El d¨ªa de las retiradas

Primero se march¨® sin debutar el sueco Robin Soderling, el n¨²mero seis mundial, que llevaba sin jugar desde julio y sinti¨® tantos pinchazos en la tripa, tan dolorosos mareos, que convino con el m¨¦dico que lo m¨¢s inteligente era optar por el abandono. Luego, la estadounidense Venus Williams, sin competici¨®n desde Wimbledon, con cuatro torneos disputados en todo el curso, y por una raz¨®n bien extra?a: "Me han diagnosticado el s¨ªndrome de Sj?gren, una enfermedad autoinmune", dijo la exn¨²mero uno. "Afecta a mi energ¨ªa y me causa fatiga y dolor. Desear¨ªa continuar, pero no puedo". En el mismo d¨ªa, el Abierto de Estados Unidos perdi¨® a dos de sus principales competidores, dos tenistas de los que salen en los carteles, emocionan a los cazadores de aut¨®grafos y se sienten preparados para asaltar el t¨ªtulo.

Andy Murray, por supuesto, no entr¨® en ese din¨¢mica. Bajo un sol abrasador, en un d¨ªa de los que cargan con avaricia las piernas si el partido se extiende m¨¢s de lo necesario, el brit¨¢nico venci¨® al indio Devvarman en su debut tras llevarse un buen susto en la primera manga. Fue 7-6, 6-2 y 6-3 para el brit¨¢nico, coronado en la cita de Cincinnati y legitimado para asaltar el trofeo por su magn¨ªfica temporada en los grandes, que le ha visto competir en la final del Abierto de Australia y las semifinales de Roland Garros y Wimbledon.

Su puesta en escena fue la ¨²ltima de los favoritos, porque antes lleg¨® la de Juan Mart¨ªn del Potro, el campe¨®n de 2009, que devor¨® al italiano Volandri. En Nueva York ya compiten Novak Djokovic, Rafael Nadal, Roger Federer, Murray y el argentino. Ya no hay margen para la espera o las dudas previas. Desde ahora, se juega al l¨ªmite.