Una etapa para el 108
Los ciclistas homenajean al fallecido Weylandt, que luc¨ªa ese dorsal, al neutralizar la jornada, sin competir y d¨¢ndose relevo entre todos
Una etapa "de luto desde el comienzo hasta el final". As¨ª, tal y como la hab¨ªan definido los organizadores Angelo Zomegman y Michele Acquarone, ha sido la cuarta jornada del Giro de Italia. Tras el fallecimiento del belga Wouter Weylandt, nadie ten¨ªa ganas de competir hoy en la corsa rosa. Lo importante era homenajear al compa?ero ca¨ªdo. As¨ª que todos juntos han acordado una soluci¨®n intermedia; neutralizar la etapa, correrla a un ritmo suave y dejarla al margen de la clasificaci¨®n, ignorando tiempos, puntos, premios -se donar¨¢n a la familia del belga-, maglias y todo lo que tuviera que ver con la rutina competitiva de la carrera.
Ha sido una etapa que ha transcurrido con lentitud, sin acci¨®n ni incidencias, pero no por ello sin sentimiento. Especialmente intenso ha sido el arranque en G¨¦nova, precedido de un minuto de silencio en el que los compa?eros de Weylandt en el Leopard Trek han escuchado las notas f¨²nebres de trompeta a la cabeza del pelot¨®n. Ellos han sido la cara visible de una salida simb¨®lica en la que les han acompa?ado los l¨ªderes de las distintas clasificaciones del Giro. A continuaci¨®n, se han puesto al frente los corredores del Euskaltel, ¨²ltimo clasificado de la general, y a partir de ah¨ª los equipos han empezado a relevarse cada 10 kil¨®metros para tirar del grupo, siguiendo un orden inverso al de las posiciones ocupadas en la tabla.
Dadas las circunstancias, poco importaba el trazado de una larga etapa; 216 kil¨®metros, 100 de ellos llanos, pegados a la costa, con una dura subida final en el Passo Castellaccio. Hoy era un d¨ªa para sacar fuerzas de flaqueza. Fuerzas como las que han tenido los corredores del Leopard, que ayer decidieron no abandonar el Giro, o como las que le han faltado al estadounidense Tyler Farrar (Garmin), amigo ¨ªntimo de Weylandt, junto al que sol¨ªa preparar en Gante la temporada europea, que tras la etapa de hoy dejar¨¢ la prueba y pondr¨¢ rumbo a B¨¦lgica.
La tarde ha acabado como empez¨®, como hab¨ªan anunciado sus organizadores, con el luto sobrevolando a pelot¨®n y aficionados. Ciao Wouter, rezaba una pancarta sostenida por una joven en la subida al Castellaccio, mientras otros ciudadanos sujetaban folios con el n¨²mero 108, el dorsal que Weylandt luci¨® hasta ayer. A pocos kil¨®metros del final, los corredores del Leopard se han vuelto a poner en cabeza, formando una l¨ªnea compacta. No pod¨ªan ser otros los que dieran el ¨²ltimo relevo, los que tiraran del grupo en los metros que faltaban por recorrer hasta la l¨ªnea de meta en Livorno, ciudad que les ha recibido con un largo y sonoro aplauso. Abrazado a ellos iba Farrar, apesadumbrado, sin poder esconder sus l¨¢grimas. Hoy solo importaba recordar a Weylandt. El homenaje culminar¨¢ ma?ana con el retorno a la competici¨®n.
Weylandt falleci¨® en el acto y "no sufri¨®"
Seg¨²n ha informado La Gazzetta dello Sport mientras transcurr¨ªa la cuarta etapa del Giro, Wouter Weylandt falleci¨® en el acto, en el mismo momento en el que sufri¨® el accidente que ayer le cost¨® la vida. Esa es la conclusi¨®n que se ha extra¨ªdo de la autopsia realizada esta tarde en Lavagna. El resultado concuerda con lo declarado ayer por el m¨¦dico del Giro, Angelo Tredici, que asegur¨® que "el golpe le caus¨® la muerte instant¨¢nea".
Seg¨²n el diario deportivo, impulsor de la corsa rosa, el forense Armando Manucci ha se?alado que Weylandt "no sufri¨®" y que los ex¨¢menes realizados indican que las lesiones son compatibles con la reconstrucci¨®n del accidente que hizo la polic¨ªa italiana.
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