a los pies del suizo cuando ¨¦ste, titubeante, osaba acercarse a su dominio. Le provoc¨®, le ret¨® y Federer cay¨® en su trampa. O fallaba, o dejaba el punto a su merced. La derecha de Nadal hac¨ªa el resto.

La grada hizo su trabajo. Quer¨ªa un espect¨¢culo de gladiadores. Pero no lleg¨®, y tuvo que contentarse, a lo m¨¢ximo, con desempates que cayeron del lado espa?ol. As¨ª termin¨® la segunda manga. Rafa quebr¨® una vez m¨¢s el servicio de Federer y se escapaba en el marcador. El n¨²mero uno se hizo a¨²n m¨¢s invisible. Y as¨ª sigui¨® en la ¨²ltima manga. En un suspiro, se coloc¨® cinco a cero. El rostro del suizo reflejaba desesperaci¨®n. Fue presa de su impaciencia y de su mala suerte, dos defectos devastadores ante un veterano de la tierra batida. El trabajo de toda una temporada se borr¨® de un plumazo, y con humillaci¨®n. S¨®lo hizo cuatro juegos en todo el partido. Nadal sirvi¨® el juego de clausura y no fall¨®. Tetracampe¨®n, y con una superioridad incontestable. "Lo volver¨¦ a intentar el a?o que viene", declar¨® tras el partido.

Nadal celebra su cuarto Roland Garros