Ca¨ªda mortal de Weylandt
El ciclista belga, de 26 a?os, fallece por un golpe en la cabeza en el descenso del Bocco
Antes de salir, al mediod¨ªa, la cabeza llena de ideas de gloria, Pablo Lastras reflexionaba en voz alta: "Los ciclistas tenemos que recuperar nuestra dignidad. Cuando organizan una carrera, solo piensan en el espect¨¢culo y el morbo. Con nosotros nunca cuentan. Como si fu¨¦ramos gladiadores, cuyo ¨²nico valor es el de pelear, sangrar y morir. O como si esto fuera un circo y nosotros la atracci¨®n. Pero no somos monos, sino artistas".
Pocas horas despu¨¦s, Lastras mostraba, luminoso, la plenitud de su arte -un ataque en el ¨²ltimo repecho del d¨ªa, la subida a la Madonna delle Grazie, a apenas 10 kil¨®metros de la llegada, el mar all¨¢ abajo- cuando la RAI interrumpi¨® bruscamente las im¨¢genes de la carrera para emitir un mensaje de urgencia: "Los m¨¦dicos que est¨¢n intentando reanimar a Wouter Weylandt no pueden contactar con el 118, el tel¨¦fono del servicio de helic¨®pteros de emergencia de G¨¦nova. Desde aqu¨ª les avisamos para que acudan r¨¢pidamente al lugar en el que ha ca¨ªdo el ciclista belga".
Era la constataci¨®n de que lo que pocos minutos se hab¨ªa visto por la pantalla, el rostro ensangrentado de Weylandt, los m¨¦dicos a su lado, masajes cardiacos, m¨¢quina de reanimaci¨®n, inyecciones de adrenalina, de atropina, era grave, realmente grave.
Era tambi¨¦n una llamada in¨²til. Weylandt, de 26 a?os, llevaba muerto m¨¢s de 20 minutos. "Como dec¨ªamos anta?o, muri¨® de golpe", dijo Giovanni Tredici, que acababa de atender al primer ciclista fallecido en sus 29 a?os como m¨¦dico principal del Giro; "a los 30 o 40 segundos de la ca¨ªda, ya est¨¢bamos con ¨¦l. Le atendimos los 45 minutos que ordena el protocolo, pero con el convencimiento de que no podr¨ªamos hacer nada por revivirlo. Sufr¨ªa una fractura frontal del cr¨¢neo, con gran p¨¦rdida de sangre y tambi¨¦n con p¨¦rdida de masa cerebral. Hab¨ªa quedado seco del golpe".
Pese a todo, el helic¨®ptero lleg¨®. Se pos¨® a unos centenares de metros del inaccesible lugar del accidente y Weyland fue transportado en camilla. Solo despu¨¦s de terminar la etapa se anunci¨® oficialmente su muerte.
Weylandt, prometedor, buena punta de velocidad -varias victorias, entre ellas una etapa en la Vuelta de 2008, en Valladolid, y otra en el Giro, justamente hace un a?o, la tercera de 2010-, clase para las cl¨¢sicas, se cay¨® solo a unos 20 kil¨®metros de la llegada, en el descenso del paso del Bocco - all¨ª donde Berzin derrot¨® a Indurain en la cronoescalada del Giro de 1994-, en un tramo recto tras una semicurva a izquierdas.
"Iba de los ¨²ltimos del pelot¨®n", contaron en su equipo, el Leopard, fundado esta temporada. "Se hab¨ªa quedado rezagado subiendo y forzaba para volver a entrar en el grupo y poder entrar al sprint". "Se golpe¨® contra el guardarra¨ªl con la pierna izquierda, se fue contra el otro lado y se dio de cara contra un muro de piedra", dijo el director, Luca Guercilena; "hizo un vuelo de unos 20 metros". "En efecto, se debi¨® de golpear con la pierna izquierda, pues la ten¨ªa rota", confirm¨® Tredici, "pero yo creo que se golpe¨® de cara contra el asfalto. El golpe se lo dio por debajo de la l¨ªnea del casco, que no pudo protegerle. No creo que fuera muy r¨¢pido, pues la zona no es muy empinada".
Weylandt, cuya esposa, Anne Sophie, espera un hijo para septiembre, es el cuarto ciclista que muere en el Giro. El ¨²ltimo fallecimiento, el de Emilio Ravasio, sucedi¨® en 1986, diez a?os despu¨¦s de que, tambi¨¦n en Sicilia, una ca¨ªda acabara con Juan Manuel Santisteban. Sin embargo, de la muerte que m¨¢s se acordaba el pelot¨®n ayer era de la del italiano Fabio Casartelli, quien sufri¨® una ca¨ªda descendiendo el Portet d'Aspet en el Tour de 1995. "He pasado al lado del cuerpo ca¨ªdo y, como todos los dem¨¢s, he mirado desde el coche", dijo Jos¨¦ Luis Jaimerena, el director del Movistar.
El descenso del Bocco no es especialmente peligroso, sino muy t¨¦cnico. "No hab¨ªa nadie, en todo caso, avisando de que pod¨ªa haber peligro", explic¨® Lastras. "S¨ª, pero el peligro no es tanto la zona sino el que ¨¦ramos un pelot¨®n de m¨¢s de 200 en el que tanto los que se juegan la general como los que buscaban la etapa quer¨ªan estar delante", reflexiona Francisco Ventoso. "Y eso, en una tercera etapa es demasiado arriesgado, pues todos estamos muy enteros, a¨²n no se ha hecho una selecci¨®n. Para una ¨²ltima semana, bien, pero no tan pronto".
Ni a ¨¦l, ni al grupo que se form¨® finalmente y que acabar¨ªa disput¨¢ndose la victoria ni al pelot¨®n informaron los directores de que su compa?ero hab¨ªa muerto. Se enteraron despu¨¦s. Gan¨® ?ngel Vicioso, del Androni, segundo ahora en la general, a siete segundos del brit¨¢nico David Millar (Garmin).
No hubo m¨²sica ni celebraciones en la meta. Solo silencio. "Y lo que los corredores y los equipos decidan hacer en la etapa de ma?ana la organizaci¨®n lo respetar¨¢", anunci¨® Angelo Zomegnan, el director general de la carrera, antiguo periodista, quien record¨®: "El ciclismo es un deporte en el que los corredores arriesgan su vida en cada metro".
Al d¨ªa siguiente de la muerte de Casartelli, los corredores del Tour neutralizaron la etapa y dejaron que sus compa?eros del Motorola se adelantaran y le homenajearan con su gesto. Un d¨ªa de conmoci¨®n e introspecci¨®n como el que seguramente se vivir¨¢ hoy entre G¨¦nova y Livorno, como si solo la muerte devolviera a los ciclistas, a los monos del espect¨¢culo, la consideraci¨®n de personas.
Victoria triste para el espa?ol ?ngel Vicioso
El fallecimiento de Weylandt ha dejado en un segundo plano todo lo dem¨¢s. La tercera etapa hab¨ªa terminado minutos antes con la victoria del espa?ol ?ngel Vicioso (Androni Giocattoli), que ha llegado el primero a la meta tras liderar la escapada final. David Millar (Garmin Cervelo), segundo, es el nuevo portador de la maglia rosa. Ambos formaban parte del grupo que ha dado alcance a los cuatro corredores que se han escapado poco despu¨¦s del kil¨®metro 30 -Brambilla, De Clercq, Brutt y De Ricci- y que no han perdido su ventaja hasta el ¨²ltimo tramo, en la Madonna delle Grazzie. Los espa?oles Pablo Lastras (Movistar) y Daniel Fern¨¢ndez (Katusha) han acabado tercero y cuarto. Todas las celebraciones por la victoria han quedado suspendidas por la desgracia ocurrida en el Passo del Bocco.
El nuevo l¨ªder del Giro, que ha conocido lo ocurrido tras acabar la carrera, ha querido restar importancia al resultado de la misma. "No significa nada. No puedo imaginar lo que su familia va a pensar, es terrible", ha dicho Millar tras la etapa. "Nuestro deporte es tr¨¢gico a veces, tiene sus riesgos cada d¨ªa", ha a?adido; "lo cierto es que aqu¨ª estamos los mejores ciclistas del mundo, y los mejores tambi¨¦n pueden cometer un fallo o encontrarse en el lugar inadecuado en el momento inadecuado". Finalmente, Millar ha criticado que la televisi¨®n haya mostrado las im¨¢genes de Weylandt ca¨ªdo inconsciente: "?Por qu¨¦ han hecho eso?". D. CASTRESANA
Cuarto ciclista fallecido en un Giro
La muerte del belga Wouter Weylandt eleva a cuatro el n¨²mero de ciclistas fallecidos en toda la historia del Giro de Italia. El primer ciclista que muri¨® en la ronda italiana fue Orfeo Ponsin, que en 1952 cay¨® en el descenso de la Merluzza, en la cuarta etapa. El espa?ol Juan Manuel Santisteban fue el siguiente en sufrir una ca¨ªda mortal. Ocurri¨® en la primera etapa del Giro de 1976, el 21 de mayo, y muri¨® en Catania. Se hab¨ªa fracturado el cr¨¢neo al estrellarse contra el guardarra¨ªl met¨¢licoprotector.
Y diez a?os despu¨¦s, el 28 de mayo de 1986, el italiano Emilio Ravasio falleci¨® tras sufrir una ca¨ªda y un posterior desmayodespu¨¦s de volver a subirse a la bicicleta. Tambi¨¦n ocurri¨® en la primera etapa. EFE
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