El Bizkaia pierde otra oportunidad
Spanoulis y las decisiones arbitrales anulan la reacci¨®n del equipo vizca¨ªno ante el Olympiacos (88-81)
Entrar en el Top 16 de la Euroliga se ha convertido en una carrera de velocidad, donde no hay lugar para los tropiezos y mucho menos para las torceduras de tobillo. El Gescrap Bizkaia perdi¨® otra oportunidad de plantarse en la mitad de la carrera, al inicio de la segunda vuelta, con alguna ventaja en la clasificaci¨®n. La perdi¨® en un partido que naci¨® desequilibrado, result¨® igualad¨ªsimo en su mayor discurso, y acab¨® roto por la habilidad de un base genial, Spanoulis, de esos que encestan en los momentos nerviosos con una mu?eca de acero. El barbudo y tatuado griego, suele encarar los partidos como quien sale del vestuario a iniciar un entrenamiento. Ni una mueca, ni una duda ni una concesi¨®n al conservadurismo. Ahora soy yo, piensa y lo hace sin miedo a la canasta.
OLYMPIACOS, 88 - GESCRAP BIZKAIA, 81
OLYMPIACOS: Antic (13), Lucas (6), Spanoulis (29), Keselj (2), Papadopoulos (4) -cinco inicial-; Hines (18), Pelekanos (-), Gecevicius (-), Printezis (8), Papanikolaou (8) y Mantzaris (-).
BIZKAIA BILBAO BASKET: Jackson (13), Mumbru (17), Grimau (), Banic (15), D'or Fischer (9) -cinco inicial-; Blums (14), Krupalija (-), Ra¨²l L¨®pez (-), Mavroeidis (4), Josh Fisher (-), Grimau (2) y Vasiliadis (7)
-PARCIALES: 27-24, 18-18, 15-19, 28-20.
-?RBITROS: Luigi Lamonica (ITA), Eddie Viator (FRA) y Radomir Vojinovic (MNT). Sin eliminados.
-PABELL?N: Estadio de la Paz y la Amistad. Ante 3.000 espectadores.
Todo el buen trabajo del Bizkaia se fue al traste en los ¨²ltimos cinco minutos, cuando cada cual apuraba sus escasas posibilidades de romper un partido determinado por la iguladad. Bien es cierto que el conjunto de Katsikaris sali¨® encorvado al semi vac¨ªo pabell¨®n griego, a una hora poco usual. Le cost¨® una primera diferencia de 10 puntos que anunciaba un nubarr¨®n. Su prima de riesgo crec¨ªa y crec¨ªa hasta que Katsikaris, otro griego, mand¨® parar, sent¨® a la tropa y la refund¨®. Ah¨ª surgieron sobre todo los hombres grandes del Bizkaia, Banic, Mumbr¨² y D' Or Fisher para ir machacando la canasta rival, con el apoyo de un momento ¨¢lgido de Blums con sus triples. As¨ª igual¨® el partido, con constancia y estilo, y lo lleg¨® dominar, nunca por ventajas amplias, pero siempre suficientes para sentirse posible ganador y para sentir el grupo de la muerte en el que se inscribe como un lugar acogedor.
As¨ª fueron intercambiando canastas, much¨ªsimas por dentro, por el poder¨ªo de los p¨ªvots del equipo vizca¨ªno, y por fuera del Olympiacos, como si estuvieran calentando el brazo de Spanoulis.Y lo hicieron. En el ¨²ltimo cuarto, cuando hab¨ªa much¨ªsimo pescado por vender, surgi¨® lo previsible. Spanoulis empez¨® a anotar como quien entrena, con un cent¨ªmetro de ventaja para lanzar bombitas no tiros rectos y, lo peor para el Bizkaia, una actuaci¨®n arbitral que en Casio de duda siempre barri¨® para casa. Al m¨¢s m¨ªnimo intento de reacci¨®n vizca¨ªna, los ¨¢rbitros analizaban la huella dactilar de Mumbr¨² o Fisher en la camiseta rival y decretaban su culpabilidad. Ambos elementos, jueces y parte (Spanoulis) quebraron la ¨²ltima reacci¨®n del Bizkaia que perdi¨® otra oportunidad en un grupo terriblemente igualado. Otra semana perdida.
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